ME ENAMORE DE MI HIJO SIN SABERLO
Un embarazo prematuro a los 16 años – Una rápida adopción- El destino nos juntó 24 años después-El parecido a mi ex novio era atroz- Sospechas-Decido continuar-La Revelación- El deseo- Nada me importa- Nace una historia de amor-.
Me llamo Mariana, tengo 45 años, a los 16 quede embarazada. Quien me embarazó fue un noviecito de quien estaba enamorada que me llevaba 1 año, cursábamos el 5to año de la secundaria en la misma escuela y ambos éramos menores de edad. Todo sucedió en el campamento de verano, siempre fui bastante promiscua, ardiente, bien formada, de piel marrón, provocativa al caminar, desprejuiciada, por mis venas corre sangre 100% latina, y ya había debutado a los 14 con un primo durante unas vacaciones familiares, luego con el tiempo vivieron otros chicos hasta que me enamore y embaracé por primera vez de este compañero de grado en la secundaria. Decidí llevar adelante mi embarazo pero unos días antes del parto, influenciada por mi familia conservadora y viendo que el padre era tan inconsciente como yo decidí aceptar que lo den en adopción, pero de eso se encargó la familia del chico que me embarazó. Nunca sentí ningún remordimiento, al contrario, siempre pensé que ese niño me iba a significar muchas trabas en el futuro y además consideraba que no estaba preparada para criarlo como es debido. Fue un varón, no llegue a ponerle nombre, cuando salí del sanatorio ya repuesta de una cesárea el niño ya había sido entregado, nunca supe a quiénes y tampoco me lo iban a decir mis padres. No voy ahondar en detalles de lo que paso con mi vida de allí en adelante porque no lo considero relevante y porque me alejo de tema principal de lo que deseo contar.
El cumpleaños 40 me llego en condición de soltera, luego de algunos fracasos de buscar pareja estable, mi vida parecía condenada a transitarla con amantes ocasionales y sin miras a formalizar una relación duradera. Luego de festejar mis 40 con un grupo de compañeros de trabajo (soy enfermera instrumentista de quirófano), conduje mi auto por una hora y fui a una ciudad vecina a encontrarme con un médico residente que hacía poco tiempo se había unido al equipo de cirujanos, ambos habíamos estado festejando mi cumpleaños junto a los demás, pero como no queríamos que el resto se enterase que estábamos saliendo, decidimos encontrarnos lo más lejos posible para evitar exponernos. Yo me había preparado como para un desfile de modas, un vestido muy corto y escotado exponían la redondez de mis pechos turgentes al igual que los brazos y muslos notoriamente trabajados en el gym, un lugar éste al que jamás dejé de ir desde la secundaria, por eso mi cuerpo siempre estuvo en buena forma. Mi cabello castaño oscuro largo y lacio y un flequillo bien recortado me daban cierto aire de “femme fatal” en consonancia con mis sandalias de taco que elevaban mi figura. Tenía cierta expectativa respecto a esta nueva relación y por ello me había esmerado en producirme mostrando lo mejor de mi físico, esa noche estaba dispuesta a follar duro y a entregar todos mis orificios, estaba con la libido por las nubes ese día. Me senté en el bar donde iba a encontrarme con él y mientras tomaba un gin tonic un mensaje entró a mi celular, presagié algo negativo porque ya debería haber llegado. El mensaje decía: “Mariana, lo siento mi ex esposa me llamo que nuestro hijo se accidentó con la bicicleta, me voy a verlo, pospongamos para otro día”. No era mi día, y las locas ganas de follar se diluían, ya estaba pensando en llegar a casa y masturbarme rico con un dildo enorme que tengo para usar en ocasiones especiales. Cuando me levantaba de la silla para irme del lugar subí la vista para la puerta de salida y veo entrar a alguien que me deja estupefacta, paralizada. Un chico de unos 25 años casi idéntico al padre de mi hijo venia caminando hacia mí. Un rostro muy similar, la misma sonrisa, la misma forma de caminar, los mismo gestos, quedé tildada sin poder reaccionar, en ningún momento deje de mirarlo con cara de boba y de enamorada a primera vista quedando muy en evidencia ante él. Al llegar hacia mí se sonríe y me dice.
EL -¿Ya te vas?-
YO-Si, ¿Por qué?-
EL- No te podes ir ahora que acabo de llegar, me llamo Sergio, mucho gusto hermosa –
YO-No te conozco, ni tenía cita contigo además hoy tengo un mal día, hazte a un lado por favor que me voy, déjame pasar-
Que estúpida soy! decía entre mí , ojala insista, ¿Por qué lo trate así, si en realidad el chico me gusta, ojala no me haga caso y vuelva a insistir.
EL-Por eso mismo, como sabía que tenías un mal día me vine hasta aquí para alegrarte la noche (risas)
Su simpatía era desbordante, atrapadora, por un lado quería salir de ese dialogo, estaba frustrada, enojada que mi cita había fallado, frustrada porque tenía ganas de follar y no se dio, pero por otro lado la curiosidad me desbordaba porque no quería irme de ese lugar sin averiguar quién era ese chico tan parecido a mi primer gran amor de adolescente.
EL- ¡Vamos hermosa! Vuelve a la mesa, ¿que estas tomando?, yo te invito, permíteme conocer a la mujer más sexy que he visto estos últimos días, quiero tener el privilegio de contarle a mi mamá que encontré la mujer perfecta- (entre risas)
Un frio recorrió mi espalda, esa palabra “mamá” me cortó al medio, comencé a decirme por dentro “no puede ser él Mariana, no puede ser”, me lo repetía una y otra vez mientras Sergio se presentaba, no paraba de elogiarme, observaba sin disimulo cada parte de mi cuerpo como si me estuviese mirando desnuda . Traté de cambiar mi expresión y salir de ese trance de enojo, el chico se estaba esforzando por ganar mi atención de manera muy galante.
YO- Dime Sergio ¿Cuántos años tienes?
EL- 24 años
Otra oleada de frio recorrió mi espalda, ¡dijo 24!, hice la cuenta en el aire, pero “no, no, no, deja de pensar estupideces Mariana” , me decía a mí misma, mientras Sergio me colmaba de halagos, de pronto cerré mis pensamientos y me concentré en la realidad, tenía delante de mí un chico mucho más joven que yo, muy guapo y que además me gustaba ya que me recordaba a mi ex de la secundaria, y aparentemente yo le caía más que bien. Me di cuenta de ello como miraba el escote y mis piernas. “Concéntrate Mariana y si juegas bien esta ficha puedes terminar la noche mucho mejor de lo que pintaba hacía un rato”, me decía a mí misma interiormente. Seguimos conversando por largo rato entre copas y copas, a medida que pasaban los minutos mis pensamientos se retrotraían al pasado y me llevaban aquel momento como si estuviese con Damián aquel amor de la secundaria quien fuera el padre mi hijo.
EL-Perdona Mariana, pero tu mirada pareciera indicar que estas aquí y que también estas en otro lado, ¿puede ser?
Me está dando pie pero no me animo a preguntar, lo estaba pasando realmente bien y no quería arruinar este momento.
YO-No pasa nada Sergio, es que tuve una cita fallida con un compañero de trabajo y no sé si insistir nuevamente con esa persona, estoy pensando que no va a prosperar, disculpa, estaba pesando en eso.
EL- Ok hermosa , demos vuelta la hoja, aquí a dos cuadras hay un lugar para tomar y bailar, te propongo ir si deseas, de paso te olvidas de esa cita fallida, me parece a mí pero tienes pasta de ser una buena bailarina.
YO- No te equivocas, si claro me encanta bailar, y bueno acepto ¿Por qué no? , no siempre un chico tan guapo y simpático me invita a bailar, generalmente son mayores.
En una reacción impensada, Sergio levanta la voz en medio del bar y ante todos los presentes grita “señoras y señores esta hermosa mujer a quien acabo de conocer puedo asegurarles que haré todo lo posible para conquistarla”. Algunos comenzaron a aplaudir mientras yo me ponía de todos colores y tapaba mi rostro de vergüenza. Cuando salimos afuera:
YO- ¿Estás loco, que fue eso, que bicho te picó?
EL- Vamos Mariana, ¿no tienes sentido del humor?, no te lo tomes a mal, quería arrancarte una sonrisa, me encanta como te ríes, como se hacen esos hoyuelos en tu rostro cuando ríes, me encanta!
YO- Me dio vergüenza, no lo vuelvas hacer, ok?
EL- Tranquila, la próxima contrato un grupo de mariachis que interpreten una declaración de amor (entre risas)
No podía enojarme con él, su simpatía era desbordante , me atraía mucho, sentía por él una mezcla de deseo y curiosidad, no obstante y como una cuarentona con experiencia, no le bajaba la guardia en ningún momento marcándole el campo de juego en cada frase. Después de bailar casi todos los ritmos y lucirme en la pista con movimientos sexies y provocativos, me di cuenta que Sergio resultó ser un buen bailarín, momentos después el disc-jockey bajó la música, bajaron las luces y comenzaron los temas lentos. El me tomo por la cintura, yo le pase los brazos sobre su cuello y nuestros cuerpos se tocaron por primera vez en la noche. Sentí una sensación extraña, algo diferente como cuando me acerco a otros hombres. A medida que pasaban los minutos y fruto de los tragos me puse cachonda, dejé que apretase más fuerte mi cuerpo y permití que sus labios se acercaran a mi cuello, al mismo tiempo sentía como el diminuto triángulo de la tanga que cubría la raja se humedecía a medida que iba sintiendo su respiración cerca del oído. Sentía como debajo del pantalón su pene se iba hinchando y creciendo a medida que nuestros cuerpos se movían lentamente al compás de la música mientras mi cuerpo se contorneaba lentamente frotándome contra el suyo. De repente siento sus labios recorrer suavemente mi cuello y la parte trasera de mi oreja. El imprimía más presión en la zona de la pelvis mientras sus brazos lentamente iban bajando de la cintura directo a los glúteos. No me resistí , lo disfrutaba, me gusta el toqueteo, dejé que me tocara, gozaba cada instante , su pene estaba al tope, lo podía sentir a la altura de mi vagina por sobre la falda, su dureza y grandor se percibían, comencé a jadear, la libido me subía al máximo, ya sus manos acariciaban mis nalgas suavemente mientras yo refregaba la zona baja de mi pelvis buscando la dureza de su verga. Nos miramos fijo, sus labios se acercaron tímidamente a los míos y nos besamos en la boca, apasionadamente, mientras nuestras lenguas se tocaban en una danza como serpientes en celo. A esa altura mi tanga estaba empapada , entre las copas, el clima del lugar, la música y Sergio me habían puesto muy caliente. El corre su mano de mi nalga que estaba apretando con fuerza y la desliza hacia adelante buscando meter su mano en mi entre pierna, entiendo lo que desea y le facilito las cosas abriendo un poco las piernas dejando que su dedo juegue sobre la raja húmeda. No paro de jadear conteniendo mi corrida. Al mismo tiempo yo llevo mi mano y acaricio su pene por encima del pantalón, trato de apretarlo fuerte para calcular su tamaño, es enorme y grueso, me gusta, mi calentura sube intensamente.
EL- Mariana, estas empapada , que rico, déjame tocarte- me susurra en voz baja
No le contesto, abro un poco más mis piernas y con su dedo corre la tela de la tanga y comienza a jugar con los labios de mi vagina. No me importa si alguien nos observa, en ese momento estaba fuera de mí. Jadeo más fuerte mientras él me masturba con su dedo, le pido de pare, pero hunde más profundo su dedo dentro de la vagina, le digo que si sigue voy a correrme, no me hace caso y mete otro dedo más, no quiero que pare, estoy a punto de estallar, el sigue, yo lo dejo pero al mismo tiempo le digo que pare, finalmente mis piernas se aflojaron y me corrí de forma muy intensa, mi cuerpo temblaba. Quedamos unos minutos más bailando abrazados pero sentí que por la parte interna de mis muslos chorreaban los jugos.
YO- Sergio, vayámonos a sentar quiero ir al toilet, necesito ir, estoy empapada.
Cuando vuelvo del toilet el me sugiere ir a su departamento. Yo estaba muy caliente y deseaba follar, ser penetrada por esa polla enorme. Vamos en mi auto, dejo que el maneje mientras me arrimo a su asiento como si fuésemos novios enamorados, le paso la mano por detrás de la nuca y apoyo mi cabeza sobre su hombro. Él toma mi mano mientras conducía y me la lleva hasta su cremallera, era una señal clara que deseaba una mamada. Me inclino, le abro la cremallera y saco su enorme polla afuera y sin dudar me la llevo a los labios dándole besos dejando marcado el rouge sobre la piel del pene, mientras tanto la punta de la lengua recorría el glande una zona muy sensible que vuelve loco a cualquier hombre si lo sabes hacer.
EL- Mariana, metela en la boca de una vez, deja de torturarme! (lo miro y me rio, lo estoy volviendo loco como se la estoy sobando)
Abro mi boca y me cuesta meterla toda , es enorme, me esfuerzo y trato de meterla lo que más puedo pero es imposible, me quedo sin aire y hago arcadas, igual la hice llegar hasta los más profundo de la garganta. Repito una y otra vez la garganta profunda mientras el empuja mi cabeza hacia abajo para meterla más adentro. Todo eso pasaba mientras el conducía. Siento que esta por correrse, pero deseo esa leche en otro lugar, dejo de mamarlo.
YO- Basta, no desperdicies balas guarda para luego, ¿te gusto la fellatio?
EL- Que rico lo haces! Si seguías estaba a punto de correrme!
YO- Si lo sé, por eso deje de hacértelo, contrólate, te deseo completo, no quiero que descargues ahora. Lo beso.
Llegamos al departamento, apenas cruzamos la puerta nos abrazamos y nos trenzamos con un beso interminable, el me sacó el vestido y quede solo con la tanga, los pechos al descubierto y los tacos puestos, él se quedó solo con el bóxer abultado por su pene parado y duro como piedra, se lo toco un poco, me encantan las vergas grandes, nos sentamos en un cómodo fouton del living y se prendió de mis tetas dejándolas coloradas de besos y chupones, yo me inclino y me voy directo a buscar su verga para mamarla una vez más. Luego de unos minutos nos ponemos en posición 69 y nos hacemos el oral unos a otros. Yo me corrí primero, luego él se sienta, yo me arrodillo delante y se la mamo hasta que descargó toda la leche adentro de mi boca. Levanto la cabeza, lo miro fijamente mientras dejo que el esperma se escurra por mi mentón al mismo tiempo que termino por tragar lo que queda adentro. Me siento desnuda sobre su regazo y lo abrazo fuerte.
YO- Eres sexy, estoy a gusto contigo, nunca pensé que iba a terminar esta noche de esta manera y con un desconocido, pero no me arrepiento, disfrutemos juntos.
EL- ¿Vamos a mi cama? Quiero hacértelo rico, deseo meterte la polla de una buena vez adentro de esa vagina estrecha y depilada, sé que lo quieres y la deseas, lo presiento, me di cuenta con las ganas que la mamabas.
Salto y me cuelgo sobre él cruzando mis brazos por detrás del cuello y cruzando también las piernas por detrás de su cintura. Así colgada de sui cuello y besándonos me llevó caminando hasta la cama y caímos juntos sobre las sabanas.
YO- ¿Tienes condón?, yo no traje en mi cartera.
EL-Espera un minuto voy al baño a buscar varios (risas) .
Para esos momentos y esperando que regrese, ya no pensaba en mi pasado, ni en el parecido a mi ex noviecito de la secundaria, estaba delante de un chico muy sexy con una verga enorme esperando por mi vagina sedienta, solo quería gozar y practicar un buen sexo para recibir mis 40 años a toda orquesta. Acto seguido le comienzo a mamar la verga para ponerla dura y con mi boca le voy corriendo al condón hacia abajo como una experta prostituta, se acuesta boca arriba y me invita a subir para ir penetrándome y cabalgar su enorme falo. De repente, mientras yo sostenía su polla para meterla en la vagina, mi vista se corre hacia un costado de la cama donde había un velador encendido sobre una mesita, y observo un retrato que jamás hubiese querido ver, la foto de mi ex en la secundaria!!!!!. Una exclamación salió instintivamente de mi garganta, un “noooooo” a modo de grito hizo estremecer a Sergio, rápidamente me quite de encima de él y me cubrí instintivamente con la sabana. Sergio no entendía nada estaba confundido, desorientado, me preguntaba que me pasaba.
EL- Mariana, por favor que te pasa, hice algo mal, dime que pasa por que esa reacción
YO- Dime, ¿Quién es esa persona de la foto que tienes ahí junto a otros retratos? (con voz baja y quebrada)
EL- Es como mi padrino, bah! eso decía mi madre, venia más seguido cuando cumplía años de pequeño, luego dejó de venir, pero la última vez que vino dejó esta foto, ¿es parecido a mí, no?, no sé, mis padres cuando yo le pregunto por él, me esquivan la conversación y me dijeron que se fue del país, que se yo, es raro, pero no me interesa, tengo esa foto porque quedo ahí , no siento afecto por esa persona apenas lo vi algunas veces y además hace años que no viene, no sé porque diablos le dejé, estuve a punto de botarla pero no sé porque la dejo allí junto a mis afectos, pero dime Mariana, ¿Qué diablos te pasa con esa foto, que te sucedió, estabas en otra cosa y de repente es como que paso algo raro que no comprendo , me asustaste, tu cara cambio por completo, ya no tienes la misma mirada, ¿me puedes decir que pasa, fue esa foto el motivo de toda esta escena, porque te tapas con las sabanas?
Me quede tildada, tenía razón mi cara se transfiguro de golpe, no podía decirle lo que sentía ni el pensamiento que se me cruzo por la cabeza, son demasiadas coincidencias, estaba a punto de desmayar. Recogí mis cosas y me cambie, salí de la habitación poniéndome el vestido tan apurada que olvide ponerme la tanga y salí corriendo con los zapatos en la mano.
EL- Mariana, ¿Qué paso? Por el amor de Dios dime que pasa porque reaccionas así, que pasa con la foto, lo conoces, dime que pasa, me vuelves loco, regresa aquí, ¿a dónde vas?
YO- No me detengas Sergio, tú no tienes la culpa, solo yo me entiendo, tu no hiciste nada, me tengo que ir, no puedo quedarme, yo te busco luego, ya sé dónde vives, me voy, no me detengas.
Salí corriendo de esa casa, subí al auto, fui hasta mi casa manejando enloquecida , entré, me puse debajo de la bañera y no paraba de llorar mientras refregaba mi piel con la esponja hasta dejarla colorada de tanto fregarme. No paraba de retumbar en mi mente la frase “no puede ser, no es posible, no puede ser él, es un sueño, una pesadilla, no es cierto, estoy loca, pienso locuras”. Esa noche solo pude conciliar el sueño tomando un Valium.
Estuve varios días tratando de reponerme del shock de aquella noche, no podía creer las vueltas del destino, seguía con una duda que me carcomía la mente y era si realmente con la persona que estuve a punto de follar era o no mi hijo, pero todo hacía suponer que esa posibilidad fuera concreta y la única manera de tener la certeza de saberlo era volver a estar con él e indagar más a fondo sobre su pasado para saber si esa persona, físicamente parecida a mi ex novio, fuese mi hijo, aquel niño que entregue apenas lo parí. Existían demasiadas coincidencias, su parecido físico, la foto de su “padrino”, la historia que me contó acerca de éste era bastante extraña, sembrando en mi muchas más dudas aun. Tuve sentimientos encontrados, por un lado me gustó estar con él, deleitarme con su simpatía y con esa polla enorme que mame con tanta pasión, no obstante y de no haber visto esa foto aquella noche en su habitación hubiese estado follando toda la noche, de hecho en un momento mientras le estaba mamando la polla en el auto cuando íbamos para su casa, pensaba entregarle “el chiquito” para que lo folle rico. Ese día de mi cumpleaños 40 jamás lo olvidaré, pasé del éxtasis a la agonía en un instante. Sabia donde vivía Sergio, pensaba todo el día en él, como habría quedado luego del desplante y la escena que le hice, ¿Qué habrá pensado de mí? Que sería una loca o algo así, pero era claro que no podía dejar las cosas así, debía enfrentarlo, si bien lo había besado, me había dejado masturbar durante el baile y se la había mamado no llegamos a tener penetración. Tenía que juntar valor para llegarme a su casa, pero tampoco quería abrir la puerta y decirle, palabras más, palabras menos, “hola de nuevo, creo que eres mi hijo y lamento haberte mamado la polla y querer follar contigo”.
1 mes después……………………………………
Hago sonar el portero, me atiende, abro la puerta, subo al ascensor, mi corazón se acelera, me abre la puerta y nos quedamos frente a frente mirándonos unos a otros. Mi primera reacción lógica hubiese sido verlo con rostro maternal, pero lejos de eso, lo primero que me vino a la mente fue esa noche que estuve desnuda en su cama esperando que me folle, no podía mirar a Sergio con ojos de madre, lo veía como algo deseable desde lo sexual.
EL-Que agradable sorpresa me das!, me tenías preocupado, que bueno que te decidiste a venir , te estuve buscando , fui al bar donde nos conocimos , pregunte por ti y nadie te conocía, esa noche no sé lo que te paso Mariana pero me rompía la cabeza pensando en ti, si había hecho algo mal, o te habías molestado por algo, ¿acaso la foto de mi padrino tuvo algo que ver, es alguien que conoces?-
YO- No Sergio, tú no tienes nada que ver, es algo mío personal, yo sola me entiendo, vengo a pedirte disculpas, habrás pensado que soy una loca psicótica.
El- Entonces esa foto no tiene nada que ver, fue solo una especie de dejavù o algo así.
No sabía que decir estaba confundida, en el fondo lo deseaba, me atraía sexualmente, pero me maldecía internamente porque no estaba sintiendo por Sergio ese instinto maternal que debería tener una madre para con su hijo, al mismo tiempo me repreguntaba ¿y si no es mi hijo, si todo esto es parte de mi propia fantasía?
YO- Si algo así, pero tratemos de olvidar, vine a disculparme y a tratar de recomponer nuestra amistad, si es que te interesa
EL- Si claro que me interesas, y como será que me interesas que no deje de preguntar un día por ti en el bar.
Me acerco, tomo con dos manos su rostro y le doy un tibio beso en los labios
EL- ¿Y eso?
YO- Esa es la retribución por haber aceptado mis disculpas
EL- Tu y yo quedamos en una instancia que amerita más que un simple beso, ¿no te parece?
Me queda mirando, quedo tiesa, me besa, no puedo hablar, internamente me resisto, pero finalmente caigo en sus brazos mansamente, lo abrazo y nos besamos apasionadamente.
YO- Espera, espera, tenemos que hablar Sergio a eso vine.
No sabía qué hacer, por donde entrar, si le decía que sospechaba que era mi hijo, y le contaba la historia de la foto de su “padrino” quizás le produciría un trauma, no quisiera lastimarlo. Tenía que buscar una estrategia para seguir ligado a él y averiguar más sobre su historia y porque estaba la foto de mi ex novio de la secundaria en su mesa de luz. Todo indicaba que existía una posibilidad que fuera mi hijo, sin dudas también su familia le habría mentido acerca de ese misterioso “padrino”.
YO- Mira Sergio, esa noche tuve un ataque de estrés, yo trabajo en quirófano y estamos en continua presión, ese día habíamos tenido dos cirugías muy complicadas y uno de los pacientes falleció (le mentí) por eso quedé afectada, y ese rostro del retrato de tu padrino me vino a la mente esa persona que operamos, era joven y bastante parecido, ese fue el motivo verdadero, tenías razón, la foto era el motivo.
Por suerte mi argumento fue suficientemente convincente y quedo satisfecho con la explicación. Me dolió mentirle pero no tenía escapatoria debía buscar una excusa relacionada con la foto. Luego nos distendimos y la conversación se tornó normal. Hablamos sobre nuestra vida, el trabajo, y los amigos. El me agradaba, jamás perdía la sonrisa, amable, hermoso, sexy, sentía una fuerte atracción sexual hacia él. Pasaron los días y nos comunicábamos por video llamada, él cada vez se abría más y más, me iba comentando cosas de su vida privada y de sus relaciones. Durante ese tiempo él estuvo insinuándome poder finalizar lo que habíamos comenzado en su departamento pero yo ponía como excusa , a veces mi trabajo, otra diciendo que lo que había sucedido ese día me había dejado algo traumada y que necesitaba tiempo para volver a sentir deseos de estar con él. Esa fue la parte más difícil no solo porque debía mentirle sino que sentía deseos irrefrenables de entregarme a Sergio, la atracción sexual era muy fuerte. Un día me llama por teléfono y me dice que desea hablar conmigo de dos cosas importantes. Yo estaba nerviosa, no sabía de qué se trataba, me citó a su departamento. Salí del sanatorio y me fui con mi ropa de trabajo, no quería esperar, el me necesitaba, lo vi muy preocupado y me dijo que solo quería hablar conmigo.
YO- Aquí estoy, ¿Qué sucede?, te noto preocupado
EL- Me dijo mi madre que tiene una grave enfermedad y que antes de que empeore quería confesarme algo que tiene que ver conmigo
Un viento helado penetro en mi cuerpo y recorrió todo el interior, trate de disimular mi cara de espanto. Le pongo la mano en el hombro y le pido que me diga lo que tiene que decirme, que allí estaba yo, para sostenerlo. Me mira con tristeza y me da un dulce beso en la boca.
EL- Mi madre me dijo que soy adoptado!
Sin mediar palabras lo abrazo fuertemente, lo acaricio, le doy besos suaves en la boca, le revuelvo el cabello a modo de caricia. Quiero contener el llanto y por suerte él se quebró primero, lloramos juntos. Estuvimos abrazados varios minutos mientras trataba de consolarlo.
YO- Bueno, y cuál es el segundo motivo tan importante Sergio, como si esta noticia fuera poco.
EL- Estoy enamorado de ti Mariana, te amo!
Creí infartarme, no me salían palabras, no podía decirle la verdad con semejante cuadro de situación.
YO- A ver tesoro, dime ¿Qué dijo tu madre precisamente?
EL- Recuerdas la foto de mi padrino en mi mesa de luz, bueno, él no es mi padrino, según mi madre es mi padre biológico. Mi madre me dijo que él y mi madre biológica eran muy jóvenes cuando me tuvieron y no tenían la capacidad de criarme como corresponde, que los padres de mi “padrino” hablaron con un juez conocido y me dieron en adopción y que mi padre biológico venia de vez en cuando a ver como crecía, así habían arreglado con mis padres de crianza, y cuando yo empecé a preguntar por él a medida que crecía inventaron que era mi padrino.
YO- ¿Pero porque desapareció de tu vida de repente? Me dijiste que se había ido a vivir a otro país.
EL- Eran mentiras! Me dijo mi madre que tuvieron que correrlo porque yo me estaba pareciendo cada vez más a él y temían que yo me diera cuenta que me parecía más a el que a mi padre de crianza.
Ahora estaba todo claro, se acababa de correr la cortina, ya no quedaban margen de dudas. No sé de dónde saque fuerzas para contener el llanto y no decirle la verdad. Yo estaba perpleja a medida que él iba contando la historia.
YO- ¿Te dijo quién era tu madre?
EL-No, es un misterio, mi “padrino” y su familia jamás quisieron decirlo a mis padres de crianza. No sé qué hacer Mariana, y tampoco entiendo porque te elegí para contarte esto, fue algo que me surgió de adentro, un deseo incontenible de contarte que soy adoptado y que te amo, no me importa los años que me llevas, no es tanto, quiero tenerte a mi lado para siempre.
Me quede con él hasta que se durmió en mis brazos. Lo tape con una frazada y me fui a mi casa. Estaba destruida, el destino no solo me hizo una jugarreta de la peor sino que me puso entre la espada y la pared. El hombre que más deseaba, con quien me dejaría hacer lo que sea con tal de satisfacerlo sexualmente resulto ser mi hijo. Qué paradoja del destino!
Debía resolver esto de la forma menos traumática para ambos, buscaba una salida y no la encontraba, parecía un juego de laberinto, siempre que creía encontrar una salida, esa salida era fatal para uno de los dos. Finalmente me di cuenta que tenía dos opciones, o callaba para siempre e iniciaba una relación incestuosa con mi hijo, sin decirle quien era yo en verdad, o le decía que su madre le había chupado el pene y estuvo desnuda sobre él a punto de follar. Los dos eran los peores escenarios posibles. Su madre falleció al mes, Sergio estaba muy afectado por la noticia de su adopción, la muerte de su madre y la falta de respuestas de mi parte de aceptar o no tener una relación de pareja formal con él. Yo lo iba a visitar a su departamento varias veces en la semana, me preocupaba su salud. Se estaba deprimiendo, dormía todo el día, tomaba ansiolíticos. Unas semanas después fui a su apartamento, él me había dado una llave para que entre porque a veces se dormía profundamente y no escuchaba el portero. Un día sentí el impulso irrefrenable de darle un corte final a su sufrimiento, Sergio merecía lo mejor y era yo quien podía cambiarle la vida, ninguna otra persona, pero yo como hembra, no como su madre. Llegué al apartamento, estaba dormido, me desnude y me metí debajo de la sabanas junto a él abrazándolo, ni se dio cuenta que yo estaba a su lado, estaba profundamente dormido. Estuve junto a él por cuatro horas observándolo mientras dormía, pensando, reflexionando, acariciando su cabello, su rostro, no sentí ninguna sensación de rechazo o repulsiva, al contrario sentí paz, placer de estar desnuda junto a él esperando que se despierte. Se mueve, gira la cabeza, se sorprende.
YO- Hola amor, bienvenido de regreso al mundo!
EL- Eeestaaasss desnuda en mi cama, ¿decime que estoy soñando, acaso fallecí?
YO- No tonto! Soy yo en carne y hueso , vine a decirte que voy a ser tuya y que siempre estaré a tu lado.
Nos abrazamos y nos besamos, reímos juntos rodando por la cama.
EL- ¿Dónde habíamos quedado aquel día?
YO- Propongo que comencemos de nuevo, déjame poner esa polla en mi boca hasta ponerla dura.
Beso y froto mis labios en la piel de su polla de forma ascendente y descendente, me detengo en sus testículos depilados y los meto en la boca, también con la punta de la lengua cerca del orificio del culo, eso lo estimula y comienza a gemir, exploro esas zonas erógenas con la punta de mi lengua moviéndola como serpiente. Cuando se pone bien dura comienzo a meterla en la boca hundiéndola todo lo que podía adentro de la garganta, se hace imposible tragarla toda , es gruesa y grande, sentí que podía eyacular y nos ubicamos para hacernos el oral mutuamente, mientras el pasaba su lengua por mi raja depilada haciéndome retorcer del placer, le seguía mamando la polla sin parar, no pude aguantar y me corrí en su boca mientras él lamia el clítoris estallando en un grito de placer que llenó la habitación, mi cuerpo temblaba y se retorcía al mismo tiempo en un orgasmo como jamás había tenido en mi vida. No era mi hijo quien estaba allí, era mi hombre, mi macho, el semental que tanto busque por años.
EL-¿quieres cabalgar o te poner en cuatro patas?
YO- Prefiero cabalgar primero, quiero tu polla adentro de una buena vez!
Él se acuesta boca arriba y me subo, agarro su pene duro como estaca y yo misma lo iba introduciendo de a poco en mi vagina. Sentía algo de dolor, pero el haberme corrido facilito la penetración, mi vagina lubricada permitió que al ser penetrada no doliera tanto. Yo jadeaba y gritaba de placer a medida que me la iba metiendo más adentro, mis manos estrujaban las sabanas, me inclino un poco para que él pueda chuparme las tetas dejando al rojo vivo y mordisqueando suavemente con los dientes mis pezones, finalmente cuando entró toda hasta el fondo comencé a dar saltones sobre la polla, jadeos y gritos de placer , no paraba de gritar, estaba descontrolada, gozando a pleno semejante polla adentro, estuve poco tiempo así porque me vinieron las ganas de correrme nuevamente y un segundo orgasmo profundo e intenso me sacudió el cuerpo, me aflojé toda, caí rendida sobre su pecho, pero su polla seguía dura, me encantaba que durara tanto, eso que mis saltones sobre su polla eran fuertes y violentos.
YO- ¿Quieres mi culo, quieres hacerme el culo, te gusta?, es todo tuyo amor, rompelo te doy permiso
Me pongo en 4 patas, apoyo mi rostro sobre las sabanas, levanto el culo lo más alto posible y lo pongo duro, le pedí que ponga lubricante que llevaba en mi cartera, me echa un chorro, siento que corre por mi culo y se cae por la raja, se embadurna la polla con lubricante y comienza una penetración lenta, pero antes mete un dedo, luego dos, luego tres hasta dilatar bien la zona, yo estaba encendida cuando sentía los dedos meterse en el culo.
YO- Vamos dámelo, lo quiero adentro quiero sentirte dentro de mí, metelo hasta mis entrañas, no me tengas compasión estoy muy caliente.
Con total delicadeza me va penetrando de a poco, me hace doler, para, grito como si estuvieran clavando estacas en mi culo, luego sigue, administra mi dolor, finalmente me la mete hasta los testículos, siento mi culo lleno, abierto, estirado.
YO- Déjalo un minuto así quieto, no te muevas, enterrado hasta el fondo, no lo quites, déjalo así, que yo comenzare a moverme despacio de menor a mayor, yo hare los movimientos tu sostenlo duro, déjame moverme.
Mi cintura y el culo comenzaron a moverse lentamente, totalmente empalada, despacio, de menor a mayor, con movimientos ascendentes y descendentes, para los costados, cada vez más ligero hasta tomar un ritmo parejo, no paraba de jadear, de gritar de placer , mi culo parecía partirse en dos con semejante falo penetrándome, estuve varios minutos gozando a mi manera , manejando la situación , tomando el control de la culeada,.
YO- Ahora si amor, tómame del cabello como si fueran las riendas de una yegua indomable y dame duro, no pares, hazlo fuerte, no te detengas que yo me masturbare mientras lo haces, hazlo ya!
El comenzó a embestirme sin piedad tomando mis cabellos, el dolor no importaba, el placer era supremo, ya mis gritos eran continuos, le pedía que aguante que no me vaciara, que me espere que nos íbamos a correr juntos, seguimos unos minutos haciéndolo a lo bestia
YO- Vamos amor, me corro, descarga todo adentro, quiero tu leche por favor adentro de mi culo, quiero sentir la tibieza de tu esperma llenar mi culo
En una embestida feroz hasta el fondo, me toma de las caderas, se afirma y me larga todo adentro al mismo tiempo que me corría frotando mi vagina, me dejo caer con todo el cuerpo sobre la cama y el arriba mío aun con la polla adentro. Nos quedamos así hasta que su polla afloje, luego la fue sacando despacio. Me toco el agujero del culo y estaba todo abierto dilatado al máximo, sentía la leche salir del culo y caer sobre la raja. Esa noche lo hicimos varias veces hasta quedar rendidos de cansancio.
Durante un tiempo reflexionaba sobre nuestra relación y me dolía vivir una mentira, me torturaba la idea de que algún día se enterara la verdad y lo perdiera. Después de tanto pensar tomé una decisión que podía llegar a herirlo aún más que si le hubiese dicho todo antes de iniciar una relación incestuosa, sabía que sería cruel de mi parte pero lo tenía decidido, voy a contarle la verdad y que él decida, no deseo mentirle mas a mi hijo. Entonces, meses después le escribí una carta de despedida contándole la verdad pidiendo perdón por no haber tenido el valor de decirle la verdad, le dije que lo hice porque sentí que debía hacerlo pero que mis sentimientos eran verdaderos y que fue el amor, no por el hijo sino por el hombre que vi en él, que aceptaba no tener su perdón, que lo que hice no se debía hacer, que merecía el infierno y no el perdón, y por ultimo le escribí esta frase “Sabiendo ahora esta verdad que acabas de leer y si esta noticia no significa dolor o trauma para ti, si tu realmente me amas y no te importa que sea tu madre, búscame en la terminal de ómnibus, me voy a las 8.30 pm en el bus del andén 25, porque yo siempre te amare no como un hijo pero si como el hombre más importante que tuve en mi vida”
Cuando estaba a punto de subirme al bus siento su voz desde lejos gritar mi nombre, me doy vuelta y el parado al fondo del andén extiende sus brazos, en segundos estábamos besándonos apasionadamente mientras los transeúntes desprevenidos nos observaban sin sospechar que esos amantes eran madre e hijo. Desde ese día vivimos como pareja, felices, no compartimos el secreto con nadie, nuestras amistades ni lo imaginan, es mejor así que todo quede entre él y yo.
La sociedad al menos en mi país, y estimo que en todo el mundo, no está preparada para avalar socialmente este tipo de relaciones. ¿Qué me decidió hacer publica nuestra propia historia? Pienso que cuando guardamos un gran secreto sobre nuestras intimidades en un momento necesitamos expresarlo a modo de catarsis, aunque nuestra confesión siga conservando cierto anonimato principalmente nuestra identidad debido a que el status social o nuestra vida personal se puede ver afectada debido que el incesto sigue siendo un tema tabú. Me interesa de sobre manera abrir un canal de comunicación con las personas y conocer su opinión al respecto, y entiendo también que el lector siempre se queda con algunas dudas respecto a algunos detalles sobre este tipo de relaciones, por lo tanto y siendo fiel a mi personalidad desprejuiciada les dejo mi correo personal para mantener contacto: [email protected]
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