mamita….3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Aquella noche le di a mi niña lo que me pidió, y de igual forma sintió el mismo placer que la vez anterior. Pero algo en mi ya había cambiado, seguía dando placer a mi niña con todo el amor que una madre puede ofrecer, pero a la vez en mi luchaba por salir una autentica bestia ansiosa de placer y de sexo. Intenté calmarla con una buena amiga mía con la que mantengo relaciones desde mi época de la agencia de modelos, tonta de mí pensé que calmaría mi deseo. Aún recuerdo que le pedía que se tocara junto a mi, recordando así el placer que sentía cuando se tocaba mi niña, pedía de tocarla yo. Como hacía de vez en cuando por la noche a mi hija, pero me di cuenta que era absurdo. Ella sabía que algo pasaba, que no era la misma ella preguntaba, me decía que sabía que había conocido a alguien y yo estuve a punto de decirle la verdad. Pero en ese momento aún no se lo dije. No me fiaba del todo a pesar de la inmensa confianza que nos teníamos. Se trataba de mi hija y no sabía cómo reaccionaria, más adelante si se lo conté y ¡vaya cómo reaccionó!….
Pero por el momento yo tenía que satisfacer a esa bestia que me hacía hervir la sangre cada vez que miraba a mi niña, cada vez que se tocaba a mi lado. Cada vez que le daba la cucharadita de miel por la noche antes de acostarla….entonces empecé a hacerle caer por los lados de su boquita aposta la miel que le daba, pobrecita mi niña, y yo con mis labios la besaba y con sutileza con mi lengua le recogía el resto de la miel derramada aposta por comisura de los suyos…. Me estaba volviendo loca, lo sé, no se como intentar explicaros la mezcla de amor filial junto con un deseo sexual imparable ya.
Así pues a los pocos días de juegos no satisfechos con mi amiga y de deseo incontrolable por mi pequeña, volví a provocar la misma situación que unos días atrás. Así pues mientras mi hija miraba la televisión me fui a duchar y al salir me puse sólo una camiseta, sin braguitas ni nada observé como mi niña me seguía con su mirada hasta el sofá, así pues sin muchas contemplaciones le dije…-cariño, quieres sentarte aquí con mami y nos tocamos las dos juntas?…- a mi niña se le transformó la cara con una amplia sonrisa, y de un salto se echó encima mío abrazándome…Dios mio, puso una de sus piernecillas en mi sexo, creo que era una rodilla, y guarra de mi la agarré con una mano por la espalda y con la otra, mientras ella me colmaba de dulces e inocentes besos en los labios, con la otra mano sujetaba su piernecilla y la refregaba con mi sexo que ya estaba tan húmedo que me regía ya una pasión incontrolada. Así pues la puse a mi lado acurrucada y le ayudé a quitarse sus braguitas con delicadeza. Empecé a tocarla pero al momento retiré la mano pues estaba sequita. En un acto instintivo me introduje el dedo por mi sexo y a continuación lo pasé al suyo que esta vez gracias a mis fluidos si que encontró poca resistencia…y empecé a tocarla con suavidad con una mano mientras con la otra me tocaba yo….mmmmm….no os puedo explicar lo que sentía.
– ma..maami…me gusta mucho como me tocas…cielo santo!! Cerré los ojos pero al momento me sorprendió el contacto de la manita de mi pequeña en mi sexo, sobre mis dedos. Yo no dudé en tomar sus dedos con mi mano y posarlo en mis, mas que mojados labios…empecé a frotarme con su manita y a introducir sus deditos en el interior de mi vagiana….ooohhh por primera vez volvía a saciar mi lujuria. No sé en que momento dejé de tocarla y con las dos manos agarrando su manita me la introducía como si de un juguete erótico se tratase. Yo la oía reír y decir que estaba mojado, pero ya no atendía a nada. Me masturbaba con su mano y me encantaba, no tardé en llegar al orgasmo…ooohhh que placer sentía.
Pobrecita mi niña, no sé que pensaría….en cuanto me recuperé sentí remordimiento por egoísmo y empecé a estar por ella. La empecé a frotar de nuevo el clítoris con delicadeza y de nuevo empecé a notar como se excitaba. Me agradaba la idea de que ella no se supiera tocar en esa zona como yo lo hacía….me empezaba a volver a excitar de nuevo…cielo santo….quería más. Seguí tocándola pero esta vez tal como estaba ella sentadita en el sofá me arrodillé en el suelo y….os juro que no era yo….ese día lo recuerdo como si fuera ayer…frente a ella de rodillas, mi niña me miraba jadeante y le dije. –cariño te voy a dar besitos vale? Te apetece?. –si mamita…acerqué mis labios a su sexo, y en un rapidísimo movimiento retiré mi dedo pulgar de su clítoris para besarla con toda mi pasión, le besaba su sexo, sorbía sus jugos, introducía mi lengua en su vagina en un beso francés y yo mientras volvía a tocarme….mmmm…que placer sentía….nadie, absolutamente nadie me había dado tal goce. Yo alzaba la vista y veía sus ojitos negros clavados en mis movimientos…su respiración se aceleraba junto a la mia….la conocía tan bien que sabía que llegaba el momento del climax….junto con el mío, y al primer gemido que la oí mientras me decía …mami…mamiii….yo volvía a tener un nuevo brutal orgasmo mientras me introducía los dedos, seguía chupando a mi niña que tenía agarrado mi pelo de la tensión del orgasmo que yo sabía que estaba teniendo.
Mi pequeña…mi vida, mi amor, me volvía completamente loca y a su vez yo sabía que yo a ella también. Con solo seis añitos y ya se corría como una señorita. Recuerdo que me sentí tan bien…tan relajada, apoyé mi cabeza en sus piernas aún arrodillada en el suelo y con los dedos en mi vagina. Ella con una respiración aún acelerada solo atinó a decirme –mami…me gusta más así, cuando lo has hecho con la boquita…
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!