Mi amiga y yo con su hermanito
Dos adolescentes queriendo ser cogidas y experimentando con la única pija disponible..
El viernes, Luciana me había invitado a dormir a su casa. Una pijamada como la que solemos hacer siempre. Al otro día ninguna de las dos tenía que ir al colegio por lo que mi mamá me dejo ir.
En su casa, estábamos en su habitación viendo una película ridícula de amor y comiendo boludeces. Luciana no le daba tanta bola a lo que estábamos viendo por estar hablando por WhatsApp con Maicol. Un villerito de la otra escuela cerca de la nuestra que le tiraba onda.
-Ay boluda para qué pusiste la peli si vas a estar hablando con ese tarado. -me queje.
Ella se ríe y me tira del pelo en joda. – ¿Qué te pones celosa porque vos no tenés novio?
-Ese villero no es tu novio, Lu.
-Ay Uma, no le digas villero.
-Si es re villero… tu papá no va a dejar que sea tu novio.
-Pero si yo no quiero que sea mi novio, me lo quiero coger nomas.
-¡Luciana!
-¿Qué boluda? Tenemos 15 años, tenemos que coger ya.
-¿Y con quién si no tenemos novio?
-No es necesario que sea tu novio para cogértelo, Uma.
No digo nada porque tiene razón, pero se me hace raro hablar del tema. O por lo menos es lo que tengo prohibido en mi casa.
-¿Vos pensaste en coger ya, Uma?
-Y si, tonta. Es normal… creo.
-¿Y ves porno? -me quedo callada. Luciana es mi mejor amiga desde el jardín, pero no quiero decir nada que me haga ver como una enferma o tonta con ella. -Ay Umi, tranqui, yo también veo porno. Y mucho. Todo el tiempo. Es más, me hice una página en Twitter solo para eso.
-¿En serio? -estoy sorprendida. Es cierto que Lu es más… trola que yo. Se habla con muchos y le encanta subir fotos en culo a Instagram.
Pero no pensé que tan así.
-Si amiga. ¿Querés ver?
Asiento y ella agarra el celu y me muestra. Ve todo tipo de porno, pero lo que me llamó más la atención es la cantidad de porno incestuoso que veía. Demasiado. Y había uno de un hermanito y su hermana grande. La miro con sorpresa.
-¡Lu, es un montón!
-¿Decís?
-Sí… no sé… yo veo simple…
-¿Qué es simple para vos, Uma? -ella pone sus ojos en blanco.
-No sé, a mí me gusta el de lesbianas.
-Apa. Mirala vos a la Uma. ¿Tenés en el celu?
Niego. -Lo veo en la compu.
-¡Luciana, ahí va Santino que está llorando que quiere estar con ustedes! -la mamá de Lu grita desde abajo asustándonos.
-La puta madre, este pendejo.
Yo me rio. Santino el hermano de Lu tiene 6 años. Es buenito, pero a Lu no le gusta que nos moleste cuando estamos juntas. Él entra a la habitación y empieza hablarnos de sus cosas y nosotras no les damos bola. Lu le da su Tablet para que se calle.
-Umi, ¿te puedo contar un secreto?
-Obvio, somos mejores amigas.
Ella me mira por un momento y luego se levanta, le dice a su mamá a los gritos que ya nos vamos a dormir y que Santino se iba a quedar a dormir con nosotras y cierra la puerta con llave. Yo la miro sin entender nada, pero la espero a que me explique.
-Lo que te voy a decir, o a mostrar, no puede salir de acá Uma.
-Bueno, te lo prometo.
-No, júramelo.
-¡Te lo juro!
La sonrisa más de trola que he visto en mi vida se posa en su rostro cuando ella me dice: -Yo me cojo a Santino.
Al principio no entiendo lo que me dice, después me río porque pienso que me está jodiendo, pero cuando veo que ella no está riéndose me pongo seria.
-¿Qué Santino?
-Él, mi hermano.
-¡¿Qué?!
-Shh, callate. ¿Querés que te muestre?
-¡Estás loca, Luciana!
-La primera vez que lo hice fue cuando mis padres se fueron a lo de mi tío y yo me tuve que quedar a cuidarlo a San. Estaba viendo porno y él entró de repente y me vio. Me empezó a preguntar que era eso y yo le mostré; me sorprendió que se quedara en silencio viendo y también que su pija se pusiera dura. Me dio curiosidad saber que se sentía chupar una así que lo hice con él. Al principio fue raro, pero después me calentó muchísimo así que empezamos a jugar así. A él le gusta chuparme la concha y no sabes lo rico que es Umi, es una locura. El pendejo lo hace re bien para su edad. Ya después empezamos a coger. No es tan grande su pijita, pero ya me la meto toda.
No sabía que decir por qué estaba en shock. Mi cabeza solo reproducía las palabras que estaba diciéndome mi mejor amiga y la imagen de ella cogiéndose a su hermanito de 6 años.
Y para mi sorpresa, se me humedeció toda la concha.
-Lu, ¿y si tu mamá se entera?
-No va a pasar, San sabe que es un secreto y no le puede contar a nadie porque mamá nos va a castigar a los dos.
Mire a Santino que estaba entretenido con la Tablet. Su cuerpo era muy chico comparado con los hombres que veía en películas porno. Pero imaginar su pequeña pija en la boca o en la concha de mi amiga me calentaba.
-¿Te lo vas a coger ahora? -le pregunto.
-¿Querés ver?
Tardo pero asiento. -Será nuestro secreto.
-Dios, sabía que podía confiar en vos.
San sigue mirando la Tablet cuando mi amiga le saca su pantaloncito de pijama. No tiene nada debajo por lo que su pija queda a la vista. Es blanca, chiquita y esta dormidita. Mi amiga y yo nos miramos y nos reímos.
-Dale, empezá vos. -me dice Lu. -Chúpasela.
-No sé hacerlo.
-Y bueno, hacelo para que aprendas. Es como si fuera un chupetín.
Agarro el pitito del hermanito de mi amiga con mis manos y acerco mi boca a él. Primero le doy un lengüetazo para ver su sabor, y como me gusta, sigo lamiéndolo y chupándolo. San se ríe y nos mira. Mi amiga se acerca y lo besa en la boca.
-Mira San, hoy vamos a ser dos las que te chupemos la pija.
San no dice nada, pero su pija se pone dura con mis chupadas y mis lamidas. Lo succiono como si fuera una sopapa. Él da quejiditos que parecen gemidos y se ríe.
Mi amiga se saca la ropa y queda totalmente desnuda. Es la primera vez que la veo desde que somos chicas. Me calienta más verle las tetas y la conchita depilada. Ella se coloca sobre la cabeza de su hermanito y sosteniéndose de sus piernas, baja su concha hasta la boca del nene.
-Dale San, chupame la conchita como te enseñe.
El nene, para mi sorpresa lo hace. Saca su lengüita y la mueve por toda la concha de mi amiga. Yo miro todo desde donde estoy con la pija de él en mi boca y una mano acariciando mi concha por sobre mi pantalón de pijama.
-Sácate la ropa Uma. -me dice mi amiga y le hago caso. Me alejo de la pija de su hermanito y me saco el pijama, quedando desnuda igual que ella.
Mis tetas son más grandes y mi concha tiene pequeños pelitos rubios a diferencia de mi amiga que es morocha.
Vernos a las dos desnudas creo que nos calentó más por eso nos reímos como adolescentes idiotas haciendo travesuras.
Y es lo que estábamos haciendo.
Mi amiga seguía restregando su concha por la lengüita de Santino que seguía muy dispuesta a darle placer. Estaba fascinada con que a su edad supiera que tenía que hacer y eso era porque mi amiga lo tenía bien entrenado.
Yo por mi parte seguí chupándole la pija. Le había agarrado el gusto, y en mi cabeza deseaba que fuera una más grande. Le pasé la lengua por sus huevitos también que estaban duros. El nene respiraba con fuerza y se removía en su lugar. Mi amiga no paraba de gemir por lo bajo. Yo también quería sentir lo que ella estaba sintiendo.
-Quiero que me chupe la concha a mí también. -le dije. Ella sonrió y asintió.
-San, chúpale la concha a Uma, dale.
El nene le hace caso como un perrito. Me acuesto de espaldas y abro las piernas, dejando mi conchita a la vista de mi mejor amiga y su hermanito de 6 años.
Estoy tan caliente que quisiera que los dos me la chupen. Y al parecer mi amiga escucha mis pensamientos porque sonriendo acerca su mano directamente a mi clítoris y comienza a tocarlo. Cierro los ojos instantáneamente por la descarga de placer.
-Nunca vi una concha tan de cerca. -dice. -La tenés re linda, Uma. ¿Me dejas chupártela? -asiento. -Vení San, vamos a chuparle la concha a Uma.
-Sí, vamos. -dice San con su vocecita.
Creo que el nene considera esto un juego y eso me parece gracioso.
Mi amiga y su hermanito a la vez posan su lengua en mí. El primer lengüetazo de Luciana en mi clítoris me pone los ojos en blanco, y el nene solo succiona, mueve su lengua de un lado al otro y trata de meterla en mi agujerito. Eso me sorprende, pero me pone a gemir. Me tapo la boca por las dudas.
Esto es mucho mejor que cuando me masturbo.
-Uff Uma, estas re caliente tenés muchos juguitos. Que trola.
-Me encanta, Lu.
-¿Viste? Es hermoso que te chupen la conchita. Podés venir siempre a casa y lo hacemos.
-Sí, sí.
-¿Querés que San te coja?
No tenía previsto perder la virginidad con un nene de 6 años, pero con lo caliente que estaba dejo que me metan lo que sea.
-Sí.
-Dale San, cógete a Uma como cogemos nosotros. Uma vos arriba, porque si no, él no llega.
Santino se acuesta y yo me subo arriba. No sé cómo hacerlo por lo que mi amiga me ayuda. Primero juega con la pija de su hermanito, se la lleva a la boca y le da varias lamidas, se lo lleva el fondo de la garganta. El niño gime con fuerza y la agarra del pelo. Cuando se lo saca de la boca, la escupa y con sus dedos juega con el hoyito de mi concha. Yo me abro más, ella me lame hasta el orto. Yo intento alejarme porque me parece raro, pero ella me agarra de la cadera y me deja en mi lugar. Pasa su lengua por mi ano varias veces y me gusta.
-Ahora baja despacio así te la mete. -me dice y yo le hago caso.
Le agarra la pijita a San y yo despacio bajo sobre ella. La siento entrar en mí y aunque no sea grande ni larga, siento como algo me llena.
-Uff.
-Si amiga, no sabes cómo se ve desde acá. La verguita de mi hermanito de 6 años cogiéndose la concha de mi mejor amiga. ¡Que hot! ¿Me dejas grabar?
-No tarada, ¿y si se filtra?
-Tenés razón. ¿Te gusta?
-Se siente como algo llenándome.
-¿Ves por qué tengo ganas de que me garchen? Se debe sentir una locura una buena pija adentro de mi conchita.
-Me gusta la de San. Me gusta que un nenito de su edad me esté cogiendo.
-Mmm, que rico como te la mete. ¿Te gusta San?
-Si me gusta.
El nene gime como en esos videos que yo veo. No puedo creer lo dura que tiene la pija para su edad, y no puedo creer lo que me calienta que me esté cogiendo un nene de su edad.
Muevo mi cadera sobre él cogiéndome a mí misma, y cada vez que su pija se sale, mi amiga se la lleva a la boca, la chupa y la vuelve a meter en mi conchita. Yo con una mano me toco el clítoris y con la otra juego con mis pezones porque siento el orgasmo tan cerca. Me calienta toda la situación y cuando mi amiga juega con mi ano me dan ganas de tener dos tipos grandes cogiéndome de verdad. Uno por mi conchita virgen y otro por mi culito.
Tal vez el papá de mi amiga y su hermanito.
Solo de pensarlo me vengo y me tiembla todo el cuerpo. Me tapo la boca para que no se escuche nada. Increíble.
-Uff Umi, le dejaste toda la pija llena de juguito a San.
Ese jugo del que ella habla es mi orgasmo, y mi amiga lo chupa cuando pone su boca en la pija del nene. San cierra sus ojos con fuerza, aprieta su panza y se viene en la boca de mi amiga. Ella me muestra, es muy poca leche, casi trasparente, pero eso nos hace reír.
-¿Me chupás la conchita, Umi? No se le va a parar la pija a San. Es más, ahora se va a quedar dormido.
Yo lo hago, es la primera vez que toco la concha de otra mujer. Con mi prima cuando éramos más chicas nos bañábamos juntas y nos veíamos, pero nunca llegamos a hacer esto.
Luciana tiene re linda concha. Rosadita y depilada. Esta super húmeda y sentir sus jugos en mi boca me vuelve a excitar. Yo la chupo como recuerdo haber visto en los videos y como ella me lo hizo antes. Juego con su clítoris, lo succiono y le doy lengüetazos.
-Mmm, méteme los dedos.
Le meto dos dedos que le entran sin ningún problema. A diferencia de mí, creo que Lu ya no es virgen de todas las cosas que se habrá metido en la concha.
-Ay Umi, que rico. Me voy a venir.
-¿Te gustaría que fuera una pija, no?
-Sii Dios, me encantaría. Una grande que me haga doler.
-¿La del villero sucio que te querés coger?
-Esa o la de algún viejo. Mirá, me sale más juguito solo de pensarlo.
-¿Qué viejo? ¿Tu papá? -ni siquiera lo pienso cuando se lo digo, y me asustó porque tal vez ella me diga enferma por eso, pero me olvido que al parecer mi amiga es igual o más enferma que yo.
-Aaaaaah Dios sí. Lo pienso siempre, que mi papá me rompa la conchita cuando nos quedamos solos. Muchas veces dejo tangas en el baño y creo que él las huele y se pajea con ellas.
-Uff, Lu. ¿Me dejas cogérmelo también? Está buenísimo.
-Si amiga. Vamos a cogernos a mi papá, que nos rompa toda y nos llene de leche.
Mi amiga se viene con fuerza con la cara contra la almohada para ahogar sus gritos y yo me tomo sus juguitos.
Entre risas nos limpiamos y volvemos a ponernos el pijama. Santino ya está en el quinto sueño en el medio de las dos. Jugamos con su pijita mientras planeamos como cogernos al papá de ellos dos.
Porque si o si lo íbamos a hacer.
TIENE PARTE 2 😉
Es oficial, tus relatos son los mejores, llenos de morbo, placer y complicidad. Me encanta, es imposible no tocarse leyendo tus relatos, ojalá sigas escribiendo porque hacer que la fantasía se vuelva más morbosa. Saludos de Buenos Aires
graciassssss 😉