Me follo a mi cuñada
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Nimaco.
Soy un hombre casado de 37 años y me estoy follando a mi cuñada desde hace 2 semanas.
Tengo una cuñada de 19 años que hace seis meses encontró trabajo en nuestra ciudad.
Así que se mudó a nuestra casa para minimizar gastos y poder ahorrar lo máximo posible.
Mi cuñada es lo que llamaríamos una mujer con curvas en los lugares apropiados.
Tiene un buen culo,anchas caderas y sus pechos son una talla 95.
Al no ser muy alta, metro sesenta y cinco, sus pechos aún se acentúan más si cabe.
Morena con un pelo hasta la cintura y unos intensos ojos azules es sin duda una mujer que llama la atención.
He de reconocer que siempre me ha parecido muy atractiva, pero al ser mi cuñada no le había dado muchas vueltas al asunto hasta un par de años atrás.
La primera señal fue hace dos veranos cuando estando juntos de vacaciones en la playa, su cuerpo y el mio parecían rodarse en los momentos más apropiados para no ser percibidos por nadie más.
Los meses fueron pasando y admito que fui yo el primero en comenzar a buscar ligeros e "involuntarios" roces con su cuerpo.
Una mano roza su culo al pasar junto a ella en la cocina.
Una mano que la agarra ligeramente un pecho al jugar en el agua de la playa, etc.
Finalmente hace dos semanas, mi mujer tenía el turno de noche en su trabajo y por tanto mi cuñada y yo teníamos la casa para los dos solos.
Lo que me decidió a dar el paso final aquella noche fue su actitud mientras preparabamos la cena.
Ella vestía un top azul y unos pantalones cortos realzando su precioso culo claramente.
Su cuerpo se pagaba al mio a cada oportunidad que teníamos de estar uno al lado del otro.
Notaba sus pechos en mi espalda mientras ella pretendía mirar como yo terminaba de aliñar la ensalada, etc.
Después de cenar no pusimos a mirar una película en el salón.
Yo me senté en el sofá más largo y ella estirada junto a mi con los pies sobre mis muslos.
He de admitir que mi atención se centró en ella desde el momento que nos sentamos.
La visión de sus pechos bajo el top, se añadía a la de sus piernas semiabiertas dejando adivinar la parte que cubría su sexo claramente.
Estábamos mirando una película de terror y mis pensamientos libidinosos me delataron, pues antes de que me diera cuenta tenía una ereccion que ella podia sentir perfectamente al tener sus pies sobre mis muslos.
Al percatarme del detalle intente no pensar más en ella, pero fue imposible.
En ese momento ella se cambio de postura y me preguntó si podía recostarse a mi lado con su cabeza en mi hombro.
Me pareció algo normal así que accedí.
Ella colocó mi brazo por encima de su hombro y con mi mano reposado en su vientre.
Al poco rato, casi de forma casual, el pulgar de mi mano izquierda esta justo bajo uno de sus pechos.
Ella se movió ligeramente hasta que mi mano paso a cubrir la mitad de su pecho.
Miré hacia ella y noté sus pezones marcándose en su top.
Moví ligeramente mi mano y rocé su pezon.
La reacción fue un gémidos ahogado y otro movimiento de su cuerpo para colocar su pecho completamente bajo mi mano.
Permanecimos así un par de minutos y finalmente ella puso su mano sobre la mia y la movió alrededor de su pecho.
Pude notar la reacción de su cuerpo inmediatamente.
Así que tras acariciar su pecho por unos minutos empecé a bajar mi mano hacia su vientre.
A medida que mi mano bajaba, sus piernas se iban separando ligeramente.
Cuando mi mano se deslizó bajo sus pantalones pude sentir que su sexo estaba completamente depilado a excepción de una estrecha línea recta de vello púbico en la parte superior.
Mis dedos alcanzaron su sexo que estaba completamente empapado.
Me incorporé y me puse frente a ella.
Entre besos que saboreaban cada parte de sus labios mientras nuestras lenguas iban jugando y palabras entrecortadas confesandonos mutuamente que ambos habíamos esperado este momento desde hacía mucho tiempo, mi manos retiraron su top dejándome ver sus pechos.
Redondos y firmes con pezones rosados y pequeñitos solo mejorados por la presencia de un pequeño lunar junto a su pezon derecho, los pechos de mi cuñada son una belleza.
Empezamos a besarnos de nuevo.
Mis labios rozaban su cuello mientras mis manos acariciaban aquellos pechos que se ponían más y más erectos con cada roce.
Cuando mi lengua empezó a rodear su pezon izquierdo en pequeños círculos al tiempo que mi lengua jugaba con él, los gémidos de mi cuñada aumentaron en frecuencia y volumen.
Sus manos se habían abierto paso hasta mi pene y lo masturbaban de forma increíble.
Sentía como mi excitacion y la suya aumentaban con el paso de cada minuto.
Seguimos así por un tiempo hasta que no pude contener mis ganas de tener su sexo en mi boca.
Así que fui bajado por su pecho y su vientre con besos lentos pero intensos.
Al llegar a su ombligo mi lengua paso a rodearlo mientras empezaba con mis manos a bajar sus pantalones.
Segui mi camino hacia su sexo, empecé a besar sus muslos mientras terminaba de quitarle sus pantalones y sus braguitas.
Después mis labios empezaron a subir por la parte interior de sus muslos acercándome cada vez más a su sexo.
Separando completamente sus piernas mi boca y su clitoris se encontraron a escasos centímetros de distancia.
Mi lengua empezó a lamer el lado derecho de su clitoris de abajo arriba.
Rodeandolo y bajando por su lado derecho mis labios se encontraban con los de sus sexo.
Primero los de su parte externa y luego los interiores.
Sentía como su cuerpo temblaba con cada pase de mi boca su vientre se tensó más y más hasta que finalmente pude sentir el sabor de su órgasmo en mi boca.
Lentamente separé mi boca de su sexo, me fui desprendiendo del resto de mi ropa y me fui acercando de nuevo a su cuerpo aún temblando y super sensible por el órgasmo que había tenido un par de minutos antes.
Ella se acercó a mi al mismo tiempo y empezamos a besarnos de nuevo.
Primero su mano acarició mi pene al sentir lo excitado que estaba, se puso sobre mi y lo introdujo en su sexo.
Entonces empezó a mover sus caderas, mis manos en sus nalgas y con mis labios pasando de uno de sus pechos al otro y después a sus labios sin un ritmo aparente, parecían sin embargo coordinarse perfectamente.
Mi cuñada no tardó en tener otro órgasmo y me llevó al extremo de tener uno yo mismo.
Le pedí que me dejara terminar en su boca y ella aceptó de inmediato.
Con su mano en la base de mi pene empezó a pasar su lengua desde la base del mismo hasta su extremo superior.
Una vez allí sus labios rodearon mi sexo y fueron introduciéndolo en su boca lentamente.
Su lengua se movía en círculos al tiempo que subía y bajaba con su boca sobre mi sexo.
Tras unos minutos sentí que no podía contener más mi propio órgasmo y se lo dije.
Levantando su mirada y sin parar de mover su boca arriba y abajo, sus ojos se encontraron con los míos y finalmente me derramé por completo en su boca.
Aquel día comprendimos que habría muchos mas encuentros como aquel en el futuro.
Como explicaba al comienzo de mi relato, esto pasó hace dos semanas.
Nuestra relación continua y evoluciona día a día.
Experimentamos constantemente a cada oportunidad que se nos presenta.
No hemos olvidado que existe otro factor a tener en cuenta dentro de nuestra relación.
Ese factor factor es mi esposa, pero eso ya es parte de mi próximo relato.
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