Mi Amigo el Productor – Capítulo 9
Seba necesita adaptarse a su nueva vida.
“¿Qué pasa Seba?” le dije, acariciando su cabecita.
Él no me respondió. Tan solo miró al piso, como avergonzado de sus lágrimas.
Entonces intervino Vero salvadoramente, que lo tomó de la mano y lo llevó a mi escritorio para jugar en la computadora.
¡Menos mal! Íbamos a tener que darle tiempo.
La noche llegó pronto y pedí unas pizzas con cerveza y gaseosas, como solía hacer. No muy buena alimentación para los niños, pensé, pero bueno…
Seba pareció volver de mejor semblante luego de pasar un par de horas con su hermanita, jugando en la compu y conociéndose ambos.
“¿Y a qué estuvieron jugando?” les pregunté a ambos para empezar conversación
“Jugamos al Fortnite Battle Royale Pa….” me dice Verito toda agitada y con cara de contenta.
“Sí, y ganamos uno cada vez…” agregó Seba, dibujándosele una leve sonrisa por primera vez, para mi gran alivio. Obviamente no contesté nada ya que no tenía la menor idea de qué se trataría el susodicho videojuego.
Luego de comer y de mirar un rato la tele, llegó la hora de dormir.
Llevé a Sebas al dormitorio de Verito…. ¡La cara que puso el pobrecito al ver todo decorado de color rosa, y el dormitorio lleno de cosas de nena!
“No te preocupes, Seba.” le dije… “Mañana mismo, o cuanto antes se pueda, nos ponemos manos a la obra y te decoramos todo como para un varón. Ok?”
El chico sonrió apenas aliviado y lo dejamos solo para que descansara. Recibió un beso en cada mejilla, y al mismo tiempo, por parte de su nuevo papá y hermana, y nos fuimos a nuestro cuarto.
Nos metimos a la cama, solo en boxers yo, y la nena en su calzoncito. Seguía haciendo calor aunque no tanto.
Dejé una luz muy tenue como de costumbre.
“¿Y, mi amor? ¿Cómo te fue en casa de Carlita? ¿La pasaste lindo? Cuéntame!” le dije
“¡Sí, la pasamos bomba papá! ¿Sabías que ellos tienen un jacuzzi en el baño? Es grande, para varias personas!” me empezó a contar excitada, mientras apoyaba su carita sobre mi pecho, y con sus deditos jugaba y acariciaba mi torso.
“No, no sabía…”
“Sí, y a la tarde nos metimos con Carla a darnos un baño con espuma y los chorros calentitos de agua! ¡Y entonces se hizo un montón de espuma y se salía toda la espuma y se caía por el piso del baño!” me cuenta lo más divertida.
“¡Ahhhh! Ya veo… ¿y qué más hicieron ahí en el agua?”
Vero levantó la vista un momento y me sonrió con picardía, mientras seguía pasando sus suaves dedos sobre mi piel.
“En el agua…. Carlita y yo nos tocábamos entre las piernas…. yo la tocaba a ella y ella me acariciaba a mí. Es que los chorritos de agua, nos llegaban por ahí y se sentía rico Papi!” me dice a modo de justificación
“¿Le metiste los dedos en la conchita a tu amiga?” le pregunto medio a lo bestia.
“Sí, y estaba toda resbalosa adentro. ¿Cuándo le metiste tu verga, aquella noche en el auto… también la sentiste bien resbalosa?” me pregunta, y como por casualidad su manito se posa más abajo, sobre mi ombligo, mientras no puedo controlar la erección que me provoca el relata de la trolita de mi hija!
“Sí, estaba toda resbalosa tu amiguita, Vero. Tenía sus flujos naturales porque estaba caliente y además tenía todo el semen de su papá adentro, porque se la acababa de coger…. Y entonces él me la pasó y yo le empecé a meter mi verga. ¡Le salía mucho semen! Estaba toda calentita adentro y se sentía muy rico!” le dije, dejándome llevar por el recuerdo.
“El papá de Carla tiene grandes las bolas. ¿Por eso le saldrá tanta lechita?” me pregunta con inocencia.
“Puede ser,” ¿Y qué más hicieron en el jacuzzi?”
“Nos besábamos en la boca mientras nos hacíamos una pajita. ¿Está mal papi?”
“No mi amor! Está bien….” le digo, y por un impulso me bajo el bóxer, dejando libre mi pija que ya estaba bien parada, deseando que mi nena me la tocara.
Vero comenzó a hablarme al oído en susurros. Ella sabía que eso me calentaba, y cada tanto me pasaba la lengüita por el lóbulo de la oreja, o me respiraba ahí la muy putita, buscando erotizar a su inocente padre.
“Mi papito está con su cosa toda dura, gruesa y larga!…. me gusta mucho tu verga papi, es la mejor de todas las que me metieron…” me dice
“Bueno, mi vida, no es que te hayan metido muchas, ¿no? Solamente dos, la mía y la de Pablo”.
“No papi, hasta ahora fueron tres. También hay que contar la verga de Rafael, el papá de Carli.” Me dice con una risita.
“¡Ah! Entonces, mientras yo estaba buscando adoptar un hermanito para ti, a miles de kilómetros, sacrificándome por tu felicidad…. tú te estabas dejando coger por el papá de Carla?” le dije buscando algo para darle cargo de conciencia.
Para ese momento su manito ya estaba decididamente dedicada a darme placer, acariciando mi verga de arriba abajo, y con sus deditos suavemente me rozaba los testículos. Yo estaba con una erección total. Era un tremendo placer que mi pequeña hija me pajeara así, que disfrutara de mi sexo, acariciándolo suave y lentamente mientras me contaba las morbosidades que había vivido en casa de Rafael.
“Bueno, ¿y cómo fue?” le pregunto
“¿Cómo fue qué cosa Pa?”
“¿Cómo fue que te cogió?
“Ahhhh….. primero pasaron otras cosas.” me dice, haciéndose la interesante y pasando a besar mi pecho, sobre ambos pezones y con mordiditas juguetonas!
“Bueno, quiero oir la historia…. y sigue haciendo eso, que me calienta.” le digo, gozando y abriendo más mis piernas para darle mejor acceso a todo mi cuerpo desnudo, para que me toque por todas partes mi chiquilina preciosa.
Entonces Vero se quita el calzoncito, quedando con la conchita bien al aire, se pega bien contra mi cuerpo y sigue con su relato.
“Resulta que estábamos de lo más divertidas y calientes, cuando de pronto entra al baño la mamá de Carla, Isabela. Ella primero se hizo la enojada, por todo el agua y el jabón sobre el piso, pero después nos quedó mirando Pa, y empezó a desvestirse.”
“¿Se desnudó toda toda la mamá?”
“Sí Papi, toda toda! Parece una actriz de cine, es muy linda Pa, y no tiene pelos en la concha. Es como nosotras, como una nena, pero tiene las tetas bien grandes y lindas!”
“Sí, ya me imagino….” llego a susurrar yo, mientras siento con placer un dedito de mi hija hurgando por debajo de mis huevos, y buscando tocarme el culo.
“Entonces se metió en el agua con nosotras y empezamos a jugar las tres. Después de un rato ella nos besó a las dos, nos enseñó cómo mejorar los besos, como hacerlos más calientes… Sí, mira!” me dice, y me hace la demostración, entreabriendo su boquita y dándome por un momento su lengua para después retraerla, y así varias veces, para hacerse desear. Todo un juego de seducción y provocación de mujer adulta, pero que recibiéndolo de mi propia hija de sólo nueve años, resultaba incluso más excitante!
“Después nos sentamos a cada lado de ella y nos pidió que le chupáramos las tetas. Eso también nos enseñó a hacerlo bien. ¡Es lindo besar y chupar tetas papi!” me dice como si fuese un descubrimiento.
“Ya lo sé mi amor, a tu mami le encantaba cómo se las chupaba yo, y cómo le mordisqueaba los pezones, que se lo ponían bien paraditos de la calentura…” dije, revelándole a Vero intimidades de mi vida sexual con su mamá.
Mientras le contaba esto, noté que mi nena se llevó la otra manito entre las piernas, para metérsela en la rajita. Me dí cuenta que, para ella, imaginar a su mamá así, viva y conmigo, gozando sexualmente… ¡eso la había excitado a la muy guachita!
“Y entonces….. entonces llegó el papá de Carla y seguro que como no vio a nadie abajo, subió al baño y entro sin llamar a la puerta.
“¿Y las vió a las tres dentro del jacuzzi?”
“Sí…. y la mamá nos agarró de la cabeza a las dos para que siguiéramos lamiéndole los pezones y que su esposo nos viera haciendo eso!
“Papi…. él se empezó a desvestir también, y en cuanto se bajó los boxers, le saltó afuera la verga, toda larga y bien parada! Se ve que ya venía con ganas de coger! ¿No? – me pregunta y ahora ya siento un dedito de Vero pasando juguetonamente sobre mi ano.
“Papi? ¿Puedo meterte un dedo en el culo? Sólo un poquito?” me pregunta provocadoramente.
“Bueno, mi vida, si tú quieres, pero solo uno….” le digo… y ella me lo va metiendo, provocando que mi verga se hinche un poco más todavía.
“Bueno, sigo… el papá de Carla se desnudó todo y se metió al jacuzzi con nosotras. Primero hizo de cuenta que se estaba lavando. Isabela seguía haciendo que le chupáramos las tetas y lo miraba a su esposo, me parece que ella quería hacerlo calentar, pero él ya estaba caliente Pa, ya se había metido al jacuzzi con la pija toda parada y apuntando al techo! Jijiji!!!”
“Mi vida, seguro que Rafael se pasó todo el día en el trabajo imaginando que te podría coger al volver a la casa. O sea que debe haber estado caliente todo el día pensando en tu delicioso cuerpito. Por eso cuando se desnudó ya la tenía bien parada,” le expliqué a Vero, mientras gozaba de sus torturantes deditos en mi glande, en el tronco venoso, en las bolas y en mi culo! La nena me quería volver loco de placer y lo estaba logrando!
“Sí, seguro Pa… y entonces Rafael me pidió si no quería sentarme con él, porque ese jacuzzi tienen como un asiento todo alrededor… y entonces Isabel me soltó para que fuera con él, y me agarró y me sentó en sus piernas. Enseguida me empezó a frotar su cosa dura contra mi cola Pa, y me acariciaba los pezoncitos y me los pellizcaba. Y me daba besos en el cuello también.”
“Y te gustaba mi amor? Te gustaba lo que te hacía el papá de Carla?” le pregunté, cada vez yo más excitado por lo que me contaba mi hija en la penumbra de la habitación, mientras ella ya me estaba pajeando con ganas, con su pequeña y deliciosa mano alrededor de mi verga totalmente alzada!
“Sí Papi, y más me gustó cuando me levantó un poquito y sentí que me metía la pija por mi conchita! Y yo le dejé…. Mmmmm!! Papi, era larga y gruesa, y me hacía sentir muy rico! Yo apreté mi espalda contra su pecho y pude sentir qué rápido que le latía el corazón, y como respiraba rápido y gemía de placer. Me la metió muy adentro papá y era muy grande!!!!” me dice Vero y entonces se monta encima de mí queriendo que yo se la meta también, que la penetre como buen papá que soy.
Se la clavé hasta los huevos con ímpetu, ¡porque me había calentado demasiado!
“Sigue contándome amor… y Carla y la mamá qué hacían?”
“La mamá la agarró a Carla igual que el papá me agarró a mí, y le metía los dedos en la conchita, creo… no estoy segura porque estaba debajo del agua la mano de ella. Y después de un ratito, sentí bien rico la leche calentita del papá de Carla llenándome la conchis….. ¡me gustó mucho Pa! ¿Está mal? me pregunta de pronto mientras yo se la sigo metiendo y sacando y le devoro a besos el pechito y la garganta, que ella, arqueando su cuerpito deliciosamente, me los ofrece porque sabe cómo me excita hacerle eso!
Ya casi no escuchaba yo lo que me contaba Vero porque estaba cogiéndomela con pasión, gozando de su cuerpito desnudo ensartado en mi verga, disfrutando de mi propia hija con total libertad, porque ella me dejaba meterle mano por donde quisiera.
En un rato acabé adentro de su cuevita del placer, la llené de semen, mientras gemía de gozo y le manoseaba las nalgas redonditas y suaves con ese ano chiquito en el medio, donde le metí un dedo por puro morbo!
Ella me besaba o trataba de besarme en la boca todo el tiempo, dándome su lengua de una manera descontrolada y gemía también, gemía porque tenía como pequeños orgasmos a cada rato. Chiquitos pero muchos.
Cuando los dos habíamos acabado ella empezó a decirme que mi verga era la mejor de todas,
“Papi…. me encanta que me metas la pija. La tuya es la más rica Pa…. Me gusta y te quiero mucho!” susurraba mientras todavía respiraba agitada y yo seguía acariciándole el culito y la espalda.
“Por supuesto que la de tu papá es la mejor para ti mi amor…y además te dí todo mi lechita, la lechita para hacer bebés!” le digo, también recuperando el aliento luego del orgasmo.
“Papi…. cuando sea más grande… ¿podemos tener un bebé?” me pregunta, dejándome perplejo.
“Eh? Un bebé? Bueeeenooo…. claro, si te sigo cogiendo así, para cuando tengas 13 o 14 años podrías quedar embarazada….
“Claro Pa! Y ya voy a tener tetas para darle la leche al bebé!” me dice toda entusiasmada.
La saco de sobre mi cuerpo y la acuesto boca arriba a mi lado. Comienzo a recorrer con mi boca su piel, su delicioso cuerpito de niña, y la acaricio también tratando de imaginármela de esa edad, mayor, con un par de ricas tetitas sobre su pecho.
Ella seguía hablando mientras yo me deleitaba en su excitante desnudez.
“Bueno, ¿y qué nombre le vamos a poner Papi?” siguió Vero, que estaba imparable.
“Verito, mi amor…. recién tienes nueve años, faltan por lo menos cuatro años más para que una cosa así pueda pasar, ¿correcto? Así que tranquila y ya veremos cuando llegue el momento, cuando pase el tiempo.” le digo tratando de bajarle las revoluciones.
“Pero papi, cuando sea más grande, ¿me vas a seguir queriendo? ¿Cuándo crezca y tenga tetas? Es que me parece que a ti solo te gustan las niñas, y yo ya no seré una niña!” me dice, y se pone como angustiada!
“Vero, siempre te voy a querer y siempre me vas a gustar! Listo? Además supongo que cuando nos casemos, igual me dejarás disfrutar de pequeñas niñas.”
“Sí papi! Te dejaré seguir cogiendo nenitas…. Y te conseguiré algunas si quieres!” me decía entusiasmada. “Además, tal vez nuestro bebé sea nena… no?”
“Sí, puede ser, por supuesto.”
“Y bueno, ahí vas a tener otra conchita para disfrutar Pa…. Y desde muy chiquita!” me dice la muy depravada de mi niña, dejándome sin palabras!
“Vero, vamos a dormir, dale!” digo, viendo que la conversación se estaba desbocando por completo.
“Bueno Pa, pero todavía no te conté todas las cosas que nos hicieron los papás de Carla a la noche, solamente te conté lo del jacuzzi…” me dice ella de manera intrigante.
“Bueno vidita…. Otro día me cuentas, ahora debemos dormir, que mañana tendremos trabajo en el Estudio.” le digo, convenciéndola por fin y así nos quedamos dormidos al rato.
¿Qué había sido esa conversación? ¿Tener un bebé? ¿Casarme con mi propia hija?!!! Por suerte pronto me quedé dormido.
Serían probablemente las 4 o 5 de la madrugada, cuando repentinamente me desperté al escuchar un grito horrible que parecía venir del cuarto de Verito, donde estaba durmiendo Seba.
Me puse rápidamente los boxers y fui para allá. Entré a la habitación y encendí la luz, lo que me encandiló un poco.
Sebastián estaba sentado sobre la cama, las sábanas en el piso, su cabello todo alborotado y me miró con esa divina carita toda desencajada, como afectado de puro miedo.
“¿Qué te pasa Sebastián? ¿Tenías una pesadilla?” le pregunté, sentándome sobre el borde de la cama.
Él asintió con la cabeza y otra vez asomaron unas lágrimas de sus lindos ojos.
“Bueno, ven, por esta noche será mejor que duermas con nosotros. ¿No tienes problema?”
“No, está bien Señor Héctor…. quiero decir, está bien papá.” me dice él, un poco avergonzado tal vez de estar necesitando tanta atención.
Lo tomé de la mano para llevarlo conmigo. Al igual que yo, solo tenía puestos unos boxers. Mientras íbamos al cuarto grande, me imaginé que seguramente tuviese el niño recuerdos del terremoto y de toda la muerte y destrucción que tuvo que presenciar. Seguramente esas imágenes le perseguían en sus sueños.
Entramos al cuarto apenas iluminado y Vero seguía dormida como una tronquita. Estaba echada boca abajo, con un brazo colgando del borde del colchón, toda despatarrada y completamente desnuda mi linda nena.
Hice acostar a Seba en el medio de la cama y yo me acosté de mi lado.
Me giré de costado y pasando mi brazo alrededor de su cuerpo, le di un cariñoso abrazo al niño, para que se tranquilizara. Pronto sentí su respiración acompasada y supe que se había dormido también. Había sido una noche agitada de modo que pronto caí rendido en los brazos de Morfeo.
Me desperté tarde. La luz del sol entraba a raudales por el ventanal. Giré mi cabeza, restregué mis ojos, y entonces ví con alegría, que Vero y Seba estaban abrazaditos, acostados a mi lado, y se daban dulces besos mientras hablaban en voz bajita.
Verlos así me enterneció, y estuve seguro de inmediato que el niño se recuperaría por completo del trauma vivido, que con el amor de mi niña y el mío también, rápidamente olvidaría las penas.
Me incorporé como gateando sobre la cama y acerqué mi cara a ellos, que ya estaban comenzando a darse besitos con lengua… se los veía deliciosos!
“Chicos, yo voy a bajar a preparar un rico desayuno con panqueques!” les digo, dejando que se sigan conociendo y dándoles un beso a cada uno en la mejilla, aunque estuve tentado de hacer un poco más!
Los dos pararon un momento con el besuqueo, y me miraron con dulces sonrisas y felicidad en sus tiernos ojitos.
“Bueno Pa, en un rato bajamos…” me dice Vero, y casi de inmediato, se vuelve a dedicar a su hermanito, y se pone a besarlo con más ganas todavía.
Me vestí decentemente dentro la habitación, mientras ya venían unos ricos gemiditos de placer desde la cama, y me fui a la tienda ya que me faltaba harina y algunas otras cosas.
Cuando volví de las compras, subí un momento a hurtadillas para espiar a los chicos…. Por la rendija de la puerta pude ver que ya estaban cogiendo, y lo hacían como dios manda! Seba estaba encima y le metía su pija de nene a mi chiquita. Desde la puerta podía verlos como desde abajo, Verito con las piernas bien abiertas, Seba con la piernas en el medio, y el culito al aire, su verga y sus huevitos balanceándose mientras se clavaba a mi hijita. La estaban pasando rico, lo que me tranquilizó mucho y, por nada del mundo los hubiera interrumpido.
Bajé a la cocina sin hacer ruido y me puse a preparar el desayuno sin prisa.
Media hora después los llamé a los gritos, pero no con enojo, sino con entusiasmo, para que bajaran a disfrutar los panqueques más ricos de la ciudad.
Al ratito bajaron, los dos vestidos y tomados de la mano. ¡Se notaba lo mucho que se querían!
Después del desayuno, alegre y lleno de risas, con un charla animada y despreocupada, sonó mi celular. Era Pablo llamando desde el Estudio.
“Héctor, necesito que vengas… que vengan rápido al Estudio, hay un tema que debemos resolver, y es necesario que todos estemos de acuerdo. No te lo puedo explicar por teléfono. No sería seguro. Vente lo más pronto que puedas, y trae a tus chicos.” dijo escuetamente, y sin más, me cortó, dejándome bastante intrigado.
Continuará
Pensé que el primer encuentro sexual entre los ahora hermanos sería más épico y narrado con más detalle, sin embargo pienso que fue así porque tal vez algún evento «caliente» de gran magnitud este próximo a ocurrir.
* Estube esperando mucho este capítulo. Gracias.
Es correcto Danny, lo de los hermanitos fue solo un vistazo. Más adelante habrá encuentros muy excitantes y morbosos entre Vero y Seba.