MARTA Y SU HIJO MARIO.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi nombre es Marta tengo 42 años, y un hijo que tiene 17, se llama Mario, mi vida de joven fue muy acelerada, pues me case con José a los 19 años y tuve a Mario a los 20, luego de algunos años nuestra vida de matrimonio se fue convirtiendo en un infierno, pues los dos trabajábamos y estudiábamos, debido a eso casi no nos veíamos y en la noche por el cansancio nuestras relaciones sexuales fueron disminuyendo cada vez mas, al cabo de 5 años ya no teníamos nada, y descubrí que José tenia una amante. Debido a esto nos separamos y el se fe a vivir con su amante y yo me quede viviendo en casa con mi hijo, que para esta fecha ya tenia 5 años. En mi país hay unos lugares que se llaman guarderías, son casas donde cuidan a los hijos mientras los padres trabajan, entonces mientras yo trabajaba dejaba a mi hijo Mario en la guardería. Cuando mi hijo cumplió los 6 años yo ya había terminado mis estudios universitarios y conseguí un trabajo en una empresa del gobierno, en este trabajo podía tomar mucho tiempo para asuntos personales, así que podía acompañar a mi hijo a la escuela por las mañanas y recogerlo por las tardes e irnos a casa, así transcurrieron los años.
Lo que quiero contar ocurrió cuando mi hijo cumplió los 17 años, mi hijo ya a esa edad era mas alto que yo, quizás por que su padre mi ex – marido media un poco mas del 1.80 MT. Como desde hace un año Mario hacia ejercicio también se miraba bastante corpulento, a esa edad los muchachos se masturban mucho eso lo había leído en algunos libros que me sirvieron para instruirme en la educación de mi hijo. Yo descubrí muchas veces a mi hijo masturbándose en el baño, sin que el se diera cuenta, pues el baño tiene una ventana pequeña al costado de la ducha y la figura del que esta en el inodoro se trasluce por la puerta de vidrio. Mi hijo y yo nos teníamos mucha confianza ya que desde siempre nos habíamos llevado muy bien, debido a esto en la casa mi hijo solo se mantenía en ropa interior, al igual que yo y a veces no me ponía sujetador. Creo que esto fue lo que dio comienzo a esta relación tan diferente entre mi hijo y yo, pues yo me daba cuenta perfectamente que Mario siempre que me volvía a observar disimuladamente mi cuero y mis tetas tenia una erección y disimuladamente se dirigía al baño a masturbarse, esto al principio lo tome como algo normal y me gustaba muchísimo que yo le excitara, además yo también me masturbaba de vez en cuando para aliviar un poco la falta de marido ya era de varios años, pues después de mi ex – esposo solo tuve dos aventuras que fueron un poco relámpago. Poco a poco mi hijo fue menos discreto en sus miradas hasta el punto que cuando estábamos juntos me miraba fijamente a mis tetas, mis piernas, mi vagina que aunque estaba cubierta por mi tanga se trasparentaban mis labios vaginales ya que yo me rasuro completamente. A mi me pareció normal hablar del asunta para saber que pensaba de todo esto y me decidí a preguntar.
– Mario, quiero preguntarte algo
– Dime mamá que quieres
– ¿Por qué me ves tanto?
– Yo no te veo
– Déjate de cosas, ya me di cuenta que no podes despegar tus ojos de mi
– Bueno la verdad – Me dijo un poco avergonzado – es que me gusta verte tu cuerpo
– Por que te da vergüenza Mario
– Porque no se, creo que te puede disgustar Entonces yo dije algo que cambio toda nuestra relación de madre a hijo
– A mi me gusta muchísimo que me veas, a mi también me gusta verte en ropa interior me pareces muy atractivo Pude observar que le crecía una gran erección y le dije
– Te excita verme
– Si mamá me excita mucho
-¡Ha¡ por eso te masturbas tanto Entonces puso una cara de asombro y se sonrojo y me dijo
– Perdón mamá ¿No sabia que te dabas cuenta?
– No te preocupes hijo es algo normal, yo también me masturbo, aunque no con tanta frecuencia como tu lo haces, además el que nos veamos sin ropa no tiene nada de malo, ¿recordas cuando nos bañábamos juntos?
– Si mamá me acuerdo.
– Entonces, no hay porque estar apenado ok.
– Si mamá ya no me avergonzare
– Bien hijo Desde ese día ya no se escondía tanto para verme sino que me miraba directamente y sin disimular lo mas mínimo, además me empezó a contar cosas que le decían sus amigos de las mujeres, que como eran en la cama etc. Entonces ya que no tenia papa pensé que era mejor que yo como su madre le explicara como era lo del sexo, así que empecé por conseguir literatura y videos que pudieran ayudar al tema y empezamos a conversar acerca del tema con mucha naturalidad, algo que me agrado y me tranquilizo. Hasta que ocurrió lo siguiente
– Mario ya te he explicado como es una relación sexual, ahora te mostrare un video en el que ilustran las distintas posturas de penetración.
– Si mamá Entonces coloque el video y en la pantalla del tele salía una pareja en ropa interior muy sugestiva, la mujer en lugar de tanga usaba hilo mi hijo me dijo
– Que bonita se mira esa mujer con ese hilo
– Te gusta como se ve
– Si mamá muchísimo, me gustaría verte así algún día
– Bueno después me comprare algunos para que puedas apreciar bien ok.
– Si mamá Cuando empezaron a besarse el video narraba la forma como tocar a la pareja, también la forma de estimular los pechos y pezones de la mujer y la forma de agarrar el pene al hombre, en otras palabras era un video que instruían magníficamente, tenia de todas posiciones, sexo oral y hasta como practicar el sexo anal, esto me tenia muy excitada, sin hablar de cómo estaba Mario. Al final del video Mario me dijo que estaba muy excitado y que se tenia que masturbar yo le deje que también estaba, entonces me pregunto
– ¿Te vas a masturbar también?
– Hijo no me preguntes eso
– Solo quería saber
– Si hijo me voy a masturbar, si deseas mastúrbate aquí
– Mamá me vergüenza que me veas
– No te preocupes no es la primera vez que vea a un hombre masturbarse
– Entonces se bajo su slip y saco su pene, era grande, muy grande, comenzó a masturbarse frente a mi me daban ganas de mamársela pero me contuve, paso algún tiempo hasta que se vino muy abundantemente y me cayo un par de chorros de semen en mis piernas y el quedo recostado en el sofá, entonces le dije
– Has quedado satisfecho hijo
– Si mamá muy satisfecho
– Bueno ya no tenes que esconderte en el baño para masturbarte, de ahora en adelante lo puedes haces donde quieras ok.
– Gracias mamá eres la mejor.
Luego el se retiro a su cuarto y yo me puse algo ligero y salí a comprar los hilos que le había prometido a mi hijo, decidí que no comprar un par sino que cambiaria todas mis tangas por hilos y compre los suficientes para poder usar en cada momento, de colores con figuras, etc. Al llegar a casa Mario estaba viendo la TV y me pregunto de donde venia, yo le dije que de hacer algunas compras, me fui pasando hasta el baño y me di una ducha y solo me puse un hilo negro casi trasparente, cuando salí y pase frente a mi hijo para ir a la cocina me dijo
– ¡Mamá¡, que linda te ves guau que preciosa
– Te gusta como me veo
– Claro que si
– Quieres verme bien
– Si mamá Entonces me acerque al sofá donde estaba sentado y me di varias vueltas frente a su cara
– Mamá me gustas muchísimo, perdona por lo que te voy a decir, pero me gustaría mucho tocarte las nalgas
– Hijo, no se, bueno Entonces me puse de espaldas, el se para y puso sus manos en mis nalgas, yo sentí que me quemaba de la excitación e hice mi cuerpo hacia atrás y pegue todo mi culo en sus manos, sentí perfectamente la punta de su pene que había salido de su slip en mi espalda y de repente quito las manos de mi culo y las puso en mis tetas, y las apretaba mientras sentía la punta de su pene en medio de mis nalgas y le dije
– Hijo yo solo te dije las nalgas
– Pero mamá también me gusta tus pechos y todo tu cuerpo
– Mmmm, hijo pero esto nos puede llevar a otras cosas que no deben mmmm ser A mi me gustaba muchísimo lo que sentía e hice mis manos hacia atrás y lo atraía mas hacia mi. Luego el dejo una mano en mis tetas y la otra la metió debajo del hilo y me toco los labios vaginales y mi clítoris, en ese momento me deje llevar por la excitación y le baje hasta los muslos el slip y quedo todo su pene erecto en medio de mis nalgas y el hizo lo mismo con mi hilo y sentía como la cabeza se su pene se deslizaba a lo largo de mis nalgas y pasaba sobre mi ano, yo me sentía súper excitada.
– Hijo uummmm que rico, te gusta
– Si mama me gusta mucho No aguante mas y así de espalada como estaba le tomo con una mano el pene y lo dirijo a mi ano y le dije
– Hijo metemela despacito
– Si mamita despacito Empecé a sentir como entró su glande en mi ano y me dolía un poco pero no lo detuve y fue penetrándome, poco a poco hasta que sentí que sus testículos topaban en mis nalgas y le dije
– Hijo que rica tu verga,
– Tus nalgas están riquísimas mami
– Te acordas del video
– Si mamá
– Entonces comenzó despacio y después mas rápido Y comenzó a sacarla y meterla despacio y fue incrementando hasta que ya sentía que me estaba dando una gran cogida Si hijo mmmmm así metemela mas mmmm así cosita acaríciame el clítoris haaaaaa mas mas, hijo me vengo hijo Yo también mami mm que rico En ese momento sentí un gran orgasmo como hacia mucho no sentía y sentí que me llenaba el culo se semen fue algo increíble, sin despegarnos mi hijo se sentó en el sofá y yo quede sentada enzima de el y le dije
– Te gusto hijo
– Claro mami muchísimo
– Vamos al baño Nos despegamos y en el baño me saque el semen del culo y le lavé su verga, la cual se le erecto de nuevo y comencé a mamarlo, los senté en la tasa y me puse enzima de el y me introduje poco a poco hasta que me la metí toda y comencé a cabalgar
– Ha hijo que grande la tenes ¿te gusta?
– Si mami movete mas rápido Nos movíamos como locos hasta que acabe y mis contracciones hicieron que mi hijo me llenara de seme toda mi vagina. Luego nos terminamos de bañar.
Este fue el comienzo de mi vida de incesto con mi hijo, tengo mucho mas que contar pero lo haré luego.
Delicioso relato, similar fue con mi mamá
Yo también lo hice con mi madre nunca lo olvidaré
Que buena madre