Marina y su hija de 6 años
Sexo incestuoso madre e hija. .
Marina y su hija de 6 años.
Bueno esta es mi primera historia, es pero que les guste.
Marina era una mujer de 40 años, tenía 8 meses de embarazo y una hija de 6 años; la tristeza de sus ojos verdes se combinaban con la belleza de su rostro, y la suavidad de su tez clara; su cabello castaño oscuro bien cuidado y brillante, hacían de ella una mujer hermosa y deseable, algo que ella había dejado de creer.
Sus pechos grandes, con pezones hinchados y largos, oscuros, que de vez en cuando se le salían algunas gotas de líquido precalostro, lubricandole los conductos mamarios, en combinación con la revolución de sus hormonas la calentaban mucho.
Siempre a la hora de dormir se pellizcaba los pezones estirandolos hacia arriba, arqueaba la espalda de placer, manándo líquido precalostro, espeso, amarillento, embarrandose los dedos, para después con una mano acariciarse la barriga hinchada, pues le gustaba mucho tocarse el ombligo, que debido a su estado de preñez estaba botado hacia afuera; se lo apretaba y se introducía el dedo del medio, empujando el ombligo a su lugar, lubricándolo; con la otra mano se acariciaba el clítoris, y se halába los pelos del púbis, gemía y mencionaba el nombre de su ex-marido, recordando cuando tenían sexo muchas veces con la puerta del cuarto abierta, con una mezcla de morbo y temor de ser sorprendidos por su hija de 6 años que dormía en el cuarto contiguo; en este punto Marina entraba en un frenesí sexual a punto del orgasmo, recordaba como le pedía a su ex-marido cerrar la puerta del cuarto, y el susurraba al oído que quería preñarla de nuevo y que no le importaba si su hija de 6 años los sorprendía; gritando el nombre de su ex-marido y con las tetas bañadas de líquido precalostro, Marina llegó a un explosivo orgasmo tan fuerte que hizo un potente squirt, y se le prolapsó el útero, mojando las sábanas y el colchón; sin fuerzas y casi dormida escuchó a su hija parada en la puerta con su osito de peluche en la mano.
Mariana: Mami, que pasa, a regresado papá?
Ante la sorpresa de ser sorprendida por su hija, Marina tan rápido como pudo se tapó con las sábanas.
Marina: ¡Bebé! ¿Que haces lavantada a estas horas?
Marianita: Es que me desperté, y te oí gritar el nombre de papá y pensé que el había regresado.
Marina: No nena, papá no va a regresar, estamos solitas.
Marianita: ¿Puedo dormir contigo? Es que tengo miedo.
Marina: Pero ya la bebé es una niña grande…
La nena no la dejó terminar, se escabulló debajo de las sábanas, acurucándose a su lado; la ternura de este gesto hizo que Marina quisiera protegerla de todo, y le respondió abrazándola. Solo las separaba su panza, era un abrazo de tres.
Marina: Ya nadie nos hará daño, ni a ti, ni a tu hermanita.
Marianita: ¿Mami, estabas haciendo lo que hacías con papá?
Marina: ¿Como tu sabes lo que yo hacía con papá?
Marianita: Yo los veía escondida, por eso me levanté cuando te escuché.
El recuerdo de aquellas noches de sexo salvaje con el padre de su hija, y el haber fantaseado tanto con que la niña los sorprendiera, agregándole ahora el morbo de saber que su bebé los espíaba, hizo que Marina se mojara de nuevo, sus pezones se erizaron, brotando de ellos el dulce líquido otra vez.
Marina: ¿Quieres que te enseñe un jueguito?
Marianita: Siii, mami…
Marina: Vamos a jugar que te doy lechita, como cuando eras chiquitita.
Marianita: Si mami, que rico…
Marina se quitó la bata quedándose desnuda completamente, la idea de que su bebé de 6 años le mamara las tetas, la pusieron como una hembra en celo, se apretó un pezón, para sacarse más líquido precalostro, y le dio la teta a su hija para que mamara.
Marina: Prueba este jugito para que veas que dulce, si chupas bien detrás viene la lechita.
Marianita: Mmmm, que rico mami, quiero la lechita.
Maria se acomodo, se recostó al espaldar de la cama, y pasó su brazo tras la espalda de la niña, con la otra mano se sobaba el ombligo, su estado de preñez la exitaba demasiado, se acariciaba la panza, luego su púbis, hasta su chocho, se ordeñaba el clítoris con dos dedos.
Marina: Chupame el ombligo bebé…
La niña obedeció, le chupaba el ombligo botado como si fuera una teta, la madre estaba en el cielo; pujó un poco para provocarse un prolapso uterino, que sucedió con facilidad debido al tamaño del feto; con el útero afuera se introdujo un dedo, metió la otra mano dentro del pijama de la bebé, buscaba su culito, le metió la punta del dedo en el ano a su hija, que no le dolió por la lubricacion del jugo de sus tetas. La niña ya sabía lo que era el sexo, pues había visto a sus padres muchas veces, y sin pensarlo bajó a chuparle el clítoris a su madre, que tenía metido el dedo del medio entero en su útero; Marina estaba en el umbral de orgasmo, la niña también estaba fuera de sí, le quitó la mano a la madre para mamarle el útero, le introdujo la lengua hasta la mitad y con dos dedos le pajeaba el clítoris gordo y desarrollado a su madre como su fuera un pene, Marina estaba a punto de explotar en el orgasmo más delicioso de su vida.
Marina: Bebé, mami se va a venir, y te va a dar un jugito saladito.
La niña sabia lo que era venirse, y le dijo a la madre una frase que le decía su padre cuando le daba sexo oral.
Marianita: Echamelo en la boca, mami…
Marina no pudo más y se vino en la boca de su hija de 6 años, contrajo todos los músculos de su cuerpo, mientras arqueaba la espalda, la niña intentó tragar el squirt de su madre pero era demasiado fuerte, casi se ahoga, el útero se le dilataba y contraía, la barriga se le deformó con el movimiento del feto, como si la bebé que llevaba dentro estuviera teniendo un orgasmo también, cada poro de su piel se erizó, luego de minuto y medio de orgasmo, se abrazaron y se quedaron dormidas las dos acurrucadas tiernamente.
Mmm que bueno tú relato y lo siguieron haciendo de nuevo
Que hermoso relato. Lo que más me calienta son las mujeres que se cogen a sus hijitas y si están preñadas esperando otra nena ni hablar, es lo máximo. Espero que la historia continúe. Un saludo.
Gracias, seguro q continuará…
Yo tengo a mi pequeña de 7 meses de la cual le comencé a dar mi clitoris para que lo mame desde chiquita. Si lo tienes gordo ella lo mamará como pezon. Buen relato.
Que pruebe tu pezón escurriendo de semen y me cuentas que pasa
Hola luce como estas dime será que podemos hablar tienes como comunicarnos telegran tus relatos están buenos q subiste por fa accede a responder
mi esposa esta a punto de parir una nena y sueña con hacer lo mismo
Dios mío… continúa, me ha puesto super cachonda
Que deliciaaaaa!!!
Me encanto hermosos relato una madre que sabe complacer a su hija las amo…….