Mi abuelo, mi amante. Yo, su putito (Primera Parte)
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Esta historia es totalmente verídica. Actualmente tengo 42 años y todo comenzó hace 34 años cuando yo contaba con 8 años.
Desde que tuve razón me dí cuenta que los hombres me atraían de una manera especial que en ese momento no podía explicar. Corría el año 79 y vivíamos con mis padres y mi otro hermano a unas cuadras de la casa de mis abuelos paternos en un típico barrio del conurbano de la Ciudad de Buenos Aires en Argentina. Yo solía pasar las tardes, luego del colegio en casa de mis abuelos ya que mi abuela, que era enfermera tenía su turno hasta las 20hs. y mi abuelo estaba solo hasta las 17hs. momento en el que iba a su taller de autos. El era mecánico de automóviles pero hacía años que solo supervisaba los trabajos de dos empleados que tenía. Yo siempre lo admiré a mi abuelo, su carácter fuerte, era el hombre de la familia 1,75 físico bien formado, velludo en pecho y piernas, cabellos castaños oscuros y ojos marrones penetrantes. Teníamos la costumbre de dormir la siesta, cuando mi abuela no trabajaba yo dormía en una habitación al lado del dormitorio de ellos.
Pero cuando no estaba, que era prácticamente seis días a la semana mi abuelo me hacía dormir la siesta con él en su cama. Les cuento que yo era un niño no flacucho pero tampoco gordo, piel blanca ojos marrones claros pelo castaño casi rubio. Y a partir de los siete años fue como que mi colita comenzó a ponerse como más redonda, gordita y dura, quizas por mi buen comer por suerte no era todo el cuerpo solo la cola. Recuerdo que en las siestas con mi abuelo, muchas veces dormiamos en posición casi cucharita o sea yo de espaldas a mi abuelo y él casi pegado a mi y muchas veces me abrazaba pero sin ninguna intención extraña. Yo sabía que mi abuelo era muy fogoso sexualmente porque lo había espiado mas de una tarde cuando cogía con mi abuela y realmente empecé a sentir con 8 años una sensación rara al ver el cuerpo de mi abuelo y sobretodo su verga que para mí era inmensa. Siendo todavía un infante deseaba por momentos ser el cuerpo de mi abuela, claro que a esa edad yo no estaba desarrollado pero mi pitito se ponia duro al espiarlos.
La tarde que comenzó todo era una tarde de fines de noviembre y hacía mucho calor, como siempre luego de almorzar mi abuelo me invitó a dormir la siesta. Recuerdo que yo tenía puesto un shorcito como de una tela similar al lycra que se usaba para los varones en esa epoca y una remerita blanca que me saqué al meterme en la cama, bajo el short tenía un slip color creo que blanco. Mi abuelo se acostó solo en slip era un color oscuro, creo azul. Si bien estaba flaccida se notaba su mas que buena dotación. Luego supe que había más largas aunque de grosor era de las más llamativas y lo que siempre me había llamado la atención era el tamaño de sus huevos, para mí eran inmensos.
Como siempre me preguntó tonterías del colegio, hablamos de cosas sin importancia y yo medio que me dormía y él se durmíó porque no habló más. Yo estaba de espaldas a él y en un momento noto que se pega bastante a mi cuerpo. Y por primera vez siento su pene, ahora semiduro, apoyado totalmente en mi colita y notaba como que iba poniéndose más y más duro. Yo pensé que estaría teniendo un sueño y no me quise mover para no despertarlo pero era todo nuevo y extraño para mí y realmente me gustaba lo que estaba sintiendo me gusta tener tras de mi bien pegado a mi abuelo y los dos casi desnudos salvo por nuestros slips.
Estoy habrá durado quizás 15 minutos cuando mi abuelo pasa su brazo izquierdo sobre mi cuerpo abrazándome y con sus dedos suavemente comienza como a pelliscarme mi tetilla derecha y luego la izquierda y ahora sí me empecé a excitar teriblemente. Para mí era todo nuevo pero de lo que estaba seguro era de que mi abuelo no hablaba pero tampoc dormía, estaba excitandome con su mano en mis tetillas y tu verga bien apoyada en mi culo.
Yo creo que cuando uno es gay de nacimiento tiene como un instinto y yo al recibir esa estimulación hizo que se pusieran bien duras mis tetillas y comenzara a mover en círculos mi colita bien pegada ahora sí a su superdura verga.
Cuando mi abuelo notó que yo comencé a mover mi colita de esa forma, allí perdió todo control y me hizo conocer su bestia sexual que llevaba adentro. Pràcticamente me arrancó el slip y se quitó el suyo, me dió vuelta poniendome frente a él se subió encima mío y me metíó su lengua hasta la garganta. Un poco me asustó porque me decía cosas como " ay putito mío yo sabía yo sabía que te iba a gustar y vas a ser mío pendejito hermoso", yo con 8 años era bastante avispado como decimos acá en el colegio a esa edad ya se hablaban cosas de sexo y además de la sorpresa me dí cuenta que ese hombre que era mi abuelo estaba caliente con su nieto de manera sexual y sobretodo lo excitaba mi colita porque luego de besarnos como media hora me llenó de saliva mis tetitas y bajó hasta mi culito donde yo creí morir cuando comenzó a besarlo y chuparlo.
A mí se me daban vuelta los ojos del placer, no podia creer que una persona podria recibir tanto placer. Lo extraño fue que casi no hablábamos solamente hacíamos yo me dejaba hacer por él y me gustaba. Luego de chuparme como media hora la colita, jamás me tocó mi pitito dejando desde el principio tácitamente claro que él sería mi macho activo y yo su putito pasivo lo que a mí me pareció lo natural, se sentó suavemente en mi pecho y me ofreció su pija y huevos y yo como si lo hubiera hecho toda la vida comencé a chupar primero pija mientras acarariciaba sus huevos gigantes. Me encantaba su olor a macho sabía que estaba descubriendo lo que me haría feliz en la vida, lo que me gustaba y todo gracias a mi abuelo. Me excitaba que me dijera cosas como "mi putito hermoso que hermoso culo que tenés, pero para cogerte vamos a tener que esperar un tiempo porque con mi verga gruesa te reviento" y también me decía que tenía cuerpito de nena que si me gustaría ponerme bombachitas y eso me divertía. Nunca fuí travesti pero en la intimidad sí me gusta ponerme ropita de mujer para estar con mi hombre y esos placer primeros se los debo a mi abuelo.
No quiero cansarlos pero está de más decir que, por supuesto a partir de esa tarde que supe lo que era el sabor del semen de un macho, nos convertimos en amantes. El puso como regla que me penetraría analmente el día que yo me desarrollara o sea el día que comenzara a eyacular, lo cual ocurrió a los 3 meses de haber cumplido 11 años. Mientras tanto de mis 8 a 11 años me enseñó muchas cosas menos la penetración. En realidad lo podría haber hecho cuando yo era más pequeño pero de una forma esperó a que fue mas grandecito así yo también tenía orgamos y mi culito mas gordito y grandecito para su pija extra gruesa. Por supuesto nadie se enteró, salvo algunas personas. En esa época aproximadamente 1979, había que ser muy discreto.y yo siempre fui su nieto predilecto en la familia y su putito amante en su cama.
Si les interesó, les contaré en la segunda parte como fue mi desvirgue a los 11 años y a los 13 ya era una experta crossdresser como se llama ahora a los hombres pasivos que sienten placer de tener sexo vestido de mujer con sus machos activos. Mi abuelo me inició en esos placer como también en cierta forma fui su "prostituto" para algunos conocidos suyos muy selectos que pagaron para tener sexo conmigo. Pero eso en otras partes. Adiós.
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