Mama yo y la testigo de nuestro amor
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ya he contado como fue que comenzamos Mama y yo nuestras relaciones sexuales y nuestro vinculo como pareja Madre-hijo que para nosotros es lo mejor que nos ha sucedido en la vida y que mantenemos hasta el dia de hoy paralelamente a nuestra vida familiar y social.
Nuestro primer encuentro sucedió bajo el efecto del alcohol y espontáneamente, luego ambos tuvimos vergüenza, culpa y miedo y por un largo periodo no cruzamos palabra al respecto pero ambos sabíamos que aquello que hicimos juntos había sido increíble y en el fondo soñábamos con repetirlo pero ninguno se animaba a comentar al respecto.
Cierto dia se dio la rara situación de quedar a solas por otro fin de semana y sentíamos el nerviosismo que nos invadía pues la conversación seria inevitable. Tomando coraje lleve a casa algunas botellas de vino, sabiendo que tras algunas copas nos sentiríamos menos reprimidos. Llego la cena, Mama preparo una cena diferente, vistió y se arreglo mas bonita que de costumbre y esto fue para mi como una señal, era la señal que precisaba para iniciar el dialogo y el acercamiento que tanto deseaba.
Comimos y conversamos animadamente, bebimos bastante sabiendo que los dos que nos sentiríamos mas sueltos y finalmente toque el tema y tuvimos una conversación increíble, sincera, sin miedos. Coincidimos en que lo que había pasado nunca lo hubieramos imaginado pero que ambos lo disfrutamos y no podíamos dejar de pensar en cada segundo de lo que habíamos compartido juntos.
Tomando la iniciativa, le dije a Mama que la deseaba y que quería hacerle el amor, que necesitaba sentir su cuerpo y penetrarla para estar dentro de ella, que sabia que era algo muy delicado pero que para mi tenia un significado muy especial el unirme sexualmente con mi Madre. Mama quedo pensativa, mirando al infinito, como si no estuviera ahí y entonces me miro a los ojos y me dijo que ella también quería que yo, su hijo, la amase y la tuviera como mujer. Me confeso que para ella también era algo tan especial, indescriptible e improrrogable unirse sexualmente conmigo, su hijo.
Nos tomamos de las manos y fuimos a su cama esta vez. Nos besamos con pasión por horas, abrazados y acariciándonos mientras íbamos quitándonos la ropa. Hicimos el amor como si fuera la ultima vez y nos dijimos todo lo que nos amábamos y disfrutábamos. Sentimos juntos la enorme felicidad de saber que a partir de ese momento nos teníamos uno al otro y que podríamos tener todo el sexo que quisiéramos.
Pero no fue tan fácil como queríamos, pues no podíamos levantar ninguna sospecha, sabíamos que teníamos que mantener nuestra relación de amantes, de pareja, pues asi nos sentíamos, totalmente en secreto. A pesar de las dificultades y del esfuerzo en reprimir nuestros impulsos, esta condición hacia que fuera mas intenso y especial nuestro vinculo, no solo aparentábamos ser Madre e hijo, también nos sentíamos asi. Yo sentía el cariño de Mama como cualquier hijo y sabia que para Mama yo siempre era su hijo a quien cuidaba, educaba y acompañaba en el crecimiento y desarrollo y Mama era para mi ante todo mi Madre, a quien amaba incondicionalmente como cualquier hijo ama a su madre y a quien respetaba y obedecía cuando me reprendía o me daba alguna tarea.
Este vinculo que aparentaba y era realmente el normal y común entre Madre e hijo se acrecentaba a niveles indescriptibles cuando encontrábamos la oportunidad, por mas corta que fuera, de erotizarnos y demostrarnos ese amor que sentíamos el uno por el otro pero como hombre y mujer, nos besábamos y acariciábamos en algún rincón de la casa, siempre atentos a que nadie nos fuera a descubrir. Sabiamos las cosas que nos calentaban y manteníamos un manoseo diario que nos dejaba en permanente excitación. Cuando se tornaba insoportable casi siempre marcábamos un punto de encuentro y nos íbamos juntos a los moteles fuera de la ciudad para amarnos sin límites. Mama tomo la costumbre de andar por la casa con polleras o en su bata de baño sin ropa interior para que yo pudiera tocarla fácilmente. Cuando podía se apoyaba en una pared atrás de alguna puerta y empinaba su culo, separando las piernas, sabiendo que a mi me fascinaba lamer su ano que siempre estaba mojado por los líquidos de su vagina, siempre caliente. O venia a despertarme en la mitad de la noche para poner mi pene en su boca y chuparme hasta hacerme eyacular. Luego se iba a dormir relamiéndose de gusto.
El tiempo paso y toda vez que teníamos oportunidad, nos encontrábamos con Mama e íbamos a pasar tardes enteras a moteles. Aun lo seguimos haciendo y nos encanta. Nos fascina mirarnos en los espejos y decirnos cosas como “mira como te la haces meter por tu hijo Mami”, “mira a tu madre como se traga tu pene mi amor” “Dejame ver como eyaculas dentro de Mama” Esas tipo de frases nos lleva siempre al extasis y lo disfrutamos juntos. Toda vez que nos miramos haciendo el amor nos parece increíble, nos fascina el hecho de ser Madre e hijo, de sentirlo así y de poder vernos copulando, unidos por el sexo sintiéndonos pareja, marido y mujer, amantes totales, Madre e hijo.
Como te deseo Mama mientras escribo esto!!! Como te necesito, me haces falta, me complementas y yo se que yo a ti te lleno como ningún hombre lo podría hacer jamás!!!!
Lo que sentimos uno por el otro es tan intenso que se hace difícil disimular cuando estamos rodeados de nuestras familias o de otras personas. Cada vez sentía más la necesidad de compartir con alguien nuestro amor, quería que hubiese alguien a quien poderle contar que Mama y yo nos amamos y tenemos el mejor sexo del mundo. Se lo comente a Mama y ella me hizo jurar que nunca le diría a nadie que nadie podría saberlo nunca…pero que realmente sería lindo poder compartirlo.
Esta necesidad de tener un testigo del amor y el sexo que Mama y yo tenemos me llevo a pensar en algo muy loco que cada vez que lo pensaba e imaginaba me parecía la única solución probable a nuestra necesidad de compartir con alguien nuestro amor.
Creía firmemente que debía ser una persona especial, que nos conociera bien a ambos y que pudiera procesar, aceptar y alegrarse por saber lo nuestro. Cada vez que hablaba de esto Mama temblaba, tenia terror de que alguien supiera y le contase a todo el mundo, como probablemente sucedería, a menos que… esa persona tuviese que guardar el secreto también en caso de no poder entender lo nuestro y rechazarnos.
Le recordé a Mama que lo nuestro había surgido a partir de una confesión que yo le había hecho a Mama aquella, nuestra primera noche, sobre la calentura que me provocaba mi tía, su hermana, desde pequeño y que yo de alguna manera sabía que mi tía era consciente de mis pensamientos y toda vez que podía se insinuaba y disfrutaba viendo a su sobrino con la cabeza a 1000 y una erección en su pantalón. Jamás me había animado a decir, insinuar o hacer nada en aquellas situaciones con mi Tía por vergüenza a que mis padres supieran y se transformara en un bochorno familiar.
Pero ahora, con la experiencia que había tenido y mantenido con mi propia Madre, me daba coraje para intentar seducirla y que de alguna forma mi Tía tuviera que guardar un secreto también. Si todo salía como yo imaginaba podría llegar el dia en que Mama y yo pudiéramos contarle, mostrarle y compartir con ella lo nuestro.
Mientras intentaba convencer a Mama de que aceptara el juego con mi Tia, cada vez que hacíamos el amor y yo llenaba la vagina de Mama de semen ( lo cual le producía siempre un gran orgasmo ) yo le decía al oído “quiero que tu hermana nos vea Mama, quiero que sea testigo de nuestro amor, quiero que sepa que estas llena de mi semen Mama”. Poco a poco fue aceptando la idea hasta que un dia me dijo que si yo tenia seguridad de que no se crearía un gran problema, mi madre aceptaría que su hermana supiera lo nuestro. Lo que Mama no sabia era que yo hacia tiempo que venia estrechando el vinculo con mi Tia y que estábamos a punto de dar el paso, solo estaba esperando tener la oportunidad perfecta para que mi Tia se sintiera relajada y segura.
Y ese dia llego. Un Sabado a la noche que mi Tia peleo con su marido y se vino a casa, yo estaba solo, mis padres habían salido y mis hermanas quedaron en casa de amigas. Mi Tia querida se acosto a mi lado en la cama de mis padres adonde yo estaba tendido mirando TV. Me conto rápidamente su pelea con mi tio y yo trate de reconfortarla, diciéndole que ahora no tenia por que preocuparse, que estaba conmigo, que yo la amaba y quería hacerla sentir bien. Compartimos caricias y besos de tia y sobrino y entonces le dije que le haría un masaje. Ella saco su blusa quedando en sosten y se abrió el pantalón que vestia ( lo cual me super éxito ) y se tendio boca abajo. Masajee todo su cuerpo y desbroche su sosten para que fuera mas comodo, mi tia disfrutaba del masaje y fui bajando por su espalda y comencé a apretar fuertemente sus glúteos, esperando una reacción de rechazo pero solo oia su respiración profunda y suspiros ocasionales. Le dije al oído que su pantalón la incomodaba y no me dejaba mover mis manos comodamente. Mi Tia se dio vuelta, olvidando que su sosten estaba abierto y cayo dejando sus pechos al descubierto, cosa que ni la inmuto, alucine al verla asi y totalmente natural y dehinibida. Se sento y quito sus pantalones quedando solo con sus bragas que traslucían sus pelos púbicos. Se tendio de nuevo y continue mi masaje por su cola y piernas, bajando y subiendo y pasando mis manos por la parte interna de sus piernas, deslizando mis dedos por su vulva, al principio sutilmente y cada vez mas descaradamente. Mi tia volteo y me miro con una expresión entre curiosa, sorprendida y complice y a pesar de que me invadió la timidez y la vergüenza, la mire a los ojos y apreté firmemente mi mano en su entrepierna y comencé a masajear su concha por encima de sus bragas. Ella separo un poco las piernas y levanto su cola, ofreciéndome su cuerpo, facilitando el movimiento de mi mano. Continue unos instantes mas y baje rápidamente sus bragas, ella con movimientos que me ayudaban y quedo desnuda, boca abajo, mostrándome su culito y los labios de su vagina peluda, mojada. Comence a masturbar su clítoris y a lamer su culo, pensaba en el ano de Mama que tanto me gusta y cuando no pudimos mas de la exitacion cojimos desenfrenadamente, nos besamos, nos chupamos, nos disfrutamos muchísimo.
Por un tiempo mantuve mis relaciones sexuales con mi Tia y mi Madre en secreto hasta que llego el dia que tanto había esperado y quería darle la sorpresa a ambas de que supieran que las hermanas compartían el mismo amante, hijo y sobrino. Tenia un poco de temor de que los celos entre ellas arruinaran el vinculo, yo sabia que con Mama jamás dejaría de tener sexo, Mama era y será siempre mi amante pero no estaba seguro de cómo lo tomaria mi Tia.
Invite un dia a las dos a acompañarme al interior con la excusa de ver unos terrenos y las lleve a una casa de campo que había alquilado. Era un dia de sol templado hermoso y nos sentamos en la sala de la casa, ellas en un sofá de 3 cuerpos, yo en al suelo frente a ellas.
Lleve la conversa para el lado de los secretos y la confianza, note que ambas estaban un poco nerviosas pero lo disimulaban bien. Les pregunte si serian capaces de guardar un secreto de por vida, ambas asintieron asi que sali de la sala y en la cocina me saque la ropa y volvi desnudo. Cuando me vieron, vi el brillo de lujuria en los ojos de mi Madre y de mi Tia pero simularon sorpresa y cuestionaron mi conducta. Les respondi que por que tanto asombro si era usual para ellas verme desnudo antes de hacer el amor… Se quedaron mudas, se miraron entre ellas, mi Tia mirando a su hermana, mi Madre, dijo “tu y el se…” Mama le respondió antes de que terminara “tu… desde cuando??”
Me arrodille entre ellas las abrace y las atraje hacia mi, no hubo resistencia y bese rápidamente a Mama en los labios y acto seguido a mi Tia. Estrechamos el abrazo y comenzamos a besarnos, con Mama, con mi tia, de nuevo a mama, las bese en el cuello, acaricie sus tetas y me asegure de que se vieran una a otra conmigo. Cuando meti mi mano entre las piernas de Mama, mi tia se aparto un poco y dijo “ pero Uds, no pueden, que es esto?” Yo le dije a mi tia ”tu y yo tampoco deberíamos pero lo hacemos y nos encanta, Mama y yo tenemos sexo desde hace mucho, quiero que veas como amo a mi Madre, es tu hermana” Mama se arranco la ropa, y comenzamos a besarnos, a tocarnos, Mama se arrodillo al lado de su hermana, puso mi pene en su boca y comenzó a tragarlo, mirando de reojo a su hermana que observaba atenta, Mama y yo queríamos que mi tia no perdiera detalle, finalmente nuestro sueño era realidad.
Despues de lamer la vagina y el ano de Mama ( nunca la había visto abrir tanto las piernas, quería que su hermana la viese haciéndose chupar por su propio hijo que era también su amante ) la penetre con la erección mas potente que tuve jamás, le decía a mi Tia “ mira como me cojo a mi madre, mira a la puta de tu hermana como coge con el hijo!!” Mi Tia no paraba de masturbarse, me mostraba su concha empapada, me incline y se la chupe y pare de darle verga a Mama y se la meti a mi Tia que se acabo en segundos, volvi a empalar a Mama y le dije “Ma, muestarle a tu hermana como te lleno de semen” Mama se abrió al máximo y repetía “llename, llename, llename de leche, dame tu esperma, dale semen a Mama” Mi Tia estaba en el cielo, entre su orgasmo y lo que veía y oia no podía casi respirar, me acabe en la vagina de Mama, como casi siempre, pensando en mis espermatozoides nadando en su utero, buscando sus ovarios, esa idea siempre nos fascino a los dos.
Demas esta decir que continuo teniendo sexo con mi tia de vez en cuando, mucho con Mama y cuando podemos los tres juntos, tenemos experiencias increíbles, lo mejor es cuando Mama y mi tia se desafian a ver quien es mas puta, me hacen ver las estrellas!!
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