Luciana la sobrina de mi esposa IX
Continua… que hermosa que es Luciana.
Al quedarnos dormido, yo tenía mi pene dentro de ella que de a poco empezó a despedir la leche de su interior como también mi miembro. Siguieron pegados nuestros cuerpos hasta las 4 de la mañana, me desperté asustado por la hora, notando que ella no estaba a mi lado, cuando me levanté la vi sentada en el inodoro despidiendo las ultimas gotas de semen de su interior, se lavo y me dijo me gusto mucho, me dolió al principio pero me gusto mucho.
Yo agarre un trapo medio húmedo y fui a la cama de sus padres para limpiar los restos de nuestros jugos, limpie bien todo para que no quede prueba de nada, preguntándole a mi nena que quería hacer, me dijo vamos al sillón a jugar a los caballitos, primeramente fue a su habitación y saco una de las tantas tanguitas y busco una que nunca antes había usado y se la puso, volvió y se sentó arriba mío ya que yo ya estaba acostado en el sillón con mi ropa baja, solo se veía como apuntaba para arriba mi pene, ella de a poco se fue acomodando dejando que la punta de este entrara en su cuevita, poco a poco se fue sentando hasta notar que estaba totalmente empalada, tenía una alegría enorme al notar a ella como estaba sentada sobre mi pene sin dolor alguno, empezó a moverse de arriba abajo notando que disfrutaba aquella situación.
Al verla no podía creer lo caliente que era esa nena, y que maravilla tenerla ensartada. Siguió moviéndose durante varios minutos, yo la agarraba de sus inexistentes tetas, ella disfrutaba mucho porque gemía cada vez más rápido, cuando siento que ella contrae su vagina apretando mi pene largando mucho jugo de su orgasmo, fue el segundo orgasmo que le saque en el término de 2 días, se recostó sobre mi pecho dejando que yo siga penetrándola no aguantando mucho esa situación le volví a descargar mi leche en su interior. La deje descansar un rato notando como salía de su vagina nuestros jugos, me incorpore así como estaba con ella ensartada en mi pene llevándola al baño, de a poco la fui despegando de mí bajándola hasta el inodoro donde empezó a descargar toda el semen de su interior, estiro su mano para agarrar mi pene y comenzar a acariciarlo, me acerqué hasta su cara cuando abrió su boquita y lo chupaba como si fuese un helado, lo tenía flácido porque no llevaba mucho tiempo desde que había acabado en ella, ella chupaba y chupaba hasta dejarlo bien limpio. Acabo de orinar cuando la pase al bidet para limpiarla toda, la lave toda, se levantó la alcé en mis brazos llevándola a su habitación depositándola en su camita, la termine de secar su conchita, estaba toda roja y se veía rastros de la hermosa noche que habíamos pasado, busqué la crema que había traído Maxi para usar con ella y se la pasé por toda su rajita para quitarle un poco el dolor que ella supo desimular. Le puse una bombachita de las que usaba habitualmente para que pueda dormir colocándole una toallita femenina que se la iba a retirar antes que regresaran sus padres para no dejar ningún rastro de semen. Se acomodo en su cama tomando mi mano para que la abrace y duerma con ella, le dije espera que apagos todas las luces y vengo. Apagué las luces y me fui acostar con ella, quedándose dormida enseguida ya que estaba muy cansada por toda la faena que había tenido. Me dormí junto a ella despertando entrada la mañana, reacciono inmediato tratando de sacarle la toallita femenina que le había puesto que estaba con manchas de sangre y semen. La limpié con una toallita y le volví a pasar la crema para que no sienta dolor. Cuando estaba haciendo esto se despierta con una hermosa sonrisa diciéndome que linda noche que pasamos, yo la abracé fuerte y le di un beso de lengua. Le dije al oído hermosa la noche, espero que se repita.
La volví acomodar en su cama para que siga durmiendo, se dio media vuelta y se durmió nuevamente. Yo me acomodé en el sillón para dormir hasta que vengan sus padres, cuando oigo las llaves en la puerta. Me levanté para quitar la traba cuando entran sus padres, están eufóricos y algo tomados los dos, por lo cual me dicen te puedes quedar un rato que nos vamos acostar, se fueron rápido a la cama sin dejar que le responda, escucho que llegan a la cama los dos rendidos, pasaron algunos minutos cuando oigo los ronquidos de ambos.
Me volví acomodar en el sillón para seguir durmiendo, me dormí no se cuanto tiempo cuando siento que alguien estaba arriba mío, era Luciana que estaba jugando a los caballitos sobre mí con mi pene en su vagina tapándonos con una amplia pollera que traía puesta, yo medio que me sobresalte porque estábamos haciendo el amor con sus padres acostados, ella se movía rápido de adelante para atrás ensartándose cada vez más mi pene, no aguantando mucho esa adrenalina acabé rápido en su conchita, ella se levanto y se coloco una toalla que había traído, se limpio toda se puso su bombachita y me limpio el pene con su boca.
Cuando recupere la razón me acomodé mejor y me dijo te gusto el desayuno que te hice, yo le dije mucho mi amor, queres vos tu desayuno le consulté, ella mirándome con una sonrisa me dijo ya lo tuve, tengo tu leche en mí conchita.
Prepare mis cosas y me fui de su casa sin antes darle un lindo beso. Ella cerró la puerta ni bien la traspase. Yo iba caminando pensando que hermosa noche había pasado.
Fua, que buen relato hermano, me dan ganas de cogerme a una nena también.