Ludmila, mi pequeña nieta – III y la presencia de Joaquina
Luego de que Joaquina se hubo montado en mi verga sin prejuicio alguno, y que esto fue observado por mi nieta Ludmila, solo quedaba tomar la virginidad de la niña. Estaba deseosa y había que complacerla..
Luego de que Joaquina se fuera a lavar los restos de nuestro acto sexual, mi nieta Ludmila que había observado el acto simplemente me exigió que ella también quería probar. Obviamente que Joaquina me había sacado la primer lechada, por lo cual debía esperar un poco para complacer a mi sobrina, se me ocurrió la idea de preparar la merienda para ambas niñas y así yo podría reponerme. De paso a la cocina en el baño me tomé un Viagra, lo iba a necesitar. Preparé la merienda y aparecieron ambas niñas, solamente vestidas con su calzón. Eso ya me prendió la mecha, era tremendo como me excitaba el pensar en poseer ambas nenas. Joaquina ya era toda una putita pero mi nieta solo me había mamado la verga una vez, por lo que había que enseñarle a coger. Y hoy sería ese día. Con solo pensarlo ya la verga se me estaba poniendo dura otra vez.
Tomaron la merienda y las nenas se fueron a la habitación de mi nieta, yo ya con la pija dura las seguí, no más entrar a la habitación mi nieta se saca la bombacha quedando totalmente desnuda, se me acerca y con la ayuda de su amiga proceden a bajarme el short liberando así mi verga que ya estaba totalmente erecta con ayuda de la pastillita azul. Es más, hasta estaba más grande y gruesa. Joaquina fue la primera en adueñarse de mi palo y comenzar a chupar, pronto mi nieta tomó su lugar y las dos niñas compartían mi poronga. Eso me llevó a un alto grado de excitación, me dolía la verga del flujo de sangre que estaba recibiendo, se le notaban bien marcadas las venas, y la cabeza de mi tripa parecía una ciruela de $100.
Luego de un rato de mamada, fui hasta el baño y traje el gel lubricante, sería muy necesario, ya que algo me rondaba la cabeza, y era que al ver los culitos de las nenas al desnudo intentaría poseerlas a ambas por la concha y por el ano. Sería trabajoso pero había que intentarlo. Puse a ambas niñas acostadas de espalda una al lado de la otra en la cama, luego procedí a abrirle las piernitas a las dos con lo que sus conchitas quedaron totalmente expuestas, se notaba la diferencia, la conchita de Ludmila estaba bien cerradita aunque bastante brillosa y babosa, señal de que estaba bastante excitada, en cambio la conchita de Joaquina mostraba ya las secuelas del paso de mi verga por su interior. Dediqué unos minutos a mamarles la concha mientras metía con gel dedos en sus culitos, Ludmila se quejó de dolor cuando le entró el segundo dedo en su ano, pero para mi sorpresa, Joaquina procedió a excitarse más, con lo que me llevó a preguntarle si ya le habían echo la cola. Me contestó que su tío al menos una vez por mes se la coge y le hace el culito. Claro que la verga de su tío es un poco más chica que la mía, según la nena.
Decidí que era hora de desvirgar a mi nieta, me puse sus piernitas al hombro, lo que me dejó su vagina bien posicionada frente a mi palo, abrí sus labios con mis dedos y puse en su virginal agujerito la punta de mi palo, y lentamente fui penetrándola, mi nieta suspiraba y se le escapaba algún gemido, pero soportaba bien la intrusión, llegué a su himen y se lo perforé sin siquiera avisarle, se le escapó un grito y comenzó a llorar, pero ya estaba echo, la pija estaba llenando su pequeña vagina, por dios, como apretaba, es muy estrecha, tuve que esperar bastante hasta que se calmó y entonces comencé a moverme, pronto ya se notaba que la niña la estaba disfrutando, por lo que comencé a darle más duro y pude lograr que llegara a un tremendo orgasmo. Mi pija seguía dura y gruesa como un riel de ferrocarril. Sin demora retiré la pija de la conchita de mi nieta y acometí nuevamente a Joquina quien me recibió muy contenta, pronto estaba totalmente penetrada a fondo, y la muy puta se movía como una anguila debajo mío, pronto esta muy caliente y llegó rápidamente al orgasmo, aprovechando el momento, mientras se reponía de su acabada, le unté gel en su ano, llené de gel la cabezota de mi palo y sin demora se lo presenté a su agujerito trasero, la nena se abre los cachetes con ambas manos y me permite un acceso franco a su oyito, y sin más preámbulos, se la apoyo y empujo, costó apenas un poquito y la cabeza traspasó su esfínter y entró con un pedazo de tripa, a Joaquina se le escapó un gritito pero pronto se acomodó al grosor de mi pija, y ella solita se fue empernando. Cosa de no creer, en cuestión de segundos, la piba tenía dentro de su culo toda una verga de 19×5,5cms, y lo estaba disfrutando, se cogía sola, llegó a sacársela por completo y volvía a penetrarse, toda una experta para sus 9 añitos. Y la muy putita logró llegar al orgasmo, para esto mi nieta miraba totalmente concentrada en la penetración anal de su amiga, claro, los celos entre mujeres son tremendos por lo que Ludmila al sacar la verga yo del culito de Joaquina enseguida se puso en cuatro, ya dispuesta a que la penetre por el culo. No me hice rogar, metí gel en su ano con tres dedos frente a sus quejidos, puse mucho gel en la cabeza de mi verga y sin más demoras, posicioné la punta en su cerrado culo y empujé hasta que la verga comenzó a entrar, mi nieta lloraba y pedía que se la sacara, yo nada, seguí penetrándola hasta que toda mi pija estaba dentro de ella, si Joaquina tenía un culo estrecho, no les cuento lo que era el de Ludmila, me dolía el rabo de lo apretado que estaba, gracias al gel podía moverme adelante y atrás, mi nieta lloraba y gemía, yo estaba muy excitado y quería acabar, pero al ser el culito tan apretado no podía, or lo que se la saqué, le puse la verga enfrente alas dos nenas a que me la mamen, no se hicieron rogar y pronto ambas niñas me mamaban la verga como nunca me lo hizo mi mujer, y cuando comencé a acabar, saltaban los chorros de semen para todos lados, tremenda acabada. Ambas nenas satisfechas corrieron al baño a lavarse, mi nieta noté que caminaba con dificultad, es que había sido penetrada analmente por una buena verga. Pero ya se le cerraría el culito. Pasado unos minutos vienen ambas nenas sonriendo, mi nieta me abraza y me da un beso en la boca, Joaquina se me acerca y toma mi badajo por el tronco, la verga está todavía morcillona, le da un par de besos a la cabeza y sonriendo me dice que si yo quiero, podemos tener sexo cuando me parezca, Que su mamá trabaja por las tardes todos los días y ella queda solita luego del colegio en su casa, que podemos ir con Ludmila y así divertirnos. Que le había gustado mucho lo que habíamos echo. Mi nieta estaba muy sonriente, y acercándose a mi oído me dice por lo bajo, abuelo, ahora que somos novios me vas a coger todos los días? Me quedé helado, ero sin pensarlo le confirmé que tendríamos sexo cada vez que ella quisiera. Solo les recordé que nunca debían contar nada. Esto ya lleva un par de meses, y tengo sexo con las niñas al menos cuatro veces a la semana, a veces con las dos a veces de a una. Ambas niñas se convirtieron en una tremendas putitas.
excelente relato….felicidades