Masaje para papá con final feliz
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por getaway11.
Voy a explicar un poco mi situación hasta hace unas semanas.
Mi padre y yo siempre estamos por la casa sin ropa desde hace tanto tiempo como tengo memoria.
Mi madre a veces se queja sobre eso porque ella usa ropa interior.
Muy seguido me duchaba con papá, incluso nos bañábamos juntos en tina.
Algunas veces compartí cama con él y creo que llegué a sentir su verga restregándose contra mí pero en ese momento no se sentía como algo sexual.
Pero una vez toqué su paquete por accidente y se sentía húmedo y resbaloso, así que al siguiente día papá tuvo "la plática" conmigo.
Me contó sobre el semen y que yo también iba a empezar a producirlo.
Yo quería ver el suyo pero él se negó.
Soy un hijo bi/gay obsesionado con el incesto, siempre he amado las historias de incesto padre-hijo y madre.
Simplemente me calienta demasiado.
Cuando era más pequeño, me escondía en el closet de mis padres y los veía tener sexo y era hermoso, desde entonces solamente me ha interesado el incesto, es lo único que me excita.
Años después empecé a excitarme con papá porque él es justamente el tipo de hombre que me gusta, solamente que es hetero.
Para acortar una larga historia, él toma cerveza mientras mira TV y una vez que él estaba algo borracho, puso su brazo sobre mi hombro mientras ambos estábamos desnudos y yo simplemente me vine, sin poder controlarme empezaron a brotar chorros de semen de mi pito.
Él no quiso hacer un escándalo, así que pasó como un "accidente".
Pero después de unos días terminé haciéndole sexo oral.
Si le das mamadas a tu papá mientras él está "dormido", debió despertarse en algún momento, te dejó seguir y probablemente prefirió no decir nada.
Sé que algunas veces cuando papá se quedaba dormido en el sillón (después de que empezamos a tener sexo) yo metía su verga en mi boca pero él despertaba.
Cuando tenía 14, solía dormir con mi padre y cuando él se quedaba dormido, me metía entre las cobijas y chupaba un poco su pito, él nunca se vino pero se ponía super duro.
También lo espiaba mientras veía la computadora y sé que le encantan las mujeres negras con senos gigantes y me gustaría masturbarme con él viendo eso.
Si él está de acuerdo con que me masturbe, yo simplemente lo haría en algún lugar donde pueda verme como en el sillón en frente de la TV, tal vez viendo porno, en la forma en la que a él le gusta.
Ahora que tengo 23, me mudé fuera de casa pero los visito muy seguido y he tratado de hacer que mi papá juegue conmigo.
Estábamos solos en casa y él entró a la sala mientras yo me masturbaba pero pretendió no darse cuenta, unos segundos después le pregunté si quería masturbarse conmigo pero el medio se espantó y me pidió que no dijera esas cosas.
Yo empecé a llorar y le dije que aún era su hijo, rápidamente traté de fingir diciendo que él me espantó cuando llegó caminando y yo solamente lo dije para romper la tensión.
A la siguiente semana papá, mamá y yo estábamos juntos para comer y él me pidió que le diera un masaje en su espalda, lo cual nunca hace.
Y cuando empecé a masajearlo, comenzó a gemir y hacer ruidos sexuales (en los cuales pienso ahora cuando me masturbo).
Realmente excitado por lo que estaba pasando, me pregunté a mí mismo si debía repetir que me encontrara masturbándome y venirme en frente de él.
Además, por qué no darle un masaje mientras él estaba sin playera e ir yendo un poco más abajo? Ver qué tan abajo me deja llegar.
Tenía algunas ideas fantasiosas pero al menos sabía que le gustaban los masajes, así que me metí a una escuela para estudiar profesionalmente.
Me compré la mesa especial para masajes, toallas, aceites y todo lo básico.
Cada vez que veíamos una técnica nueva yo regresaba a casa a practicar con papá, aunque él solamente estaba sentado en una silla y todas las veces repetía los ruidos sexuales, yo estaba seguro de que lo hacía a propósito para excitarme.
Empecé a ver cada vez más pornografía sobre masajes eróticos, especialmente de masajistas jóvenes con señores mayores y pensando en hacer las mismas cosas con mi padre.
Mezclar en mi cabeza las imágenes del masaje con las de incesto realmente me ponían muy caliente.
Finalmente le pedí a papá un día que nos quedamos solos que me dejara practicar un masaje de cuerpo completo, ya estábamos ambos desnudos, así que solamente tenía que colocarse sobre la cama de masajes boca abajo.
Tan pronto como empecé a tocarlo, él empezó los gemidos de siempre.
Mi verga luchaba por ponerse dura y suave porque en verdad estaba concentrado en el masaje y eso hacía olvidarme de la fantasía, luego me movía a un músculo diferente y de nuevo volvía a excitarme hasta que me concentraba de vuelta al masaje.
Llegó el momento de masajear sus glúteos (nalgas) y juro que lo hice en la forma más profesional posible, a pesar de que papá siguió con sus gemidos y ruidos sexuales.
Pero luego pasó algo que solamente había visto en las películas, yo estaba tan entusiasmado con el masaje que no medí la fuerza y accidentalmente mi mano se fue un poco más adentro entre la pierna y la nalga, con lo que rocé sus testículos y la parte interior de su muslo.
Papá primero dio un pequeño brinco de tensión al sentir mi mano y fue la primera vez que dejó de hacer los sonidos sexuales.
Luego relajó el cuerpo de nuevo y yo continué con el masaje.
Terminé el masaje en la espalda y le pedí que se diera la vuelta para quedar boca arriba.
Su verga no solamente estaba dura sino que además estaba chorreando un poco de semen.
Le dije a papá que eso era perfectamente normal, que a veces pasa eso en los masajes (lo cual es cierto) y que debería tener una toalla para cubrirlo pero yo no tenía más.
Papá no dijo nada pero regresaron los gemidos sexuales cuando empecé a tocarlo.
Cuando el masaje pasó de su abdomen hacia las piernas, noté que su verga volvía a ponerse dura y se movía cada vez que le acariciaba el hueso de la cadera, así que empecé a acariciarlo como si fuera parte del masaje.
Luego volvía darle pases en las piernas y ahora intencionalmente metí la mano hasta el fondo de su entrepierna para rozar sus testículos.
Papá parecía estar relajado pero su pito seguía completamente duro y chorreando líquido.
Entonces le pregunté si recordaba la vez que me abrazó cuando estábamos desnudos y yo había eyaculado en la sala.
Solamente bastó decir eso para que papá también empezara a eyacular sin que yo le tocara el pito.
Cayeron gotas de semen por todas partes, fue un orgasmo realmente fuerte.
Yo me quedé mirando el espectáculo por un momento sin saber qué hacer pero luego volví a tocar a papá como si nada hubiera pasado.
Mis manos estaba cubiertas de aceite, así como el cuerpo de papá y por accidente le recargué mi pene en un hombro, a él no pareció importarle pero yo ya no puede aguantarme más y empecé a masturbarme justo en frente de sus ojos.
Papá me miraba sin decir nada hasta que empecé a eyacular, yo no quería acercarme demasiado a él para que no se sintiera más raro pero aún así cayeron gotas de mi semen sobre el cuerpo de papá y la cama de masaje.
No podía creer que finalmente había sucedido algo entre papá y yo con él estando despierto y que parecía estar bien para los dos.
Terminé el masaje de la forma más profesional que pude, mis manos temblaban un poco de miedo y excitación.
Limpié su cuerpo y empecé a guardar mi equipo de masaje.
Lo único que papá me dijo es que le gustaría repetir la experiencia.
Desde entonces le doy un masaje con final feliz una o dos veces a la semana.
Nunca hablamos de lo que pasa pero él está contento conmigo y yo estoy contento.
Papá siempre está desnudo cuando le doy masajes, solamente que una vez le cubrí la cara con una toalla caliente y aprovechando que no veía el empecé a chupar el pito.
No dijo nada pero siguió haciendo sus ruidos sexuales hasta que se vino en mi boca.
Cuando sentí los chorros de leche caliente dentro de mi boca, yo también empecé a venirme simplemente sin tocarme el pito, me recordó a cuando era adolescente y papá me abrazó desnudo.
Aunque papá es una persona de pocas palabras, estos masajes no han hecho más cercanos de un forma especial, simplemente me hace feliz complacerlo y que no tengamos que fingir que está dormido.
Se me puso dura imaginando la experiencia. Tengo que vivirla.