Me quería pagar
La posibilidad del dinero fácil corrompe. Y el deseo de ganar mucho dinero fácil, corrompe totalmente. .
–¿De verdad me pagarías solo por tocarme y besarme?
Lorenzo se quedó un poco sorprendido por mi pregunta tan directa, pero como buen experto a sus 60 años, en el arte de tratar y pervertir niñas, me respondió:
–Sí, ya te he dicho que te pagaré por jugar contigo, siempre que los dos estemos desnudos. Y como veo que no te importa “jugar” conmigo siempre que te pague, porque quieres dejar de ser una niña de 9 años, hacerte mayor y ganar dinero, te hablaré como si fueses mayor, como si fueses tan puta como Bea, que es quien te ha convencido para que vengas a mí.
***Quiero besar tu boca, meterte mi lengua. Tocar, lamer y besar todo lo que me apetezca de tu cuerpo. Y además, te enseñaría a jugar con mi polla, sacar lechita de mis huevos, metértela en la boca y tragarte toda esa lechita… y cuando tú quieras, cuando creas que ya estás preparada, te meteré mi polla en tu coñito y en tu culo… y entonces, cuando haga todo eso contigo, aun te pagaré más, pero desde entonces, serás toda mía.
***Además de eso, te enseñaré a fumar. Te daré unas pastillitas para animarte a ser más atrevida, y unos polvitos para meterte en la nariz y hacerte más viciosa. Y también te enseñaré a beberte chupitos de coñac, mis meados ¡y muchas cosas más, que te harán mayor y presumirás con tus amigas! Cuantas más cosas me dejes hacerte, más dinero te pagaré y más dinero tendrás tú, para comprarte lo que quieras sin que lo sepa tu mamá.
***Y si quieres ganar mucho dinero y te gusta jugar con hombres y pollas, yo me haré tu tío, tu padrino, y te buscaré más hombres para ti. Cuantos más hombres te follen, más dinero tendrás siempre. Seguro que tu prima Bea te lo ha contado todo y te ha dicho todo el dinero que gana. Y con lo guapa que tú eres, te aseguro que tendrás muchos hombres para jugar contigo ¡Muchos! Y mucho dinero para comprarte lo que quieras ¡Todo lo que te guste!
Me sorprendí un poco de todo lo que me decía. Me hablaba con voz ronca, nerviosa. Su polla estaba extraordinariamente dura y tensa bajo la tela de su pantalón… y yo, muy excitada y sin pensármelo dos veces, le pregunté:
–Entonces Lorenzo ¿quieres hacerme puta como Bea? ¿Una puta de 9 años?
–Si una niña o una mujer mayor, se deja besar, tocar, o follar por dinero, es puta. Lo es tu prima Bea desde los 11 años, y lo son esas amigas suyas que follan por dinero y unas pocas ya hacen porno. Y lo serás tú si haces lo mismo. Desde hoy, serás puta conmigo ¿deseas serlo?
Más o menos, todo lo que me decía Lorenzo, que era el entrenador de futbol de mi prima Bea, de 13 años, yo ya lo sabía por ella y un par de amigas. Lorenzo se follaba desde hacía muchos años a niñas. Desde hacía tantos años, que algunas de ellas ya estaban casadas y eran madres, pero también decían “las malas lenguas”, que muchas de estas madres, ex-niñas-putas, seguían siendo “alquiladas” a través de él, para otros hombres.
A muchas niñas no solo las follaba y usaba constantemente y a su gusto, sino que las pervertía e incluso las metía en el mundo porno y de la prostitución infantil y juvenil, como mi prima Bea, que presumía de hacer cine “de mujeres mayores”, e incluso ya se había quedado preñada y abortado una vez. Pero ella ya estaba a punto de cumplir 14 años y yo ¡acababa de hacer 9 años! Yo solo era una niña sexualmente inexperta y principiante, aunque con muchas ganas de tener dinero para comprarme cosas.
Lorenzo, que sí era un verdadero experto en corromper niñas, al verme dubitativa, no perdió el tiempo. Cerró la puerta de su despacho, me cogió de la mano, me llevó al almacén, y una vez allí y solos, me dijo:
–Vamos a negociar Laurita. Te doy 20€ si te desnudas y me dejas besarte y tocar tu coñito. Y te daré otros 30€ más, si me chupas la polla y me dejas vaciar toda mi leche en tu boca, pero tienes que beberte toda la que puedas. Ya ves, solo por eso puedes ganar dentro de un rato ¡50 EUROS!
Le miré y sin pensar en nada más que el dinero ¡empecé a desnudarme! Pero lo que me sorprendió fue oír a Lorenzo decir en voz baja “que yo iba a ser más puta que mi madre”. No entendía por qué nombraba a mi madre ahora, porque yo estaba segura que mi madre, si se enteraba de esto ¡me mataría! Tal y como decían Bea y otras amigas del cole, vi como acariciaba con su mano su bragueta y la tela se estiraba más, y según mis amigas, eso quería decir que su polla se estaba poniendo muy dura y que él se estaba poniendo cachondo y con ganas de follarme… que a pesar del porno que yo veía, no sabía muy bien lo que era eso.
Sin tener ningún sentimiento de vergüenza o timidez, me quedé solo con las braguitas rosa habituales. De repente él me pregunta con voz aún más ronca:
–¿Prefieres hacer “cosas” para ganar 20€, o todo lo que he dicho para ganar 50€?
Y yo le dije “muy claro”, que lo que yo quería es ganar dinero para comprarme cosas. Cuanto más dinero ganase, más cosas me podría comprar. Él me miró fijamente, me dijo que me quitase la braguita y mientras lo hacía, también se desnudó, y fue entonces cuando vi su polla y me quedé asustada. Las amigas decían que las pollas de los hombres mayores acojonaban por su grosor más que por su tamaño, parecía imposible meterlas… pero también parece imposible que los bebés salgan por el coño de sus madres ¡y salimos! Todas dicen que cuando pierdes el miedo, todo va muy bien, y eso del miedo, no era cosa que fuese conmigo.
Me acerqué a él impresionada y le acaricié la polla. Palpitaba, estaba caliente, su capullo no tenía piel, su tronco tenía mogollón de venas hinchadas y estaba duro, muy duro… Por unos instantes volví a dudar. Él lo notó. Se inclinó hacia mí, y al mismo tiempo que su mano empezaba a acariciar mi rajita virgen, me dijo suavemente en el oído:
–Laurita ¿has pensado todo lo que te puedes comprar con 50 Euros? Ese dinero será tuyo y solo tuyo. Y no solo lo podrás ganar hoy, sino todos los días que quieras venir a jugar conmigo. Piensa en la cantidad de veces al mes que podemos vernos y si quieres ganar más dinero, mis amigos también pueden venir a verte y con ellos ganarás más ¡MUCHO MÁS!
***Ahora mira ese reloj de la pared. Como quieres ganar dinero y yo quiero que ganes dinero y estés contenta, te hago una proposición. Déjame que juegue contigo una hora ¡solo una hora!, y te daré 100€. Jugaremos a muchas cosas divertidas. Aprenderás muchas cosas. Hoy te harás puta y dejarás de ser niña. Y será el primer día especial de toda tu vida futura. No tienes que jugar conmigo ni por deseos, ni por vicios. Juega conmigo por dinero ¡PIENSA EN EL DINERO! En solo una hora, ganarás 100 Euros…
Dinero. Mucho dinero solo por jugar con él a su gusto ¿Y por qué no hacerlo? Le miré unos instantes a la cara, sonreí, y con la cabeza asentí. El experto y pervertido entrenador había encontrado mi punto flaco ¡el dinero! Su mano apretó más mi coñito mientras dos dedos lo acariciaban por fuera. Su otra mano se posó en mi nuca y me acercó a él aplastando sus labios a los míos ¡mi primer beso de puta! Noté su lengua entre mis labios y abrí un poco mi boca. Instantes después, su lengua, su saliva con fuerte sabor a tabaco y otras cosas, penetraban en mi boca y me dejé hacer.
Me cogió entre sus brazos de deportista, corrió una vieja cortina y detrás había una cama. Bueno, era un colchón encima de unas cajas de madera. Por primera vez en mi vida y solo con 9 años recién cumplidos, mi cuerpo fue tirado desnudo sobre un sucio colchón, y encima de mí, también desnudo y con la polla dura, se lanzó Lorenzo.
Su boca destilaba asquerosa saliva. Me besó los labios metiendo su lengua y sus babas. Mis pezones, que eran unos preciosos botones desarrollados sobre tetitas nacientes, también los empezó a besar, los lamía y hasta los mordía y rascaba un poco con sus dientes… mientras su mano ya no me acariciaba el coñito, sino que empezó a masturbarme muy bien. Lo hacía mejor que yo y me gustaba lo que hacía. Incluso me empezó a meter un dedo en el culo y aunque me dolió, yo no protesté. Notaba su polla recorriendo la parte baja de mi cuerpo, mi entrepierna, mis muslos… tal y como su cuerpo se movía. Un rato más tarde me dice:
–Laurita, no tardaré mucho en correrme. Ahora mete mi polla en tu boca y haz lo que te diga. Soltaré mi lechita a chorros dentro de tu boca y bébete toda la que puedas. Si te la bebes toda mejor, porque tiene muchas vitaminas y es buena.
En realidad yo ya había mamado algunas pollitas de secundaria y tragado su lechita, pero claro, esas pollitas eran mucho más pequeñas. Para la polla de Lorenzo tuve que abrir mucho la boca y aun así, como aún no sabía hacerlo bien, mis dientes rozaban su tronco. Me pudo meter todo su capullo y algo del tronco, pero yo respiraba muy mal y como me dolían las mandíbulas por abrirlas tanto, intentaba cerrar la boca, pero gracias a los ángeles de la guarda que cuidan de las niñas, me avisó que se iba a correr, y de repente, empezó a disparar su leche dentro de mi boca como si me disparase una pistola de agua. A chorros y cada uno por un sitio y con distinta fuerza.
Al juntarse en mi boca la saliva, el semen, y faltarme el aire, casi me ahogo. Me tragué todo lo que pude pero empecé a toser y me incorporé para respirar mejor. Una vez más relajada, Lorenzo, al ver que mis ojos miraban un paquete de cigarrillos que estaban en una mesita, me preguntó si quería uno, y cuando iba a dármelo, me miró y me preguntó si prefería un cigarrillo o un porro muy potente que tenía. Y no lo dudé, le pedí el canuto. Porque yo, fumadora de cigarrillos no era, pero los canutos de Bea o de Sofía los compartían conmigo y me gustaban porque me animaban.
Él mismo lo encendió, todo el humo lo lanzó sobre mi rostro y me gustó su olor. Me dio el porro para mí sola, me hizo una señal y me puse semi-sentada a su lado y su brazo me abrazó. Sus dedos empezaron a acariciar mis tetitas y a jugar con mis desarrollados pezones, y poco después, el muy cabrón, hizo que en mi entrepierna empezaran a crecer y moverse muchas hormigas ¡muchísimas hormigas! Notaba algo muy bonito en mi coñito. Lo sentía mojado, muy caliente, con unas sensaciones nunca conocidas… Además, el porro ese era verdaderamente potente ¡y me volví a correr! El pederasta este sabía como tratarme…
Os prometo que desde ese momento dejó de importarme nada. Entre los orgasmos, el porro, y la dulce sensación de hacerme adulta, de hacerme mujer en los brazos de este hombre especial, hizo que me entregase a Lorenzo sin condiciones. Fue precioso. Me gustaba complacerle ¡quería complacerle! Tal y como estábamos, me giré hacia él y empecé a besarle en la boca. Yo misma metí mi lengua dentro de su boca… y él supo que no me negaría a nada. Y que ya no era solo por dinero.
Al terminar el porro, Lorenzo me dice:
–Mira el reloj Laura, todavía nos queda media hora para los 100€. Hasta ahora has ganado 50€ y lo has hecho muy bien ¿quieres que sigamos jugando y ganarás 100€? Hasta ahora, tú y yo lo hemos pasado muy bien. Hay muchas cosas que me gustaría hacerte y sé que te gustarán ¿Te las hago?
Yo, que me lo había pasado muy bien antes y seguía entre nubes de placer, asentí y sonreí. Yo misma le abracé con mis dos brazos y volví a besarle con fuerza. Yo no lo sabía, pero hacer eso con un pedófilo, con un pederasta profesional, con un hombre que desea niñas como loco para pervertirlas a su gusto y entregarlas a los placeres mundanos, era desatar las fuerzas del Averno. Y el Averno, el Minotauro, o todos los deseos pervertidos de Lorenzo, cayeron sobre mi inocente cuerpo de 9 años que solo acertó a decirle.
–Haz conmigo todo lo que quieras, pero si quieres que sea puta de verdad ¡quiero que me hagas muy puta! La mejor de todas.
Mi hombre me abrazó estrechamente. Sus manos recorrieron todo mi cuerpo agarrando mis glúteos y apretándome más a él. Entre Lorenzo y yo solo estaba su polla que la notaba crecer y endurecer, y al mover mi cuerpo, mi coñito y su polla se rozaban constantemente… Y eso me gustaba tanto que empecé a desearla y la acaricié. De repente, oí entre las brumas de mi mente que me decía con voz muy ronca:
–Así Laurita, así ¡deséala! Te estás portando muy bien. Eres muy caliente y te juro que haré de ti una puta más pervertida que tu madre. A ella la desvirgué con 12 años y a ti te lo haré con solo 9. Te gusta mucho el dinero y a las niñas como tú se las compra y se las envicia sin problemas. Estoy seguro que contigo podré hacer todo lo que yo quiera… solo se trata de pagarte, y te juro que conmigo ganarás mucho dinero. A tu madre la hice puta porque es y será, muy viciosa. A ti te haré puta por lo que realmente se hace a una buena puta ¡POR DINERO! Sé que serás una gran pervertida, porque siempre necesitarás dinero para gastar. Solo lo queréis para eso ¡para gastarlo!
Y yo le volví a sonreír. Me gustaba mucho lo que oía. No sabía exactamente el sentido de lo que decía, pero si yo iba a ganar como puta a mamá, y además iba a ganar mucho dinero ¡era fabuloso! Me apreté más a él. Quería que notase que me entregaba a él. Me gustaba el roce del palo de su polla contra mi coñito. Pero algo hice mal porque Lorenzo me apartó de él, me cogió en brazos y me puso en la cama boca abajo, Luego me levantó el cuerpo por el medio y me puso algo blando bajo mi barriga y así me quedé.
Sorprendida, con el culo levantado, con la parte de arriba del cuerpo agachada hacia adelante, y las piernas inclinadas para abajo. Lorenzo se puso detrás de mi junto a mi culo. Separó mis piernas. No entendía para qué quería mi culo tan levantado ¡yo me sentía incómoda!
De repente, noté como su polla rozaba otra vez mi coñito y me alegré. Y también me alegré cuando noté como esa enorme polla, su cabeza, con ese agujerito pequeño en el medio, me quería acariciar mi coñito por dentro, pero… Un terrible dolor me hizo temblar entera ¡Y GRITÉ! Grité como nunca lo había hecho. Y empecé a llorar como tampoco nunca lo había hecho.
El dolor de mi coñito seguía creciendo y también mis gritos. Notaba como las fuertes manos del entrenador agarraban mis caderas. Pero también notaba como “algo enorme” estaba entrando dentro de mi coñito, estiraba mis músculos y me dolía de cojones. Me mareé del dolor y creo que me dormí un poco. Al despertarme, Lorenzo estaba moviendo su polla muy dentro de mi coñito afuera y adentro con fuerza, y mi dolor era grande, más que grande, enorme. Y adiviné que me estaba follando. Y supe dentro de mi cabeza, que “eso” no entraba en los 100 Euros. Que eso debería ser más caro.
Pero también me di cuenta que estaba dejando de ser virgen y eso en parte me alegró. La polla seguía entrando y saliendo con fuerza. El roce de la polla con mis músculos vaginales me calentaba mucho, pero el dolor era algo insufrible y me mareé otra vez.
Cuando volví a la semi-realidad, noté como la polla ya no la tenía dentro de mi coñito, aunque este me dolía a lo bestia. Noté la mano, bueno en realidad noté algunos dedos del entrenador, que le daban masajes a mi culo con algo que parecía crema o grasa y lo estiraban, pero como eso no me dolía demasiado y yo aún era una ignorante sexual, no me preocupé. Y debí preocuparme y mucho. Tardé bastante tiempo en aprender “las cosas básicas del sexo”. Por desgracia, eso no te lo enseñan las monjas del cole.
Mi mente seguía embotada por el porro y el dolor. No era realmente consciente de lo que me pasaba y hacía. De repente, las manos de Lorenzo volvieron a agarrar con fuerza mis caderas. Noté como la punta de su capullo intentaba entrar en mi culo y cuando iba a decirle que se había equivocado de agujero, noté como ese capullo y parte del resto de su polla entraban de verdad en mi culo. Y ahí si que os juro que el dolor fue terrible. Y mi grito fue más terrible aún.
–Cabrón… hijo de puta ¡me la estás metiendo por el culo! Me estás violando… ¡Para, para, para…!
Pero Lorenzo no paró, al revés, mis insultos y mis gritos de dolor le excitaban aún más. Mi cuerpo se estremecía sin parar. Me movía a todos lados deseando escapar de ese tremendo, enorme apuñalamiento que esa polla me hacía destrozando mi culo y penetrando en él profundamente. Sin embargo, mi asesino y violador, el entrenador, no solo se reía de mí, sino que constantemente decía mientras me follaba con fuerza:
–¡Qué maravilla de niña… que estrecha eres! Lástima que las muchas folladas que vas a tener, vayan dilatando tus agujeros y eliminando el placer que me das siendo tan estrecha. Vas a multiplicar el placer que me daba tu madre, porque ella era y es viciosa, pero tú amas el dinero, y el dinero mueve montañas y fabrica putas pervertidas ¡muy pervertidas! Y yo gozaré de tu cuerpo llenándolo de billetes y depravándote.
La verdad es que no entendía nada de lo que decía, porque ¿para qué me nombraba otra vez a mi madre? Y qué tendría que ver mi madre con que me follase por el culo? La entrada del culo me ardía, como si me quemase. Esa polla, entrando y saliendo unas veces lentamente y otras con fuerza, me volvía loca de dolor. Se estaba metiendo toda dentro de mí, y el culo se me estaba rompiendo en dos mitades y cada mitad tiraba para un lado distinto. Y de repente, él se paró y le oí decir:
–Joder, ¡se la he metido toda! Es increíble esta niña. Es estrecha, pero prácticamente toda mi polla está dentro de su culo ¡Como voy a disfrutar follándola!
Poco después la sacó casi toda y la volvió a meter. Y lo volvió a hacer, como si me follara de nuevo. Y luego otra vez. Cada vez que la sacaba y la metía, lo hacía con más rapidez y más fuerte. Y yo ya no me resistí más, le dejé hacer. También le dejé hacer cuando poco después empezó un nuevo juego. Me la sacaba del culo y me follaba el coño. Me la sacaba del coño y me follaba el culo. Y algo hizo bien porque yo me volví a correr, y esta vez, lamentablemente no pude aguantar mi cansancio, porque a pesar del dolor, empezaba a gustarme lo que me estaba haciendo. Mi cuerpo se desplomó como plomo en la cama y casi me dormí mientras él seguía follándome a su gusto.
Un potente olor a porro me despejó. Ya no me follaba. Incluso me había lavado coño y culo y puesto una crema fresquita que me dijo era antiinflamatoria. Me incorporé, me apoyé en su cuerpo, y me dio un vaso de papel de esos de las máquinas, con leche calentita. Me la bebí, y en completo silencio compartí el porro con él. Me miré entre las piernas y comprendí el por qué ese colchón estaba tan sucio. Tenía el coño rojo, hinchado, y brillante por la crema, pero aún salía leche de macho y había un charco sonrosado al pie del mismo. Me acordé que ya no era virgen ¡y me volví a alegrar!
Al terminar el porro, Lorenzo se levantó y trajo una bandejita con unos polvos blancos. Era cocaína, y por primera vez entré en el mundo de las drogatas. Me fui espabilando, pude levantarme y andar, con dolores, pero casi bien. Me ayudó a vestirme pero se quedó con mis braguitas. Me dijo que eran para su colección. Yo, que desde hacía un rato estaba bastante rabiosa y dolorida, le pregunté el por qué me había hecho todo eso y solo me contestó:
–Quedamos que por 100€ jugaríamos una hora a muchas cosas y no dijimos a qué cosas… Y todo se ha hecho en un poco menos de una hora.
–Entonces me debes 100€.
Se quedó mirándome con una ligera sonrisa. Se levantó, y de un cajón sacó varios billetes de 50€ y me dio dos ¡100€! Yo los cogí, y algo dentro de mí me decía que el precio por follarme los dos agujeros era muy barato. Me giré hacia él y le dije:
–Vale por hoy porque soy novata y no entiendo de esto, pero desde ahora, el follarme por los dos agujeros serán 150 euros. Por un solo agujero 100€. No me gustaría ser la putita peor pagada del cole.
–Laurita, poco a poco ajustaremos los precios porque es posible que muy pronto tú valgas más ¡mucho más! Yo te daré 100€ y te follaré por donde y como yo quiera. Mis amigos y primeros clientes tuyos, te darán 100€ por follarte por un agujero y tendrán media hora para follarte. Te darán 150€ por follarte los dos agujeros y podrán estar contigo una hora. No puedes estar mucho tiempo con ellos porque tendrás muchos clientes que atender. Y en cada follada, me darás 30€ por las drogas y los porros potentes que te prepararé. Cuando llegue el verano y tengas vacaciones escolares, tendrás más experiencia, y subiremos tus precios y los míos por ser tu padrino.
–Entonces Lorenzo ¿Vas a explotarme? ¿Vas a hacerme una puta de solo 9 años? –le dije sonriente-
–Ya eres puta Laurita. Ya eres puta.
==========
Dejar un comentario
¿Quieres unirte a la conversación?Siéntete libre de contribuir!