Mi descenso a la depravación

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Tania alrededor de 15 años, en ese entonces no había conseguido novia pues era muy tímido y no tenia buen físico, era solo un enclenque que daba risa, mi única experiencia sexual era el masturbarme viendo revistas eróticas a escondidas que me prestaban mis primos, una tarde mi tío me telefoneo desde otra ciudad ya que el conducía un camión de carga y viajaba mucho y su esposa celeste, una rubia hermosa con un culo maravilloso y unas tetas enormes era enfermera y a esa hora no debería estar en casa, en todo caso mi tio requería unos documentos y me pidió que fuera a su casa los tomara y los dejara en las oficinas de la empresa para que ellos se los hicieran llegar, es así como tome las llaves que él ocultaba bajo un adorno del jardín y entre a su casa sin mas, tome los papeles y me disponía a salir cuando lo escuche, era un quejido ahogado como un lamento, seguí el sonido hasta la habitación y hay estaba celeste sobre la cama en cuatro y el vecino un negro corpulento le metía la verga sin misericordia, me quede mirándolos, me sentí increíblemente excitado por los gemidos de Celeste el tipo se la metía con mas fuerza y ella gemía aun mas mientras el la jalaba de su cabello rubia y la hacia correrse, finalmente el sujeto se vino en la cara de ella, en ese momento nuestras miradas se encontraron y ella me descubrió solo atine a salir corriendo, la imagen de su rostro cubierto de leche me persiguió por días, cuando me masturbaba el solo recordarla me hacia venirme enseguida, aun asi evite encontrarla, era muy tímido o mas bien un idiota.

Un dia de camino al colegio un auto se me acerco y bajo la ventanilla era ella, me dijo que subiera que teníamos que hablar, subí algo nervioso, ella me llevó a su casa donde hablamos por largo rato y llegamos a un acuerdo ella me daría semanalmente un dinero para que mantuviera el secreto y asi lo hice, ella seguía con sus aventuras y mientras yo me forraba de dinero, todo funciono bien por un par de meses hasta cierta tarde en la que fui por mi paga, mi tio salía y nos cruzamos, no recuerdo que escusa le di, el siguió su camino y me dejó entrar a su casa, me dirigí a la habitación y la vi, Celeste estaba totalmente desnuda, recién salida del baño frente al espejo aplicándose crema en todo el cuerpo, me vio a través del espejo y entonces en peso a provocarme, se acariciaba esas enormes tetas y hasta lamio sus pezones, luego se puso de pie y en peso a meterse el dedo en su coño y a gemir como perra, estaba tan excitado que me saque la Berga i me empecé a masturbar violentamente, fue cuando ella se dio vuelta y se tiro en la cama boca arriba con las piernas abiertas, ni siquiera lo pensé y me abalance sobre ella, en ese punto estaba tan excitado y nervioso que no di para penetrarla, fue ella la que me tomo mi verga con su mano y la dirigió, luego en un rápido movimiento se giró y termino sobre mi, me cabalgo con fuerza increíble, no podía creer lo maravilloso que se sentía su coño húmedo y cálido, me aferre a su culo y me perdí entre sus pechos espectaculares, cuando me vine creí que moriría nunca antes había sentido tal placer.

Estuvimos un rato simplemente acostado uno al lado del otro, yo acariciaba su culo hermoso soñando con poder penetrarlo, fue cuando ella se dio cuenta de que mi berga estaba dura de nuevo, ella dio un grito ¿ya tan rápido estas duro?, yo le dije que era por ella que el solo ver ese culo me la ponía dura, ella se puso visible mente animada, me propuso un trato si yo le daba por su coño con fuerza, ella me dejaría que le diera por el culo todo lo que quisiera, sin pensarlo salte sobre ella y no tuve ningu problema esta vez para penetrarla, re corde la forma en que el veciono se lo hacia, con golpes fuertes de la cadera y eso hice, en cuestión de segundos estaba gimiendo y retorciéndose del placer, era como una perra en celo que me pedia que le diera mas duro y eso hacia, la penetraba con fuerza y una vez llegaba al fondo enpujaba con mas fuerza aun com queriendo destrozarla por dentro, mi berga se sentía maravillosa y pronto me bine dentro de ella, pero como ella me suplicaba que no parara segui dándole hasta que ella se bino, sentí como un chorro tibio de flujo me bañaba los huevos y las piernas, fue increíble pero luego de un buen descanso, llego la hora de cobrar la promesa, ella se veía sorprendida con el hecho de que yo todavía tuviera ganas, aun asi tomo mi verga y me la mamó delicioso dejándola bien mojada, luego se puso en cuatro y se la meti por el culo, le entro sin problemas, la sensación era increíble, era mucho mas estrecho que su coño y se sentía mucho mejor, no se por que lo hice, pero le empecé a dar duro, perdí el control de mi, fue instito puro, me aferre a sus caderas y la penetre tanduro que por un instante pensé quela estaba lastimando, pero me equivocaba sus gritos eran de placer puro, a la muy perra le gustaba duro y que le doliera, le di una nalgada super fuerte ella gritó y mi mano le quedo marcada en el culo, luego grito muy animada que la clavara sin misericordia y siguiera azotándola y eso hice.

Ese dia descubri dos cosas una que tengo una debilidad por los culos, me enloquecen y adoro penetrarlos y la otra que celeste era una perra masoquista de la que obtendría todo el placer que quisiera. Con celeste vivi mi aprendizaje sexual me enseño las posiciones, como comer un coño de la forma adecuada para volver loca a una mujer de tal forma que hasta la mas santa se vuelva toda una puta en la cama.

Al final con la maravillosa Celeste duramos algo mas de un año de pasión y placer puros, luego termine el colegio y mi familia me envió a la capital a estudiar una carrera universitaria. Celeste no solo fue mi primera vez y mi primera mujer, (porque si era mia, al final solo le era infiel a su marido con migo), sembró una semilla en mi que después seria mi perdición, esta semilla era la del gusto por lo prohibido y el sentir que meterme con una mujer de mi familia no tenia nada de malo.

Aun falta que les cuente muchas mas de mis aventuras sexuales cada vez mas viciosas y profanas, síganme y poco a poco sabran como esta mujer prohibida fue el primer paso a el peor de los incestos.