Mi abuelo y sultan
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Vivíamos junto a mis padres y mi hermana menor en las afueras de un campo en el interior de la República argentina , una chacra de mi abuelo, retirada del pueblo, la actividad de la siembra y la cosecha era ardua para todos, pero la productividad y el crecimiento de esa chacra era el orgullo de mi abuelo " Pepe" quien con sus casi sesenta años conservaba la fuerza y la vitalidad de un hombre de cuarenta, alto corpulento , bronceado solo delataba su edad una melena de cabellos grises , mis padres eran los encargados del manejo del campo y su peonada mientras que mi abuelo se dedicaba a la administración, pero acostumbrado al trabajo duro, recorría a caballo toda la chacra supervisando que todo funcione como corresponde, siempre lo hacia acompañado de su perro sultán ,un mastín negro enorme y robusto como mi abuelo que a su paso corría a cuanto animal se le cruzara cuidando el paso de mi abuelo y su caballo .
La jornada comenzaba al despuntar el sol y terminaba con las primeras horas del ocaso, yo solo veía a mis padres por la noche y durante el día con mis trece años realizaba las tareas de la casa y cuidaba a mi hermanita de once encargándome de llevarla a la escuela y regresar al mediodía junto con ella y disponer de toda la tarde para las actividades y claro también para jugar.
No teníamos vecinos a varias leguas así que mucha vida social no teníamos.
Ya el verano se acercaba y descansar de las cabalgatas hasta la escuela seria un alivio.
Las vacaciones llegaron y con ellas el calor y también la época de apareamiento de los animales, donde comencé a descubrir cosas sumamente excitantes y desconocidas.
A la madrugada del domingo con las primeras luces del día, los relinchos de los caballos me despertaron, corrí hacia la ventana y lo que pude ver me dejo petrificada.
el caballo de mi abuelo intentaba montar a nuestra yegua.
el espectáculo era la apoteosis del climax, mientras el alazán del abuelo la arrinconaba contra las maderas del corral la yegua levantaba su cola y empujaba a su macho en una especie de danza erótica, el relinchaba y corcoveaba, hasta que levanto sus patas delanteras y se apoyo sobre la espalda de Ada, así se llamaba la yegua, y ahí vi lo que nunca me imagine ,del caballo salia un pedazo de apéndice mas largo y grueso que la pierna de mi hermanita, intuí que era su miembro y quede embelesada viendo ese enorme pedazo de carne, brillante y chorrreante que intentaba perforar a mi yegua, instintivamente lleve mi mano a mi vagina que notaba húmeda e inquieta, comencé a acariciarla y recorrerla con desesperación, las cosquillas y el placer nublaban mi razón, hasta que en un certero balanceo del caballo introdujo toda esa lanza en las entrañas de la yegua que relinchaba, imagine de dolor y de placer, esos breves momentos de mete y saca fueron increíbles, hasta que el caballo bajo de la yegua con su tripa flácida y chorreando, no aguante más e introduje mis dedos hasta el fondo de mi conchita provocándome un grito y un dolor agudo y un terrible primer orgasmo, mis piernas temblaban y todo mi ser se estremecía, mire mis dedos y entre mis jugos había manchas de sangre, me tire en la cama mientras reflexionaba y pensaba en lo sucedido con mis piernas abiertas y mi bombacha manchada, pero la voz de Mariana ( mi hermanita) me sacude preguntando si nuestra yegua estaría bien.
? Ella había sido testigo como yo de la dantesca escena de sexo de los caballos y claro de mi propia masturbacion y desvirgue.
intente reponerme y recobrar la compostura y el aliento, diciendo.
si mariana es normal entre los animales.
.
Y que te paso que estas sangrando me pregunto mientras yo cerraba mis piernas.
!! Nada son cosas de mujeres que ya te voy a explicar le dije mientras la acomodaba en su cama y la tapaba para que durmiera.
solo rogaba que no dijera nada a mis padres.
Yo me fui al baño a asearme y regrese a la cama ,pero no podía dejar de pensar en lo que había visto, fue totalmente increíble, al no poder conciliar el sueño me levante Me vestí ,me asegure que mi hermana durmiera y me fui al corral, la yegua estaba sudada e inquieta mientras que el alazán bufaba y relinchaba, me acerque, lo acaricie y mis ojos se clavaron en su increíble pedazo de carne entre sus patas, no estaba conforme con el sexo y quería mas, pero la yegua no se entregaba, así que la tranquilice y la traje al lado del caballo, que blandía y sacudía su enorme miembro, tímidamente y por la curiosidad y excitación, acaricie su tripa, la rodee con mis manos y sentí el poder y su palpitar constante, mi calentura era extrema por lo que estaba a punto de hacer.
tome al caballo lo acerque a la yegua y de inmediato la monto y en mis propias narices penetro a la yegua con la típica desesperación animal.
que espectáculo mas ardiente y bizarro, quería ser yo quien fuera penetrada, quería sentirme así de poseída brutalmente por ese animal, nuevamente el alzan bajo de mi yegua con su miembro chorrreante y lo volví a tomar, me despoje de mis pantaloncitos y me agache en forma de pasarme ese trozo semirrígido por mi vagina, sus jugos empaparon mis agujeros, y hasta pude introducir tímidamente la cabeza del falo en mi conchita, solo con eso mi orgasmo se repitió varias veces hasta quedar tendida en el pasto.
Ya se hacia de día y con ello la actividad, tome mi ropa regrese a mi habitación y me acosté a descansar.
Promediaba la mañana, yo dormía plácidamente, hasta que entre sueños escuche la voz de mi abuelo, que mientras me acariciaba el cabello me despertaba por mi nombre , a pesar de su robustez y su tosquedad por ser hombre de campo, conservaba la dulzura de mi madre una mujer común y de gran belleza pero con mucha dulzura, la melena gris de mi abuelo se acentuaba con su rostro bronceado y sus manos enormes casi dos metros de altura era un hombre atractivo para cualquier mujer, siempre me pregunte por que seguía solo su viudez ya alcanzaban los diez años y su soledad también.
!
Mientras me despertaba con esa dulzura tan particular conmigo, recordé que solo tenia puesto una remera corta y unas bombachitas muy pequeñas, sentí vergüenza y reaccione de inmediato tapándome con las sabanas y con el rostro ruborizado, lo que provoco en mi abuelo una sonora carcajada, yo con mis trece años sentía la vergüenza de una mujer, mi abuelo mientras me tomaba con sus manazas cargándome al hombro con sabanas y todo.
me decía como estas creciendo.
!!! Me dejo en una silla me acerco a la mesa mientras me servía el desayuno, mi imagen era la de una bruja recién levantada, despeinada y con olor a sexo ya que a la noche mi ración de masturbacion había sido extrema, lo vi a sultán tras la puerta y me levante a abrirle, el abuelo fue a su dormitorio a seguir preparándose para salir, el perro gigante entro dando zancadas y como esperaba se abalanzo hasta mi y comenzó a pasar su lengua por mi rostro, lo empuje y lo aparte para que se tranquilizara, apoyo su cara en mi pierna y comenzó a olfatear y lamer, pero de inmediato su hocico recalo en el triangulo de mi vagina yo lo mire sorprendida mientras sentía el calor de su nariz urgueteando en mi intimidad, abrí mis piernas y clavo su hocico en mi prenda humedeciéndola un poco, mire su entrepierna y un gran lápiz labial comenzaba a salir, me excito tremendamente el cuadro pero recordé a mi abuelo y saque al perro afuera y de la soga de ropa limpia tome unas bombachitas de mi hermanita y me la cambie la deje en el lavadero y antes que volviera mi abuelo me senté nuevamente agitada en la silla a desayunar.
Recién ahí tome conciencia de que mis padres y mi hermana no estaban, me levante fui a la habitación de mi abuelo que se estaba peinando y le pregunte por ellos , me dijo sin mirarme que fueron al pueblo ,que me despertaron pero yo los ignore y por eso fueron sin mi el se sentó en la cama y mirándome se empezó a reír a carcajadas, mientras me preguntaba.
que te pusiste hija.
jajaja.
yo no entendía nada pero cuando me mire me di cuenta lo que motivaba su risa, mi bombacha estaba rota, la rompí al ponérmela rápidamente, mi conchita y mis bellitos púbicos estaban casi al aire y con medio culo afuera, no lo podía creer, me puse frente al espejo del abuelo y me mire de frente y espalda.
era para reírse.
mire a mi abuelo que no paraba de reírse y me tire arriba de el para que dejara de reírse, lo tumbe de espalda y me puse a caballito sobre su panza mientras lo tomaba del cuello ,pero el se reía mas y mas, empecé a dar saltos sobre su pelvis, pero de repente comencé a sentir una dureza terrible entre mis piernas, el también se dio cuenta y nervioso me saco de encima arrojandome hacia un lado, diciéndome que me fuera a cambiar, sin dejar de reírse.
me fui enojada pero divertida a cambiarme analizando la situación, me toque la conchita y estaba empapada, todo me había excitado, el perro mi abuelo, el caballo disparaban mis hormonas a mil, quería explorar todas las cosas nuevas del sexo.
estaba muy caliente al borde del éxtasis.
tome la decisión de ir mas lejos, así que tome una tanga muy chiquitita que me las había regalado una prima y que mi madre no dejaba que me las ponga ,de esas que solo tiene un hilo por detrás y por delante un pequeño triángulo , me puse una musculosa cortita tome coraje y me fui a buscar a mi abuelo.
el estaba acomodando la cocina y le dije a sus espaldas.
!!A ver como te reís ahora.
?
Mientras hacia un desfile torpe pero desafiante para mi abuelo .
el me miro y sus ojos se desorbitaron al ver a su nieta con ropas tan atrevidas, su mirada lo delataba, me di vuelta para que el espectáculo sea completo, y me dijo.
!! Mira como estas creciendo mi niña.
ahora pareces una mujer.
!!
Cumplida mi venganza, corrí hacia el , abrió sus y como siempre me recibió como cuando era mas chica y lo rodee con brazos y piernas, nada pudo hacer solo recibirme, apoye mi conchita en su bajo vientre y volví a sentir esa exquisita dureza, el bajo sus manazas agarrándome por los cachetes del culo y me apoyo con todas sus fuerzas hacia el, fue casi doloroso pero placentero, todo quedó como un juego, me dejo en el suelo le di un enorme beso y me fui a vestir.
Mi abuelo ya estaba Listo para salir a cabalgar y recorrer el campo así que le pregunte a si lo podía acompañar, ya que estaba sola, pero me dijo que la yegua estaba alzada y media loca, si quería teníamos que ir los dos en el alazán, se me ilumino la cara y una idea me rondaba la cabeza, fui para cambiarme de acuerdo al plan y regrese corriendo pero en el camino sultán pensando que jugaba con me salto en las piernas, solo tenia una pollerita corta me araño con sus patas mi entrepiernas, mi abuelo corrió a levantarme espantando al perro y me alzo para llevarme a la casa, me puso en una silla, me levanto la pollera tras lo cual yo descaradamente abrí las piernas, para que el abuelo pudiera tener una clara visión de mi conchita oculta por la crema acerco su cara exageradamente y soplo para que no ardiera, pero estoy segura que hasta sintió el olor a mi sexo, me masajeo la zona hasta rozar con sus dedos la tela de mi bombachita y dio por concluida la tarea, no sin antes clavar su mirada en mi triangulo prohibido, yo me pare y pude ver como el abuelo con disimulo acomodaba su enorme bulto en sus pantalones.
Me pregunto si igual quería acompañarle ? Y claro que dije que si, nos dirigimos al caballo, el abuelo me tomo por atrás de la cintura yo abrí mis piernas para que el pudiera verme toda la cola en su plenitud, me acomode ,el también subió detrás mio y sentí el calor de su bulto en mi trasero, comenzamos a recorrer el campo y yo disimuladamente empujaba para atrás para sentir mas cerca y mas dura la herramienta de mi abuelo, el trataba de disimular pero era imposible, hasta que se dio por vencido y me apoyo por completo en toda su inmensidad, cada vez era mas dura y notoria la apoyada y mas mi descaro en restregar el culo contra el, así anduvimos un gran rato hasta que el abuelo mirando el cielo y sintiendo el viento decidió volver, una tormenta se acerca así que mejor volvemos me dijo , y galopando volvimos a la casa, el cielo estaba negro no se equivoco
Dejamos al caballo en el corral, entramos los animales ,mis padre no volverían porque cuando hay tormenta los caminos son peligrosos, se hizo de noche cenamos y el abuelo tomo una botella de sus mejores vinos y se sentó en la galería a observar la tormenta, un ritual que siempre hacia ,yo me senté a su lado y lo acompañe mientras escuchaba historias del pasado y de mi abuela, me mando a buscar otra botella y siguió tomando , su voz y era extraña, el alcohol le estaba ganando la batalla, me pidió que lo ayudara a levantarse para ir al baño, lo ayude y acompañe hasta la puerta el entro sin cerrar la puerta encendió a tientas la luz
Me corrí hasta una ventanilla del baño y pude ver y escuchar el potente fluir de sus líquidos, pero me sacudió todo mi ser ver el pene de mi abuelo era como una enorme manguera oscura y gruesa, no pude evitar acariciarme bajo la bombachita y hurgar con mis dedos el clitoris, estaba en las nubes viendo ese magnífico espectáculo de semejante ejemplar masculino, estaba cerca del orgasmo, cuando vi que mi abuelo terminaba, y aun con sus pantalones por las rodillas, como pudo se sentó en una silleta contra la pared del baño, intento un par de veces ponerse de pie pero las dos botellas de vino no se lo permitieron, yo acomode mi ropas y pensaba que hacer si dejarlo ahí o despertarlo, pero como llevaría a semejante bestia hasta la cama, metí mi cabeza al baño lo mire y dormía plácidamente, pero amagaba a caerse y golpearse, lo llame, lo sacudí pero era imposible que reaccione, me puse delante de el lo apoye contra la pared, para que no se cayera de boca, pero era también imposible que no prestara atención a esos inmensos huevos peludos y la manguera que colgaba del abuelo, me pare entre sus piernas y con mis muslos mientras supuestamente lo despertaba comencé a rozar sus huevos, no me animaba a tocarlos con la mano por si despertaba pero sus ronquidos me daban plena seguridad de que no despertaría, primero lo acaricie suavemente con el dorso de la mano, ya mi humedad traspasaba mis piernas me deshice de las bombachitas húmedas y quede solo con la pollerita corta, una mano rozaba el pene de mi abuelo y la otra se perdía en mis agujeros, el morbo y la excitación llevaron a que liberara mis pechos y se los arrimará a la boca del abuelo, su aliento caliente me excitaba mas , ya con mas coraje tome su pene con mis manos y suavemente apretaba, y apretaba, el abuelo no se inmutaba pero ese pedazo de carne reaccionaba muy bien , fue tomando volumen y dureza extrema, me sentía una puta perversa aprovechando de mi dulce abuelo, pero sabia que ese noble ser en su sano juicio seria incapaz de poner una mano sobre su nieta, seguí con mis masajes sorprendiéndome de lo grueso y largo que se iba poniendo
Ya no alcanzaba con mi mano a rodearla mientras de la punta salia un liquido viscoso y transparente, pase el dedo y me lo lleve a la boca, lo saboree y quede enloquecida, quería mas y mas, entonces por instinto y lujurioso placer me arrodille a los pies de mi abuelo y con ambas manos tome su miembro y lo lleve a mi nariz, al sentir ese aroma a macho, me perdió en la inmensidad de no querer parar, pase primero la lengua una y otra vez arrancando gemidos de mi abuelo, pero ya no podía parar, comencé a chupar y chupar descontroladamente no me entraba en la boca pero hice un gran esfuerzo y me la metí, no paraba de emanar liquido lo que me excitaba cada vez mas, solo pude meter la cabeza de esa enorme verga, hasta que mi abuelo de forma inconsciente puso una mano sobre mi cabeza y me empaló la garganta, casi me desmayo al ser penetrada de esa forma, mis lágrimas, salían pero seguí devorando, mi abuelo estiro sus piernas dejándome atrapada, como pude salí, abrí mis piernas, y poniéndome de espaldas, a el y como si lo cabalgara tome su verga, y comencé a rozar mi entrada húmeda de la conchita, era imposible sentarme, el placer era extraordinario, me sentía volar, hasta que por fin pude introducir la cabeza en mi cavidad
Sentía como se abría paso y me desgarraba, pero el placer era extremo, nuestros líquidos se fundían, no podía ser mas placentero hasta que mi abuelo nuevamente me tomo de la cintura y me introdujo por completo esa tremenda verga, vi luces de colores casi me desmayo, pero soporte el dolor y las embestidas del abuelo, mis orgasmos fueron múltiples e incontables, hasta que me acomode ya con todo adentro mi abuelo me soltó y comencé a moverme frenéticamente, me sentía una yegua , sentí como el abuelo contraía sus músculos y tensaba su verga dentro mio, el fin estaba cerca, otro orgasmo se repitió y sentí como el abuelo cambio la respiración y comenzó a gemir ruidosamente , salí de encima de el y abrí mi boca ,me introduje esa palpitante y chorrreante verga dentro mi boca y explotaron chorros y borbotones de leche ,no paraba de inundarme ,se derramaba por la comisura de mis labios y me ahogaban tuve que sacármela y dejar que fluyera , y como una desesperada chupe y me bebí hasta la última gota de semen, me quede un ratito apoyada con esa, ya tranquila verga en mi cara hasta que volvió a su normalidad, el abuelo volvió a roncar con una sonrisa en la boca , yo vestí al abuelo y salí del baño, extasiada del placer.
Continuara
Que lindo ser cojida x un viejo