Me cogí a la sirvienta y a la sobrina de mi prima.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tengo una prima que vive cerca de donde yo vivo, es decir somos del mismo barrio. Ella es casada, tiene una sola hija de 13 añitos, la llamaré Angelita, pues tiene carita de ángel, la cual es algo llenita, para su edad sus senos son grandes, bonito rostro y un encantador trasero respingon. El marido de mi prima trae autos rodados desde los EUA, y tiene su venta también. Ellos tiene una casa grande en este barrio, además la sirvienta de su casa es joven, tiene buen cuerpo y es prieta, es decir muy morena, le llamaré Paula, además dicen por alli que es muy cachonda y que a pesar que tiene un novio, ha cogido con otros en el barrio.
Resulta que yo los visito de vez en cuando, pues al final somos familia. En ocasiones me han invitado a cenar en su casa, además he ayudado a su hijita Angelita en más de una oportunidad en sus tareas, sobre todo de física y matemática, pues estudié en la universidad algunos años la carrera de ingeniería, asi que sé un poco de esos temas. Angelita es muy despierta a los temas sexuales, en más de una vez hemos platicado sobre el tema.
Pasemos a la parte central del relato. Una noche, eran tal vez las once de la noche, sonó mi teléfono móvil y era mi prima, estaba llorando amargamente, me dijo que su esposo, había tenido un accidente en los EUA y que estaba hospitalizado y los autos que traía estaban confiscados, asi que tenía que irse de emergencia, yo me puse a sus ordenes y ella me tomó la palabra, me dijo que no tenía a quien dejarle la casa, pues sus otros familiares vivían lejos y yo era el más cercano, y que debía partir de inmediato al norte a apoyar a su marido. Solo había podido conseguir pasajes de avión a las 12:00 del siguiente día. Asi que me dijo que si podía ir a su casa temprano al otro día. Asi que llegué como a las 9:00 am, yo también tengo un negocio propio asi que no tengo horario. Alli estaban Angelita su hija y Paula la sirvienta, me dejó la llave de la casa, me di la direcciones, teléfonos, y todo en una agenda. Me dijo que no había problema que hiciera mis tiempos de comida en su casa, que la cocinera y la sirvienta tenían instrucciones de hacerme caso a mi. Lo mismo le dijo a Angelita, -le haces caso a tu tío sino que él me ponga la queja al venir!-. Total que mi prima partió.
Yo tenía semanas que le llevaba ganas a la sirvienta de mi prima, Paula, la cual me recibía bien mis atenciones, asi que tenía la mejor oportunidad. Los primeros días solo preparé el terreno con Paula, le hacia insinuaciones y ella me sonreía. En una ocasión viendo tv los tres, era de noche, ella me dijo que le daba pánico las películas de miedo o de terror, y Angelita me dijo que cuando miraban pelis asi Paula terminaba durmiendo con ella cuando sus papás no se daban cuenta. Asi que planifiqué ver un video de una pelicula de miedo y terror. Vi a Paula atemorizada todo el tiempo, al final todavía nos quedamos en la sala platicando de cosas de espantos y fantasmas. Yo conté varias. Incluso cuando Paula quiso orinar, le pidió a Angelita que la acompañara al baño.
Luego le dije a Angelita que se fuera dormir pues mañana era día de colegio, ella lo hizo, luego le dije a Paula si quería que la acompañara un rato a su habitación, ella aceptó de inmediato, la abracé para acompañarla a su habitación, ella no puso resistencia, la fui acariciando mientras caminábamos. Ya en su habitación, ella me decía -tengo miedo don Tony, porque no se queda a dormir conmigo?-, entonces la abracé y le comencé a besar el cuello, las manos, los hombros y donde ella se dejaba, luego ella correspondió y nos dimos un rico beso de lenguita. Nos pusimos a tono y le pedí que se pusiera su ropa de dormir, entonces ella se metió al baño y al rato salió con un camisón largo que usa para dormir, la tela del camisón era fina, en esa temporada hay un poco de calor, pero me di cuenta que sus pezones pegaban a la tela, ella no tenía sostén, luego vi que se dibujaba en su camisón la diminuta braga tipo bikini que usaba, todo eso me fue poniendo duro. Yo le dije que como no había traído nada para dormir me quedaría en t.shirt y calzoncillos. Nos metimos abajo de la sabana y ella me pidió que la abrazara, quedamos de lado abrazados, yo atras de ella, su trasero pegado a mi ya empalada verga, yo la abracé metiendo mis manos dentro del camisón, ella me dijo que no, pero la convencí que asi estaríamos más cómodos.
Yo le restregaba mi paquete contra su trasero, le comencé a decir que me gustaba mucho desde hace tiempo, pero que no le había dicho nada, ella me respondió que tenía novio, yo le dije que no me importaba, que lo que importaba era que me gustaba y que los dos eramos libres todavía. Mis manos le rodearon la cintura y luego comencé a subir hasta encontrar sus tetas, comencé a acariciarlas suavemente, luego acaricie sus pezones, ella me pellizco el brazo y me dijo -estese quieto don Tony!-, pero me dejó seguir haciéndoselo, le acaricie sus pezones que se terminaron de poner duritos, al mismo tiempo le lamía el cuello y los hombros por detras. Luego al notar que ella se estaba excitando, me bajé los calzoncillos y mi verga que me apretaba la ropa interior quedó liberada, luego hice lo mismo con la braguita de Paula, ahora podía frotar y restregar mi verga piel a piel contra sus nalgas, su culito y su rajita.
Llegó un momento que yo acariciaba sus pezones, frotaba mi verga contra su culo y su raja y todavía le chupaba el cuello, Paula se pegó una excitada tremenda, tanto que creo que ella se corrió y luego me pidió casi suplicando que la cogiera, asi que sin esperar nada, tomé mi verga, la puse en la entrada de su raja y la fui penetrando lentamente, siempre detras de ella, contra su espalda, ella pegó un grito y me dijo que mi verga era muy grande, pero ella estaba tan mojada que a pesar que ella era estrecha, la fui ensartando poco a poco hasta se la tuve casi toda adentro, ella comenzó a pujar y gemir cuando comencé a pistonearla, su rajita estaba bien caliente y rica por lo angosta que era. Paula empezó a hacer mucho ruido gimoteando bastante mientras me la cogía, al rato estaba por correrse entonces aceleré solo para escucharla como se quejaba durante su orgasmo.
Luego que terminó de correrse, le dije que me mamara la verga un rato, ella prendió la luz de la lámpara de noche que tenía y se asustó cuando vio el tamaño de mi verga, -todo esto me metiste?- me preguntó, pero luego se puso a lamer mi verga como si fuera ella una perrita y mi verga un inmenso chupete, me lamió hasta los cojones, que delicia lo que me hacía Paula la sirvienta de la casa. Después de lamerla, se puso a chupar mi glande y luego intentaba meterse hasta la mitad de mi miembro dentro de su boquita. Luego de comérsela un buen rato que yo disfruté mucho, la comencé a coger al estilo perruno, la puse en cuatro y me puse atrás, se la fui metiendo lentamente hasta que la tuve todita adentro, su estrecha rajita se comió toda mi carne dura, luego me puse a darle duras embestidas y ella pegaba de gritos, ya no eran gemidos sino gritos de placer, pensé que hasta podía despertar a Angelita, lo cual asi sucedió.
Yo le estaba dando una tremenda cogida a Paula, pero no habíamos dejado la puerta cerrada de su habitación y pude ver la carita de Angelita viendo todo esto. Por un momento pensé en detenerme y gritarle algo a mi sobrinita para que se fuera, pero el morbo pudo más y en vez de parar, puse a Paula en la mejor posición para que mi sobrina viera como mi verga entraba y salía de la raja de Paula, además los gemidos que daba ella eran casi escandalosos. Empecé a hablar y preguntar en voz alta a Paula si le gustaba mi verga y si le gustaba lo que le hacía, ella que no se había dado cuenta de nuestra pequeña espía, me contestaba también en voz alta, -ayyy sii don Tony, que rico, qué rica la tiene!, deme más!, que rico don Tony, qué rico me coge!!- y asi un montón de cosas calientes salían de la boca de Paula, hasta que se volvió a correr entre gritos y gemidos. La pequeña Angelita no dejaba de vernos.
Luego la puse a cabalgarme la verga, me puse acostado y ella encima de mi, de frente a mi, asi la puerta quedaba a su espalda, o sea que Angelita podía ver bien como mi verga se perdía entre las dos nalgas de Paula directamente en su rajita, a la vez que ella saltaba una y otra vez ensartándose toda. Paula me cabalgó por varios minutos, esta vez tenía yo pensado acabar juntos, asi que aceleré y ayudé a mover nuestros sexos, asi en dos minutos, ella primero y yo unos segundos más tarde, comenzamos a gemir y gritar, yo aumenté mis gemidos a propósito para que los oyera bien Angelita, deposité un chorro de esperma en la vagina de Paula, que gemía y pujaba de placer, luego ella se quedó un rato encima de mi, mientras mi verga daba los últimos latigazos dentro de ella, hasta que la respiración de ambos se normalizó. Angelita ya se había ido.
Luego ya descansando le comenté acerca de nuestra pequeña espía, al principio Paula se puso nerviosa, pero la tranquilicé y le dije que la pequeña Angelita ya estaba en cierta edad que debía comprender todo. Entonces Paula me comentó que aveces ellas juntas han navegado en sitios porno en la computadora y que juntas han visto algunos videos cortos, me dijo que la pequeña Angelita era virgen todavía, pero que se masturba en las noches después que han visto los sitios porno. En ese momento pensé que podía cogerme a mi sobrinita en esos días.
Pasaron algunos días, volví a cogerme a la sirvienta Paula de nuevo en su habitación, esta vez ella me llevó a su habitación, me mamó la verga bien rico y me pidió que la cogiera, -deja la puerta abierta- me dijo ella, -la nena vendrá a vernos de nuevo- agregó. -Cómo lo sabes?- le pregunté. Platicamos de eso ayer y me preguntó que estábamos haciendo aquella noche, yo le dije que -haciendo el amor!, lo que vimos en la compu, te acuerdas!-.
Asi que dejamos la puerta más abierta que la primera vez, ahora prendimos más luces. Nos encueramos, le dije que hicieramos una 69 para empezar, asi que yo quedé abajó y ella arriba yo le pedi que yo quedara con la cabeza entre sus muslos en los pies de la cama y ella entre mis muslos en la cabecera de la cama, asi cuando llegara Angelita me miraría con buen ángulo como me comía la raja de Paula. Y asi sucedió, Angelita se apareció a los pocos minutos y nos vio en plena posición 69 comiéndonos nuestros sexos. Luego de sacarle una corrida a Paula, nos pusimos en la posición del misionero, la ensarté y pronto entramos a una magnifica follada, yo ensartando a Paula a diferentes velocidades, luego la puse con las piernas al hombro y la follé duro hasta que nos corrimos juntos de nuevo, le llené de leche otra vez la raja a Paula. Angelita no dejaba de observarnos, juraría que se tocaba la rajita viéndonos, pero no puedo asegurarlo. Lo que si es cierto es que en esos días yo había experimentado la deliciosa experiencia de ser observados en el acto sexual, y me quedó ganas de hacerlo en el futuro.
Más tarde esa noche, ya descansando de esa magnifica cogida. Paula me preguntó si me gustaba Angelita, le dije que era un chiquilla deliciosa, que tenía bonitos senos y un buen culito. Entonces me preguntó -quiere cogerla?, le gustaría coger a su sobrina y ser su primer hombre?-, vi a Paula y me lo decía en serio. Le contesté -si me gustaría cogerla y quitarle su virgo-, entonces ella me dijo que me ayudaría, pues la pequeña Angelita ya tiene ganas de tener su primara experiencia, pues anda con las hormonas alocadas por su edad-.
A dos días de eso, estando en la sala y Paula había convencido a la pequeña Angelita de jugar, al juego clásico de papa y mamá conmigo, solo que desde el inicio Paula dijo que ella no quería ser mamá (era parte de la estrategia), que mamá fuera mi sobrina. Asi empezamos y a cada momento mi sobrinita y yo nos dábamos besitos en los labios (en el juego), la pequeña se sonrojaba pero se notaba que le gustaba hacerlo. En eso cerramos ventanas y todo quedó en penumbra, en el juego era la noche, debíamos irnos a la cama, Paula le dijo a la pequeña que se quitara la ropa, al principio no quería pero luego lo hizo y se quedó con ropa interior, yo me quedé en calzoncillos y me metí a la cama con ella, Paula quedó afuera.
Entonces comencé a tocarle sus cositas a Angelita, sus bubis y sus nalguitas, ella me dijo porque lo hacia, le dije que era el juego, eramos papá y mamá. Eso fue suficiente, comencé a tocarle sus tetitas y luego bajé su sostén y mis labios chuparon sus pezoncitos, ella cerró sus ojitos y yo aproveché eso para sacarle también su braguita totalmente, luego le acariciaba suavemente sus labios vaginales, al rato ella empezó como a ronronear, señal que le estaba gustando; luego ella abrió sus ojitos solo para preguntarme si yo le iba a hacer lo mismo que le había hecho a Paula, le dije que si, pero que esta vez sería especial, le di un beso en su boquita y ella volvió a cerrar sus ojitos como dándome el permiso.
Baje hasta su rajita tierna y comencé dándole besitos alrededor de su parte íntima, luego le di lenguetazos a sus labios vaginales, mi lengua partía en dos su rajita, ella daba pequeños saltos, más cuando atrapé su pequeño clitoris con mis labios, ella gemía como quejándose, luego la voltee y ella quedó boca abajo con sus nalguitas redondas paraditas hacia arriba, me puse a lamerselas, yo tenía la verga que me goteaba, pero debía tener paciencia, era la primera vez de Angelita y debía ser inolvidable. Pasé mi lengua varias veces por su ojo de su culito y ella dio varios gemidos, al parecer le gustó que yo le chupara su culito, le abrí más las piernas y mi lengua ahora pasó por todo lo largo de su rajita, ella volvió a dar un sobresalto y varios gemidos de placer, asi que en los siguientes minutos me comía las nalguitas a chupones y le pasaba la lengua por su culito y su rajita, por un momento pensé que ella se había puesto a llorar, pero no era asi, era su primer orgasmo con un hombre, parecía llanto pero era su gimoteo tan particular.
Dejé que se le pasara, después la volví a poner boca arriba y la besé tiernamente, ella no sabía besar, le fui enseñando sin hablar, solo con muestras, le meti mi lengua en su boca y ella la chupó alli dentro y luego se entrelazaron; después de eso me saqué la verga y se la puse en los labios y le dije que me la chupara como lo había hecho Paula, ella sabía lo que le decía yo, asi que la pequeña se puso a lamerla de arriba a abajo y a meterse mi glande dentro de su boquita, su inexperiencia era más excitante. Luego sin quitarle mi verga de la boca la fui colocando conmigo en una posición 69, es decir me fui metiendo entre sus piernas, era un 69 de ladito, besé sus labios vaginales y su clitoris, el cual tenía muy sensible, pues pegaba sobresaltos cuando mi lengua entraba en contacto con su botoncito.
Después de chuparle su coñito, me fui decidiendo y la puse abajo yo arriba entre sus piernas, puse mi verga en la entrada de su vagina que estaba toda mojadita por sus jugos y mi saliva, pero era demasiado cerradita, la frote varias veces con mi glande duro y por fin le pegué un empujón para adentro, ella gritó y mi glande con fuerza se fue deslizando hacia adentro de su vagina, ella volvió a gritar y se aferró de mis brazos, pero nunca me pidió que no siguiera, empujé más y por fin la cabeza de mi verga entró, ella se mordió los labios y cerró los ojitos de nuevo, entonces terminé el trabajo, pistonie y pistonie hasta que parte del tronco ingresó en su rajita, ante quejidos y gemidos de Angelita, la tenía por fin ensartada, no vi sangre, posiblemente la vería cuando la sacara. La segui cogiendo lentamente si dejar de metersela cada vez más, hasta donde se pudo, posiblemente le metí unas cinco pulgadas de verga a su rajita tierna.
A pesar que muchos de sus gemidos eran entre dolor y placer, no dejé de pistonearla y besarle la boca o sus tetitas, asi lo hice hasta que alcanzó su orgasmo, la pequeña chilló, pataleo y gritó. Esperé hasta que se tranquilizara, se la saqué y efectivamente mi verga salió con color rojizo pardo, señal de la desfloración de Angelita. A pesar de todo eso, la pequeña la paso muy bien, créanme.
Al otro día, Paula me contó que Angelita amaneció con dolor en su cosita, lo cual era normal. Los días continuaron, los siguientes días me follé a Paula unas dos veces más y a mi sobrinita una vez más (lo cual dejaré para otro relato), esta vez me la cogí como en cuatro posiciones distintas y como pegaba de gemidos la chiquilla y se corrió como tres veces, en esta ocasión me quedé a dormir con ella en su propia cama; a los pocos días, mi prima apareció ya con su esposo, quien venía en silla de ruedas con una pierna fracturada.
Pasaron unas semanas, sin ver a Angelita, un día me decidí buscar a Angelita en el colegio donde estudia. Al principio se portaba seria y cortante, pero luego de visitarla en varias ocasiones y decirle que para mi fue también especial, una tarde me la llevé a un terreno baldío a la orilla de la carretera y alli hicimos las paces, nos besamos mucho y terminó dándome una deliciosa mamada de verga.
Aún todavía nos vemos.
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