Mi amigo y su regalo 2
Mi amigo Carlos tenía dos hijas de 15 y 14 años que me encomendó cuidar y que se fueran a vivir a mi casa. Las encontré en una situación caliente de lesbianismo y allí comenzó la historia. .
Después que me había cogido a Brenda , y luego de ver el espectáculo de las hermanas teniendo sexo como perras en celo, y luego de haber cogido a su hermanada mayor, la menor, Sandra me dijo ahora me toca a mi.
Pues bien pasaron unos días, los tres seguimos viviendo juntos con la diferencia que yo ya no cuidaba estilos de vestimenta; o directamente me paseaba por la casa en bolas, cosa que hacía antes cuando vivía solo, o con unos slips.
Cierta mañana me levanto, como siempre , desayuno y me voy al trabajo. Al retornar pasado el mediodía, Sandra estaba con una pequeña tanga y una tolerita, sin corpiño, se le notaban los pezones debajo de una tela muy delgada que la hacía más apetecible. Debo decir que me produjo un cosquilleo entre mi bolas y mi culo y comenzó a erectarse mi verga. Me dijo con una leve sonrisa que hacía cuatro días que estaba esperando que le metiera la pija como a su hermana por todos lados y que yo no había hecho nada todavía.
Le pegunté dónde estaba su hermana y me dijo que había salido, pero que no le contó a dónde iba. Entonces le dije, comenzá a ponerte en bolas para mi chiquita mía. Le pregunté si tenía la concha peluda como su hermana y me dijo que no, que ella se rasuraba, que tenía la concha como una bebé para mi.
Se sacó la telera y me mostró sus bellas tetitas y magníficos pezones ya erectos, comenzó a tocarse la argolla por sobre su pequeña tanga, corrió la misma y se metió dos dedos, se dio vuelta y corrió el hilo de tela de la tanga y me mostró el hermoso y bello agujero de su culo, se metió un dedo hasta el fondo. Me calentó sobremanera esa actitud.
Sentado en un sillón saqué mi verga ya erecta y le dije que me la chupara toda y los huevos también, lo hizo casi a la perfección, lamió con su lengua juguetona la cabeza de mi verga y las bolas y luego le pedí que me chupara el culo, es una cosa que me excita mucho, me encantan que me chupen el culo con una lengua que se muestra voraz.
La tome por los hombres y la puse sobre mi, mi verga le entró en la concha rápidamente, la cogí con mucha fuerza y ella gozaba como una yegua puta que es, la di vuelta y la puse de espaldas a mi, tomé una crema que estaba sobre la cómoda y le embadurné el culo, le metí la pija bien dura, se quejó un poco pero enseguida ella empezó a moverse de arriba hacia abajo con su bello culo tragándose toda la chota.
En esos momentos escuché que abrían la puerta, era Brenda, quien me llamó y le dije vení a la pieza que me estoy cogiendo a tu hermana, entró muy rápida y sobresaltada, estaba vestida con un short que mostraba parte de sus cantos y resaltaba su papo, tenía una remera suelta y estaba sin corpiño, la muy puta, se desnudó la parte de abajo, se tiró a la cama y comenzó a pajearse, mientras yo seguía con mis quehaceres sexuales con Sandra, la llevé a la cama, al lado de su hermana, la puse de espaldas y le metí la pija en la concha, le dije que me acariciara los pezones y enseguida le derrame mi carga de leche dentro de su concha mojada. En ese momento Brenda gimió y dijo: «me acabé como una yegua putona que soy».
Brenda me dijo que a partir de esa noche quería que los tres durmiéramos juntos en mi pieza, a lo cual accedí con mucha alegría, me gustaban mucho esta pequeñas putitas querendonas de verga a toda hora.
Pasado un par de meses Sandra me informó, para mi gran asombro, que ambas estaban embarazadas. De casi dos dos meses, es decir que las preñé en las primeras cogidas. Bueno, ahora quedaba esperar el proceso de embazo y coger con ambas futuras mamás.
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