MI ABUELO; EL ORIGEN (2)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Seguir con esa relación me hizo satisfacer varios deseos míos.
Una de las cosas que cambié fue tanga por bombachas, para él un hombre para explorar el cuerpo de su hembra lleva un proceso delicado y audaz.
Cuando se sentaba en una escalera o médano yo me paraba a su lado y el espiando bajo mis faldas subía su mano acariciando mis piernas y corriendo los elásticos de la bombacha me toqueteaba el sexo con sus dedos rústicos pero movidos sabiamente para sacarlos repletos de mis jugos y empezar a lamerlos uno por uno sin dejar de ponderar el sabor de mi acabada.
En las chupadas de pija (esa verga que hizo a mi madre) culo y huevos yo lo miraba a los ojos buscando culpa o asco pero sólo descubrí el placer permanente de un macho sirviéndose de su hembra.
Cuando el me llenaba la boca de leche antes de tomarla se la tenía que mostrar como estaba depositada en mi boca y luego como respirando hondo a mandarla al estómago mientras apretándole el glande le sacaba con mi rostro lo último de allí; por su parte su pasión era acabar en mis labios vaginales y cuando la leche se me empezaba a deslizar él bajaba a lamerme la concha tomándose todo para besarme después.
Cuidamos de no abusar de la célebre pastilla azul y aún así le fui fiel ya que con 2 o 3 veces por semana me dejaba bien servida.
A veces sentada a la mesa él como un niño se agachaba por debajo de ella y yo debía cruzar o abrir las piernas descubriendo mis bombachas hasta que sentía como su lengua subía por mis pantorrillas para deslizarse por los muslos al tiempo que me sacaba la bombacha y me pajeaba con su magistral lengua chupando los labios de la concha con una calidad profesional como pocas.
Nos fundíamos en besos interminables chupándonos la lengua y tomándonos la baba uno del otro.
Mira a qué edad vengo a tener la mujer que siempre necesité.
solía decir.
En parte la fuistes haciendo vos.
le contestaba.
La pasamos más que bien pero a ambos nos faltaba algo y era pasar una noche entera juntos; como marido y mujer.
después de un tiempo se nos dió; eran los últimos calores y anduve en tetas por toda la casa con una blusa colgada en mi cintura por las dudas y él cada tanto me las chupaba manoseando el resto de mi cuerpo sin parar considerándose el macho de mejor hembra del planeta.
"A veces quisiera poder meterte un hijo; darle a tu madre un hermano nieto.
que divino sería.
".
Hijo de puta.
le contestaba.
conformate con pervertirme que a mí me encanta".
Tenía puesta una mini que al agacharme se me veía todo, obvio que puesta a propósito y más que nada para que se restregaba.
Nos acostamos cerca de la medianoche con los besos mas intensos y babosos que nos habíamos dado, lo monté y me moví como nunca acabando a raudales como un tren expreso y cuando él se puso arriba acaricié sobando sus clavículas diciéndole que era el mejor polvo de mi vida.
Ël me paso la lengua por toda la cara y tironeó la mía al momento de eyacular lo cual hizo bien adentro.
Nos dormimos abrazados, felices y a la madrugada vi su rostro arrugado pero con un rictus de sonrisa en los labios.
Al otro día con la familia "normalizada" desde temprano; a la tarde cuando fueron a despertarlo de su siesta lo encontraron muerto.
Del corazón dijo el médico.
Lo pensé como le hubiera gustado a él, un macho divino que me cogió tan bien dejándome la duda de como encontrar otro ahora, aunque en el fondo fuera un viejo hijo de puta que se revolcó con su nieta.
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