Mi descenso a la depravación parte 2
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Mis padres me enviaron a la capital para que estudiara, me decidí por sistemas y aunque no era el estudiante mas aventajado si me las arreglé para conseguir una beca estudiantil en cuanto a la vivienda me quedaba en el apartamento de mi prima Tatiana, su padre era el hermano de mi madre y había tenido suerte en los negocios y vivía cómodamente, claro que no se relacionaba mucho con nosotros los pobres de la familia, pero cuando se enteró de que yo iría a la capital algo curioso sucedió, puso a mi disposición el apartamento de su hija, pues le haría bien a su niñita el estar acompañada.
Cuando llegue al aeropuerto tuve que esperar por horas pues Tatiana no aparecía para recogerme, finalmente tras dos o tres horas vi un letrero con mi nombre, y me lleve una increíble sorpresa, tenia cerca de cuatro o cinco años que no veía a Tatiana, la ultima vez que lo había echo era… bueno, fea en extremo, Tatiana era bastante negrita, de nariz regordeta y labios exagerados, gorda, bajita, con el cabello ensortijado y desordenado, en fin horrible, pero frente a mi se presentaba una diosa de ébano, su piel negra brillaba con las luces del aeropuerto y le daba un toque mágico, su cabello a fuerza de tratamientos capilares ahora era lacio y largo hasta su cintura, tenia unos jeans ajustados que le destacaban su culo espectacular, alta y esbelta con unas caderas anchas y una cintura de avispa, unas piernas largas como de modelo, y que decir de su rostro se había operado la nariz y se había dado otros retoquitos y ahora era simplemente divina. Sin dudas es cierto que “no hay mujeres feas, sino sin dinero” no podía creer que fuera en realidad ella, hasta que me vio y corrió a mi encuentro, me abrazo y me colmó de bezos, recuerdo que me pareció extraño pues ella y yo no éramos muy cercanos, incluso yo le caía mal, pero tras un poco de charla de camino a su casa comprendí un poco la situación, se sentía sola y además al parecer alguien la estaba acechando.
Esa misma noche tuve un encuentro con su asechador, yo me estaba instalando en la que seria mi habitación mientras Tatiana tomaba una ducha, habrían transcurrido unos pocos minutos cuando escuché que ella gritaba, corrí a toda velocidad hasta el baño, pero la puerta estaba cerrada, no se como, debió ser la adrenalina, pero de alguna forma mande a volar la puerta de un par de patadas, solo para encontrarme a un sujeto sobre mi prima tratando de violarla, no pensé y lo golpee en la cabeza con la tapa del tanque del inodoro, el sujeto cayó inconsciente del golpe la pobre Tatiana estaba tendida en el suelo desnuda temblando llena de pánico, tome una bata y la cubrí, en ese instante aunque la vi totalmente desnuda, no tuve malos pensamientos, solo quería ponerla a salvo, lo que siguió fue el llamado a la policía, pronto el apartamento estaba lleno de polis y curiosos, el sujeto resulto ser el exnovio de Tatiana que no se hacia a la idea de perderla y la quería de vuelta a como diera lugar; entre declaraciones y rellenar formularios se hizo de madrugada, al final a eso de las cuatro de la mañana nos retiramos a dormir, no habían pasado sino unos cuantos minutos cuando entró Tatiana a mi habitación, me dijo que estaba muy nerviosa y que no quería dormir sola, le dije que no había problema, ella saltó a mi cama, yo la abracé y no tardó en dormirse, pero yo tuve problemas para lograr conciliar el sueño, ya pasada la conmoción no podía sacarme de mi cabeza la imagen del cuerpo desnudo de mi prima, sus senos eran pequeños pero tenían una forma muy hermosa y se veían muy firmes, su abdomen bien ejercitado y sensual, sus largas piernas esbeltas, bien torneadas y con su piel tersa y acariciable, además, cuando la abrasé ella se aferro a mi mano con fuerza y esta termino increíblemente cerca de sus senos, solo debería estirar un poco y los tomaría, pero al final solo fantasee.
Esa situación acercó mucho a Tatiana a mi, hablábamos mucho, nos la pasábamos juntos todo el tiempo que podíamos y era de lo mas normal que durmiéramos en la misma cama, pero para mi desgracia nada sucedía, hasta una ocasión que regresamos de una fiesta, habíamos bebido y estábamos mas alegres de lo normal, entramos a su cuarto y ella al parecer no se percato de mi presencia y se desnudo, yo me quede totalmente embobado con su cuerpo, mi berga estaba durísima y quería acción, no se si fue el alcohol ola excitación, pero me le acerque desde atrás y le aparte con cuidado el cabello que cubria su espalda y le di un beso en la nuca, ella dio un brinco y luego se quedo inmóvil, le di otro beso esta vez en su hombro, el mismo efecto, la acaricie suavemente y empecé a besarle la espalda, bajando asta llagar a su trasero, bese sus nalga y las apreté con fuerza, estuve asi un rato hasta que se dio vuelta, vi como respiraba agitada, no dude mas y la bese con fuerza
Ella me abrazó, y pronto la tenia tendida en el suelo, me desnude y si siquiera pensarlo le penetre su coño negrito, recuerdo que ella gemia de una forma espectacular que me hacia perder la razón, por lo que la penetraba mas profundo y con mas fuerza, chupe sus senos, aunque pequeños eran firmes y deliciosos, recorrí todo su pecho y garganta con mi boca mientras la penetraba sin piedad, recuerdo que en cierto momento le pregunte al oído “¿te gusta como te lo hace tu primito?” y ella me respondió “me encanta sentir tu berga en mi”, sus palabras sumadas a sus gemidos me hicieron venirme, pero ella quería mas, asi que le separe las piernas con fuerza y lami su coño húmedo y jugoso, mi lengua entro en su bagna y eso le encanto, pero lo que de verdad la volvió loca fue cuando chupe su clítoris eso si la enloqueció, se retorcio de una forma que temí que fuera a lastimarse, pero cuando trate de detenerme no me lo permitia, solo escuchaba un quejido lastimero que imploraba por mas, estuve largo rato trabajando con mi lengua su coño, hasta que me percate que mi berga rogaba por mas, le dí buelta y la puse boca abajo, a estas alturas del paseo ella no tenia voluntad alguna, su culo hermoso me éxito mucho y ya sabran que mi debilidad son los culos, asi que tome mi berga y la empuje en su culo, al principio tuve que hacer algo de fuerza, pero al final entró, era un culo estrecho en extremo y hacia que mi berga se sintiese de maravillas, la tome por su larga cabellera y la penetre con suavidad al principio luego fui aumentando el ritmo a medida que me excitaba mas y mas, era una sensación genial el cabalgarla como a una yegua salvaje, su cabello en mi mano y mi berga en su culo se sentía tan delicioso que no tarde en venirme, esta vez la saque y toda mi leche callo sobre su espalda, la visión de mi leche blanca contrastando con su piel negra fue maravillosa.
Después de eso,lo hacíamos como animales cada vez que podíamos, los fines de semana no abandonábamos el apartamento para nada y nos la pasábamos desnudos haciendo lo como locos, pero nada dura para siempre, un par de meses después mi querida prima Tatiana, se fue a vivir con un tipo, asi sin mas se fue sin despedirse, el tipo era un bago, no trabajaba ni estudiaba y solo se dedicaba a beber y fumar hierba, pero ella se enamoro totalmente de el, yo por mi parte me vi obligado a mudarme, el padre de Tatiana me culpo de que su hija se descarriara y me echo del apartamento, cerca de un año después, el tipo abandono a Tatiana embarazada y sin un peso, ella vino por mi, y yo que estaba totalmente enamorado de ella la recibi con los brazos abiertos en mi humilde habitación, por cierto ahora que estaba preñada, me exitaba aun mas y no se pero ese tipo debio ser un bbuen maestro porque le enseño a moverse de una forma que no podrían imagnarlo. Cuando la bebe nacio mi tio habia perdonado a mi prima y le pidió que regresara a Barranquilla, nuestra ciudad de origen, en la costa norte de Colombia; por mi parte aun me faltaba la mitad de mi carrera universitaria y tuve que dejar irse al amor de mi vida, mi prima Tatiana.
Espero que les halla gustado, pronto publicare lo ue siguió a Tatiana, pero les adelanto que tuve la suerte (o talvez desgracia) de ganar el premio mayor de la loteria y eso me abriolas puertas amuchos placeres sexuales que no pueden siquiera imaginar, pero eso queda para otra ocasión.
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