Mi abuela Perla. Parte 2.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Lo cierto es que entre mi abuela y yo se abrió una gran comunicación con mucha franqueza y atención a los requerimientos de ambos, al punto que casi todo lo sabíamos el uno del otro.
Mi madre por su parte a menudo me preguntaba sobre ella, de si estaba bien y de si sabía de alguna andanza de suya puesto que la veía muy tranquila, dedicada y entusiasmada, “mamá actúa como si estuviera enamorada” me decía y yo pues nada le decía que pudiera comprometernos.
Continué con mi rutina, esa semana, en clases y en casa pillando todo cuanto podía, tocando a mi hermana dormida y hasta hablándole de cosas sexuales con cierta frescura para ver su reacción que ciertamente la mantenía inquieta, le hablaba de cosas y ella me decía dime más y yo le inventaba cosas, rozándola y tratando de llegar más lejos con ella, llegó hasta a preguntarme si ocurría algo entre mi primo y yo porque ella lo veía a el “muy raro”.
El día viernes como siempre me alisté para ir me donde mi abuela, y mamá me dijo que esperara que le enviaría unos dulces que había preparado y esperé no sin inquietud, porque quería irme lo más rápidamente a cogérmela y disfrutar con ella de lo mejor.
Ya todo arreglado me marché a su casa en donde me recibió de la mejor manera.
Vestía una falda pantalón corto que destacaba sus muslos y sus nalgotas, y con una blusa con un descote muy atrevido donde se asomaban sus grandes tetas, muy tentadoras y provocativas.
“Buenas tardes mi bello”, y me dejo caer un beso tierno primero en los labios y luego un beso de lengua indicativo de lo que me esperaba.
Me dijo que pasara a saludar a mi abuelo, a quien vi entretenido con la tv aunque soñoliento, luego atendí el llamado de mi abuela a comer parte de los dulces que mamá le había enviado.
Hoy “Tobi” ha estado muy inquieto, me dijo, y es que esta semana nada le he dado porque he estado muy ocupada con tu abuelo, me ha jodido tanto pero ya le di su medicina y se quedará dormido ahora iremos donde el perro.
Así que ella verificó luego que el abuelo estuviese dormido y una vez que me cambié a ropa más cómoda nos fuimos al patio trasero.
Siéntate allí amor me dijo y ella fue donde el pero que estaba de verdad muy inquieto pero ella con destreza fue calmándolo, sobando su cabeza, su lomo y su rabo y después directo al pito, comenzó a darle, a masturbarlo y pronto su verga afloró de su capullo mientras lamía la entrepierna de mi abuela y yo igual me ponía tenso.
Sin más, se despojó de la falda pantalón y la ropa interior, agarró un par de cojines y su crema lubricante, no sin antes darme dos buenos besos de lengua y se puso de rodillas de espalda al perro.
El “Tobi” daba vuelas alrededor de ella, pasando su lengua por todas partes mientras Perla mi abuela lo sobaba y se daba nalgadas, aquí Tobi, aquí perrito bello, ven aquí, hasta que se detuvo en sus nalgas y comenzó a pasar la lengua mientras mi vieja gemía shhhhh uyy rico anda monte a su vieja que lo espera y de pronto se montó, tal como yo había visto la semana anterior, ella le guió la verga hasta la entrada de su culo y plus se le metió toda, Ayyy me vas a matar bruto y comenzó el perro su vaivén, yo ya me había sacado la verga y mi abuela me hizo señas, me acerque a ella y comenzó a mamármelo, que forma de chupar la de ella, que pericia, me decía que lo metiera todo en su boca llegándole hasta la garganta mientras sobaba mis testículos y el perro le encajaba la verga hasta el tronco la agarre por los cabellos y le daba cogiéndola por la boca y ella cerraba los ojos y su cara rebelaba su goce, que puta que es mi abuela y que bueno que es así conmigo pensaba, a los minutos ella se estremecía con los temblores propios de su orgasmo y de inmediato el morbo me inclinó a tener una eyaculación profusa en su boca, hasta la última gota se tragó, exprimiéndolo al máximo.
Me fui al cuarto de baño mientras ella terminada de separarse del perro y luego de asearme me fui a mi habitación.
Al llegar mi abuela muy ligera de ropas, pensaba que todo parecía un sueño, yo a mi edad con casi 14 ya tenía una mujer a quien cogerme, ávida, deseosa, morbosa y que lo que pedía a cambio era solo eso, verga a discreción.
Se acostó a mi lado y comenzó a platicarme.
”Tu mamá como está como la ves.
Ella estuvo esta semana muy preguntona, me preguntaba por ti, que como te portabas, lo que hacías, que si yo tenía un amante.
Lo que pasa hijo es que ella es como yo, muy cachonda, muy caliente, pero tu papá se la pega bien, lo se porque me comenta”.
Abuela y siempre te gustó por el culo, pregunté? “Lo que sucede mijo es que mi papá me lo hizo estando pequeña.
El me cogía por el culo y nadie sabía eso.
Yo me hacía la víctima pero me gustaba.
El comenzó cuando yo tenia 9 años me sentaba en sus piernas y yo le sentía su paquete y me movía y eso lo excitaba.
Siempre lo hacíamos así hasta que un día estando solos se lo sacó y me puso a chupárselo, yo me hacía la boba y le dejaba seco me tragaba su leche hasta que se decidió a penetrarme.
El me desvirgó y después para no dejarme embarazada me cogía por el culo, eso siempre me gustó.
Su verga era grande como de 23 cm y gruesa y el se preguntaba como era que yo de 12 años que era la que tenia cuando comenzó a metérmelo, me tragaba toda su verga y me la encajaba toda en el culo, el me decía que mi madre chillaba cuando la penetraba.
Siempre me cogió hasta estando casada y es que me acostumbré a su verga y el a mi culo.
Es que lo tienes rico abuela y comencé a besarla, parece un guante cuando te entra es como si lo aprisionaras, verdad me dijo haciéndose la tonta, abrazándome y agarrando mi verga ya lista, tiesa.
Me sentó al borde de la cama ella se arrodilló en el piso sobre un cojín y comenzó a besarme y a lamer mi verga me acosté quedando mis pies colgando y ella se engullía la totalidad de mi pieza y después lamía mis bolas y mi perineo, colocó mis piernas sobre sus hombros y metió su lengua en mi agujero, sin duda ella conocía esos secretos en la sensibilidad del cuerpo de un hombre porque aquello era sencillamente divino, estaba dejando su huella el mi, pasó su lengua por mis testículos hasta la cabeza de mi pene y simultáneamente la fue tragando metiendo un dedo en mi culo hasta el fondo, que divinidad, de manera instintiva me movía, mi abuela me estaba cogiendo y mamándome la verga y aquello me condujo a una eyaculación abundante y un orgasmo muy intenso.
Mi abuela para variar se tragó toda la leche disfrutando hasta la última gota.
Se acostó boca arriba jadeante y pasando su lengua por las comisuras de sus labios, saboreando y gustando mí leche.
Comencé a chupar y succiones los pezones de sus tetas, grandes, algo caídas pero carnosas, y muy apetitosas, al endurecerse lo lamí y mordí suavemente, ahhhhhh sssssshhh así cabrón como vas aprendiendo shhhhh que rico papi muerde duro y yo lo hacía complaciéndola y calentándome con cada uno de sus gemidos, chupaba mientras mis manos tocaban sus piernas las que complacientes estaban abiertas, su pubis, su vagina, su empuje me fue llevando hasta que mi cabeza estaba sobre su monte de pelos.
Me coloqué sobre ella, acoplándonos en un 69, y rápidamente di inicio al paso de mi lengua por su clítoris y su vagina, mi lengua recorría todo, su clítoris, mientras mis dedos entraban en su vagina, dos dedos hasta el fondo y luego abrí sus nalgas y le metí mi lengua en su culo, ella respondió con un grito de goce y meneándose me decía “así dale divino” “mete la lengua” “ay que ricura” “dale coño uff”, todo mientras acariciaba mis piernas y nalgas para a su antojo meterse mi verga hasta el esófago de manera repetida mientras sobaba mi ojete y yo el suyo, y teniendo los dedos humedecidos con sus jugos penetré con facilidad mientras ella con un ritmo endemoniado me decía que siguiera y complaciera.
Así chupando su clítoris y metiendo mi lengua en su vagina y mis dedos en su culo y ella mamando mi verga y perforando mi culo llegamos a un intenso clímax, en el que nuestros orgasmos emanaron casi de manera simultánea fundiéndonos en un paroxismo sin comparación.
Dormimos profundamente, y el resto del fin de semana continuó al ritmo sexual acostumbrado y sembrando en mí conocimientos y placeres hasta hace poco desconocidos.
Así nos despedimos el domingo a media tarde y me fui a casa, al llegar mamá conversaba con mi hermana, me preguntó por los abuelos y les respondí que estaban bien y que, conforme me había instruido mi abuela, la había ayudado en arreglos generales en su jardín.
Papá tomaba cerveza con unos amigos, saludé y me fui a mi cuarto a descansar.
Me cambié de ropa y me puse un pantalón corto amplio tipo short y me dormí, en un determinado momento sentí algo en el cuarto y entreabrí los ojos en la semioscuridad vi a mi madre con una bata de dormir transparente mirando mi paquete, yo, a pesar de mi ajetreo sexual con mi abuela, aun tenía esas erecciones espontáneas dormido.
Me hice el dormido y me moví de manera que mi verga se asomara más y mamá pudiera verla, (pero que me estaba pasando que estaba tan osado, actuaba de una manera que yo mismo percibía como extraña, era evidente que las visitas a mi abuela me estaban cambiando.
Ella se quedó inmóvil y al ver que aun dormía, me sacudió uno poco de los hombros y al ver que no reaccionaba me agarró la verga y la acarició, sentía ganas de todo pero seguí haciéndome el dormido y con mi verga erecta y palpitando, sentí entonces como se aproximó y paso la lengua por la cabeza apartando un poco la manga del short, quedando al descubierto mi tolete que se metió entre la boca sintiendo como lo succionaba y penetraba hasta el fondo, sin arcadas, sin esfuerzo y con delicadeza pero de manera experta, pensaba en las palabras de mi abuela, tu mama es como yo muy caliente, succionó y lamió, entraba y salía de su boca hasta que con un uufffff sin abrir los ojos y poniendo mis manos en mi estómago solté un chorro de leche en su boca.
Se puso de pié tocando su vulva y se retiró dejando que mi verga se tornara flácida de nuevo.
En horas de la mañana al servirme el desayuno, me beso en la frente mientras nos servía a todos mientras yo la veía ya de manera lujuriosa, pensando que esa mujer de cuerpo estilizado senos medianos firmes, nalgas grandes y duras y un rostro de belleza mediana que era mi madre, me la había chupado y ahora yo me la quería coger.
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