LOS MECOS DE MI PRIMO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por joserosas10.
Esto ocurrió hace ya muchos años, en ese entonces tenía yo 13 años. Era un chico moreno medio gordito. Aclaro que soy heterosexual, actualmente puedo decir que soy un cabron, me gustan y amo a las mujeres, pero recordar aquello me calienta un buen.
En aquella época solía visitar a los abuelos todos los fines de semana, ellos Vivian a fueras de la ciudad, razón por lo cual tomaba cada viernes el camión que hacia cerca de 1 hora para legar a la ranchería donde vivían. Mis abuelos eran de edad avanzada, cerca de 80 años cada uno, no lo recuerdo bien, con ellos vivía mi primo Alejandro, que tenía 29 años, un hombre alto, de complexión media, muy velludo del cuerpo; primo que había sido adoptado por los abuelos desde chiquito debido a que su madre lo abandono por irse de puta y que hasta el momento no se había casado.
Desde pequeño los visitaba y toda había ocurrido de forma común, la típica familia unida y normal, cada fin de semana los acompañaba para ayudar con las labores de la casa, ayudarles con las vacas y puercos que tenían y platicar con ellos y pasarla bien, hasta que un día ocurrió algo que no esperaba.
La casa de mis abuelos era muy grande con cuartos de adobe separados por un enorme patio, estilo antiguo, los abuelos dormían en el cuarto de la entrada, mientras que yo me tocaba dormir en el cuarto de Alejandro que estaba de hasta el fondo, pues ahí estaba una litera donde yo dormía abajo y el arriba.
Un fin de semana. Estando en el rancho, y haciendo un calorón tremendo, fuimos a pastorear las vacas al arroyo para que tomaran agua mi primo y yo, y como había llovido muy bien ese año, el arroyo corría con agua fresca y limpia y me dijo mi primo que nos metiéramos a bañar, cosa que sin dúdalo e inocentemente creí adecuada. Pero cuando estábamos en el agua vi como Alejandro se cargaba tremenda verga, súper gruesa y muy larga como de unos 20 cms, llena de venas con pelos negros abundantes, unos testículos enormes y peludos, cosa que me calentó mucho pues nunca había visto ninguna de algún adulto y la miraba muy despistadamente.
La tarde paso y tuvimos que regresar al rancho a meter las vacas al corral y después de cenar nos fuimos a dormir. Esa noche caía una tremenda tormenta, y nomas veía como relampagueaban los rayos a través de la ventana, y Alejandro aprovecho la ocasión para empezar a contar historias de terror, historias que por cierto a mí me espantaban. Y se acostó en mi cama y estuvimos platicando de fantasmas y muertos hasta que me gano el sueño.
Eran cerca de las 3 de la mañana cuando sentí el cuerpo de mi primo muy cercas a mí, yo estaba de cucharita dándole la espalda pero note como él acercaba su verga con bóxer hacia mis nalgas mientras yo me hacia el dormido. El hecho que hiciera eso me calentó mucho, me lleno de morbo pero solo me limite a seguir fingiendo que dormía y sin hacer movimientos.
Así estuvo cerca de 5 minutos hasta que el al ver que yo no “no sentía por estar dormido” muy diestramente fue bajando mi calzón hasta las rodillas y puso su glande entre mis nalgas y las empezó a acariciar con su pito. Eso me calentó aún más y sentí como le salía líquido pre seminal de ese descomunal palo. Al ver que yo no respondía pego su cuerpo contra el mío y sentí sus piernas y pelvis peluda junto a mi piel, me acusaba un cosquilleo muy rico; después sentí como su mano llego hasta mi culo y me lleno de mucha saliva ni entrada.
Cuando hizo eso yo ataba muy excitado con mi pene muy erecto sintiendo un nerviosismo extraño, sentía que mi corazón se me iba a salir de tan rápido que latía, nunca había tenido ningún contacto sexual con nadie en mi vida. Por dentro le gritaba que me lo metiera, era algo raro para mí, el sentir una verga tan enorme peluda, con muchas venas, y muy caliente de un adulto me excitaba muchísimo. Su glande estuvo jugando en mi ano varios minutos hasta que sentí como empezó a presionar poco a poco y su cabezota a entrar en mi culito lentamente. De primero sentí muchas cosquillas y yo mismo empecé a aventar mis nalgas contra a él para que entrara más y fue cuando se dio cuenta de que estaba despertó, así que solo me dijo “te voy a llenar el culo de mecos”.
Tomo mis manos, me pidió que separara mis nalgas y que me acostara boca abajo y ya estando yo en esa posición se sube sobre de mí y deja caer su cuerpo contra el mío, fue cuando sentí como su verga se hundió en mi culo y el cosquilleo cambio a un dolor intenso;
Yo le dije para, pero el ignoro mi comentario y empezó a bombear lentamente mientras jadeaba sobre mi nuca. Después saco su verga que no había entrado más que la mitad y escupió varias veces sobre mi ano y la volvió a meter lentamente, empezó a penetrarme muy lento; yo sentía una presión muy grande desde adentro el dolor despareció y empecé a sentir mucho placer y ganas de orinar, cada ver sentía que su verga se hundía más y más hasta que a cada metida que el daba, me sacaba todo el aire de los pulmones, sentía como cada vez ese enorme tronco iba creciendo más y más y dilataba más mi ano. Entonces me dijo: “ya la tienes toda adentro”.
Fue cuando comenzó a bombear fuertemente. Sacando y hundiendo su pito en mi cola, sentía sus huevotes grandotes y peludos chocar contra mi su respiración y bombeo acelero más, yo sentía que no podía respirar, sentía su verga muy caliente dentro de mi recto, y haciendo un fuerte jadeo, siento como dentro de mí me llena de algo muy caliente, pues se había venido dentro de mi culo.
Estuvo sobre de mi con su vergota metida como 3 minutos, después la saco, se subió el bóxer y se fue a su cama. Yo sentía algo viscoso dentro de mí, era raro, y sentía que me punzaba mi ano. Pero todo quedó ahí adentro, solo muy poco semen salió y me dormí sintiendo esa sensación húmeda de mecos en la cola. Al día siguiente todo fue tan normal como antes, como si no hubiese pasado nada, mi primo se portaba tan amable como siempre lo había sido.
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!