mi abuela y yo
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mi abuela y yo
Charlotte mi abuela de 64 años ojos celestes su cara mostraba sus años y el trabajo, no así sus caderas sus tetas grandes, de brazos fuertes, mi Abuelo Tom de 72 años más cansado que la abuela, todavía se veía un hombre fuerte , no tuvieron hijos yo soy adoptado cuando tenía tres años, ahora cuento con 21 años ,los tres nos dedicamos al cuido de la finca ,en la cual tenemos unas cabezas de ganado.
El invierno se acercaba y había que llevar el ganado a las partes altas de la finca, mi abuelo estaba fracturado de un brazo por lo que me toco llevar el ganado con mi abuela a las alturas, ahí había que arreglar las cercas, la abuela me acompaño a la travesía, yo era el consentido de los dos, no había diferencia que fuera adoptado.
Después de medio día de viaje a caballo llegamos a los corrales de la altura, dejamos el ganado en corrales, para ir arreglar las cercas, la abuela encendió la radio avisándole al abuelo que ya llegamos, la rancha no tenia luz, era el baño, cocina y una sola cama, nos alumbramos con lámparas de kerosene, la abuela abrió las ventanas y se puso a encender la cocina de leña, la abuela calentó la comida que llevaba, eran como las dos de la tarde cuando nos devolvimos a la rancha, había sido un día de mucho trabajo, senté en la entrada de la rancha , mi abuela me llevo un trago que hace el abuelo, para el descanso ,ella se tomo un vaso del mismo licor sin arrugar la cara era la costumbre, ante que callera la noche la abuela se metió al baño ,que eran unas tablas y de puerta un plástico viejo corroído, al rato me pidió que le pasara un trapo para secarse, que al entregárselo la vi desnuda de espalda una piel bien blanca de amplias caderas ,la abuela se puso un blusón tipo hospital raido que tenia se la amarro atrás ,salió sin sus botas descalza ,entre al baño a quitarme la tierra y el sudor solamente no teníamos jabón, la abuela me paso una pantaloneta desteñida con una camiseta que parecía un coladero solo huecos , la mesa estaba servida ,una carnita ceca con yuca y alguito mas no faltaba el fresquito de limón.
La abuela término de arreglar la cama, mientras fui a cerrar el corral, la noche comenzaba a caer, encendimos las lámparas, la abuela estaba subida en la cama cociendo el toldo, al alzar los brazos su bata se le habría dejando ver sus piernas en un momento dado se le abrió un poco mas pude ver sus pelos de la vagina, esto me comenzó a calentar la cabeza ,la me dice —ya está listo hijo si no nos comen los zancudos, ya me voy acostar el rincón es mío — .
La abuela se medio dentro las cobijas para quitarse la bata debía cocerla a nivel de las tetas, ya que un pezón se le quería salir, luego se la volvió a poner, no se la amarro era muy incomodo, la abuela me pregunto que si me iba meter a la cama, cerré la puerta de la cabaña con una lámpara encendida, ya en la cama junto a la abuela me da un beso en la frente diciéndome que era todo un hombre, que había hecho prácticamente solo el trabajo, quedo frotándome el pelo , sentía sus tetas sobre mi hombro, por lo que me comencé a calentar mi virilidad comenzó a irse templando, metí mi mano disimuladamente me la acomode para que la abue no notara nada, puso su cabecita en mi hombro y pecho así quedo quedita por un rato podía oír su cambio de respiración, muy temerosa me fue colocando su pierna sobre mi pierna, sentía sus pelos en mi rodilla su bata estaba abierta esto me puso arrecho no tenia forma de tapar mi verga , mi abue se puso a llorar , le pregunte qué pasaba.
Se tapo la cara diciéndome — hay papito es que me recuerdo cuando tenía buenas noches con el abuelo, ese olor tuyo me trajo muchos recuerdos, perdóname pero también soy mujer, el abuelo hace muchos años no me volvió a tocar.
La abuela metió su mano dentro de la cobija me tomo la verga, hasta que respiro muy hondo sintió mi erección, me la apretó fuerte —-hhhaaayyy papitoooo , hhhaaayy papito ,que cosita más rica , perdona—-, quite las cobijas metí mi mano sobre su monte peludo , la abuela bufaba su bocata bien abierta dejaba salir sus quejidos raspaba su cuerpo sobre la cama abrió sus piernas a lo más que podía esperaba que la penetrara , fui corriendo su pelusa da para meter mis dendos en su gran vagina, no había metido uno de mis dedos cuando la abuela comenzó a gritar —-hhhhaaayyy ,hhhaayyy ,sigue papito sigue hhhaaaayyy, que rico—.
Prácticamente le metí todos mis dedos le entraron sin ninguna dificultad , mi abuela manejaba una gran raja, la abuela me estaba chupando mis tetillas, con fuerza me dolía, por lo que le tome su cabeza empujándola a que me mamara, me puse de rodilla le acerque mi verga a su boca ,se la trago de un solo ,la apretó con sus labios comenzó a saque y mete, le decía hay abuelita que rico sigue así , se notaba la experiencia que tenia, sentía que me iba volver alrreves con esa mamada que me estaba dando, sus ojos claros se le habían puesto rojos le pegaba la verga en el galillo, mis dedos estaban dentro de su gran panocha, se los retorcía la abue alzaba sus cuerpo dejo salir un chorro de su liquido vaginal ,abuelita gritaba como una perra apaliada, todo su cuerpo temblaba , me tomo de la cara quería que la mamara, me baje hasta su vagina bien estirada le tome sus labios vaginales color rojo oscuro se los estire , comencé a meter mi lengua, abuelita seguía gritando , le jalaba sus labios vaginales con mi boca se los estiraba más de lo que los tenia se ve que abuelita aprovechó el tiempo cogiendo, me gustaba meterme su gran vagina bien húmeda en mi boca ,ya no aguantaba más , le separe bien sus piernas , le metí mi verga la abue creo que no la sintió se la deje ir toda de un solo , seguí dándole bien duro pegaba mi gorro hasta el final sentía su pared, era un charco de líquidos vaginales ,metía y sacaba con mucha rapidez, la abuelita ya no tenía aire, le descargue todo mi semen en su gran vagina ,era un agualotal su vagina estaba llena con mi semen.
Deje descansar a la abuela todo su cuerpo seguía temblando, su bocona la tenia bien abierta, le puse mi verga para terminar de botar mi semen, con el poco que le quedaba saco su lengua para limpiarme la verga, tenía sus ojos perdidos, sus brazos extendidos igualmente sus piernas.
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