Mi Amigo el Productor – Capítulo 10

Nuevos Horizontes.
En el auto camino al estudio, Vero va en el asiento del acompañante y Seba detrás.

Es un día hermoso y soleado, y estoy tan feliz de estar acompañado de mis, ahora dos, preciosos hijos. ¡Qué diferencia con el sombrío panorama de mi vida hace tan solo unos meses!

Vero se gira en el asiento y charla animadamente con su nuevo hermano. Le cuenta lo lindo que es modelar, que le saquen fotos y que la filmen en videos.

“¿Te gustaría ser modelo también Seba?” le pregunta de manera melosa.”

“¿Modelo como tú? ¿Y que me tomen fotos sin ropa?” dice él, entre temeroso y excitado por la idea.

“No tienes ninguna obligación de ser modelo Sebastián querido, pero en verdad creo que tú y Vero juntos causarían sensación!” le explico.

“Pero papá…. ¿mucha gente me verá desnudo?” sigue él, dudando.

“No mi amor. Estas fotos y videos, como los que te mostré de Vero en el avión, son exclusivos para un señor millonario,  que por nada del mundo los compartiría con nadie. Y además nos paga muchísimo dinero por ellos. Parte de ese dinero será para ti.”

“¿Para mí? ¿En serio?” me pregunta con sus grandes ojos bien abiertos

“Sí jovencito, ese dinero yo lo iré depositando en una cuenta especial para que cuando seas mayor, puedas disponer del mismo, y exactamente igual estoy haciendo ya con tu hermanita…. Que pronto será millonaria! Jaja!!!” le confieso entre risas.

“¡Sí! Dale Seba! Vas a ver que desnudarnos juntos y posar para excitar a ese señor millonario es re-lindo! Yo ya sé que son solo para él y me calienta mostrarle mi conchita y todo mi cuerpo! Seguro que le va a gustar verte desnudo también!” le dice entusiasmada.

Al llegar al estudio Pablo me dice que tiene que hablar a solas conmigo. Los chicos se van de la oficina tomados de la mano. Vero le dice a Seba que le va a mostrar todos los sets que hay en el estudio y todo lo que hay por ahí para ver, incluyendo si es que hay alguna sesión de fotos o de video siendo producida a esa hora.

Pablo me explica que el hombre millonario, el señor A.M., ahora le ha pedido presenciar la filmación de mi hija cogiendo con un niño.

“Hablé con él esta mañana por video-conferencia Héctor. ¡Si vieras lo grande que es su casa! Una verdadera mansión! Y está en una isla privada, o sea el Señor A.M. tiene su propia isla, pero no me quiso decir dónde es por seguridad.” me cuenta mi amigo.

“Bueno…. Pero cómo haremos esto? Vendrá a la ciudad este hombre y al estudio para verlo?” “No, no…. él quiere que nosotros vayamos a su isla amigo! Nos invita a todos por unos días, para pasarla bien y porque está claro que quiere conocer a tu hijita Héctor. Quiere verla en situaciones sexuales con un varoncito… y seguramente querrá más que sólo eso. De paso te pregunto, ¿Sebastián y Verito ya…. ya se estuvieron divirtiendo juntos?”

“Sí Pablo, por supuesto! Anoche Seba estaba mal, tal vez afectado por todo lo que le ha ocurrido últimamente. Y a la noche tuvo una pesadilla, así que lo metí en la cama con nosotros.” le cuento.

“¡Ah cabrón! Ya te los estás disfrutando a los dos juntitos!” me dice Pablo socarronamente.

“No, te juro que todavía no. Pero esta mañana los dejé un rato solitos en la cama, y obviamente ocurrió lo que tenía que ocurrir! El chico se la cogió bien rico a mi nena, así que ya sabemos que funcionarán bien para un video pornográfico.” le voy contando.

“Buenísimo! Pero ahora, volviendo a nuestro tema, ¿qué te parece la idea? La idea de ir a la isla, todo pagado por él, y nos dará mucho dinero por ir a visitarle.

“Cuánto dinero? Se puede saber?”

“Medio millón amigo, por todo el grupo y que nos quedemos unos días.”

“Hummm….no sé Pablo. Tengo mis temores que estemos metiéndonos en alguna situación peligrosa. ¿Qué tal si el hombre es miembro, o jefe de alguna mafia? Si tiene tanto dinero no sería extraño.”

“Bueno Héctor! ¡Qué imaginación la tuya!”

“No, nada de imaginación…. Tanto dinero como nos paga indica que le sobra, y no sería extraño que provenga de negocios ilegales. Además fíjate que vive en una isla! Seguramente porque tiene enemigos poderosos también, y vivir allí es una forma de protegerse.” le digo, dejando aflorar todas o algunas de mis dudas y temores.

“Cómo saberlo, todo eso que dices amigo. Hasta ahora el hombre ha cumplido siempre con su palabra. Y esta mañana al verle por la video-conferencia me dio la impresión de ser un hombre confiable. ¡Hasta tiene dos hijas! Y una de ellas se acercó a él y le abrazó, curiosa por ver con quien hablaba su padre…”

“Era linda la niña?” pregunto yo, picándome la curiosidad

“Un bomboncito de siete años, Héctor! No te extrañe que podamos disfrutar de una nueva conchita si aceptamos su propuesta!” dice, haciéndome reir.

“Algo más…” continua Pablo, “también quiere invitar ‘a ese hombre con la niñita rubia y delgadita’ que aparecieron en el video del taller mecánico. O sea, quiere que también vaya Rafael a la isla, con Carlita.”

“Uff Pablo! Qué lio! Tendremos que llamar a Rafa y explicarle todo esto!” le digo un poco preocupado todavía.

Decido llamar a Rafael, y le pido que por favor venga al estudio en cuanto pueda, y que traiga a la nenita de ser posible.

Él me dice que vendrá, y que también traerá a su esposa Isabel.

En el interin que esperamos a Rafael, vuelven los hermanos de su paseo por el estudio y se quedan en la oficina con nosotros. Pablo decide poner un video porno en la gran pantalla,  aprovechando que ya Verito le explicó todo a Seba sobre lo que pasa en el estudio.

Pablo hace sentar a los niños sobre el gran sofá, y nosotros nos sentamos a sus lados también, yo con Vero y Pablo con Seba. El video en la gran pantalla no podía ser más provocador ya que se trata de una orgía entre niños y niñas, de unos siete a doce años, todos gozando los unos de los otros sobre la arena de una playa desierta….

“¿Tú hiciste este video?” le pregunto a Pablo, mientras se me para la verga viendo las escenas morbosas en la pantalla.

“No, Héctor…. este lo conseguí de una forma un poco tramposa….” me dice sin querer entrar en detalles.

“¿Le gusta chicos? El video?” pregunta Pablo.

Seba está hipnotizado mirando con los ojos bien abiertos y le noto un bultito bajo el pantalón.  Yo empiezo a besar y manosear a mi hija, y Pablo le roba unos cuantos besos húmedos a Sebastián. Las cosas se calientan aún más entre nosotros cuando las manos de los adultos comienzan a meterse bajo la ropa de los chicos…… entonces Pablo se interrumpe y dice:

“Chicos, ¿que tal si hacemos la primer video de ustedes? Vero y Seba se miran. Los dos ya están calentitos, por el video y por el jugueteo con nosotros, así que aceptan de buena gana.

Pablo prepara una cámara, para filmar en la oficina, pero luego cambia de idea y les propone ir a uno de los sets de filmación que tiene una gran cama y decorado de una habitación bien lujosa.

“Nadina nos podrá ayudar a ponerlos todavía más lindos de lo que ustedes ya son….” agrega, mientras nos dirigimos a ese set.

Mientras vamos Pablo les explica lo que quiere que hagan, cómo debe ser la escena, cómo deben coger y qué cosas deben hablar mientras se gozan mutuamente.

“Nadina, por favor lleva estas dos ricuritas al vesturario y vístelos con ropa de dormir. Ella con un camisón transparente, y él con un pijama celeste, y nada de ropa interior. Los quiero a los dos con los genitales bien libres para gozarse mutuamente!” le instruye.

Mientras Nadina se ocupa del vestuario, Pablo prepara una cámara muy especial, que va dentro de la cama, bajo las cobijas, y que tiene un foco iluminador.

“Esta es para filmar lo que pasa bajo las cobijas, en la oscuridad de la noche. Será una escena de hermanita asustada que se mete en la cama de su hermano mayor, durante una tormenta. Luego yo incluiré los efectos de sonido de los truenos, etc,” me explica.

El video, luego de concluido, quedó así:

Un niño duerme plácidamente en una gran cama cuando repentinamente entre una niña a la habitación asustada por los truenos de una tormenta.

“Tengo miedo Seba! ¿Puedo acostarme contigo?”

El chico acepta, apenas despierto y la chiquita se apretuja contra su cuerpo. Luego la escena es filmada desde debajo de las cobijas, a media luz, mostrando como ella le apoya el culito contra el cuerpo de él, que no puede evitar excitarse.

Lentamente y con algo de temor, Seba comienza a acariciar el cuerpo de su hermanita, y a levantarle el camisón, para acariciarle la piel desnuda. Como no aguanta más, se baja el pantalón del pijama y se le ve la verga paradita.

Disimuladamente se la apoya sobre la colita a Vero, y se empieza a frotar.

La nena, después de un rato de ser apoyada y toqueteada, abre los ojitos y sonría con picardía.

Se gira sobre el colchón, y con una patadita baja por completo las cobijas.

En ese momento Pablo tuvo que interrumpir la escena, para quitar del medio la cámara especial y seguir filmando con la suya, la cámara de mano, que era su favorita, ya que con esa podía filmar mejor los primeros planos.

Al ocurrir esto mis niños se sorprendieron un poco, pero luego entendieron que el proceso de hacer un video de este tipo, podía requerir estas interrupciones.

Yo observaba todo, muy excitado, y Nadina estaba atenta a cualquier cosa que Pablo le pudiera pedir, pero se notaba que la muy degenerada también estaba caliente mirando la escena.

Ya sin la cobija cubriéndolos los niños rápidamente pasaron a los besos y los manoseos apasionados. Pronto estaban los dos completamente desnudos y Vero le chupaba la pijita a Seba que la tenía bien parada! De hecho, nunca se le bajó, ni siquiera durante la interrupción técnica.

Pablo puso un micrófono de alta sensibilidad bajo la almohada para que se escucharan bien los deliciosos gemidos de los chicos y las cosas que se decían!

Cuando Vero le dejó de chupar la pija al nene, se puso en cuatro como perrita y él, detrás de ella, se la metió por la conchita. Esa parte fue filmada por Pablo desde abajo, con su cámara de mano, mostrando en detalle el pedacito de carne de Seba desapareciendo dentro de la rajita divina de Vero.

Cambiaron posiciones varias veces. Debo decir que la manera en que los dos ondulaban sus cuerpitos desnudos era tremendamente erótica, parecían actores de porno profesional, sabían mostrarse a la cámara y realmente excitar a quien los viese. También sus gemidos de placer y sus respiraciones agitadas era motivo de morbo… verlos en acción me provocó varias erecciones durante la filmación a pesar de las pausas.

Luego de como veinte minutos de delicioso sexo entre los niños, finalmente Seba se la metió por el culito a mi nena, y en ese momento tuvo un orgasmo, aunque todavía sin semen.

Pero el video no terminó allí.
A continuación los niños, abrazados y desnudos sobre el colchón, se pusieron a conversar un rato entre beso y beso.

“Vero….. hermanita….”

“Sí, ¿qué pasa Seba?”

“Vero, tenemos que ver cómo hacer para que papá nos coja a los dos…. ¿No te gustaría que te meta esa pija enorme que tiene? ¿Nunca lo espiaste duchándose?”

“Claro que me gustaría…. “ dice Vero, entreabriendo esa boquita sensual.

“Me parece que tiene ganas, siempre nos mira mucho, especialmente cuando estamos con poca ropa.”

“Sí…. Seba, ¿a ti también? Quieres que papi te la meta por el culo?”

“Sí, hermanita…. a mí también me da ganas de que me cojan, especialmente si es papá. Además de hacértelo a ti…” dice Seba con vos ronca por la excitación.

“Lo vamos a lograr, vas a ver. Mañana mismo nos ponemos los dos super cariñosos con él, si?” dice la diablita, mientras la imagen y el sonido se van desvaneciendo y termina el video.

“¡Un aplauso!” exclama Pablo, entusiasmado por las dotes naturales de los chicos para actuar.

Los chicos se levantaron y corrieron felices a abrazarme sobre el sillón desde dónde yo estaba mirando todo, y no les llamó la atención que tuviese el cierre del pantalón abierto, con la pija afuera y bien parada, ya que me había estado pajeando durante toda la filmación.

“Actuamos bien Papi?” me pregunta la guachita de mi hija.

“Demasiado bien!!!” fue mi respuesta, ya que los chicos me habían puesto al borde del orgasmo.

“¿Viste que filmar este tipo de videos es duro trabajo? Cierto?” me hace notar Pablo.

“Ya lo creo amigo, te mereces la plata que ganas. Es duro y te pone duro, no?” le digo riendo, al notar que él también tiene una indisimulable erección.

Los chicos se visten, y nos vamos todos a comer afuera, al patio de comidas del shopping center más cercano.

A la tarde, luego de regresar, a eso de las cuatro de la tarde, aparece Rafael por el estudio. Viene con Carlita, ¡y también con la esposa!!!!

Nos sentamos todos a charlar en la oficina y a discutir la situación.

Carlita, entusiasmada, le pidió a mis hijos que le mostrasen el estudio, diciendo que ella también quería ser modelo.

El inicio de la conversación con Isabela fue tenso:

“Yo ya sé que ustedes son un par de degenerados, igual que mi marido…” empezó.

Pablo y yo palidecimos por un momento, pero Rafael nos hizo un gesto tranquilizador con la cabeza.

“Pero les voy a confesar que yo soy más depravada todavía que ustedes, y espero poder demostrárselos…. Además, me interesa mucho el dinero, y me parece, puedo olfatear que aquí hay mucho dinero en juego!” nos dice de una manera que nos deja un poco atónitos. Al parecer esta hembra se las traía y no era para tomarla a la ligera.

“Calma Isabela, ya te explicaré todo…”, le dice Pablo y procede, dándole la información a Rafael también.

Rafael parecía tener dudas, al igual que yo, pero su mujer estaba completamente a favor de ir a la isla. Especialmente cuando supo acerca del medio millón de dólares.

Al no haber un acuerdo unánime, Pablo decide enviar un mensaje al Señor A.M. para solicitarle una nueva video-conferencia.

Casi una hora más tarde apareció A.M. en pantalla y pudo vernos a nosotros también, solo Pablo, Rafael, Isabela y yo. Los niños seguían divirtiéndose por el estudio.

A todos nos resultó agradable la imagen y la voz de este millonario amigo, y él fue tranquilizándonos sobre sus intenciones, que eran solamente, según nos dijo sin vueltas, el placer sexual y tener amigos en la isla ya que vivía allí solamente acompañado por sus empleados y sus dos hijas. Nada nos dijo sobre una esposa….

Cuando nos presentamos, al principio de la conferencia, me pareció notar una sombra en su expresión al ver a Isabela, algo oscuro en su mirada, pero en ese momento no le dí mayor importancia.

Hacia el final de la charla apareció, para nuestro placer, una pequeña niña, preciosa por cierto, que se abrazó a él y nos miró con curiosidad.

“Ella es mi hija Valentina… ¡tiene siete años!” nos dijo sonriendo, mientras notamos cómo indisimuladamente le levantaba la faldita por la parte de atrás, y le hermosa angelita se reía, para luego salir corriendo.

Quedamos en que al día siguiente, nos enviaría su jet privado para transportarnos a la isla. Finalmente quedamos todos conformes y aceptamos la propuesta.

Pablo y Rafael hicieron arreglos para que sus negocios siguieran funcionando en su ausencia, y yo solo me ocupé de cerrar mi casa como para un fin de semana largo, ignorando en ese momento lo que en realidad nos estaba esperando.

Al día siguiente por la tarde estuvimos todos, los cuatro adultos y los tres niños, en un jet privado, volando hacia la zona del Mar Negro.

Durante el vuelo no faltaron los flirteos de los niños hacia nosotros los adultos, subiéndose sobre nuestras rodillas, cargoseándonos o de a ratos a los besos entre los tres, algo que nos puso a todos bastante calientes, más algún toqueteo de parte de Pablo hacia Isabela, que se dejaba palpar los pechos sobre su ropa, ante la aprobación o indiferencia de su marido.

El avión aterrizó sobre una pista en la propia isla, que parecía bastante grande desde el aire, un poco árida y rocosa en la costa también.

Andrés Miller, que así se llamaba el dueño de aquel lugar, no estaba en la pista para recibirnos, algo que me extrañó un poco, y nos vino a buscar un empleado, de aspecto fornido, en un vehículo grande, tipo caravan.

Al rato de transitar por un camino de tierra y piedra bastante malo, llegamos a una gran casa, prácticamente una mansión, pero sin jardín a su alrededor, todo bastante desolado.

Entonces sí, Miller salió a recibirnos y nos llevó dentro de la casa que era preciosa y enorme, de dos plantas. Nos asignó habitaciones para todos y nos hizo sentir como en casa.

Por la tarde, un poco antes de la puesta del sol, nos invitó a ir caminando hasta la playa, a unos trecientos metros de la casa para ver el atardecer.

Miller llevaba de la mano a la niñita que habíamos visto por la video-conferencia, Valentina, y los demás chicos revoloteaban a nuestro alrededor, gozando de su mundo falto de preocupaciones y emocionados por la novedad. A su otra hija, Michelle, aún no la habíamos visto desde nuestra llegada, pero ninguno de nosotros se atrevió a preguntarle por ella.

El hombre, a cada rato miraba con detenimiento a mi hija… se notaba lo obsesionado que estaba con ella, y ya me imaginaba yo, lo que podría seguramente ocurrir.

Acompañados por un par de empleados de tez bien oscura que cargaban varias reposeras, llegamos a la costa. Un alto acantilado, y abajo una playa de arena y piedras. El mar se veía hermoso!

La charla era agradable y despreocupada, todos cómodamente reclinados sobre las reposeras. Valentina vino corriendo y se sentó sobre las rodillas de su papá. Él, sin dejar de charlar con nosotros, le levantó la falda por delante, frente a todos nosotros, y comenzó a acariciar ese pubis angelical, por sobre la tela de su calzoncito, mientras la niña abría más sus piernitas y se echaba hacia atrás sobre el pecho de su padre, aparentemente contenta de recibir esas caricias…

“Pablo, ¿cuándo me podrás mostrar cómo filmas tus videos?”, le pregunta a mi amigo, sin dejar de pasar sus dedos sobre la tibia entrepierna de Valentina.

Continuará