Mami me das más tetita
metió dos dedos adentro de su concha y me los dió para que los saboree, al tiempo que con la otra mano me masturbaba suavesito, eso lo repitió varias veces llenandome la boca con su flujo, para luego besarme.
Y porque soy así, en cuanto al sexo, porque disfruto tanto el sexo más extremo y el sexo normal (vaginal) me parece aburrido.
Esta pregunta me la he hecho más de una vez en mi caveza, y siempre tengo la misma razón, mi madre.
Alicia fue sin duda alguna, la persona que más me quiso y también la que más me pervirtio, ella me inicio sexualmente, e influyó para que yo disfrute de los placeres más bajos, aquellos que solo algunos logran fantacear.
Hola de vuelta soy poli y les quiero contar cómo fue mi debut sexual en manos de mi madre, Alicia es una mujer muy hermosa, incluso aún en sus cincuenta y tantos años, en aquel entonces tendría no más de 24 o 25 años, a los 14 me parió a mi así que yo rondaba los 9, fue cuando empecé a descubrir todo lo relacionado con el sexo, lo sé, fui muy precoz pero aún así las cosas se dieron de una forma paulatina y muy armoniosa, sobre todo con mucho amor.
Mamá y yo vivíamos solos en una pensión, en una zona humilde de la capital hacía un año, nos habían hechado de la casa que compartíamos con mi abuela y su marido, ya que un día la abuela llegó un ratito antes del trabajo y encontró a su hija teniendo sexo anal con su marido, mientras yo jugaba a los autitos en el patio, con mamá nos llevábamos muy bien, sobrevivimos gracias a la ayuda del gobierno y algunas horas de trabajo doméstico que mamá tenía en la zona, los dos siempre estábamos solos y por las condiciones de la habitación en que vivíamos, en verano andábamos en ropa interior por el calor y en invierno nos acostabamos también así para darnos calor mutuamente con nuestros cuerpos bien pegados bajo las cobijas.
No sé exactamente como descubrí el perfume de sus bombachas, pero si recuerdo que esperaba a que Alicia llegué del trabajo para verla como se desnudaba por completo frente a mi, y se metia en la ducha, su cuerpo siempre fue muy blanco y suave, a diferencia del mío que soy más bien moreno, sus tetas grandes para su pequeño cuerpo sin ser grotesca y su cola más bien chiquita, es la clásica petisa tetona, y con poca cola, sus ojos color miel y sus labios carnosos le dan un aspecto de buena mujer, algo angelical.
Ella desde el principio me crío sin pudor, la desnudes y los genitales no eran un tabú para nosotros, ya que para ahorrar agua nos bañabamos juntos en una pequeña y fría ducha, es más el baño ni tenía puerta, solo una cortina nos separaba de nuestra pequeña habitación, por lo que los aromas y los ruidos que allí se producían eran algo de lo más normal.
Pero yo esperaba que regrese del trabajo, no para verla, sino para tomar su ropa interior y olerla como si de un manjar se tratara, mamá más de una vez me había encontrado con las manos en la masa y se reía, y me mandaba a lavarlas si tenían mal olor, un día entro al baño y me encontró tocándome el pito con su ropa interior en la mano, recuerdo su exprecion de asombro al ver mi pito bien duro, dice que fue por qué no se imaginaba que ya me masturbaba, un día al volver de la escuela encontramos un perrito era muy bebé y le rogué que me deje llevarlo a la pensión, en la noche el perro empezó a llorar y como los animales no estaban permitidos en la pensión, había que calmarlo, mamá lo tomo en sus manos y lo acostó con nosotros, eso funcionó por un rato pero el perro tenía ambre, en casa no había nada para darle, ya que la leche era cara y es más ni a mí me compraba, entonces lo puso en su pecho y le hizo succionar su pezón, al principio se soltaba ya que no lograba sacar nada, pero después se prendió un ratito hasta que se durmió, mamá al otro día me contó que ella aún tenía leche en las tetis, como ella les decía, y si se estimulaba un poco le salía, esa noche a pesar de que le dimos algo de comer empezó con su llanto nuevamente, y mamá lo coloco nuevamente a mamar, yo más por curiosidad que por otra cosa, le pedí que me diera a mi también, y con su permiso me prendi del pezón libre.
Con sus dos pezones siendo succionados la respiración de mamá se aceleró, y sus piernas se apretaban con fuerza, pronto nos quedamos dormidos los tres, al otro día cuando nos levantamos mamá se sacó la bombacha y me la dió, «toma a vos que te gusta» yo calladito la agarre y me la llevé al baño cuando la olí, fue como si su aroma se me clavara en la cien, aún cierro los ojos y lo recuerdo, está vez estaban más que manchadas por delante, ensima estaba tibia todavía, una ves que termine le lave bien la bombachita, y en la cama nuevamente mamá me explico que a ella no le molestaba que me guste su olor, pero no le podía decir a nadie lo que hacíamos, en referencia a que me daba su ropa íntima usada para que me masturbe con ella.
Con el tiempo, nuestra rutina fue aún más rica, todas las noches aún cuando el perro ya solo comía su alimento, mamá me daba la teta como si yo fuera un bebé, las clases habían terminado y yo le pedía a cada rato ella me las negaba hasta que finalmente me la daba, al principio era los dos acostados en la cama, se ponía de costado apoyada en el codo y con la otra mano apuntaba su pezón bien durito, pero después ella se tapaba con la sábana, aún con el calor que hacia, y yo me acostaba atravesado sobre sus piernas, en la clásica posición para amamantar, solo que con una mano me sostenía la cabeza y la que me apuntaba el pezón, rápidamente se metia por debajo de la sábana, entre sus piernas, esto hacía que sus mejillas se sonrojen, su respiración se agite y hasta se le llenaban de lágrimas los ojos, luego de esto ella se sacaba la bombacha me la daba para que me meta en el baño, mientras ella se enjuagada la vagina con agua en una palangana, a esas alturas yo ya persivia el olor a vagina de mamá mientras tomaba la teta, y cuando lamía las bombachas, prácticamente saboreaba su flujo fresco y calentito aún.
Una tarde le costó más llegar a su clímax y me pidió que le mordisquee la tetis, esto la puso como loca y al punto que mojó la cama, esto hizo que le pregunté por qué pasaba eso, entonces mamá como buena madre me contó que ella tiene nesesidades y que yo la ayudaba con esas nesesidades, y me contó que era muy parecido a lo que yo hacía en el baño con su bombacha, terminada su explicación me dió un tierno beso en los labios, entonces yo le replique, que si yo la ayudaba a ella tomando la teta, porque ella no me ayudaba a mi.
Lo que hizo me incendio la cabeza, Alicia se sacó los calzones y se froto la zona húmeda en las tetas y me puso a mamar otra vez, pero en vez de tocarse ella me empezo a acariciar el pecho y las piernas haciendo que yo acabe al sentir que ella apretaba con el índice y el pulgar la punta de mi pitito, después de ese día, todo era en ascenso, mi succión de sus pechos se alternaba con mordidas y de esta manera mamá llegaba más rápido y con orgasmos más estrepitosos, para luego empezar con sus caricias en mis tetitas y testículos para finalizar rozando sus dedos con el frenillo de mi pito haciendo que acabe en segundos, siempre por esima del slip.
Un día mamá acabo al tiempo que me pedía que le muerda más fuerte y así lo hice, lastimandola un poquito.
Esto hizo que no pueda tomar más de esa teta por ese día, y cuando me fui a prender de la otra, ya estaba seca, se lo dije a mamá y ella escupio un chorro de saliba sobre su ceno para que yo lo absorbiera junto con su pezón, esto lo hizo varias veces hasta el punto que me tomo el pito por debajo del slip y me empezó a masturbar literalmente, su calentura se reactivo y termino besándome en la boca, metiendo su lengua, recorriendome la boca por completo, al tiempo que con su mano libre se masturbaba frenéticamente, acabamos casi al mismo tiempo y fue bestial.
Yo pensaba que más no se podía mejorar, pero a los dos días era mi cumpleaños y ella me tenía una linda sorpresa, como plata nunca abundaba, para mí cumpleaños mi regalo era que ella me dejaba hacer lo que quisiera.
Ese año me desperté cuando mamá me trajo el desayuno, después me dijo que quería, muy ingenuo aún, le pedí que me deje ver cómo hacía pis, ella se rió pero dijo que cuando tenga ganas ella me mostraba, también quería ver cómo hacía caca, pero eso me dijo que estaba difícil pues no hacía todos los días, miramos un rato la tele y finalmente se fue al baño, enseguida me metí con ella, mamá con una sonrisa en sus labios me hizo agachar a la altura del inodoro y levantando un poco la cola me mostro, claro que la caca no se pudo dar, salí del baño empalmadisimo, me acoste y le pedí la teta, ella se sacó la remera y en tanga se tiro ensima mío, me beso metiendo su lengua hasta mi garganta, ya no me miraba con ternura sino con lujuria, me encajo su inflamado pezón en la boca dejando su pubis sobre el mío, apretándome el pito con tra su tanga, incluso haciendo movimientos como si estuviéramos cogiendo, haciéndome acabar así, después del almuerzo le pedí que me diera más, pero en lugar de eso me empezó a besar y me desnudo por completo, me preguntó si quería algo más, y lo único que se me ocurrió fue que me dé su bombacha, entonces ella me mostró que no estaba usando, metió dos dedos adentro de su concha y me los dió para que los saboree, al tiempo que con la otra mano me masturbaba suavesito, eso lo repitió varias veces llenandome la boca con su flujo, para luego besarme profundamente, haciéndome acabar en su mano nuevamente, estaba agotado y me dormi. Desperté eso de las 11 de la noche y mamá otra vez me preguntó si quería algo más, yo entendía que ella quería que le pida algo pero no entendía que, solo se me ocurrió que me muestre la concha, si así de tonto fui, ella se abrio de piernas y con sus dedos separó la mata de pelo marronsito, y sus labios, me mostró el clítoris y me dijo que ahí se toca ella para tener un orgasmo, me mostró por dónde orinaba, y después me dijo que el agujero más grande es para que los hombres metan su pija, pero como yo no era un hombre aún, no se lo pedí, aún así me gustaba tenér esa húmeda vagina tan cerca mío, ella me enseñó a tocar su clítoris y después a meterle los dedos, ella recostada retorciéndose de placer mientras yo le metía y sacaba 3 dedos bien adentro de su inflamada vulva, mientras ella pedía más adentro y más adentro, me pidió que cierre el puño y que se lo meta, pero por ser algo torpe la hice doler, entonces me tomo la de la muñeca y ella misma fue metiéndoce mi puño y usaba mi mano como una pija, el flujo brotaba en cantidad y me tenía imnotisado como se iba mojando las sábanas, su interior hervía, hasta que en un momento de histeria y gritos se sacó la mano de golpe y empezó a largar lo que yo persivi como chorros de orina que salían expulsados violentamente de su vagina, mojandome la cara, además de las sábanas.
Yo quedé todo salpicado y saque la lengua para saborear aquel líquido, mientras mamá se recuperaba aún con la almohada con la que ahogó sus gritos en la cara, yo no tarde en lamer mi mano y me empecé a masturbar nuevamente mientras veía asombrado que algo se movía por debajo del orificio vaginal, su ano se fruncía y relajaba, era hermosa verla así, su cuerpo blanco acurrucado, y cuando se sacó la almohada de la cara pude ver su rostro colorado, los ojitos le brillaban, y una suave sonrisa dejaban ver una exprecion de satisfacción que realmente me hacia sentir muy buen conmigo mismo.
Ya recuperado el aliento, mamá se arrodilló en la cama y me dijo que le encantó lo que hice y me empezó a dar besos en todo el rostro, absorbiendo así sus propios jugos, entonces me miró a los ojos y me dijo que me iba a agradecer por lo que le di, y me empezó a besar primero el pecho especialmente las tetis, siguió bajando y me abrió las piernas, me lamió muy suavesito los testículos, me dijo que le encantaba que no tenga ni un pelo, eso para mí ya fue la gloria, pero cuando le dió un beso con su boca súper caliente en la punta de mi pija, supe que lo mejor estaba por venir, se metió mi pijita entera en la boca y la succionaba al tiempo que le hacía círculos en la cabecita con la lengua, y todo esto en el calor de su boca, en ningún momento lo toco con las manos y lo fue pelando solo con su lengua y labios, eso me dolió un poquito ya que tenía el pito súper sencible, por las acabadas que tuve durante el día y porque tampoco nunca lo había pelado así, ni sabía que se podía, mamá se lo saco de la boca y lo miro, su exprecion fue algo desagradable, mi pito tenía en el borde de la cabesita todo una cremita blanca y mamá me dijo que me tengo que lavar bien el pene, y después se lo metío entero en la boca chupando más fuerte, haciéndome doler e inclusive se introdujo mis pequeños testículos, así fue como acabe, note como no desperdicio ni una gota, se sacó mi pito medio flasido de la boca y totalmente limpio, prácticamente me quedé dormido al instante.
Me masturbe durante la lectura…
Cuántos así cogerán con su mamá..