Luciana la sobrina de mi esposa VIII

Continua la historia con esta nena magnifica.
Como ella seguía sobre mi falda, y la punta de mi pene estaba encajado en la entrada de su vagina no había mucho más que hacer, así que como ella había disfrutado de un orgasmo yo tenía que tener el mío. Seguimos comiendo, de vez en cuando ella se movía un poco haciendo que mi cabeza se vaya colocando en una mejor posición para penetrarla con la complicidad de ella estaba super mojada por sus jugos y mi pene estaba a full con el líquido preseminal. En lo mejor de todo su hermano me hace salir del limbo preguntándome si podían comer el postre para ellos irse a jugar un rato a la casa del vecino para después regresar a dormir, bueno le dije yo, total después comemos nosotros. Queres que te lo alcance le dije, no Fabi vos seguís comiendo que yo lo hago me dijo, se levanto pasando cerca de nosotros peleando con su hermana por lo chiquita que era que comía sobre mi falda, se reía a carcajada haciendo enojar a Luciana, vuelve sobre sus paso por una palabra que le dijo su hermana cuando la agarra de los hombros y la empuja para abajo, lo hizo como sabiendo que pasaba, pero ni en su imaginación pasaba que esta su hermana casi penetrada por un pene, cuando la empuja para abajos se introduce hasta casi la mitad mi pene, sacándole un grito a Luciana que yo acalle con las manos, ella trataba de zafar de esa situación pero su hermano la tenía apretando para abajo no notando que su hermana estaba desesperada en salirse. Cuando el se va ella logra incorporarse un poco, logrando sacar parte de mi pene de su conchita.

Toma aire y respira profundo notando en sus mejillas una lágrimas, se da vuelta y me dice al oído entro casi toda, casi toda. Se quedo quieta y yo también porque no quería hacer ningún movimiento para que su hermano notara algo. Su hermano termino rápido el postre con su amigo cuando me dice, yo me voy a jugar más tarde vuelvo. Cuando pasaba al lado nuestro nuevamente la empuja para abajo con las dos manos, como ese movimiento no lo esperaba Luciana ni yo tampoco logro que mi pene se inserte con todo en la vagina, ella agarro su mano con los dientes y mordió muy fuerte para aliviar el dolor inmenso que sintió en su dilatada vagina. El se fue riendo, cerrando la puerta del departamento, mi nena se levanto rápido sacando todo el pene de su interior, notando unas manchitas de sangre en sus piernas, se largo a llorar, yo fui a cerrar la puerta y volví explicándole que la primera vez de toda relación entre un hombre y una mujer siempre le salía sangre a las mujeres de la vagina  y que le pasaría pronto. La lleve al baño, la sente en el bidet y comencé a lavarla con agua tibia viendo como caía las últimas gotas de sangre, le pregunte si Maxi no había traído alguna crema para usar con ella o su mama, y me dijo si en la mesita de luz de mi mama atrás de todo esta, fui y la encontré. La levante a Luciana y la lleve a su cama, le saqué su tanguita ya que estaba manchada con sangre y le pase muy lentamente la crema, colocándole un dedito adentro de su vagina para notar como había quedado, ella al notarlo dio un saltito, me arde me decía. Le pase bastante crema y la deja un rato acostada en su cama. Volví a su habitación para ver como estaba y  la encontré dormida, la deje y fui a levantar y lavar los platos de la mesa. Limpie todo el comedor y cocina, fui a ver nuevamente a Luciana viéndola dormir como un angel, observando ese hermoso cuerpo que había sido mío sin querer hace unos momentos, agarré su tanguita fui hasta el baño la lavé bien y colgué en la ducha, lugar donde nadie la iba a ver hasta que se seque.

Me sente tranquilo a mirar tele cuando escucho a su hermano regresar, le abro la puerta entrando con su amiguito preguntando por su hermana, yo le respondí está durmiendo a lo que dice a bueno, yo me voy a dormir de mi amigo otra vez, mañana vuelvo, ok le dije cuidate mucho y ve adentro que es peligroso andar afuera. Tomo algunos juguetes y se fue a lo del vecino, ocasión propicia para pasar toda la noche con mi nena, fui hasta donde dormía y trate de despertarla, como vi que seguía durmiendo la levante con cuidado y la lleve a la cama matrimonial de sus padres, la acoste ahí y yo a su lado sabiendo que ya nadie vendría. Al estar acostado lado a lado la tome desde atrás con cuidado y le puse mi paquete entre sus piernas, ella como reacción instantánea abrió un poquito sus piernas como facilitando la tarea, yo estaba a full porque todavía no había podido descargar mi leche en ella. Seguí punteando mi cabeza en su entradita, como estaba muy lubricada se resbalaba y salía para adelante, así que agarre despacio mi pene y con cuidado lo coloqué en la entrada de su vagina tratando de metérsela un poco, empujé otra vez y zafó, iba a desistir cuando escucho su voz diciendo yo la agarro ahora, abrió más su pierna y puso mi pene en su entrada haciendo ella una leve presión sobre el hasta que note que entraba la cabezita, ella cerro los ojos y me dijo empuja despacito. Yo tome envión y empuje otra vez despacito logrando entrar casi la mitad del pene.

Logrando que ella tratara de separarse y diciendo me duele me duele, yo la calme y la agarre fuerte para que no se separe. Quieta le dije ya te va a pasar, empezando a jugar con su clítoris logrando que ella se relajara y besando también su cuello que era uno de sus lugares erógenos. Segui besando su cuello cuando noto que ya estaba toda relajada, como si nada empiezo con el movimiento de mi pelvis para adelante y para atrás entrando y sacando un poco mi pene de su vagina logrando que ella comenzara también a gozar, poco a poco nos fuimos acompasando con los movimientos, en el momento indicado fui haciendo más presión para adelante hasta que logre poner todo mi pene adentro, ella se quejo apenas del dolor pero noto como estábamos pegados uno al otro, yo notaba como mis bolas daban en su cola, le tome de la mano y la lleve a su entrepierna para que notara como se la había metido toda. Seguimos así unos minutos hasta que no aguante más inundando todo su interior con mi leche, le descargue mucha leche porque la presión que sentía mi pene era tremenda.

Una vez que descargue mi leche me quede quieto abrazandola, quedándonos dormidos los dos.