Luciana la sobrina de mi esposa II
Sigue el relato con Luciana, esa bella nena.
Después de haber descargado toda mi leche en el baño me senté en el living a mirar tele recostado en el sillón, me quede dormido y desperté cuando sentí que alguien estaba jugando a los caballitos sobre mí, no abrí los ojos para no asustarla a Luciana y ver que hacía ella, ella estaba vestida con la ropita que había preparado antes de bañarse jugando sobre mi pene que estaba parado. Yo hice que me movía y ella se quedo quieta sin moverse, abrí los ojos y le dije hola hermosa ya te despertaste.
Ella sonrió y me dijo si Fabi hace rato, te busqué y estabas acá dormido y quería jugar a los caballitos así que me subí y empecé a jugar. Me acomodé mejor en el sillón agarrándola a ella para que no se caiga y la puse bien sobre mi pene, antes de esto le levante la pollera para que no se moje con nuestros jugos. Y la empecé a mecer de adelante para atrás, ella se divertía jugando y yo me excitaba cada vez más, veía en su cara una sonrisa amplia disfrutando el juego, yo le dije te gusta jugar así a los caballitos, me dijo si mucho, y que gusta más del juego le preguntaba yo, ella sonrojada me dice me gusta sentir esa cosa dura que tenes en mi puchita, eso me gusta mucho.
Yo con esa confesión más valor me dio y la seguí moviendo de adelante para atrás notando como me estaba mojando y notando como ella también lo estaba haciendo, así que la detuve y le dijo Luciana para que no te ensucies y te tenga que lavar nuevamente el juego es más divertido si vos te sacas la bombachita, ella lo dudo un instante y me dijo bueno yo lo hago y vos te sacás el pantalón y calzoncillo también, yo le respondí ok, me los bajo así queda mejor. Acto seguido ella se bajó de mi levantando su pollera y diciéndome si la ayudaba a bajar su bombachita que lo hice de maravilla, aproveche y me baje el pantalón y calzoncillo dejando al descubierto mi pene.
Al mirarlo me dijo uh que grande, es mucho más grande que el de Luis mi hermano, y grande como el de mi papá que a veces se lo veo cuando se baña, y más grande que el de Maxi. Me quedé pensando quien era Maxi porque sabía que en la familia de mi novia no había ningún Maxi. La acomodé sobre mi nuevamente disfrutando un montón la sensación de sentir esa conchita sobre mi pene, era una delicia. Ella se tenso un poco al principio cuando entraron en contacto nuestro sexos, pero enseguida comenzó a moverse, cada movimiento que hacía yo la colocaba mejor haciendo que mi cabeza del pene quedara bien ensartada en su vagina, esa sensación de poder poseer a esta criatura me llevaba a querer explotar en cualquier momento, aguante lo que más podía cuando de repente suena el timbre de la puerta haciéndonos sobresaltar a los dos, ya que ella estaba con los ojos cerrados y los labios apretados disfrutando del juego y yo en el limbo ante esta maravillosa experiencia con Luciana.
Rapidamente la bajo de mí, me incorporo subiéndome los pantalones y agarrando la bombachita de ella colocándola en mi bolsillo, acomodé la ropa de ella indicándole que no comente nada. Mire por la mirilla para ver quien era, y oh sorpresa eran sus padres que volvían, yo les abrí todo transpirado y nervioso porque no había podido hablar bien con Luciana para que no comente nada de los que estábamos haciendo, entra la mamá rápido y se va a la habitación saliendo de prisa con unas tarjetas en la mano, me las olvide sin ella no podemos entrar al espectáculo, saludando a su hija y saludándome. Cerró la puerta y emprendieron la partida, yo respire aliviado, transpiraba como loco. Luciana se acerca y me dice, estas bien.
Yo le digo si Luc, estoy bien, la senté y le explique que el juego que estábamos haciendo no lo podía contar a nadie que era nuestro secreto, que ese secreto era mortal si alguien lo sabía tratando de poner un poco de miedo en ella, ella me miro con ojo asustada y me dijo no Fabi no lo voy a contar a nadie, porque ya tengo otro secreto con Maxi que tampoco puedo contar me dijo, cuando termino de decirme eso se largo a llorar, yo la levante y la lleve a mis rodillas y le pregunté porqué lloras, ella me dice porqué Maxi me dijo que no diga nada que teníamos un secreto. Yo calmándola le dije está bien no voy a decir nada, pero ya sabes si vos hablás de nuestro secreto uno de los dos puede morir, bien tétrico lo hice para imponer un poco de temor en ella.
Ya un poco más tranquila me dijo, vamos a seguir jugando o no. Como aún era temprano le pregunté si quería comer a lo que me dijo no, quiero jugar. Me acosté en el sillón bajando un poco mi pantalón y calzoncillo montando ella sobre mí levantando su pollera, era tremendo el espectáculo ya que cualquiera que podía entrar veía a Luciana sobre mí pero tapados por su amplia pollera no pudiendo ver si yo estaba desnudo o no. Esta vez ella busco la ubicación dejándola hacerlo, y se puso de tal manera que quedaba todo mi pene sobre su conchita, se empezó a mover, se movía cada vez más fuerte logrando arrancarme una calentura de dioses, yo la sostenía de la cintura para que no se caiga, y entre cada movimiento la llevaba a quedar su entrada en mi cabeza, así estuvimos un rato largo hasta que no pude contener más y le descargué varios chorros de semen que pegaban en su entrada y toda su vagina, ella se quería levantar diciéndome me hiciste pipi, yo la sostuve sobre mí hasta que salió el último chorro.
Le hablé diciéndole que aquello no era pipi sino un líquido especial que tenemos los hombres y le damos a las mujeres especialmente a las niñas para que crezcan fuerte y especial para las nenas que hacen deporte. Cuando acabé, la levanté de a poco tratando de no ensuciar su pollera buscando una toalla para secarla y limpiarla. La lleve al baño en mis brazos con mis pantalones bajos, la puse en el bidet y de a poco la fui lavando ella observando como caía semen de mi pene, ella dijo eso es lo que debemos tomar nosotras, yo le dije si quieres probar.
Se rehusó al principio pera yo agarré un poco en mi mano y se lo pase por sus labios, haciendo cara de disgusto pero de a poco empezó a saborearlo y gustarle. Se comió toda la leche agarrando mi pene limpiándolo con su mano tomando todo el resto en su boca.
La sequé y me limpié y la lleve al comedor para comer, diciéndome me vas a dar la bombachita y queres que coma así desnuda, lo que vos quiera le dije, levanto los hombros y dijo como así.
ah que increible relato y que recuerdos me trajo.
Te felicito Fabi. Tengo una propuesta de relatos si te interesa.
Abrazo grande
pubica la parte 3 porfaaaaaaaaaa