Mas de mis experiencias pegajosas..
Relato sobre mis experiencias sexuales, de mi vida real.
Hola, cómo están? Aquí viene la segunda parte que estaban pidiendo. La verdad es que hay mucho que contar de mi vida. Les sugiero a todos y todas que lean mi primer relato para interiorizarse con mi vida.
Cumplí 25 años. Seguí siendo la misma chica gotica, sadomasoquista, fanática del semen de hombres y animales por cantidad. A esa altura, había tenido un novio, pero no termino muy bien. Lo que si avanzo muy bien fue mi relación con mi hermano menor y con mis perros.
Para ese entonces, el vicio de mi hermanito era mi vagina, mi garganta, las pajas que le hacía y como lo dominaba…
Fue pasando de eyacular rápido y durar muy poco durante la penetración, a poder controlarla todo lo que quisiera, y a eyacular muchas veces sin parar prácticamente. Mi vagina rosada, siempre húmeda, caliente y ansiosa de su pene, había entrenado bien a mi hermanito. Y aveces lo dejaba sin leche de tanto montarlo y hacerlo eyacular una y otra vez dentro de mi, rellenando mi conchita como me gusta. Pero ahora toca contar más sobre mi relación con mis dos perros y con algunos otros canes que me cogí.
La verdad, no me interesaban mucho otros chicos más que mi hermano menor, y mi mayor atención sexual iba para mis adorados perros sementales. Los crié desde cachorros con mucho amor. Y mi conexión con ellos era absoluta. Me recostaba en los sillones o en mi cama a ver porno de zoofilia y mientras yo me tocaba, mis perros siempre locos por cogerme, venían ambos a darme placer. Uno lamiendo mi vagina y mi ano, el otro lamiendo mi boca, y yo dándole mis besos de lengua, saboreando su saliva tibia mientras calentaba…las horas se me pasaban cogiendome a uno por vez o haciendo trío con ambos. No puedo explicarles el placer y los múltiples orgasmos y squirts que tenía, mientras se turnaban para penetrar mi vagina y llenarme, montarme como su perra, y yo, disfrutando de cada sensación, de cada una de sus eyaculaciones dentro de mi vagina y mi ano, dejándolos super rellenos de semen tibio. Aveces lograba que me hagan doble penetración, abotonamiento, aveces cogíamos en misionero. Otras en 4, otras yo encima de ellos. Se las chupaba tanto que mi boca y mi garganta eran recipientes de su elixir, haciéndome chorrear fluidos de mi boca a montones, mezcla dulce, pegajosa, de sus fluidos y mi saliva, mi lubricante favorito.. lechita con baba.. traten de imaginar como se siente estar abotonada con semejante pija adentro, que no para de largar leche, con fuerza, inundandote y haciéndote sentir mucho placer, mientras más leche adentro, mejor. Soñaba con que muchos perros más me hicieran un creampie gangbang. O al menos, que me lo hagan unos chicos. Mis perros me amaban y todos los días dormían conmigo. Todos los días los ordenaba de una manera u otra. Mi cama terminaba siempre hecha un charco de leche. Y mi hermano se empezó a sumar. Veía zoo conmigo, y le gustaba que se la chupe mucho mientras mis perros se turnaban para montarme y penetrarme. 3 pijas a la vez para mí!! Que felicidad tenía. La verdad no me sentía culpable de nada. Mi mayor gusto compartido con mi hermano era este: hacer que los perros me rellenen completa mi vagina, de su precioso semen, y una vez mi vagina completamente inundada, mi hermanito, habiendo estado su pene mientras tanto, en mis manos, mis pechos, o mi garganta, ya a punto de acabar, esperaba que me rellenen y me la metía. Se siente tan bien.. su pene durísimo ya goteando leche, entrando en mi mientras mi vagina rebalsaba de semen canino.. y así rápidamente, mi hermanito liberaba toda su carga dentro de mi, mezclando su semen con el de mis perros, y haciendo una cascada de esa mezcla fluida entre mis piernas. Eso era lo que más placer nos daba. Aunque necesitábamos tener una. Dos o mas pijas bien cargadas de leche para hacerlo. Y lo hacíamos hasta que no le quedaba semen ni a mis perros ni a mi hermano. Casi siempre mi hermano se venía dentro de mi vagina o ano, aunque también dentro de mi garganta. Amaba hacerlo ver mis videos de zoo favoritos, y dedicarme a pajearlo durante largos ratos, usando mi baba, la de mis perros o sobre todo su semen, para lubricar su pene. Tenía que hacerlo despacio, diciéndole cositas al oído, llevándolo al límite, haciendo que cuando por fin acababa, lo hacía con gran potencia y cantidad. Chorros enormes de su semen caliente, dulce, espeso.. lo pajeaba hasta que llegaba al límite y justo antes de que acabará, hacía que me penetrara mi vagina o garganta y ahí rápidamente, explotaba.. el aprendió ayudarme mucho con los perros, y así lograbamos triple penetración. Una pija por la boca, otra por mi vagina. Otra por mi ano. Todas acabando dentro De mi. Imaginen eso. Así tenía yo mis buenos orgasmos. Y la verdad es que hay mucho más para contar, así que estén atentos/atentas. Me encanta leer y responder sus comentarios, y si por ahí alguien quiere tener algún sexting conmigo sobre esas cosas.. manden mensaje y vemos 🙂
PD: dónde te gusta acabar más a vos y como? O como te gusta que te acaben?
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