Mi abuelo me hizo lo que soy ahora 3
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
"Bueno, ya no hay mas secretos entre nosotros", nos dijo el abuelo, sin dejar de acariciar las tetas de mi madre, "ya sabemos que les voy a seguir dando cariño, juntos o por separado, como ustedes quieran, pero hija, yo quiero que dejes que tu hijo te de cariño a ti también", seguía diciendo el abuelo, dejando que yo le siga acariciando su verga y mi madre se dejaba acariciar las tetas con él, "si papá, vas a ver como me hago dar cariño con su verguita", le dijo mi madre, acariciando mi verga, que aunque yo no entendía muy bien todo, se me había puesto dura.
Salimos del agua, nos vestimos y nos fuimos a casa del abuelo, mamá en el caballo en el que había venido y yo en el caballo del abuelo con él.
Los caballos quedaron sueltos, nosotros comimos y yo me fui a dormir, ya que estaba cansado, pero mas que nada me sentía extraño.
En mi mente me aparecían las imágenes de mi madre mamando la verga del abuelo, cuando la hizo poner boca arriba y yo vi como el abuelo le metía toda la verga en su cuca, y como la cachaba delante mio, cuando le cacho el culo, como me lo cacha a mi, sentir la mano de mi madre acariciar mi verga, mi mano en su cuca, pensando en todo eso me dormí.
Al otro día cuando me levanto, el abuelo como de costumbre no estaba y nos fuimos a caminar con mi madre, "Ángel, lo que hicimos ayer en el río con tu abuelo, ni una palabra a tu padre, él desde muy niña, así como a ti, siempre me dio su cariño, y me agrada que lo sepas y quiero que mas adelante nos demos cariño tú y yo", me decía mi madre caminando y pateando alguna de las matas de maleza que había.
"Si mamá, yo no sabía que no eras hija del abuelo", le dije, caminando a su lado, "ellos me adoptaron de muy chica y siempre los vi como a mis verdaderos padres", seguíamos hablando, "que sientes cuando el abuelo te toca?", le dije, "me gusta, como me gustó cuando me tocaste la cuca y yo te tocaba tu verguita, si quieres me puedes tocar cuando quieras, sin que nadie nos vea o cuando estemos con el abuelo, quieres tocarme mientras caminamos?", me dijo mi madre, subiendo su falda y quitándose los calzones.
Yo la veía maravillado, sus enormes nalgas, sus piernas bien torneadas, su cuca sin un solo bello.
"Ve acariciando mi cola", me dijo, agarrando una de mis manos y haciendo que le toque las nalgas, soltando su falda, dejando mi mano dentro de su ropa, "acarícialas, apriétalas, juega con mi cola, no tengas miedo", me dijo mi madre, dejando que yo pase mi mano por sus nalgas y seguimos caminando, yo con mas confianza le apretaba las nalgas, las acariciaba, "ha, ya tienes mas confianza que vas jugando con mis nalgas", me decía, "alguien mas te dio cariño por la cola?", le dije, metiendo mi mano entre sus nalgas, las sentía calientes, húmedas, "si, muchos, muchos me dieron cariño por mi cola, por mi cuca, por mi boca, el abuelo me enseño bien, como disfrutar, y espero que a ti también te den mucho cariño por tu cola, si te gusta", me decía mi madre, sentándose en el prado, abriendo sus piernas y levantando su falda, dejando que le vea la cuca, "te gusta?", me dijo, abriendo bien sus piernas pasando sus dedos por los labios de su cuca, y metiendo uno, para luego llevarlo a su boca, "que mojada estoy", me dijo, empezando a tocarse la cuca, a meter sus dedos y los limpiaba con su boca, "ven hijo, mama mi cuca como mamas la verga de tu abuelo", me dijo, estirando su cuerpo sobre el prado, de piernas abiertas y metiendo dos y tres dedos en su cuca, gimiendo y retorciendo su cuerpo.
Yo me puse entre sus piernas y sentía un olor especial que salía de su cuca, me dijo como ponerme entre sus piernas, como acomodar mi boca en su cuca, y grito cuando le empecé a mamar la cuca a mi madre, escuchaba los quejidos, como movía el cuerpo, como acariciaba mi cabeza, "haaaaaaaa, que rico me mamas la cuca", gritaba mi madre, con sus piernas en alto y bien abiertas, "una verga, necesito una verga", gritaba mi madre, "mama mi cola, mama el agujero de mi cola", se dio vuelta gritando, dejando que meta mi cara entre sus nalgas y ella se metía tres dedos en su cuca, "así, así, mama bien mi ojete que me escurro", gritaba mi madre, moviendo todo su cuerpo, y orinándose los dedos que entraban y salían de su cuca.
Mi madre quedó tendida sobre el prado, gimiendo, con su cola al aire, parecía tan cansada, como que si hubiera corrido mucho, "hay hijo, gracias, que placer me diste con tu boca", me decía besando mi cara, mis labios, "cuando le cuente al abuelo lo bien que me mamaste la cuca y la cola, se va a poner contento", me decía, volviendo a ponerse los calzones y nos fuimos a casa.
El abuelo todavía no había llegado, comimos, y como nunca, nos acostamos a dormir la siesta.
A la noche la abuela se tomó su píldora para dormir y quedamos los tres, "hay papá, no sabes que bien me mamo la cuca y la cola Ángel, hasta me orine de placer", le contaba mi madre a su padre, "si?, te felicito Ángel, aparte tú, siempre fuiste de orinarte cuando gozas mucho del cariño, conmigo te haz orinado infinidad de veces cuando estábamos cachando", le decía el abuelo a mamá.
"Papi, me quieres dar verga por la cola, así le mamo la verguita a Ángel?", le dijo mi madre toda mimosa, pasando su mano por entre las piernas de mi abuelo, acariciando su verga.
"Tú que dices, le damos verga a esta puta?", dijo mi abuelo, sacando su verga del pantalón y metiendo la cabeza de mi madre entre sus piernas, haciendo que le mame la verga, "quitale los calzones y mete tus dedos en su cuca y en su cola", dijo mi abuelo mientras mi madre mamaba su verga.
Yo le subí su falda y le quite los calzones, mi madre mamaba la verga del abuelo y abría sus piernas, gimiendo como le metía los dedos en su cuca, estaba tan mojada como cuando salimos a caminar, yo sentía mi verga dura, mi madre estaba entregada a nosotros dos.
"Vamos al fondo, así estamos mas tranquilos", dijo el abuelo.
"Desnúdate, así tu hijo y yo te manoseamos como la puta que eres", le dijo el abuelo, dejando que mi madre se desnude toda, y nosotros la empezamos a acariciar, el abuelo me decía que le chupe las tetas, él le hizo abrir sus piernas y empezó a darle golpes con la mano abierta en su cuca, haciendo que mi madre se tape la boca con sus manos para no gritar, la veía temblar, como a medida que mi abuelo le daba esos golpes en su cuca, ella se orinaba, le veía como le caía el orín entre sus piernas, por sus piernas, yo seguía chupando sus tetas, ella parecía que lloraba de placer, "ponte a cuatro patas que te voy a meter la verga en la cola, y tú, Ángel saca tu verga y que esta puta te la mame", decía el abuelo, que era el que mandaba.
Mamá se puso como le dijo el abuelo, levantando bien su cola, "fuerte, mete tu verga fuerte en mi cola", le dijo mi madre, abriendo sus nalgas, haciendo un gesto de dolor cuando el abuelo le metió toda la verga de una sola vez en su cola.
Yo me acerqué y vi que tenía los ojos rojos, le caía saliva de su boca, me acercó hacía ella y me bajo el pantalón, metiendo mi verga en su boca, mientras el abuelo no dejaba de cacharle fuerte la cola, sentía el choque que hacían las nalgas de mi madre cuando el abuelo se la metía toda y chocaba contra su cuerpo.
Yo sentía el calor de la boca de mi madre mamando y lamiendo mi verga, los gemidos que daba con las embestidas que hacía mi abuelo con su verga dentro de la cola de mamá, no paraba de mamar mi verga, el abuelo no paraba de cachar fuerte la cola de mamá, escuchaba como a medida que metía y sacaba su verga del ojete de mi madre, se le escapaban pedos.
Mamá movía su cabeza de un lado a otro con mi verga dentro de su boca.
"Quieres que te cache fuerte por la cola, te voy a hacer cagar", le decía el abuelo, cachando la cola de mi madre con todas sus fuerzas, y aguantando las ganas de gritar de placer y gemir a su antojo, seguía mamando mi verga, fuerte, rápido, hasta que el abuelo da un grito y se la mete todo lo adentro que pudo y vi esos movimientos que hace cuando se está escurriendo, los mismos movimientos que hace cuando me cacha a mi, le estaba llenando la cola de leche a mi madre, que gemía como quien esta llorando y no paraba de mamar mi verga.
Le sacó fuerte la verga de la cola y le empezó a dar golpes en su cuca de nuevo con su mano abierta, hasta que veo como mi madre se empieza a mear y a cagar de placer, era algo raro ver eso, entre asqueroso y morboso, yo sentía una cosa en el estomago, y no me contuve y creí que me estaba orinando yo en la boca de mi madre, ella al sentir eso, me empezó a mamar fuerte, tan fuerte que me hacía doler, "así, así Ángel, llena bien de leche la boca de esta puta y que trague todo", decía mi abuelo, parado a mi costado, acariciando mi cabeza, todavía con su verga media flácida fuera del pantalón, "como disfrute, como disfrute", decía mi madre, todavía en cuatro patas, "que bien me cacharon", dijo mi madre, limpiando sus rodillas con sus mano, y viendo de no pisar lo que se había echo encima
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