Marina pierde la vista
Marina pierde la vista, pero no las ganas de follar con su dulce hermanito.
Nos dirigíamos a la ciudad de Cancún desde playa del Carmen en México mi padre y yo, la lluvia no nos daba mucha visibilidad, de pronto nos pasó un tráiler a un lado de nosotros mi padre perdió el control en ese momento nos salimos de la carretera fue lo último que me acuerdo antes de perder el conocimiento, mi familia se compone de mi madre Paola de 51 años, mi padre Néstor de 58, mi hermanito Alex de 17 años y yo me llamo Marina y tenía 22 años cuando paso todo esto que les cuento.
Recobre el conocimiento en el hospital después de varios días, lamentablemente en el accidente falleció mi padre y yo quede totalmente ciega por un golpe en la cabeza, los doctores decían que era una ceguera temporal, tal vez por la inflamación de mi cerebro, me dijeron que era cuestión de tiempo para recuperarme, las risas en casa habían mermado, mi madre tuvo que tomar las riendas del negocio familiar una tienda de abarrotes bastante exitosa, no podíamos darnos el lujo de dejarla caer ya que era nuestro único sustento, además del dinero del seguro de mi papá, por lo que mi hermanito después de la escuela y mi madre se la pasaban todo el día en la tienda, yo sin poderles ayudar me la pasaba también allí deambulando sin oficio ni beneficio en compañía de mi madre aunque solo en calidad de bulto, mi impotencia de no poderla ayudar y ser una carga me deprimió bastante.
Ya había pasado un año y mis ojos no me respondían, los médicos me revisaban constantemente para determinar si había algo físico que no me permitiera ver, habían llegado a la conclusión que mi ceguera era a causa del estrés que no permitía un ambiente adecuado para mi recuperación y para colmo los problemas no pararon desde el accidente de papá, como si fuera el destino que jugaba con nosotros, mi madre muere de un aneurisma en la tienda.
Para no hacerles larga mi historia mi hermanito a sus cortos 18 años toma las riendas de la tienda y deja de estudiar, para atenderme a mí y a la tienda, él es muy paciente conmigo me trata bien aunque al estar en la tienda todo el día y la ausencia de nuestros padres lo ha hecho un poco amargado, el peso de las responsabilidades a su edad lo agobian, así como la administración, el pago de impuestos proveedores, etc.
No sé cómo ayudarlo, en ocasiones platicamos en la tienda recordando a nuestros padres, la gente del rumbo conociendo nuestra desgracia nos apoyan comprando en nuestra tienda y platicando con nosotros de vez en cuando, ahora cerramos ahora a las 9 de la noche y abrimos la tienda a las 8 am, ya que mi hermanito me ayuda a pasar de la tienda a la casa, que están prácticamente pegadas, me selecciona mi ropa, también tiene que limpiar la casa y cocinar, me siento una inútil, hasta que un día sucedió algo que cambio nuestras vidas, lo escuche mientras yo me bañaba, mi hermanito me estaba espiando, no lo podía creer, le hable Alex, ¿Alex eres tú? y no me contesta pero yo sé que está allí, lejos de volver a escuchar sus torpes movimientos, me doy cuenta, por el olor característico que expide su cuerpo, su aroma natural que ya se identificar, no sé qué hacer en ese momento lo único que atino es a seguir bañándome como si el no estuviera allí, tomo mi toalla me seco y salgo del baño, no tengo problemas en andar por la casa ya tengo medidos los pasos y se exactamente como ir a mi habitación y a los demás sitios de la casa, sin embargo en la tienda es diferente, si necesito ayuda ya que por el movimiento de mercancía, es casi imposible pasar, me puedo tropezar con cualquier cosa.
No sabía cómo reaccionar ante esta situación, al principio me enojo que se aprovechara de que estoy ciega para verme desnuda, y por otro lado lo entiendo un poco ya que él no tiene un momento de ocio, ni una novia o amiga, ya que todo el tiempo está en la tienda conmigo, y a su edad las hormonas están a mil, cosa que también me paso a su edad y ahora en mi condición solo me masturbo de vez en cuando, mientras estoy en el baño y mi hermanito en la tienda, por lo que entiendo que este observándome como mujer.
Una de tantas noches en que ya me había ido a descasar a mi habitación un pequeño ruido me despertó me levante silenciosamente y me dirigí al pasillo cerca de la puerta de la habitación de mi hermanito, no llegue al marco de la puerta ya que no sabía si estaba abierta o cerrada y podría verme, escuche entre suspiros que decía mi nombre, Marina, hay Marina, cielos que buen par de tetas tienes hermana, me encantan tus tetas, no son como las de las clientas ni de nadie que haya visto, como me gustaría follarte bebe, me encantaría sopesar tus enormes melones y hundirte mi polla hasta lo más hondo de tu vagina, por que tenías que ser mi hermana, oía su respiración agitarse, supuse que él se estaba masturbaba a mis costillas.
Regrese en silencio a mi habitación pensando en todo lo que le excitaba a Alex de mí, me sentí agobiada ya que yo lo quería mucho por todo lo que hacía por mí, la verdad al escuchar sus bramidos y mencionarme tan pecaminosa-mente me daba cuenta que tan necesitado estaba mi hermanito, y después de meditarlo con mi almohada me di cuenta en que podía ayudar a Alex, me di cuenta que su mal humor era por la represión sexual, ja ja y no lo ayudaba mucho al respecto.
Ya que yo contaba con un cuerpo muy pecaminoso y la verdad desde que quede ciega se me había olvidado, lo que este cuerpecito le causaba a los hombres, se me había olvidado como babeaban por mí, mis compañeros y hasta los profesores, mi cara y mi cuerpo eran parecidos a una modelo llamada kate upton para que tengan una idea.
Los días iban pasando y mi hermanito me seguía espiando en el baño, aprovechándose que nunca cerraba la puerta del baño por el acuerdo que podía resbalarme y golpearme quedando inconsciente era una acción que habíamos acordado desde que falleció mamá, sabia cuando se asomaba ya que su olor a sudor de mi hermanito lejos de acostumbrarme me empezó a gustar mucho, y rápidamente mi cerebro lo identificaba, siempre entre el cancel borroso del baño, sin embargo mi inconsciente me fue traicionando y cada vez me agradaba más que me viera casi desnuda, empezó a calentarme, sentía el agua fría caer por mi cuerpo pero en mi entrepierna y mi cara no lograban enfriarse, las sentía más calientes al sentir su presencia en el baño, mis senos firmes y mis pezones duros, cielos ni todo el agua fría del depósito lograban apagarme.
Empecé a masturbarme más seguido silenciosa en el baño de la tienda mientras mi hermano atendía a los clientes, mis suspiros ahogados eran inevitables me acordaba de sus palabras de mi hermanito en aquella noche, me encantaría sopesar tus enormes melones y hundirte mi polla hasta lo más hondo de tu vagina, cielos no sabía quién estaba más caliente yo o mi hermanito Alex.
A mis 23 años se supone que ya había pasado por la adolescencia tenía miedo de que en cualquier momento o a la primera provocación de acoso que me hiciera Alex, sé que yo terminaría desnuda y poniéndome en cuatro patas para ser follada como una cerda, sabía que mi voluntad ya estaba doblegada a sus deseos en cualquier peligroso momento, solo pensaba en su polla hundida en el fondo de mi vagina, solo esperaba que no se diera cuenta de eso, ya que estaba dispuesta a dejarme follar, a que me hiciera lo que quisiera a que me usara cuando quisiera, estaba fuera de mi de excitada.
Estaba tan mojada que mis pantaletas las traía todo el tiempo empapadas, sabía que si mi hermanito no se propasaría conmigo, la que iba terminar saltando sobre él exigiendo polla era yo, pero gracias a dios se dio un incidente días después, me propuso ver en la habitación de nuestros padres una película, es decir yo la escucharía y el me narraría lo que vio por episodios, no era la primera vez que hacíamos eso, la diferencia es que en ese tiempo nuestra madre vivía todavía y estaba con nosotros en la habitación.
Así que esa noche me prepare con todo me afeite el coño, me perfume y me dispuse a planear el incesto tan deseado por ambos, mientras untaba crema en todo mi cuerpo pensaba en que estaba totalmente loca, pensaba que de estar sana jamás pensaría en follar con mi hermanito, y ahora no solo lo pensaba lo deseaba, necesitaba que él me tomara y que hiciera conmigo lo que él quisiera, deseaba ser su esclava, ya incluso tenía sueños húmedos con mi hermanito.
Esa noche empezamos a ver la película una de terror, que mejor para abrazarlo en pretexto de mi supuesto miedo, a los primeros gritos eso hice, lo abrazaba y le decía que no me suelte, llevaba una blusa de tirantes y nada abajo, deje que se deslizara en mis hombros en uno de esos sustos, mi hermanito me abrazo y noto mis tetas desnudas las tomo entre sus manos y las estrujo delicadamente, yo suspire y le dije hay Alex ya no te reprimas mi cielo haz conmigo lo que quieras y me deje llevar, me desnudo inmediatamente, casi rompe de desesperación mis pantaletas , él me decía te deseo tanto, tanto no lo puedo controlar mientras abría mis piernas al máximo sobre la cama de nuestro difuntos padres, me decía te voy a follar hermanita mientras sentía la punta de su polla en mis labios vaginales, me la metió de un solo golpe y sin contemplaciones, me entro como cuchillo en mantequilla delo mojada que estaba, su polla era gruesa sentía como se abría mi vagina, era más rico de lo que me imagine o era tanto tiempo sin sentir una verga, la sentía gruesa, gorda y caliente la polla de mi hermanito, por fin estaba ensartada por ella, era tanto nuestro deseo que en tres mete y saca me estaba viniendo gritando como una cerda, mientras que él gruñía como un león y aporreaba sus bolas en mí, inundando mi vagina de su semen no aguanto nada pero no era el único casi al momento de penetrarme me vino mi primer espasmo y en cada estocada me vine de solo pensar que la polla que tenía adentro era de mi amado hermanito.
Cayo sobre mis pechos con su polla adentro y su semen dentro de mí, y me dijo o dios como deseaba esto y yo le conteste yo igual deseaba tenerte así, no me la saques nunca, y él me contesto ten por seguro que no te la voy a sacar nunca hermanita, mientras decía esas palabras sentí su polla otra vez dura como una fierro hirviendo entre mis piernas , me sentí plena y feliz de las perversiones que mi adolescente hermanito aria conmigo y desde ese día me abandone al incesto. Me hizo de todo me follo ese día como 10 veces de perrito, de misionero, se la mame, me comió mi coño, y metió por fin entre mis tetas su verga, lo que él quería se lo daba y lo disfrute a mil, terminamos desechos, me dijo que le dolían los huevos de tanto estrellarlos en mi coño, y yo traía el coño todo escaldado y mis tetas adoloridas.
Me sentía feliz, tanta tensión fue descargada mi hermanito dormido ahora en nuestra cama, el olor a semen en el ambiente me relajaba, desnuda alado de mi macho, me daba seguridad y tranquilidad ya que no podía ser recriminada por nadie en ese momento, solo estábamos en el mundo mi hermanito Alex y yo.
Yo me sentía libre y feliz por fin, me gusto dormirme lentamente sabiendo mi vagina llena del semen de mi hermanito y relajada por los orgasmos que me dio su gruesa polla.
A la mañana siguiente me estire y abrí los ojos, la claridad de la ventana me sorprendía, me senté al borde de la cama, cerré los ojos y los talle levemente y fije la mirada y poco a poco pude ver la habitación de nuestros padres, mi felicidad era plena como hace mucho no me sentía, mire a la cama y vi que mi hermanito no se encontraba, me vestí y salí apresurad amente en busca de él y al asomarme en la tienda lo veo más guapo de lo que lo recordaba, él me ve y me dice que hay hermanita ya has desayunado como la pasaste anoche descansaste me dijo sonriendo, él no se había dado cuenta que ya veía.
Y le dije al ver que no había nadie en la tienda, Alex ya puedo ver, ya puedo ver, hoy en la mañana desperté y abrí los ojos y ya te puedo ver.
Su cara de confusión de Alex no se me olvidara levanto la mano y dijo cuántos dedos tengo acá, y le respondí, entonces su alegría se dibujó en su rostro y corrió a abrazarme.
Me envolvió con sus fuertes brazos, me acorde en que me hizo suya anoche y su aroma mino mi nariz y mi vagina segregaba tanto líquido que cerré las rodillas instintivamente, de lo feliz que estaba lo único en lo que podía pensar es que quería ser follada brutalmente por él otra vez.
Pero no sabía que hacer ahora que ya veía.
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