Luisa y su hijo Ricardo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por oscareduardo.
Luisa llegó trastrabillando a su casa, era una prostituta que desafortunadamente había caído en el alcoholismo , esa noche su cliente de turno además de darle suficiente licor le había proporcionado una sustancia sicotrópica en un cigarrillo, al principio no sintió nada pero a los pocos minutos empezaron a distorsionarse sus sentidos, oía la música diferente, veía ligeramente deformados los rostros de las personas, pero lo que más la inquietó fue un aumento en la libido que le generó un deseo incontrolable de tener sexo, sentía las ansias de ser penetrada, de tener una verga en sus entrañas y de culear y culear, pero su cliente no la pudo satisfacer pues era un adulto mayor que además de una disfunción eréctil sufría de eyaculación precoz, cuando fueron al cuarto a tener relaciones sexuales de solo verla desnuda tuvo una eyaculación débil que salió del glande flácido y que ni siquiera alcanzó a una eyaculación normal , fue apenas unas pocas gotas de un semen amarillento y aguado.
Salió frustrada y con más ganas de sentirse penetrada.
Ya en su casa se acostó en la cama y en medio de su alicoramiento se desnudó y empezó a acariciar su vagina, se frotó con sus dedos el clítoris que era su parte más erógena, luego se metió su dedo índice y empezó a acariciar sus paredes vaginales, no encontró satisfacción y de uno pasó a tres los dedos que insertó en su vagina húmeda.
El efecto buscado tampoco dio resultado, desesperada miró a su alrededor , sólo encontró un estuche plático de un cepillo de dientes , lo cogió y se lo metió pero era muy corto .
Luisa seguía sintiendo un calor uterino intenso, quería de inmediato tener sexo, pero con quien si ya estaba de madrugada?
A esa hora en otro sitio de la ciudad pero cerca de su casa su hijo Ricardo estaba de farra, recién había cumplido su mayoría de edad y con unos amigos esa noche se fueron de parranda.
Aunque Ricardo se había criado en la zona de tolerancia donde trabajaba su madre él por increíble que pareciera era virgen, sólo escenas de sexo esporádicas habían despertado esa curiosidad propia de los hombres, sin embargo algo lo preocupaba , sentía celos cuando su madre estaba con un hombre, pero la celaba como hijo o como hombre ? Donde estaba esa línea limítrofe entre verla como madre o como una mujer deseable ? Porque vale la pena decir que Luisa a pesar de su problema de alcohol era una hembra en toda la extensión de la palabra, un cuerpo dotado de muchos atributos físicos, unos senos grandes y turgentes, un culo bien puesto y sobre todo era una maestra en la cama.
Ricardo quería probar de todo esa noche, pero la novatada se paga, empezaron a ingerir licor en cantidades no aconsejables y el alcohol empezó a surtir su efecto.
No manejaron bien sus tragos y Ricardo se estaba emborrachando, pero quería estar con una mujer esa noche, ese deseo de sentirse hombre y probar su virilidad, además tenía una arrechera intensa y quería quitársela como fuera.
Un amigo al ver el estado de Ricardo le insinuó que se tomara una pastilla de viagra, para que no fuera a quedar mal en caso de hacer un levante.
Ricardo aceptó el consejo y se tomó la tableta.
No tenía ni idea de las consecuencias que pudiera tener esa mezcla de viagra y licor.
Antes de poder cumplir su sueño de estar con una mujer Ricardo se durmió en la mesa.
Sus amigos lo llevaron a la casa para no dejarlo solo en el bar donde se encontraban.
Luisa oyó cuando tocaron a la puerta, abrió y vio a Ricardo que casi no podía sostenerse en pie.
Lo ayudó a entrar y lo acostó en la cama.
Ricardo se acostó completamente fundido, Luisa le quitó los zapatos y los pantalones, sin quererlo estaba manejando una bomba de tiempo, el efecto del licor tenía inconsciente a Ricardo pero el efecto del viagra estaba latente, sólo faltaba un estímulo sexual.
Luisa todavía bajo los efectos del alcohol y con un intenso deseo sexual vio ante sus ojos a Ricardo casi desnudo, pero no lo vio como un hijo sino como un hombre, en un arrebato de lujuria incontenible despojó del bóxer a su hijo y ante sus ojos quedó una verga hermosa, grande, dormida sobre unos testículos tamaño familiar, tomó ese pene y lo empezó a chupar delicadamente, para su asombro ese flácido miembro fue cobrando vida, el efecto del viagra empezaba a surtir efecto, Luisa quedó atónita pero dichosa porque en menos de cinco minutos tenía a su disposición una verga tamaño familiar, empezó a masturbar a Ricardo, las caricias manuales intensificaron la erección de Ricardo, Luisa que tenía su vagina como un manantial a causa de sus efluvios no lo pensó dos veces y enderezando su hijo lo colocó en la cama con su pene erecto, se acaballó y fue ensartando esa verga erecta en su vagina, el voluminoso miembro fue entrando por esa gruta insondable, su diámetro prominente rozaba las paredes vaginales más íntimas proporcionándole el placer que ella estaba buscando.
Se levantó un poco para acomodarse mejor, empezó a mover su cadera en giros concéntricos lo que le permitió sacar el máximo de placer de esa herramienta poderosa.
Volvió a subir sus caderas y de un momento a otro se dejó caer sobre la verga erecta de Ricardo, el propio peso de Luisa le dio el impulso necesario para que ese pene llegara a lo más profundo de su vagina, un grito de placer se escapó mientras meneaba más y más sus caderas.
La inminencia de un orgasmo empezó a insinuarse, eran sensaciones voluptuosas llenas de lujuria, eran sensaciones pecaminosas e incestuosas que le daban un toque adicional.
Incrementó sus subidas y bajadas hasta que el orgasmo llegó lleno de sensaciones eróticas, lujuriosas e incestuosas.
Luisa se quedó sentada , con todo ese cilindro de carne metido en su vagina, esa verga estaba completamente erecta, no se explicaba que pasaba pero decidió aprovechar al máximo ese cuarto de hora, se paró y un deseo insano le llegó a su mente, iba a meterse esa deliciosa verga por su culo.
Se bajó del cuerpo de su hijo, palpó con sus dedos su culito, estaba reseco aunque ahora llegaban residuos del efluvio vaginal, se metió sus dedos en su húmeda cuquita y empezó a lubricar su esfínter anal.
Al principio el solo intentar meter un dedo en su estrecha abertura le dolía un poco pero las ganas de aprovechar ese mágico instante le dio valor para seguir lubricando su estrecho orificio.
Pronto los efluvios vaginales ayudados con un poquito de crema de manos sirvieron como lubricante y al fin un dedo se deslizó, sintió una emoción rara, se palpó sus paredes rectales eran suaves al tacto, sacó su dedo y de nuevo lubricó su culito , probó ahora con dos dedos hasta obtener un resultado óptimo, luego tres dedos hasta que el diámetro de su culo se amplió lo suficiente, volvió a colocarse encima de la verga de su hijo, la manipuló con cuidado y lo puso frente a su ano deseoso de verga, se metió la punta y el voluminoso pene cupo ajustadito, luego fue cuestión de tiempo, muy despacio fue metiéndose ese cilindro de carne por su recto, la emoción que sintió fue inmensa y el placer indescriptible, después se enloqueció , los movimientos frenéticos producto de su lujuria y su propio peso hicieron que esa verga llegara hasta lo más profundo de su recto.
Fue una sensación nunca antes sentida, empezó a sacudirse violentamente hasta que tuvo un orgasmo increíble, ya se iba a bajar cuando movimientos inconscientes de su hijo dormido hicieron que Ricardo tuviera una eyaculación , era una copiosa porción de semen que llenó su recto y que inundaron de una deliciosa ducha interna su maltratado culito.
Quedó allí saciada de sexo, se bajó cubrió el cuerpo desnudo de su hijo, se arrunchó a su lado y se quedó profundamente dormida.
Al otro día Ricardo se despertó eufórico, la resaca lo tenía molesto pero una sensación rara lo hacía sentir liviano, el pene le ardía un poco y unas gotas de semen se asomaban en su glande, inexplicablemente parecía que hubiera tenido sexo toda la noche, serían imaginaciones o había sido uno de esas llamadas poluciones nocturnas…?? Lo peor es que no tenía a quien preguntarle…
Esa mayoría de edad estaba empezando con muchos interrogantes….
seguiría así.
??? Le dolía la cabeza y lo peor sentía un deseo intenso de tener una mujer a su lado…una tremenda erección lo empezó a inquietar, fue a dar la vuelta y tropezó con su madre que estaba acostada a su lado…al pararse corrió la sábana que cubría su cuerpo…estaba desnuda y sus atributos quedaban a su alcance…unos senos grandes adornados con unos pezones grandes y rojos…su vagina grande y adornada con un tapete de suaves vellos negros y una gruta de placer que invitaba a penetrarla…Ricardo sintió deseos de esa mujer…no la vió como la progenitora sino como una mujer muy deseable…pero que pasaría si ella se despertara y se diera cuenta…la única forma de saberlo era haciéndolo…como poseído por el demonio de la lujuria empezó a chupar esos senos que alguna vez lo amamantaron ´pero que ahora se mostraban como dos jugosos frutos que se prestaban para deleitarlo…su madre continuaba profundamente dormida pero al contacto de sus labios sus pezones adormilados empezaron a erguirse en forma desafiante…no pudo evitar busca con su boca esa vagina para chuparla con intensidad, aún dormida la lubricación de esa vagina empezó a secretar el delicioso néctar que el chupaba ansiosamente…su lengua empezó a lamer sus paredes vaginales y esas caricias empezaron a excitar loa bella durmiente…inconscientemente su madre abrió más sus piernas dejando una abertura que invitaba a una penetración profunda…no lo pensó dos veces…clavó su pene erecto y empezó a taladrar esa vagina…entre más empujaba su pene más se enardecía y cuando sentía venir un orgasmo soñado su madre empezó a menear sus caderas provocando por un lado un susto pero por otro un movimiento que empezaba a extraer todo su semen acumulado en sus años vírgenes…su madre empezó a moverse más y más para buscar su orgasmo y él quedó en las manos de esa maestra del sexo…fue un desenlace lujurioso…un cúmulo de sentimientos reprimidos que afloraron como un volcán en plena erupción…sin saberlo un deseo incestuoso muy adentro estaba saliendo con deseos incontenibles ,ambos llegaron al clímax simultáneamente …después quedaron exhaustos en la cama.
Pero esa unión pecaminosa tenía otro deseo para satisfacer…Ricardo vió el culo de su madre y se antojó de ese pequeño orificio y qué ironía … si Ricardo quería su madre lo estaba deseando…nunca había tenido un sexo anal y qué mejor que entregarle ese virgo de su culo a su hijo…Luisa se puso en cuatro y alzando su culo se lo ofreció a su hijo como el más bello regalo maternal…y Ricardo lo aprovechó al máximo…su verga penetró por las estrechas paredes rectales provocando otro clímax de locura…fue lo más intenso que habían sentido esa mujer de tanta experiencia en la vida sexual…Ricardo logró una eyaculación copiosa que lubricó todo el recto de su madre dejando una sensación de calidez en su culo y un deseo que se cumplió con todos los detalles que ella siempre había deseado…que dicha tan grande que su hijo se hubiera llevado ese trofeo…pero más que eso…que delicia saber que antes que un hijo tenía a su lado un amante perfecto.
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