Luciana la sobrina de mi esposa III
Continua…..
Al sentarnos a comer ella se subió sobre mis rodillas, quería comer sobre mí, como podía negarme si el solo hecho de tenerla cerca de mí me calentaba a mil. La alcé sobre mí con la salvedad que me baje el pantalón y calzoncillo y subiendo su falta, así que estábamos comiendo en contacto de nuestros sexos. Como lo que comíamos era pizza que ya teníamos cortada y calentita no fue dificultad alguna, ella comía y miraba dibujito en la tele, yo solo me centraba en el olor que esta nena tenía, comencé a besarle el cuello, besos suaves sobre todo su cuellito, agarrando apenas sus orejitas, y apretando más fuerte sus piernas.
Mientras ella trataba de comer yo seguía con mis sentidos puestos en ella tratando de no asustarla, le empecé a subir la pollera hasta arriba del ombligo dejando al descubierto nuestros sexos, ella estaba sostenida por mi pene ya que sobresalía la cabeza entre medios de su pierna, yo seguía acariciando sus piernas haciendo juegos en círculos desde la rodilla hasta casi su vagina sin tocarla, este jueguito le estaba gustando a Luciana porque notaba que su respiración se estaba acelerando dejando de comer y centrándose en los masajes que le estaba haciendo, a medida que acercaba mis manos a su vagina notaba como tensaba su cuerpito, jugaba con mis dedos cerca de sus labios vaginales, haciendo círculos pequeños y grandes, pasaba mis manos cerca de su sexo, en un momento se subió un poco en mi falda quedando nuevamente mi cabeza en la entrada de su vagina, ella quedo quietita ya que sintió una leve presión en su vagina, no dijo nada yo comencé en ese momento a estimular su clítoris logrando acariciarlo con la punta de mis dedos, esto hizo que a ella le recorriera electricidad en todo el cuerpo, mientras yo jugaba con su sexo, le seguí besando su cuello dándole pequeños mordiscos, ella tiraba para atrás su cabeza disfrutando todo aquello, buscaba besarla cerca de su boca, la besaba en la comisura de sus labios y ella dio vuelta su cara para que yo empezará de a poco a meter mi lengua en su boquita, al principio cerraba sus dientes pero yo le pasaba toda la lengua por su boca, así que la abrió y poco a poco fuimos entrelazando nuestras lenguas comprendiendo ella que hacer, empezamos a besarnos como dos novios, con todo esto que estaba pasando mi pene estaba cada vez más grande, y la cabeza cada vez se incrustaba más y más en la entrada de la cuevita de Luciana, al estar tocando mis manos su entrepierna y su clítoris realizo un movimiento involuntario dejando caer más su cuerpo ocasionando la entrada de mi cabeza en su vagina que estaba totalmente mojada por sus jugos y los míos.
Lanzó un pequeño grito que lo ahogué con mi boca, hizo el intento de levantarse pero la sostuve con mis manos, le broto unas lágrimas de esos hermoso ojos oscuros, me dijo me duele un poco, porfi sácamelo, yo estaba a full le dije aguanta un poquito, no te muevas que ya te pasa el dolor, ella intento en vano moverse logrando que mi pene entrara un poco de más allá de la cabeza en su vagina, ahí empezó a llorar más fuerte diciendo que le dolía mucho que por favor le sacará eso. Yo estaba en la duda de que hacer, si sacarla o no, la agarré fuerte de la cintura y le dije quedate quieta sin moverte porque ahora no podemos despegarnos porque quedamos así como los perritos.
Ella abrió los ojos grandes y me dijo pero los perros están mucho tiempo pegados, yo le dije es solo un momento, no te muevas. Pasaron unos minutos y ella dejo de llorar, estaba más tranquila y trataba de no moverse para que no le entrara más mi pene en su vagina, yo le seguí haciendo caricias en su clítoris logrando que se relajara un poco. Al notarla más calmada le pregunte como estaba, me dijo me duele un poco no tanto como antes, yo comencé nuevamente a besarla por todo el cuello centrándome en su orejas, y ella tiro su cabeza para atrás en señal que le estaba gustando, yo despacio me empecé a mover como haciendo que sacaba un poco mi pene y lo volvía a poner logrando que ella diera pequeños saltitos en mi pene, al hacer esos movimientos no me pude contener mucho y le largue varios chorros de semen en sus entrañas, fue sensacional notar como llenaba esa conchita con mi leche.
Al notar mi semen en su interior me dijo, me descargaste tu pipi en mi conchita, yo le dije es mi leche en tu conchita para que puedas crecer fuerte le dije. Deje que se vaciara todo mi semen en ella y cuando se puso flácida mi pene lo saqué de a poco notando como caía sobre nuestras piernas el semén. Me ensuciaste toda me dijo, yo le agarre la mano y la lleve a su conchita para que notara como había quedado, ella me dijo que grande que me la dejaste, yo reí diciéndole ya se cierra, junte un poco de semen con su manita y la lleve a su boca para que lo bebiera, lo hizo con gusto. Deje que caiga un poco más de semen de su vagina, cuando note que ya no caía más la levante y me lavanté llevándola al baño para lavarla, abrí la ducha y la puse en la bañera para que se limpiara toda. Cuando estaba en la bañera me llama para que le pase la esponja por la espalda y la cola para limpiarla bien, así fue nuestro comienzo.
La lavé todo, dedeandola un poco, notando que su vagina recibía mis dedos sin problema. La levante de la bañera y la lleve a su cama, le puse la bombachita el pijama y la iba a acostar para que se duerma cuando me dice, ven que tengo que limpiarte la leche a vos. Como yo seguía con mi ropa bajas agarro mi pene, paso su mano por el limpiando toda la leche, acto seguido llevo su mano a la boca y chupo todo.
Ver esa imagen hizo que se me parara nuevamente, pero la deje descansar ya que estaba cansada según me dijo-
Otra, Otra , Otra, Otra !esta no puede ser la ultima!
Que ricos los tres relatos, muy eróticos, espero la continuación pronto
Que deliciosa imagen una nena sentada en la verga que ricooooo
sigue por favor