Me enamoré de mi tío
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tío Harry siempre fue muy amable conmigo desde que lo conocí y luego comprendí que la primera vez que lo ví, tenía el guebo alborotado, por que estaba besando y acariciando a su novia, o sea a mi tía. No pude disimular y no dejaba de ver esa rica tranca, que se le marcaba en sus ajustados jeans. Él se tuvo que dar cuenta y me sonreía, entonces cuando mi tía disimuló, pues yo los cogí acaramelados, se fue a beber agua a la cocina y mi hermoso tío, se apretó ese montón con su mano y me dijo: Te gusta esto? Bajé mi cabeza abochornado y me fuí corriendo al patio. Él se fue detrás mio y me llamó, yo de lejos le dije, que pasaba. Me alcanzó y agarrandome por la mano me llevó detrás de una enorme árboleda: No digas a tu tía que te dije nada, ok? Le contesté tembloroso, que yo no diria nada, que yo no era chismoso. Ahora sí nos entendemos me dijo. Agarro mi mano y la llevó a su bulto, y me la comenzó a restregar ahí. Yo sentía que mi corazón se me quería salir por la boca. Dejáme tío Harry, no… eso no está bien, decía yo bien bajito. Se que te gusta Javielito, vi como te la comias con la mirada, si quieres yo también te la dejo gozar a ti. Y yo fui perdiendo la resistencia, y comenzé a manuciarlo, a agarrarle aquello tan rico y grande, que estaba duro como palo.
Me llevó más adentro de la árboleda, y me dijo que no me preocupara que mi tía, estaba hablando por teléfono con una amiga, sobre los preparativos de su próxima boda, y por eso él se fue trás de mi, y que allí no nos verían. Si ella viene decimos que estamos buscando mangos. Mientras yo solito volvía a sobarle el guebo por encima de la ropa, sin que él me lo pidiera. Que mucho te gusta nene, no sabes lo caliente que me tienes y lo mañoso que soy cuando me pongo vellaco, me dijo. Entonces recostados de un árbol de mangó, se bajó los pantalones jeans y sus boxers, dejando al descubierto, el guebo más hermoso que yo hubiera imaginado: Grande, gordo, recto y de una enorme cabeza, que quedó afuera como un hongo! Me asombré y me asusté, temblaba de pies a cabeza. Dale nene, tómala, me acerqué timidamente y empezé a tocarla, olía rico, nunca olvidaré ese primer contacto, con el pene de un hombre éxitado, y botando precum, por la ranurita de la cabeza. Me indicó como masturbarlo, lo hacía torpemente, pero comenzé a hacerlo mejor y me dijo que lo mojara con mi saliva para que subiera y bajara mejor. Lo llevé a mi boca y me lo introduje poco a poco, tío comenzó a gemir: Ahhhhhhh que rico, que delicia, sigue con la boca, metételo más adentro, chupa nene rico, chupalmelo así ahhhh! En cuestión de nada, yo me estaba chupando aquella verga, como si fuera lo último que hiciera en mi vida, tío gemía y me decía que cuidado con los dientes, y que mamaba bien bueno.
Luego de estar casi por venirse, me pidió que me quitara los pantalones mios, yo lo hize y me recostó sobre el tronco del árbol, me dobló hacia adelante, me hizo separar las piernas y comenzó a darme mi primera mamada de culo, mi primer beso negro, aquella lengua me volvía loco de placer y deseos, me sentía desmayar. Ahhhhhh, tío que rico, me gusta, me gusta, gemía yo, echando mis nalgas hacía atrás y restregandolas circularmente en su cara. Nene te lo voy a meter, no puedo más, de lo caliente que me has puesto! Con mi ano dilatado por su lengua y uno que otro dedo, comenzó su faéna. Fue doloroso, es natural pues era mi primera vez, pero aguanté, aun me pregunto, como pude meterme ese gran guebo por primera vez, sin vaselina, solo su precum, saliva y los deseos de ambos. Ya va nene, ya casi la entró toda, y sentí el susto de mi vida en mi estomago, cuando me entró toda. Nos quedamos quietos y le pedí acostarnos en el piso, pues no soportaba ya estar de pie, mis rodillas se doblaban. Me la sacó y sentí un gran alivio, sonó -plash- como cuando descorchan una botella. Ya en el suelo y acostado boca abajo, me tiró un salivón en mi hoyo recién abierto y se ensalivó nuevamente su verga y me la metió suavemente…debí tener madera para esto por que me encantó y no me dolió mucho, quizás por lo delicado que tío me trataba.
Me comenzó a coger lentamente y luego aceleró, que rico aquella tranca me hacía sentir lo más rico del mundo, que gusto, que placer…y sin pensar le grité a mi tío Harry, que lo amaba! Te amo tío, metémelo así rico, así. Tío me daba más y más duro y empezó a gemir y a gritar, cogela toda Javielito, toma toda mi leche papito. Y me llenó todo de su semen por dentro. Cuando terminamos, nos quedamos acostados en el suelo y ahi, nos prometimos no decir nunca nada a nadie, de lo que hicimos. Me preguntó si me gusto y yo le dije que muchísimo. Pues desde hoy eres mi noviocito, pero es un secreto entre nosotros, cuando podamos te dejo saber y volvemos a coger. Yo me sentía enamorado de aquel joven, tan guapo, esbelto y bien dotado, que prácticamente acababa de conocer y que ya…yo era suyo!
No pasó muchas horas, desde esa primera vez, que volvió a hacerme ver el cielo de felicidad y placer… pero eso se los cuento la próxima vez.
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