Madre Soltera Lujuriosa… y Embriagada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por TimAdes.
Hola mi nombre es Carla tengo 26 años, vivo en Miami, mido 1,60 soy delgada, blanca de pelo castaño, largo y rizado.
Senos redondos y paraditos como dos pomelos, y una cola normal por suerte bien parada.
No hacía ejercicio, me considero afortunada del cuerpo que me dio la naturaleza.
Me vine a vivir aquí por cuestiones de trabajo, manejo las redes sociales de varias empresas y puedo trabajar desde casa pero la mayoría tienen sede aquí.
Conocí en una de esas empresas a un hombre muy guapo, alto rubio.
Empezamos a conocernos y tuvimos piel enseguida.
El idioma no fue un problema porque yo hablo inglés y el habla español, la mayor barrera fue la cultural puesto que viene de una familia aristócrata y tuvo una educación muy estructurada
Debo decir que yo tambien me crie en una familia muy catolica y represora por lo que el sexo era una manera de revelarme y deshinibirme.
Las mujeres de niñas nos vamos "conociendo" a nosotras mismas con cierta vergüenza y tendemos a reprimir los pensamientos sexuales, pero no era mi caso.
De hecho recuerdo de niña me masturbaba pensando cosas como.
en mi padre cogiendome duro, chuparle el pene a mi tio o al profesor de educación física.
Cosas que, lamentablemente para mí, nunca sucedieron ni por lejos.
No las habia sacado de ningun lado solo de mi imaginación.
Yo soy muy fogosa y muy abierta mentalmente, y eso a Daniel parecía atraerle, un gringo de pensamiento más clásico.
Teníamos sexo en todos lados y en varias posiciones, a mi me gusta experimentar, y él se fue soltando.
Después de unos meses fuimos a vivir juntos.
Y la relación estaba en su mejor momento.
Mientras más cosas probabamos en el sexo, yo ya quería probar otra cosa y que el también experimente.
Aunque yo soy más joven era más experimentada y suelta en el sexo.
Íbamos a clubes swingers, íbamos a orgias, practicabamos cuckold.
A veces yo invitaba alguna chica para que él me vea teniendo sexo con una chica y después hacer un trío.
Pero el nunca quiso tener sexo con un hombre, eso lo respeté.
Las cosas fueron cambiando poco a poco cuando me enteré que estaba embarazada.
Yo tomaba pastillas anticonceptivas, pero saben que pueden fallar, más si tienes sexo varias veces al dia y te gusta que tu novio te eyacule adentro.
El embarazo parecía no hacerle gracia puesto que su familia no me aprobaba por ser latina y no ser de familia importante.
En cuanto a mi eso me importaba poco, lo más notorio fue que el embarazo revolucionó mis hormonas y yo me sentía aún más caliente que antes y quería sexo a toda hora, cosa que a él no le gustó.
Primero empezó a plantearme dudas sobre si él era el padre del bebé en camino por nuestra vida sexual.
Aunque seguiamos teniendo ese tipo de aventuras pero ya no era lo mismo.
Luego me planteó que ya deberíamos dejar esas prácticas antes que naciera el bebe, que ya iba a ser madre y debería comportarme como tal, cosa que me parecía ridícula pero me ofendía.
Él ya no satisfacía mis necesidades sexuales, más que mi pareja se comportaba como si fuera mi padre, bajándome línea, dándome sermones.
La realidad es que el nunca estuvo feliz con el embarazo, tenía miedo.
Hasta que un día me dijo que no daba más, que no se podía hacer cargo de un hijo que no sabía si era suyo.
Excusas.
Y dijo que se marcharía, que me dejaba la casa y abriría una cuenta en el banco si el bebé era suyo.
Que lo hable con abogados.
Y me dejó sola.
Pasó el tiempo y nació mi hija, una niña hermosa, la llamé Daniela.
Es blanquita, delicada, suave, hermosa, pelo lacio color avellana casi rubio como el padre y ojos grandes.
La podía criar tranquilamente por mi trabajo en casa.
Solo en ocasiones la dejaba con una niñera de confíanza, una amiga un tanto más joven.
Mas que nada para salir a despejarme, tener algún encuentro sexual para saciar mi sed que no había mermado pero estaba alejada de ese mundo que habitaba antes por tener una hija, y eso creí yo que me condicionaba.
pero la verdad lo extrañaba.
Siempre fui muy fantasiosa.
Se me ocurrían ideas y terminaba tocándome mientras cuidaba a Dany, en ocasiones amamantandola, eso lo hacía más excitante.
Sentir su boquita sin dientes succionado y mordiendo mi pezon.
Total ella no sabía que hacía con mi mano, no me veía y era una bebé de 6 meses.
Y ya tener sexo con un hombre no me conformaba, solo cubría la necesidad fisiologíca de tener sexo.
Así que vivía tocándome para sentir placer.
Una noche había vuelto de una reunion con compañeros de trabajo y habia tomado mucho champagne, de mas está decir que estaba muy caliente, pero no habia podido hacer contacto con ningun hombre o mujer para tener sexo esa noche y asi que me marché molesta por aquello y toda caliente.
Fui a mi casa tratando de disimular que estaba bebida, aunque no borracha, y le pedi a la niñera si queria quedarse un tiempo (para intentar seducirla, la veia muy linda y no me importaba nada) pero me dijo que tenía prisa, me dijo que Dany dormia en su habitación y se fue.
Fue a verla a Dany le di un besito y me fui a mi habitacion.
Me desnudé completamente para estar comoda y empecé a masturbarme para bajar tanta calentura que ya molestaba, es como una necesidad de expulsarlo.
Le debe a pasar a los hombres con el semen.
Nunca me gustaron los juguetes, asi que era puro trabajo manual.
Estando tan deshinibida por el alcohol pensaba en las cosas mas sucias para excitarme, como las que pensaba de niña.
Pensaba en cuanto me hubiese gustado probar el pene de mi papá o recordaba las tetas y la concha de mi hermana mayor cuando nos bañabamos juntas y nunca las probé.
En eso escucho llorar a Dany, quise ignorarla por unos segundos pero me desconcentraba.
Me levante molesta a decir verdad, pero fui asi desnuda a su habitacion y la alcé y la llevé al centro mi cama.
Se me pasó un poco el enojo pero seguia caliente y tenia toda mi vagina chorreando jugos.
Lloraba porque se habia orinado, solo unas gotitas pero se ve que le molestaba.
Mientras secaba su vaginita recorriendola suavemente con las yemas de mis dedos, sentí el aroma de sus orines y me gustó, tiré el pañal viejo y coloque el nuevo.
Volvi a sentir el olor a su vaginita con pis y acerqué mi cara para corroborar si venia de su pepita.
Efectivamente su vaginita emanaba ese acido pero excitante aroma a vaginita y pichí.
No sé si por la calentura o el alcohol o mejor dicho las dos, le separe bien las piernitas a mi bebita y cerrando los ojos posé mi nariz sobre su rajita y oli profundamente.
Era un aroma que me excitaba y me relajaba a la vez.
De repente y sin pensarlo en ese momento abri mi boca y pasé la lengua por el sexo de mi bebita.
Y lo repeti, una y otra vez.
Levante mi mirada para verla a ella.
Miraba hacia los lados, sin saber lo que pasaba, pero mami le estaba dando su primer sexo oral antes de cumplir siquiera un año de vida.
En ese momento ni siquiera pensaba en ello, solo me limitaba a lamerle la conchita a mi nena.
La lamia, por fuera, le daba besitos y hacia mimos a esa cosita tan chiquita pero tan dulce y calentita.
Mientras claro yo me masturbaba con una mano.
La observaba y Dani se reia cuando yo, su mami, mamaba su vaginita.
Me encantaba hacerla feliz pero yo tambien queria que me haga feliz a mi.
Asi que la levanté y me senté en el respaldo de la cama con las piernas abiertas y la coloque en medio de mis piernas.
Asi estabamos, las dos, desnuditas.
Ahora le tocaba a Dany hacer feliz a su mami que tanto hace por ella.
Ella estaba en posicion de perrito frente a mi vagina depilada (como siempre) pero no sabia que hacer.
Asi que acerqué su cabecita, tratando de apoyar su diminuta boca sobre mi vagina.
Yo le miraba y le decia decia "Hace asi Dany, Haceme asi bebé" mientras daba lenguetazos en el aire para que me imite.
Parecia no entender mucho y era obvio, era muy bebita en ese entonces.
Así que sostenia su cabecita y yo frotaba mi vulva contra su carita.
Cada vez estaba mas mojaba y no me daba verguenza gemir frente a mi bebé, pues ella me estaba dando placer.
Estaba teniendo un orgasmo intentando que mi bebe me haga sexo oral!
Pero tal vez se asustó porque empezo a llorar.
Y yo queria un poco más.
La calmé y tomé el chupete de silicona para meterselo en la boca y se calmara pero se me ocurrió algo más sucio:
Me lo metí en la concha!
Se sentia delicioso, lo imaginaba como si fueran deditos o el penecito de un nene en ese momento.
Y vino otro orgasmo!
Wow.
hacia mucho no me daban dos tan seguidos.
Cuando el chupete ya estaba bien embadurnado de mis jugos ahi si me dispuse a darselo a Danielita, para que se acostumbre al sabor de su mami, que a todo esto ella estaba sobre mi pecho y le sobaba su colita mientras me masturbe con su chupete.
Y para terminar le separé sus piernitas, ya con el chupete mojado con mis jugos vaginales en su boca, y froté su vaginita contra la mia en la clasica posicion de tijeras.
Solo que yo a ella la controlaba como una muñequita, a mi gusto.
Se sentia delicioso tener a mi bebita tomada de la cintura frotando su vaginita suave contra mi vagina depilada.
Hasta que al ver esa escena y sentir el calor de su sexo contra el mi,o me hizo estallar en otro orgasmo mucho mas fuerte que los primeros dos.
Ya después de eso quedé satisfecha y Dany estaba de lo más normal.
La bese por todo su cuerpecito divino, sequé su vaginita, le puse su pañal y la vestí.
Esa noche durmío conmigo y fue el principio de muchas y variadas aventuras que si quieren relataré más adelante.
Sigue! Me encantan las mujeres así!