LUJURIA INCESTUOSA Y P3DOF1L4 (Tercera parte) La orgía
Autor: Nandincesto45 .
Sofía con 16 años en la flor de su belleza consigue lo que quiere, es tan lujuriosa que a los 11 años convenció a su papá para que se la follara.
Una hora más me quedé con Nina intentando borrar de mi conciencia las huellas del acto cometido, nuestro primer incesto.
Volvimos a casa con un pecado encima y cinco pescados grandes en la bolsa cogidos donde dijo Nina.
Tomé la decisión de encarar al tío Julio, -un hombre de 39 años- con respecto a Sofía y a Nina, pero sin hacerle saber que yo me las comía.
Me lo encontré quince días después en casa de mi hermana cuando salí de mi oficina a las cuatro de la tarde, estaba solo con las niñas en la sala, las dos asistentas atendían a los gemelos en el segundo piso.
— Hola Julio, ¿cuando llegó? pregunté en medio del alboroto de las niñas por saludarme primero.
— Llegué ayer tarde con Martica (su hija de 11 años hermana de Mateo) ahora se está vistiendo porque vamos a salir.
— Y… ¿mi hermana?
— Se fue esta mañana con mi hermano a no se que compromiso político en la capital, llegan en el vuelo de las nueve.
— Tío, nosotras también queremos salir, ¿nos lleva? me rogaron las niñas.
— Esperen, tengo que hablar con su tío Julio.
— Yo también, contestó, dile a las asistentas que vamos a dar una vuelta con las niñas mientras llegan sus papás, pero no se si llevar a Telma.
— Yo si quiero ir, mi tío Miguel me cuida, ¿cierto tío?
— Si tesorito, abriguense bien y vamos.
Salimos en dirección al auto de julio, las niñas felices en el asiento de atrás, nosotros delante.
— ¿Dónde vamos? pregunté inquieto.
— A hablar a solas, condujo directamente a un motel donde ya tenía una suite privada reservada, el auto entró hasta la sala.
Martica y Sofía se bajaron primero, _ Nos metemos al jacuzzi? Preguntó Marta a Sofía.
Nina y Telma preguntaron que donde estaban, asombradas al ver una cama redonda gigante y muchos espejos y luces alrededor, en el baño un jacuzzi para seis personas, casi como una piscina pequeña.
Deduje que Marta y Sofía ya habían estado ahí; yo que iba con intención de reclamar me sentí desarmado !Julio ya sabía todo! Además follaba con su hija Martica y quería utilizar a Mateo para desvirgar a Nina, tiempo después me enteré que Mateo también follaba con la mamá y con Martica.
Todo un clan incestuoso que involucró a mis sobrinas y ellas a mi, Julio movia todos los hilos mientras yo estudiaba en el extranjero, ya tenía a Nina entrenadita para la penetración, solo que por cosas del destino ella me escogió a mi.
— Así es la vida, dijo Julio, una imagen vale más que mil palabras y se quedó callado viendo a su hija quitándose el abrigo, muy poca ropa tenía debajo, solo una tanga cuyo hilo se perdía entre sus nalgas redondas y firmes, adelante un triángulo de seda blanca justo para tapar la vulva, sus incipientes areolas hinchadas, coronadas por los pezones duros se erguian desafiantes, se metió al agua sin mojarse el cabello rubio, se levantó como la Venus de Boticelli exhibiendo su belleza seductora y la seda de su tanga como si fuese algodón de azúcar quedó transparente, ya venía preparada !Me hechizo!
— Ustedes ¿quieren meterse?, preguntó Julio a las niñas.
— Si tío, contestaron al unísono con gritos de alegría.
— Entonces bañense desnudas para que no mojen la ropa.
Sofía y Nina me miraron, yo hice un gesto de «Ustedes verán», Telma de una vez se empeloto y al agua, Sofía con vergüenza se desnudó dando la espalda, Nina me dijo que no se quería quitar las bragas porque le veían el hueco que le hacía yo cuando se lo metía.
— Tranquila amor que eso no se nota, y se las quité.
En esas un camarero tocó la puerta trayendo una botella de whisky y cuatro copas de helado deliciosas y gigantes.
Para no hacer más largo el relato, resultó Julio follando con su hija, según un acuerdo entre ellos él tenía prioridad sobre Martica, yo con Sofía y Nina, mientras a Telma la dejamos en el baño jugando con burbujas y comiendo helado.
Se lo metí a Nina primero, después a Sofía, así por turnos, pero sin quitar la mirada a las teticas de Marta me corrí en Nina.
Julio le sacó espasmos a su hija pero no se corrió en ella sino que la cambió por Sofía, yo le hice un gesto a Marta con la cabeza invitandola a estar conmigo, ella acepto no sin antes mirar a su papá como pidiendo permiso.
Se tendió a mi lado, lo primero que hice fue pegarme a mamar sus teticas como ternero hambriento, su manito me acarició el pene y por momentos lo atraía hacia su almeja, jadeando murmuró en mi oído: Miguel, usted lo tiene más gordo y tieso que el de mi papá, metamelo bien duro ¿si?
— Si mi amor, en eso sentí a Nina entre mis piernas imitando a su hermana Sofía que le estaba haciendo una mamada fenomenal a su tío Julio.
«Esto sí es una verdadera orgía infantil » pensé para mis adentros haciendo una evaluación: a Nina de 6 años ya le cabe mi pene tanto en la boca como en la vaginita, Sofía poco más de 7 años ya a disfrutado de tres vergas enteras hasta los huevos, Marta de 10 años es usada por su papá quien sabe desde cuando y Telma de 4 años es un ángel y aquí comienza su vida sexual.
Por no descargarme en la boquita de Nina se lo metí a Marta, en sus ojos no había inocencia sino un anhelo de pasión y de urgencia. Me abandoné en su cuerpo embistiendo con furia mientras sentía sus uñas en mi piel, resultó una excelente puta poseída de lujuria muy bien entrenada por su papá.
Por los gritos de placer tanto de Marta como de Sofía no nos dimos cuenta que Telma había salido del baño y estaba paradita en la puerta mirándonos desnuda con lo que le quedaba de helado en la mano.
— Traiga a la niña y juegue con ella mientras terminé, le dije a Nina.
— Pero es que quiero ver y que mi tío Julio también me haga, respondió con la carita mimosa.
— Bueno mi amor, espere, le dije reanudando el mete y saca ante los apremios ardorosos de Marta y el incentivo de ver a la niña con ojos asombrados me producía placer sensual, carnal, justamente el placer maravilloso de lo prohibido y el placer cerraba la puerta a la conciencia.
Me aferré a sus teticas cuando mí uretra se inflamó, era inminente la eyaculación, sus gritos de placer acompasados con el movimiento de las caderas nos hicieron alcanzar el máximo éxtasis entre espasmos y gemidos.
Telma nos miraba embelesada con sus hermosos ojos verdes, finalmente caímos exhaustos y cubiertos de sudor, el uno junto al otro; Nina estaba comiendo helado, esperando que Julio terminara con Sofía.
— Tío, yo también quiero jugar, dijo Telma cuando abrí los ojos tratando de recuperar el ánimo.
— Mi tesorito, tú estás muy pequeña, le contesté, pero luego viendo su carita ansiosa recapacite: Ya estoy metido hasta la médula en el incesto y la pedofilia, voy a hacerle a la niña un desfloramiento siquico o físico si lo pide.
Abrí los brazos y Telma se arruncho entre ellos refrescando mi piel ardiente con su cuerpito fresco y su cabello mojado, besé sus labios infantiles acariciandolos con la lengua, su boca tocada por el beso despertó a la sed inagotable del placer, bajé la mano y la pose sobre la vaginita con un suave apretón que hizo estremecer sus carnes intocadas, me desprendi de su boca y bajé repartiendo besos por su cuello, en la sombra de sus areolas hice brotar sus pezoncitos, bajé al ombligo causándole risitas entrecortadas y nerviosas, le abrí las piernitas regordetas casi de bebé, admiré la rajita cerrada por la presión de sus labios vaginales rosaditos y lisos, los abrí con los dedos para meterle la lengua y chupar el clítoris diminuto y sentí cuando adquirió rigidez y vibró.
Mi pene volvió a coger dureza, su risita gutural se acompañó con temblor en el bajo vientre, de pronto sus risitas se apagaron, su cuerpito se tensó con un suspiro profundo, su manito se aferró ami cabello para atraerme a su chochita.
La lujuria empezaba a arder dentro de su almita, causándole excitación.
— Tío Miguel, quelo palo machi, las sensaciones se mezclaban con su inocencia.
— No mi amor, como te dije, estás muy pequeña y eso duele.
Nina también es chiquita y mi tío Julio se lo esta metiendo.
No me había dado cuenta que Julio ya se estaba follando a Nina y ella se entregaba apasionadamente gimiendo cuándo le entraba todo el palo del hermano de su papá y Telma al ver eso en su inocencia se excitaba.
— Tiito, y un dedito chiquito?
¿Era una súplica? el brillo de sus ojos verdes me lo confirmó.
— Bueno, un dedo si.
Yo era consciente que Telma no estaba preparada para la admisión de un miembro masculino, pero un dedo si, y besando su boquita tierna surque su rajita con el dedo meñique, empecé a meterlo explorando muy suave para no causar daño, de vez en cuando lo lubricaba con mi boca, observé la reacción en sus grandes ojos, se lo metí todo sin sacarle ni una gota de sangre y se lo hice vibrar dentro, emitió un apagado gemido, inicie un mete y saca muy lento, solo lo suficiente para que su telita virginal adherida a mi dedo se desplazara sin romperse.
— Tiito lindo, tiito mío, tiitoo más machi, murmuraba. Es el momento en que emanan de su cara inocente destellos que delatan la existencia de su sexualidad incipiente.
Diez minutos la dedie, sus ojos verdes entornados, su respiración agitada, denotaban las intensas sensaciones que su cuerpo infantil estaba sintiendo por primera vez en forma de cosquilleo y espasmos; Más… maaaas.. machi ,exigía si me quedaba quieto.
En esas veo pasar a Julio con Nina cogida de la mano en dirección al baño, por los muslos de la niña chorrea abundante semen tanto de el como mío.
Dedie otro ratico a Telma: Ya mi amor, es suficiente por hoy. ¿Te gustó?
— Siiii tiito mío, tene que hacheme ota vez.
— Si mi amor, pero solos.
Sofía y Marta ya habían terminado el helado y se estaban vistiendo, Julio vistió a Nina y yo a Telma, les recalcamos que no podían contar nada y que dijeran en casa que estábamos en el parque de atracciones.
En su casa Telma siguió siendo la niña vivaracha y risueña, corría por todas partes jugando con los gemelos, su juego favorito eran las escondidas.
Quince días después de la «orgía» mi hermana llegó con Nina y Telma a recoger a mis padres para llevarlos a unas citas médicas y el encargado de cuidarlas fuí yo, ! Todo un día !
— Que se quieren quedar contigo, dijo mi hermana, no me negué con la condición que me dejaran terminar unos planos y cálculos. Al quedar solas discutieron un juego y Telma se impuso con las escondidas, revolotearon por ahí un rato y yo en el estudio.
A Telma se le olvidó que no debía molestarme y entró sigilosamente.
— Tío Miguel, ¿Dónde me escondo? !rápido que viene mi hermana!
Me cogió por sorpresa, sus ojos verdes me miran inquietos, encienden un inesperado sentimiento en mi interior y siento el profundo de la atracción sexual, la escondí tras un sofá y yo con ella, no por temor a que Nina nos encontrara sino por seguirle el juego y que en su emoción no opusiera resistencia a que le quitara la braguita.
Puse mi mano sobre su panochita con apretones sensuales, su carita se fue tornando placentera, lubrique el dedo pulgar con saliva y se lo metí como la vez anterior sin perjudicarla, pero con la lujuria desbocada empecé a hacerle un mete y saca más fuerte.
— Tío, machi, machi, maaas machi, siiiiiiii….. !HAY TIOO! !DUELEEE! TÍOO NOOOO !AY! Sin darme cuenta había sacado el dedo demasiado y al volverlo a meter con la uña le desgarre el himen, mejor dicho: la desvirgué a sus 4 añitos y 3 meses.
En ése momento sentí una oleada de emociones: vergüenza, excitación, susto, miedo y ternura.
El grito atrajo la atención de Nina y nos encontró, yo tenía a la niña en mi regazo con el dedo anular de la mano derecha enterrado en su vaginita y dándole besos en su boquita sabor a miel y en sus ojos sabor a mar.
— Nina mí amor, traigame unas servilletas por favor.
— Si tío salió corriendo y las trajo rápido, le limpié la chimbita a Telma, la sangre impregnó el papel cual ramo de rosas rojas, aún lo conservo, luego le di chocolate y la llevé a mi alcoba, la consolé, le conté un cuento y la dejé dormida.
Al quedarme solo con Nina le quité la braguita y procedí a calmar en ella la pasión y la calentura que Telma había despertado en mi verga.
Después de excitarla con besos y caricias, mamar en sus puntos más eróticos, escuché sus gemidos como música celestial, abrí los labios de su coño, apunté la cabeza de mi ariete y lo hundí en toda su longitud, mi vello púbico cubrió su tersa vaginita y mis testículos golpearon en sus nalgas… plas…plas…plas…rítmico…eterno.. con amor, sin prisas.
— Siiiiiiii, siiiiiiii Tíooooo, asíiii. !inolvidable tarde! Nina me regaló sus pequeños fluidos por primera vez, de ahí en adelante la considere mujer ardiente, tenía 6 años y 3 meses.
En el año siguiente sucedieron muchas cosas: cada que había oportunidad follaba con Sofía o con Nina y a Telma la dediaba y le hacía la miné, todo muy controlado.
A Marta la visité en su casa, pues resulta que a Julio y a su esposa les encantaba ver a su hija follando conmigo para excitarse mientras ellos cogian.
Por supuesto Martica está dotada de todos los atributos para complacer a un hombre, a mi me enloquecian sus teticas.
A Julio lo nombraron agregado diplomático en una embajada de un país lejano y se marchó con toda su familia, me dió tristeza por Martica que ya tenía 11 años y 3 meses, hecho de menos sus teticas en flor y sus folladas.
Telma tenía 5 años y 4 meses cuando le metí el pene por primera vez,
Lector, mis facultades de narrar los hechos son limitadas por la excitación del momento:
Tuve que viajar a la finca de mi hermana de un día para otro a tomar unas medidas para una reforma, Telma como no asistía a la escuela se empeño en acompañarme.
Llegó la noche, voy a describir los pasos que seguí, al principio lentos y cautelosos: la hice acostar desnuda y de espalda con las manos y las piernas bien cerradas como la escultura de una diosa griega en miniatura a la que habían incrustado un par de esmeraldas para darle brillo a la blancura de su rostro.
Mis manos recorrieron cada centímetro de su piel estimulando gradualmente su libido, abrí sus piernitas para admirar su vaginita y sobre todo su clítoris que se endurecia poco a poco.
Telma dejó escapar un pequeño suspiro cuando se lo acaricié, luego creí que se iba a enloquecer sintiendo mi lengua chupando la pepita infantil al mismo tiempo que le metía un dedo en su santuario.
— !Tíooooo! con dos dedos como las otras veces, suplicó.
Mi miembro enfervecido dominó a mi cerebro, quería sentirse dentro de su tierna carne, pero primero quería salir de una duda: — Amorcito, ¿el tío Julio te metió el palo machi?
— No tío, no, el solo me acariciaba antes de irse.
— Pero,… ¿un dedo si?
— Si tío, varias veces.
Seguidamente me coloqué entre sus muslos, dirigí mí verga hacia el pequeño orificio de su rajita lubricada y poco a poco me adentré para encontrar lo que fué la barrera de su virgo tantas veces perforada por mis dedos y los de Julio.
No lloro, hay que tener en cuenta que la había desvirgado por accidente con un dedo desde que tenía 4 años.
Un intenso quejido me obligó a detenerme, pasé un brazo por la espalda y la acerqué, podía sentir el temblor de su frágil cuerpo contra mi pecho y el calor febril de su gruta abrasando mi pene.
— ¿Quieres más palo machi?
— Bueno tío, siga pues, dijo acomodando sus piernitas un poco más abiertas, cálido santuario, mi virilidad entró toda, cambié de posición y me acosté con ella encima, lentamente ella misma cogió ritmo, su cuerpito se sacudía en espasmos de placer, para ella era un juego que le gustaba y la sumia en un estado entre el sopor y la agonía, me corrí en lo más profundo de su tesoro, no una sino varias veces.
Al ver manar mi semen por los pétalos rotos del capullo infantil creí sentir remordimiento,pero entre mí conciencia y yo fui incapaz de sentir algo más que placer y morbo.
Al otro día follamos en la piscina y pospuse mi viaje solo por follarmela otra vez en la noche.
Mis sobrinas me enseñaron todo sobre el incesto y la pedofilia sin sentirme culpable, porque se que a su debido tiempo se marcharán en busca de sus grandes esperanzas pero llevando en sus almitas todo el conocimiento sexual para afrontar el futuro.
La culpa y el remordimiento no tienen significado, son sentimientos, emociones y pasiones, no ideas.
FIN.
Si os gustó esta saga, agradezco los comentarios y sugerencias. Chao, hasta la próxima.
Me encantaron los relatos y creo que podría dar para muchas más historias, tanto juntas como aventuras independientes de cada una, travesuras que le narren a su tío que estén haciendo o que el las incite a hacer.
Estaría muy bueno una historia de cómo Sofía seduce a su papá.
Gracias por tus sugerencias.
Estoy pronto a enviar otro, aunque con una temática un poco diferentes.
Impecable, espero. Mas como estos, un placer👍
Gracias. Si buscas por Nandincesto45 encontrarás muchos de mis relatos.