Mandi.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Dadas las costumbres que tenía mi familia ella siempre vestía con falda y vestidos largos, su educación había sido esmerada en modales y buenas costumbres. Yo era mayor que ella por tres años y aunque parezca extraño y a pesar de que no era una persona muy abierta ni amistosa ella y yo nos llevábamos bastante bien. Pero hubo un día y cuando ambos éramos adolescentes que paso algo fuera de lo común. Esa vez estaba con mi familia de visita en una población de Guerrero (Pues de ahí era la familia de mi madre) y dio la feliz casualidad que igual la familia de Mandi estaba de visita en el pueblo; aquello fue una gran noticia y esa semana la pasamos muy bien ella, mis otros primos mis hermanos y yo entre juegos y risas juveniles. Nada extraño había pasado hasta que un día y debido a que habíamos ido a nadar al rio tuvimos que ir y regresar del lugar en la vieja camioneta de un tío. A pesar de que el vehículo era grande no cabíamos todos muy bien y entonces a una tía se le ocurrió que los adultos cargaran en sus piernas a los más pequeños. Como yo ya era alto a esa edad me toco ir sentado y llevar a alguien en mis piernas y me toco llevar a Mandi; aquello me pareció un poco extraño pero como ella y yo nos llevábamos bien no le di mayor importancia y se sentó en mis piernas, pero daba la casualidad que ella igual era relativamente alta y debido al movimiento de la camioneta y a los saltos que daba al caminar por la pésima carretera las caderas de mi prima se acoplaron a mi entrepierna.
En este punto debo aclarar algo, hasta ese momento nunca había visto a mi prima con ojos de lujuria ni mucho menos, y no es que fuera fea pero hasta ese momento yo la había visto mas como una hermana que como a una chica de casi mi misma edad; también debo de ser sincero, mi prima era en ese entonces una niña de unos 12 años común y corriente: era delgada, morena, su cuerpo era más el de una niña que el de una jovencita y al menos en mi no generaba ningún deseo carnal. Pero todo cambio ese día en la camioneta; sus nalgas se clavaron en mi entrepierna y mi pene reacciono, se puso duro y se me formo un bulto en el short que traía pues hacía calor como era normal en esas latitudes, supongo y Mandi lo noto pues dio un ligero respingo que nadie noto pues todos iban platicando, yo me puse rojo de vergüenza pero igual nadie lo noto y note como mi prima no hacía nada, parecía como si estuviera de acuerdo con mi erección; yo me sentí sorprendido y durante todo el trayecto que duro cerca de 45 minutos le restregué de forma discreta mi erección en sus nalgas y su entrepierna y ella parecía aceptarlo pues no dijo nada ni pareció molestarse, hasta juraría que le gusto pues sentía que sus partes se sentían calientes, yo termine muy mojado pero no me vine. Por fin llegamos a nuestro destino y al bajar de la camioneta vi que para mi prima parecía no haber pasado nada pues actuó de forma totalmente normal lo cual en cierta forma me tranquilizo pero los remordimientos pronto carcomieron mi alma…Mandi era mi prima y era menor que yo, había estado mal lo que le hice…
Como digo ella no dijo nada, no reacciono ni para bien ni para mal, era como si aquello jamás hubiera pasado, ella actuaba conmigo como siempre y eso me confundió..¿A poco me lo había imaginado todo? Quizás si, a lo mejor aquello había sido fruto de mi calenturienta mente juvenil… Total que ese hecho pasó y así pasaron los años, de a poco fui dejando de frecuentar a mi prima Mandi hasta que la deje de ver por espacio de dos años. Yo me hice mayor de edad, entre a la universidad y al poco termine mi carrera pero decidí seguir estudiando, me metí a una maestría, yo estaba en cuerpo y alma dedicado al estudio hasta que un día recibimos una visita en casa. Eran mi tía y mi prima Mandi, hacía años que no las veíamos y al ver a mi prima quede sorprendido: ¡Ufff! ¡Estaba buenísima! Y lo que era aun más increíble era muy bonita además de todo; era delgada y morena, su cabello negro caía por su espalda como siempre pero ahora había dejado de ser la adolescente flacucha y sin chiste y se veía debajo de sus ropas que tenía un cuerpo increíble, se veía acinturada y con un par de nalgas increíbles, su rostro era armonioso y sus ojos eran muy bonitos y con un ligero toque de sarcasmo que le daban un extraño encanto. Pero en lo que si no había cambiado era en su carácter; ella seguía siendo muy seria, recatada y educada.
Mi madre quedo fascinada con ella y mas al enterarse que era una buena estudiante y que además trabajaba para ayudar a su mama. En resumen que Mandi era una chica modelo. Hable poco o casi nada con mi prima, solo nos saludamos y hablamos de una o dos cosas sin importancia, por pura cortesía me invito a su casa a hacer algo como oír música o solo a visitarla a ella y a mi tía pero como vivían muy lejos eso lo hacía muy poco práctico. Hubiera querido hablar más con ella pero su misma seriedad (y mi timidez) había hecho imposible un acercamiento. Yo la mire por la ventana mientras se iba y a pesar de su larga falda pude notar las formas de su sensual cuerpo y sentí que todo mi cuerpo vibraba por el deseo…
Paso un tiempo y resulto que debido a mis estudios y como además había conseguido un empleo de medio tiempo mis horarios no se acoplaban pues tanto la escuela como el trabajo quedaban lejos de mi casa, apenas me quedaba tiempo para mis deberes y para descansar, esos días fueron de locos y yo estaba al límite de mis fuerzas y entonces a mama se le ocurrió una idea; ¿Por qué no me mudaba un tiempo con mi tía y con mi prima Mandi? Yo caí en cuenta que mi madre tenía razón; resultaba que por una extraña casualidad ellas vivían cerca tanto de la universidad como de mi trabajo, si me mudaba un tiempo con ellas ahorraría mucho tiempo y energías además de también dinero…Yo al principio me resistí pues yo soy una persona muy apegada a sus costumbres pero al fin tuve que entender que si quería seguir adelante con la escuela y el trabajo debía de seguir ese camino. Mi madre hablo con mi tía y ella acepto encantada que me mudara con ellas. Total que al fin me mude y al principio todo fue bien, me adapte rápidamente a mi nuevo hogar, era una casa muy amplia y grande para que fuera habitada por solo dos mujeres y ahora que yo vivía ahí el lugar parecía tener más vida; y no es que yo fuera una persona muy alegre ni nada parecido pero al menos se sentía más actividad en esa casa. Mi tía era una mujer muy activa, con esa típica y encantadora amabilidad de la gente de pueblo, siempre estaba dispuesta a servirme y a procurarme mi desayuno y la comida justo como si fuera mi propia madre; en cuanto a Mandi pues la cosa era similar, mi prima era todo un estuche de monerías, combinaba la destreza de un ama de casa a la antigua con las habilidades de una joven actual pues lo mismo sabia hacer de comer o barrer o planchar que igual sabia navegar por internet o usar Word para hacer sus tareas (Ella era mucho más hábil que yo en esas cosas)
Durante esas primeras semanas se dio algo curioso entre mi prima y yo; ambos éramos muy serios y yo además de todo era muy tímido e inseguro, aun así ambos convivíamos bastante bien pues aunque bien podíamos pasar todo el día sin hablarnos ambos disfrutábamos mutuamente de nuestra forma de ser. Aquí debo decir algo, mi prima era muy hermosa y termine por ratificar lo que ya sabía: no solo estaba muy buena ¡estaba buenísima! Realmente muchas actrices y modelos habrían envidiado su cuerpo, su breve cintura, su cabello largo y sedoso, su bello y natural rostro, sus ojos y sobre todo su bien formado trasero y sus piernas. Me sentí muy afortunado pues por mi estancia en la casa pude verla vestida de distintas formas; me encantaba cuando usaba pantalones ajustados y también cuando alguna que otra vez se llego a poner leggins, ahí sí que me hacia poner dura mi verga. Hubo algunas veces que estuve tentado a entrar a su habitación mientras ella no estuviera y una vez adentro buscar su ropa interior para ver de qué clase de ropa usaba y robarme alguna prenda para masturbarme con ella. Pero aunque yo sentía mucho deseo de hacerlo jamás lo lleve a la práctica pues sentía que hubiera sido una muy fea traición a mi prima y a mi tía que habían abierto las puertas de su casa para mí.
Así pasaron las semanas, yo me conformaba con mirar a mi prima y con convivir con aquel monumento de mujer y así llego aquel día cuando comenzó todo; bien dicen que las mejores cosas de la vida son gratis y yo agregaría que además de ser gratis llegan de forma totalmente inesperada, si no me creen sigan leyendo para comprobarlo. Ese día comenzó normal, había ido a la universidad y al trabajo, fue un día lluvioso de principios de otoño, hacia viento y frio y aunque el día había sido muy aburrido y gris no sentía que me hubiera ido especialmente mal pero aun así deseaba volver a casa con mi tía y mi prima; al entrar a casa alcance a oler que mi tía estaba haciendo la comida, al parecer eran chilaquiles y al preguntarle así lo confirmo, cenaríamos chilaquiles con una costilla al lado y una taza de café; una buena comida para un día frio y lluvioso. Tras saludar a mi tía y a mi prima Mandi vi que mi prima aun vestía con el uniforme de su trabajo (ella era cajera en una tienda y vestía siempre con un traje negro) Mi tía le dijo que se cambiara y ella fue a su habitación a hacerlo, se encerró y puso música a todo volumen lo cual era señal de que quería estar sola y no deseaba que la molestara. Yo igual me encerré en mi habitación y prendí mi laptop para habla con un amigo de la universidad mientras estaba la comida. Al fin la comida estuvo lista y bajamos al comedor, note que mi prima vestía con unos jeans ajustados que marcaban perfectamente la circunferencia de sus nalgas y pude notar que se marcaba que usaba tanga de hilo pues estaba separaba perfectamente sus nalgas…
Eso me dejo boquiabierto pero supe disimular mi deseo y mi erección; me senté a comer y la plática de mi tía desvió mi mente del pecado. Así paso la comida y mientras yo disfrutaba lo último de café que quedaba en mi taza mi tía se excuso; debía de salir a entregar unas cosas a una vecina y de paso iría a comprar algo de pan. Mi prima Mandi estaba lavando los trastes y sin mas mi tía se salió a la calle dejándonos a Mandi a mi solos en casa; debo de decir que en ese momento no sentía deseo ni lujuria ni nada parecido, me sentía bastante tranquilo y termine mi café con calma para luego llevar mis trastes al lavabo. El lavabo estaba en la cocina y esta era un cuarto muy pequeño y angosto, había una alacena que quitaba espacio y justo ahí estaba mi prima que buscaba algo, para pasar al lavabo debía de pasar justo detrás de mi prima que a juzgar por sus movimientos estaba guardando y acomodando los trastes limpios dentro de la alacena. Juro y recontra juro que no tenia malas intenciones, en ese momento mi mente estaba distraída con una de las tareas de la escuela pero ahí se dio una cosa extraña, se dio una suerte de dislocación de mi mente con mi cuerpo; por una parte mi cabeza estaba en mis deberes escolares y por otra parte mi cuerpo estaba reaccionando con la visión de mi prima ahí enfrente de mi y a pocos centímetros de mi cuerpo. Se formo una dura erección en mi entrepierna pero yo apenas me di cuenta conscientemente. Pedí permiso a Mandi para pasar y ella me dio espacio para hacerlo pero aun así no cabíamos, yo era alto y como note que no iba a poder pasar estire mi brazo (mis brazos son largos) para poner los trastes en el lavabo, si alcanzaba y mientras me disponía a hacerlo no me di cuenta que mi entrepierna rozo justo en el trasero de Mandi. Tenía que acercarme un poco mas para alcanzar a estirar mi brazo hasta el lavabo y así lo hice, me acerque mas y justo al hacerlo el bulto que tenía en mi entrepierna encajo de forma perfecta entre las nalgas de Mandi, ella dio un respingo y me volteo a ver; yo me di cuenta de lo que había pasado y me quede helado y sin poder moverme, durante unos segundos nos quedamos así y entonces mi prima me miro fijamente y acto seguido soltó una carcajada. ¡Dios, hacía años que no la oía reír así! Yo estaba tan impresionado que literalmente avente los trastes al lavabo y me separe de mi prima. Yo deseaba huir de ahí, de seguro después de reírse se iba a enojar conmigo y hasta podría acusarme con mi tía por pervertido. Pero entonces Mandi dejo de reírse y me miro de forma perversa, se acerco y estiro su mano a mi entrepierna y toco el bulto que tenia, yo me quede boquiabierto, mi cara debía de ser todo un poema y ella me dijo: “¡Uyyy primito, como la otra vez! ¿Te acuerdas de la vez esa cuando íbamos de regreso del rio en la camioneta?
Ese día que buena restregada me diste, estuve toda una semana bien caliente y mojada, ni tocándome se me quitaba, es que desde ese entonces se notaba que tienes buena verga y creo no estar equivocada.” Volvió a sonreír de forma malévola y siguió tocándome, yo trate de decirle algo pero solo balbuceaba como un tarado, por suerte ella siguió hablando: “¡No te hagas! Si se nota que estas bien pitudo, justo como me gustan los hombres, así tímidos y con buena verga.” Yo estaba impresionado, sentí que iba a desmayarme, jamás imagine a Mandi hablar de esa forma, jamás imagine escuchar aquella voz gruesa pero a la vez femenina y siempre tan correcta y educada hablar de esa forma, yo solo le dije: “¡Pero si estoy re feo! En cambio tu estas bien guapa.” Ella contesto: “¿Y eso qué? Ya te dije que me gustas y mas por lo que paso esa vez, no voy a quedarme con la duda toda la vida, ¿no? Además no dice el dicho que a la prima se le arrima ¿eh? Si el Pancho y la Yaris ya se han dado hasta por las orejas entre ellos porque tu yo no vamos a hacerlo.” Aquella confesión de que otros de mis primos ya se habían dado entre ellos me excito más. Yo por pura inercia puse mi mano en su entrepierna y la comencé a tocar por encima de su pantalón; ¡Dios, aquello era un puto sueño hecho realidad! Yo la miraba con evidente deseo y lujuria y en el rostro de mi prima se dibujaba una sonrisa de satisfacción. Pero entes de que ocurriera algo mas se oyó que sonó la puerta; ¡Mi tía había vuelto! Yo me separe de inmediato de Mandi y esta sonrió al ver mi reacción y antes de que me fuera de ahí me alcanzo a guiñar un ojo. Por suerte la puerta de la calle quedaba relativamente lejos de donde estábamos así que alcance a volver al comedor justo a tiempo. Mi tía entro y se distrajo al ver la tv por lo cual no vio mi rostro aun rojo por la excitación que había sentido hacia solo unos segundos antes.
Poco puedo decir de lo que aconteció después, solo diré que en lo que quedo de la noche mi prima actuó como si nada, yo estaba tan shockeado que ni siquiera me animaba a mirarla de frente, fue una fortuna que mi tía no se diera cuenta de mi actitud sino me habría visto envuelto en una grave bronca…Esa noche me fui a la cama con la cabeza hecha un mar de dudas; ¿Había sido real lo que había vivido hacia solo unas horas o fue fruto de mi calenturienta mente? Rápidamente borre de mi mente esa absurda idea, todo había sido real pero la pregunta aquí era: ¿Mi prima en verdad me deseaba o solamente jugaba conmigo? Para esa pregunta aun no tenia respuesta…
Me había quedado dormido y lo siguiente que recuerdo es que abrí los ojos, aun no amanecía pues se veía oscuro pero alcance a oír las voces de mi prima y mi tía, parecía que se habían levantado temprano. Entonces recordé que mi tía debía de ir a su trabajo el cual tenia un horario móvil así que esta vez le debía de tocar entrar temprano. Escuche movimiento, oír como preparaban algo de desayunar y después escuche mas movimiento; de seguro mi tía debía de estar preparándose a toda velocidad para ir al trabajo pues sino se le haría tarde. Entonces escuche pasos afuera de mi habitación la cual estaba cerrada, oí a mi tía hablar con mi prima Mandi, hablaban de la comida y de otras cosas de la casa. Escuche como ambas bajaban las escaleras rumbo a la salida y tras unos segundos oí como abrían la puerta de la calle, abrí mas los ojos y vi que apenas estaba amaneciendo y entonces al fin caí en cuenta de algo increíble: ¡Mi prima y yo íbamos a estar solos toda la mañana! Era una oportunidad única e increíble pero casi al mismo tiempo en mi mente pensé que me estaba precipitando, después de todo no tenia elementos para pensar que Mandi deseara pasar la mañana conmigo haciendo cosas indebidas…
Quizás lo del día anterior había sido solo una especie de juego o broma y yo me lo estaba tomando muy en serio…Oí como Mandi se despedía de mi tía, yo sabía que mi prima esperaba un poco en la puerta hasta ver que su madre subiera al autobús. Entonces mi cabeza hizo otra reflexión; ¿y si Mandi si quería conmigo pero ella esperaba que yo diera el primer paso? Tal vez ella quería que yo saliera de mi habitación y que le pidiera que fuera conmigo a mi cuarto o hasta tal vez deseaba que yo la sedujera de otra forma… ¡Dios, las mujeres son tan complicadas! Nunca las había entendido del todo y además yo distaba en mucho de ser un seductor o un galán, si Mandi esperaba eso de mi yo estaba perdido, jamás me hubiera atrevido a entrar a su habitación a pedirle algo así y mucho menos la hubiera tocado o manoseado a la fuerza…Pasaron unos segundos y oí como Mandi cerraba la puerta de la calle, mi corazón comenzó a latir con fuerza en mi pecho fruto de los nervios; ¿Qué pasaría, ella tocaría a mi puerta o tal vez ella se metería sin más a su habitación para seguir durmiendo? Había un escenario aun peor: que ella se metiera a su cuarto y que cerrara por dentro la puerta para evitar que yo entrara, aquello sí que me haría sentir muy mal…
Oí los pasos de Mandi llegar a las escaleras y en un segundo los escuche subir por ellas, era cosa de nada que ella estuviera en el pasillo, como su habitación quedaba al lado de la mía era seguro que pasaría frente a mi puerta…Mi mente decía sin parar que no pasaría nada, ella se metería a su cuarto y ya, no pasaría nada. Yo sudaba, estaba paralizado por la tensión y los nervios, en cosa de dos segundos escuche los ligeros pasos de Mandi pasar afuera de mi habitación. Una vez que estuvo frente a mi puerta y sin ninguna vacilación escuche como la abría de golpe y se metía adentro, mire a la puerta y ahí estaba ella, tan hermosa como siempre y a pesar de no estar maquillada se veía simplemente preciosa, vestía los típicos y horrendos camisones de abuelita que acostumbraba vestir como pijama y que mi tía igual usaba; Mandi fue directo a la ventana de mi habitación y que daba a la calle y se asomo, luego cerro la cortina y sin decir agua va se quito el camisón quedando solo en ropa interior, prendió la lámpara que había al lado de mi cama y se acostó al lado de mi al tiempo que me decía: “Bien, por fin solos primito, por poco lo echas todo a perder ayer, ¡Estabas bien nervioso! Por suerte mama no se dio cuenta, eso significa que confía al cien por ciento en ti, eso es bueno para nosotros, tenemos vía libre para hacer lo que queramos.” Yo estaba boquiabierto, no podía ni hablar de la impresión, por fin pude abrir la boca pero lo que dije fue una completa pendejada: “Pero, ¿vía libre para hacer qué?” Mandi me miro sorprendida y al notar mi timidez y mi estupidez sonrió de forma benévola y me contesto: “¡Ayyy! ¿Pues qué mas va a ser! ¡Pues coger!”
Ella coloco mis manos sobre su cuerpo y la mire más a fondo, solo vestía con un brassier color blanco y una diminuta tanga color negro. Ahí si rápidamente reaccione y como si al ver todo eso me hubieran activado un chip en alguna parte de mi cabeza yo me abalance sobre mi prima y la comencé a tocar y a besar por todos lados; estaba tan excitado que parecía pulpo. Ella se rió al ver como la tocaba y como pudo se desnudo, yo besaba y lamia su cuello y mis manos fueron directo a sus nalgas que tanto deseaba ¡Uff! ¡Estaban bien duras y firmes! Las apreté y toque a placer y entonces sentí las manos de Mandi en mi entrepierna, me dijo: “¡Oye, no es justo! Yo igual te traigo un montón de ganas y tu no me muestras nada.” Yo aun estaba vestido y sin más me quito el pants que vestía y me quito mi ropa interior.
Como estaba muy excitado mi pene estaba erecto y al verlo mi prima sonrió y con un gesto de malicia lo tomo con sus manos y lo comenzó a masajear, me dijo: ¡Mhhhh, que buena verga tienes…Así me la imaginaba, gruesa y cabezona!” Sin decir agua va se agacho y la comenzó a mamar, yo estaba totalmente en shock, la deje que me hiciera lo que ella quería pero entonces ella trato de quitarme la camiseta pero yo no quería, después de todo era muy velludo y tenía algo de panza, no quería que me viera así pero mi prima no lo permitió, me quito la camiseta y beso mis pezones y acto seguido beso mi ombligo y bajo hasta mi verga y la comenzó a mamar. Lo hacía bastante bien aunque le costaba trabajo, me dijo que la tenia bien gruesa y eso si era verdad, mi pene era grueso aunque no muy largo. Ella lamia mi glande mientras masajeaba el tronco, pronto de la punta me salió liquido pre seminal el cual al verlo se inclino y lo lamió, me miro y acto seguido me dijo: “Ya estás bien caliente y listo, ahora cógeme.” Se volteo y me ofreció sus nalgas, yo me excite aun mas al ver aquel par de montes de carne que tenia ante mí y su rajita, sin dudarlo me puse detrás de ella y la penetre, lo hice con cuidado y ella lo agradeció: “¡Ahhhh, gracias primito, si me la metes mas brusco me destrozas!” Yo estaba en la cumbre del placer, tenía el bizcochito muy apretado y húmedo. Al principio me moví lentamente pero acto seguido comencé a moverme con más velocidad hasta que al fin la estaba penetrando muy fuerte, mis manos la tomaron de su cintura para agarrar mas impulso y fuerza, se escuchaba como sus nalgas chocaban contra mi panza y el ruido que generaba mi verga entrando y saliendo de su húmedo chocho nos excitaba mas a ambos.
Ella solo gemía y gritaba, decía “¡Ayyyyy, que rico coges, sigue así, hazme tuya, dámela mas adentro, ayyyyy!” Yo al oírla me excitaba mas y hacia que me moviera más rápido. Yo alcanzaba a ver su rostro que a cada embestida mía sonreía de puro de placer, la estaba jodiendo tan fuerte que se oía como mis huevos chocaban una y otra vez contra su coño el cual ya estaba muy húmedo y mojado, ella me dijo: “¡Sigue, ya mero, ya mero me vengo….Ayyyyyyy!” Y grito aun más fuerte, sentí como su coño se estrechaba aun mas y en un acto reflejo me detuve y le clave mi pito lo más profundo que pude, ella grito aun más fuerte y hasta puso sus ojos en blanco, se tenso mucho y luego se desmadejo toda. Saque mi pene y me recosté a su lado, ella se repuso al instante y tras darme un beso me dijo: “¡Aun no terminamos! Aun falta que tu termines también.” Yo la hice que se acostara y sin mas la penetre en la posición del misionero; la comencé a penetrar lo mas fuerte que pude, mi prima me acaricio y toco feliz pues estaba gozando mucho junto a mí, me parecía increíble que a una mujer tan bella no le importara lo feo que era pero así era en verdad, ambos lo estábamos gozando mucho. Así estuve varios minutos taladrando su coño hasta que al fin sentí la necesidad de venirme, le dije: “¡Mhhhhh, Mandi, ya me vengo, ahhhhh!” No le pregunte ni nada, sin mas saque mi verga de su coño y expulse en varios chorros mi semen el cual ensucio todo su cuerpo y senos. Ella sonrió y se cubrió la cara, luego se embarro mis mecos en su cuerpo y dijo: “¡Te salen bien espesos primo! ¿Pues cuanto hacia que no cogías?” Yo entre jadeos le dije: “Hace dos semanas que no descargaba”
Ella se rio y me agarro los huevos, me dijo: “¡Con razón tienes tamaños huevotes! Pero ahora todo va cambiar, de ahora en adelante te voy a tener bien atendido.” Así estuvimos un rato, yo me sentí agotado pero al poco otra vez me puse como burro en primavera, ella me dio otras tremendas mamadas y ahora Mandi me monto, se dio unos duros sentones y así estuvimos una media hora cogiendo sin parar hasta que ya no pude mas y le eche mis mecos en sus nalgotas. Esta vez sí que quede agotado y tras descansar unos minutos nos metimos a duchar para asearnos pero al ver su sensual cuerpo mojado no pude contenerme y me la volví a coger bajo la ducha, así estuvimos varios minutos y esta vez acabe en su cara, ella se comió mis mecos y otra vez tuvimos que asearnos. Una vez que terminamos fuimos a mi cuarto y ahí nos acostamos y yo me quede dormido pues me sentía agotado pero feliz. Me quede dormido y desperté unas horas después, era mediodía y mi prima no estaba en la cama, baje las escaleras y ella estaba preparando el desayuno, la bese en la boca y la manosee toda pues vestía con shorcito que le quedaba muy pegado; la ayude a hacer el desayuno y una vez que comimos yo me vestí para ir a la escuela no sin antes que mi prima Mandi me diera unas mamadas de verga y me diera unos besos en mi glande a manera de despedida.
A partir de ese día mi prima y yo cogíamos cada que había oportunidad; le di verga por su ano y en varias ocasiones me vine dentro de su pucha y de su ano, en muchas ocasiones yo termine en su boca y ella se tragaba mi semen, vivimos muchas aventuras sexuales aunque como todo nuestra historia concluyo pero aun el final fue muy excitante y sexual pero esa es una historia que contare en otra ocasión.
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