Los Relatos de mi Madre.
Mi madre relata sus inicios sexuales y prepara a sus nietas para lo que no se puede evitar….
Corrían los años 50’s al inicio de esta historia, mi madre la hija menor de Pedro y Luciana. Otras dos hermanas y un hermano conformaban la familia, Maria, Carmen, y mi madre llamada Luciana como su madre, el varón se llamaba Isidro siendo el mayor de 15 años.
Mi abuelo se dedicaba al campo y mi madre al hogar, los sábados de ralla mi abuelo al terminar la jornada se emborrachaba en la cantina del pueblo con sus amigos, ya entrada la noche llegaba a la casa, y mi abuela le tenía lista la cena, mis hermanas y yo dormíamos, mi hermano como ya era un adolescente tenía permiso para andar en la calle asta más tarde.
Así empezó el relato que mi madre le contaba a sus nietas, sentadas en el piso a los pies de ella, su bisabuelo era un hombre muy guapo, les decía, muy varonil y delgado. Recuerdo esa noche contaba mi madre, cuando su abuelo llegó un poco tomado pero conciente, después de cenar le pregunto a mi madre, dónde están las niñas, dormidas respondió, levanta a Carmen y llévala al patio, Carmen ya rondaba los 10 años y María tenía 12, a lo que mi madre respondió, otra vez la vas a molestar, mi padre de un grito regaño a mi, desde cuándo me cuestionas mis órdenes, has lo que te digo, además tengo que aprovechar que aún no regla, ya vez lo que pasó con María, casi te da un nieto.
Así continuaba relatando..
Su bisabuela llevo a Carmen al patio y le dijo que ahí se quedará, ahora viene tu padre, y ya sabes has lo que el te diga, mi hermana Carmen era muy delgadita y mi madre nos cocía unas batas para dormir de algodón, que facilitaban a mi padre para lograr su cometido.
Mi padre salió de la casa desabrochado su pantalón, la pequeña Carmen esperaba sentada en una silla abajo de un árbol al final del patio.
Hola princesa, vamos a jugar al juego del amor, exclamó mi padre, la levanto de la silla para sentarse el, se la cento en las piernas y la empezó a besar en el cuello y tocarla por todo su cuerpo, Carmen ya sabia lo que su padre le haría, así que soyosaba como queriendo llorar, no llores princesa le decía mi padre al oído, en cuestión de minutos ya la estaba penetrando, mi padre jadeaba y Carmen daba pequeños gemidos tras las embestidas de la verga que ultrajaba su pequeña vagina, aunque ya estaba acostumbrada pues desde los 8 años mi padre la disfrutaba.
Le ordenó que se pusiera de frente, pues ya casi terminaba y quería verla a la cara, Carmen se levantó y lo monto soltando un grito al sentir la verga a punto de reventar de mi padre, vamos princesa muévete rico y hazme feliz, mi pequeña hermana apenas y se podía mover con tremenda verga que la atravesaba, de un suspiro mi padre se vino con un orgasmo que casi lo hace desvanecerse y caer de la silla.
Mi padre se levantó y tomo a la niña en los brazos, vamos princesa a dormir como un angelito, fue y la acostó en su cama a un lado de María, buenas noches mis princesas, al salir de la habitación se acercó a mi cama, y me acarició la cara, ya casi te toca a ti ser mi mujer, yo me hacía la dormida y pude ver a escondidas todo lo que mi padre le hacía a Carmen en el patio de la casa.
Esa fue la primera vez que me di cuenta lo que mi padre hacía con mis hermanas, obviamente yo también llevaría el mismo destino, por eso les estoy platicando mis experiencias, porque va llegar el momento que mis hijos van a querer disfrutar de ustedes, exclamó la pequeña Daniela de 6 años, abuela, mi papá me pide que le besé su pipí por las noches y luego me lo mete en la boca asta que le sale agua, es semen mi niña, a bueno, ya veo que tú Papi te está preparando, de seguro antes que cumplas los 8 te hace su mujer, y tú te tienes que dejar pues para eso naciste, para dar placer…
Esa es la primer historia relatada por mi madre a sus nietas Daniela y Sofía, espero sea de su agrado y si no les gusta el tema que trato, solamente no lo lean, recuerden que hay gustos para todos…
Se ve muy buena la trama, solo se más explícito y que haya más detalles, me encantaría saber que más pasó con todas esas nenas.