mamita….
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Ni mucho menos me siento orgullosa de ello, pero en ocasiones la vida te sorprende…y de que forma!
Empezaré diciendo que me separé joven, apenas 25 años, me quedé con una niña de tres años que para colmo no había sido deseada. No me mal interpretéis por favor, si hay una mujer entre vosotras igual entenderá de lo que hablo, pues me ganaba muy bien la vida con 19 años, tuve suerte de ser admitida en una agencia de modelos que conseguía buenos anuncios, reportajes etc, era (y soy creo yo) muy mona y me salían cosas bastante aceptables, cosa que me permitía cursar mi carrera en bioquímica. Yo quería esperar unos años aún en tener niños….al final, ni pude acabar la carrera y ni pude emanciparme laboralmente. Me quedé embarazada de un ‘animal’,me lié con el porque estaba forrado, pensándome que sería un príncipe azul…y al final se desentendió de nosotras completamente menos, eso si, un generoso ingreso cada mes. Por su puesto el 50% de culpa fue mía también, no voy a negarlo. Mi madre me ayudó en lo que pudo pero al final me fui acostumbrando a la nueva situación. La verdad es que la niña creció guapísima, morenita como yo y con unos ojazos y de dulce sonrisa.
A los 5 años me di cuenta de un hecho que me sorprendió mucho, cuando mirábamos los dibujos en la tv las dos juntas, empezó a tocarse con el dedo su sexo, se ponía a mi lado y con su manita se acariciaba por debajo de las braguitas. No es que le diese mucha importancia pero con los meses lo hacía con más insistencia y pasados unos minutos siempre me sujetaba fuerte el brazo o me arañaba en una especie de explosión de placer. Entonces fue cuando empecé a preguntarle.
-cariño, que haces con la manita?
-me toco aquí mami…- se bajó las braguitas y me enseñó. Pobrecita, apenas sabía que pasaba. Pero yo no quise o no supe detenerla a tiempo y no hice nada.
Pasó el tiempo y cada vez lo hacía con mas insistencia y más a menudo…prácticamente todas las tardes a mi lado.
Una noche, al irla arropar con seis añitos recién cumplidos, me pidió que le contara un cuento, el del ogro verde de la tele me dijo. Al empezar a contarle el cuento empezó a tocarse, pero esta vez, al estar estirada y tenía que alargar mas la manita decidió al poco rato bajarse ella misma las braguitas. Me quedé como hipnotizada y sin saber como reaccionar. Mi hija se estaba tocando y por primera podía ver como lo hacía. Entonces sonreí al ver lo que hacía….se pellizcaba, para que nos entendamos los labios superiores, aún no formados por supuesto. Eso provocó que al rato se pusiera rojo. Entonces recuerdo perfectamente lo que hice, le cogí el dedo de su manita y se lo puse en la zona del clítoris…..pero se quedó inmóvil….no sabía que hacer…..Dios mío, que calor empezaba a tener…lo recuerdo como si fuese hoy mismo, le retiré la mano y en un acto casi instintivo puse la yema de mi dedo en su vulva….estaba húmeda, y con la puntita de la yema, como sólo una mujer sabe hacer empecé a frotarle la zona clitorial con mucha suavidad.
-mami, me gusta mucho…
-si mi niña
Yo desconocía que pudiesen tener ya un clítoris las niñas a los seis años…apenas recordaba esa edad, no al menos la parte sexual, pero noté como se le hinchaba poco apoco.
Seguía acariciándola suavemente y vi como cerró los ojos….me estaba poniendo a mil, mi hija desnuda delante mío, yo masturbándola y cada vez más y más caliente. Su respiración se aceleraba cada vez mas, se llevó su mano a la boca para morderse los dedos con fuerza, con la otra me agarró fuerte mi brazo, que seguía moviendo mi mano en su sexo y de repente empezó a sollozar de placer. Dios bendito, se estaba corriendo….estaba haciendo correr a mi hija de seis años!!!
Apenas terminaron los sollozos pobrecita mía se quedó dormidita, yo la vestí y arropé con todo el amor del mundo, le di un beso en la frente y sin pensarlo me fui a mi habitación a masturbarme. Apenas duré un minuto frotándome con el mismo dedo que había frotado a mi hijita, sólo pensé en ella, en su cuerpecito, en sus ojos cerrados y cómo respiraba segundos antes de tener el orgasmo…me corrí con tanto placer que grité de gusto como con ningún hombre o mujer de los que me había acostado.
Este fue el principio de una larga relación incestuosa no deseada que llevo “sufriendo con inmenso placer” que me da vergüenza continuar relatando por miedo a terribles críticas de los lectores. Sé que no es correcto, lo sé….he buscado por Internet y me he carteado con alguna madre que le ha sucedido algo parecido. Me han intentado tranquilizar de que es sencillamente una cuestión de culturas….pero yo no me siento bien del todo, y mucho menos en lo que desencadenó este inicio que os he contado.
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