Mi despertar incestuoso
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Para mi, estaba convencida, todo se inicio hace muy poco. No pasaron dos meses .Tampoco podria asegurar que sea mucho mas que uno, porque luego de eso todo se precipito, sucedio muy rapidamente.
Esa tarde yo no debia estar en casa. Teniamos un programa ya planeado con mi esposo.Despues de mediodia debia ir a su encuentro, en la oficina del centro. El me pidio que lo ayudara a elegir propiedades para instalar las nuevas oficinas de su empresa. Tarea que me fascinaba hacer como cada cosa en que lo pueda acompañar o simplemente tener mas tiempo juntos.
Faltaba muy poco para llegar al centro cuando suena mi celular. Era él diciendome quye habia surgido imprevistamente una reunion urgente solicitada por uno de sus principales clientes. Impostergable.Le dije que era mas importante atender eso, que no se preocupara que lo nuestro era facilmente reprogramable. Le dese suerte, unos besosy corte. Emprendi la vuelta a casa.
mentalmente iba concentrada en las actividades que realizaria al llegar a casa. Todavia faltaban muchas horas para que mis dos varones volvieran del colegio y los atendiera con la merienda y el orden de sus tareas. El mayor ya cursaba su ultimo año de secundaria con 16 años a punto de cumplir ya los 17. Tipico adolescente normal, estudiante regular, muy deportista, le dedicaba muchas horas al tenis y estos dos ultimos años fue incrementando notablemente las horas dedicadas a su otro deporte, las niñas. No habia una especial a la que le dedicara mas tiempo. Aunque yo no me metia en esos asuntos se notaba una rotacion muy regular. Normal para esa edad, Su relacion conmigo era casi nula, hola chau, haceme esto, necesito aquello. Punto. Si habia algo importante lo hablaba con su padre y ese no era mi terreno. El menor de 14 en su segundo año de secundaria era un niño, dulce simpatico . Le encantaba seguir jugando al bebote especialmente con su papa por quien sentia una devocion notable ya quien seguia a todos lados especialmente en sus actividades de fin de semana. Hacian todo siempre juntos y lo disfrutaban mucho. El mayor ya era practicamente independiente en su quehaceres. Eso si, siempre informando absolutamente todos su movimientos y pidiendo el permiso correspondiente. Bien enseñados, bien educados, llevaban una vida normal como era nuestra familia. Viviamos en armonia, con la felicidad que cada familia construye solo a su medida y para su mundo.
No habia mucho que hacer en casa. Con la Sra que colabora conmigo en las tareas cotidianas ya habiamos dejado todo ordenado, asi que le di medio franco hasta la mañana siguiente. Lo que si se hacia primordial y surgia en mi repaso mental de actividades, era ordenar el play room, ubicado en la 3ra planta de mi casa, donde tambien se ubicaba el cuarto del mayor, logicamente el mas aislado. El menor ocupaba el cuarto mas pequeño en la 2da planta, no pegado sino enfrentado al nuestro de generosas dimensiones , con todos los detalles de srvicio incluidos dentro.
Siempre que estoy en casa, sola o acompañada, me muevo dentro de la misma con un sigilo natural, como si casi no me desplazara. Me siento tan bien encasa que disfruto recorrerla de esa manera. Los chicos siempre me dicen que ellos saben si estoy o no, pero que jamas escuchan o detectan ningun movimiento, casi como si estuviera ausente. Con mi marido en casa, todo se transforma….todo pasa como si fuera al maximo de volumen, todo adquiere sonido, como si la casa tomara otra vida,. Tambien lo disfruto tanto o mas que mis silencios.
Tranquila y muy relajada, iba pensando y afirmando que tenia tiempo para ver esa pelicula que tantas ganas tenia de ver. Mentalmente iba descartando lugares donde la veria: el play no es mio, a mi cuarto poco vuelvo estando sola, es lugar de dos, y si ese, silloncito en el living es lo mas apropiado. Cuesta hacerme un lugar preferido cuando siento tan mia a toda la casa.
Sin pensarlo y en modo automatico, ya casi estaba en el 3er piso. Apenas tome conciencia y casi recorriendo el ultimo escalon, algo me detuvo. No fue un ruido pero si algo distinto al silencio. Adopte un modo de alerta, inmovil mientras descartaba los primeros pensamientos. Nada de inseguridad, mi casa es inexpugnable par quien no quiera entrar normalmente, imposible. Tambien descarte rapidamente la segunda opcion. Mi hijo mayor no habia dado señales de querer entrar con una chica aprovechando la soledad, o al menos yo jamas las habia detectado, descartado.Volvi a escuchr algo imposible de saber que era asi que subi lo poco que quedaba, bien atenta y espiando rapidamente todo con la vista.
Lo primero que veo apenas me asomo me parece extraño, la puerta del cuarto abierta, raro para ese bastion inexpugnable, salvo que haya salido antes del colegio y sabiendose solo integre sus dos mundos en uno dejando la puerta abierta. Mientras volvia a la tranquilidad habitual sabiendo que habia resuelto lo que estaba pasando sigilosa pero decidia emprendi el ingreso al cuarto de mi hijo mayor.
Todavia me cuesta ponerle palabras a ese efecto que me paralizo. Quiza haya sido lo inesperado, lo sorpresivo, lo nunca antes imaginado, pero lo que estaba viendo, ese espectaculo a solo metros delante de mi, que sucedia en una intimidad que no era sospechada de haber sido violada. Y que yo sentia que…No sabia, no distinguia la invasion de pensamientos enconcontrados que se sucedian dentro de mi cabeza, lo quera seguro era que estaba ahi inmovil petrificada, queriendo desaparecer pero al mismo tiempo con la mirada fija, absorta que no obedecia la orden que alguna parte del cerebro daba de retirada. Una guerra no querida, no deseada, jamas buscada de pensmientos disimiles que no lograban prevalecer para huir. Descubrir de esa manera que mi hijo tiene sexo, que desea y goza como cualquier adulto normal, fue violentamente sexual, casi animal. Verlo desnudo, masturbandose a distintos ritmos, canbiando de mano, jugando con su pene, con distintos tipos de caricias, alternadas con golpes y tambien detenimientos que parecian hacerlo concentrar en esa pareja que cojia sin sonido en el televisor y que parecia tenerlo subyugado, como estaba yo, sin querer sintiendo deseos que queria descartar ppero que me era imposible, me asaltaban con fiereza animal, sentia la hembra que emergia de mi ser, la hembra que al fin encontraba su macho que le ofrecia una poronga en su maximo p explendor, hinchada, venosa a punto de estallar en incontenibles chorros de nectar, de leche que mis entrañas pedian a gritos sentir bien adentro. No podia dejar de pensar en ese pedazo de carne enorme impensado, sintiendolo penetrarme y desgarrarme, rompiendome la concha de la manera mas placentera que una hembra en celo puede sentir desesperadamente animal, tal cual se masturbaba ya freneticamenbte inundando el silencio de gemidos de macho gritos roncos penetrantes que anunciaban la explosion final, apoteotica de un macho joven en su maxima potencia, mientra qyueria espar de ese deseo de que fuwer dentro mio, que llenara mi ser, miboca hasta ahogrme, sentirlo todo, todo eso adentro aunque pareciera imposible, que me rompa hasta que me llene total, que rompa mi ano,m el recto y exploten mis intestinos sintien eso bien adentro, que se llene todo mi cuerpo hasta la ultima gota de esa leche incalculada hasta que mjuera si es necesario, morir como una hembra destruida por su macho.
Mi mano ya estaba practicamante toda dentro de mi concha, mis jugos salian incontenibles bajaban por mis piernas. Cuando tome conciencia del desastre que se avecinaba entre el orgasmo de el, mis gritos que ya eran irrefrenables y el charco de placer que iba dejar en el piso, fue un instante en el que pude desaparecer.
Desnuda encerrada en micuarto, tragandome la almohada que amortiguara mis desgarrradores gritos de placer, acabe, una, diez, inimaginable cantidad de veces, sucecivas, interminables, se encadenaban haciendose un solo polvo infinito. Descubria un placer oculto, prohibido, el goce profundo que se espparce por todo mi cuerpo, jamas antes sentido y que surge desde mis entrañas mas profundas, mas animales, que me hacen hembra sin poder dejar de imaginar lo que mas placer me da,esa sensacion tan abominable como placentera: ser cogida y cogida sin parar infinitamente por mi propio hijo.
Continuará…
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