Mi esposa y el vecino tienen una interesante amistad. Parte 2
Les recomiendo leer la parte 1 para entender mejor..
*A diferencia de la anterior, esta parte contiene amor filial o incesto.
Continuando…
Mi hijo me había dicho que su mamá y el vecino estaban en el baño juntos.
Entonces desde el baño se comienzan a escuchar los inconfundibles gemidos de mi mujer.
Podemos ver?- dijo mi hijo tocando su miembro por encima de su pijama.
Yo completamente desnudo después de la noche anterior empecé a tener una erección muy fuerte por escuchar a mi mujer gimiendo en los brazos de otro.
Sí, vamos a tocarnos viendo a mamá… Le dije a mi hijo levantadome de la cama.
No me costó nada entender el comportamiento de mi hijo, se estaba convirtiendo en hombre y era natural que se sintiera atraído a los gemidos de una mujer, fuese quien fuese esa mujer.
Fuimos hasta el baño, lo ayude a quitarse su pijama y quedarse en calzoncillos lo más rápido posible.
Abrimos la puerta y ahí estaban
Mi mujer contra la pared de la ducha.
Mi vecino y ahora amigo detrás de ella penetrando su culo.
Al vernos se asustaron, por mi hijo.
Cerraron la cortina de la ducha y siguieron con lo suyo.
Pero mi hijo al ser tan novato se corrió con lo poco que vió.
aa-Perdón papá, no duré nada…
-no te preocupes hijo, es normal al principio. Ve a ver a hermano, bajaré en un rato.
Mi hijo se fue y ahora sí prioricé mi placer.
Sin soltar mi pene, fuí y abrí la cortina del baño.
Ellos seguían a lo suyo. Yo entré a la ducha.
Tomé a mi mujer, la despegué de la pared y me puse junto a ella.
La abracé junto al vecino y dirigí mi pene a su vagina.
Comencé a penetrarla.
Era nuestro primer trío
Era la primera vez que mi esposa tenía dos penes a la vez.
En un abrazo triple nos dábamos placer mutuamente.
Mi esposa agarro mis nalgas y las apretaba mientras yo la penetraba.
El vecino le daba nalgadas mientras su pene entraba por el culo de mi mujer.
Fue demasiado excitante para los 3.
Que rico, gracias de nuevo vecino por permitirme tener sexo con su esposa…-dijo mi vecino.
No hay nada que agradecer, te lo ganaste, ella ama tu pene. Yo no se lo puedo negar.-le dije mientras anticipaba mi corrida.
Me vine dentro de ella.
Seguramente aún tenía dentro el semen que el vecino le había dejado anoche.
O quizás antes de que yo despertara.
El vecino también se corrió dentro del culo de mi esposa.
Ella estaba en éxtasis tras éxtasis.
Me encantaba verla tan feliz.
–
Después de eso nos duchamos juntos los tres.
Yo y el vecino ya no teníamos vergüenza de vernos desnudos. Mucho menos a mi mujer.
Salimos de la ducha y el vecino tuvo que ir a su casa para recibir una visita.
Yo y mi esposa conversamos…
-Porque trajiste al niño a la ducha? Te volviste loco?- dijo ella.
-No, para nada. Él vino a mi mientras dormía por escuchar tus gemidos y me preguntó si podía ver. -Le respondí yo bastante serio.
-Y le dijiste que si? Porque?
-Que tiene de malo? Él ya nos vió teniendo sexo antes… Está en la edad de masturbarse, ver porno, etcétera.
-Pero eso no debió verlo…
-Porque? Tienes vergüenza de que tu hijo te vea siendo la puta del vecino?
-No… No es eso. Pero es mi hijo, ni se debe masturbar conmigo…
-Porque? Yo lo hacía.
-Tú? Tú lo hacías?
-Claro, cuando vivía en el campo compartía habitación con mis padres y mis 4 hermanos, todos hombres… Tu crees que a mi papá le importaba? Jaja, tenían sexo sin ninguna vergüenza frente a sus 5 hijos y nosotros nos agitabamos nuestros penes hasta el último gemido de mi madre. Es normal que pase eso. Así crecen muchos niños y se vuelven hombres.
-Nunca me habías contado eso… No lo puedo creer… Pero aún así me resulta raro…
-Bueno ya te acostumbraras, debes dejar de tratar a nuestro hijo como un niño y tratarlo como un hombre.
-que sugieres, que tenga sexo con él? Estas hablando en serio?
-no, no digo eso. Aún es pequeño. Pero si quiere masturbarse viendo, no hay nada de malo.
-bueno… Supongo que tienes razón. Pero me costará ver a mi niño como un hombre mañoso…
-todos los hombres somos mañosos en la excitación, mi amor. Es lo más normal del mundo.
-bueno, vamos a ver cómo están nuestros hijos.
Bajamos y estaban jugando videojuegos en su habitación.
Aparté a mi hijo mayor y le dije que por ningún motivo se tocara frente a su hermano o que lo indicara.
Ya que su hermano tenía que descubrir su cuerpo a su ritmo en su momento.
Mi hijo entendió y sonrió.
Jugamos unas horas en familia.
Hasta que el vecino volvió de atender a sus visitas.
Vino con una mochila.
Nos dijo: estaba pensando en quedarme aquí… Al menos un tiempo. Solo si ustedes deciden que está bien. Sinó regresaré a mi casa y dejaré mi mochila…
Nosotros aceptamos
Y cuando preguntó cuál sería su habitación le dijimos que obviamente la nuestra.
Lo presentamos a nuestros hijos como un nuevo «tío»
Y subimos a la habitación.
No sin antes decirle a nuestro hijo mayor que podía subir cuando quiera.
Pusimos la ropa de el vecino en nuestro ropero y sus otras pertenencias en nuestros cajones.
Prácticamente era un miembro más de esa habitación.
Ya teníamos mucha confianza.
Mi esposa le quitó los zapatos al vecino y el se recostó en la cama como si fuera suya.
Nos pusimos a ver una película tranquilamente. No todo era sexo…
Aunque hubo un momento en la película en que se forma una gran orgía y los tres sentimos como el ambiente se puso más caluroso.
Mi esposa ya tenía su mano en su entrepierna. Y al estar recostados, las erecciones de mi vecino y mía eran muy evidentes.
También comencé a acariciar mi erección y el vecino hizo lo mismo con la suya.
El momento era muy sexual, pero también muy tierno e intimo.
Como mandado a llamar aparece mi hijo en la puerta. Se acercó a nosotros y se recostó a mi lado.
Poco faltó para que mi pantalón esté abajo y mi mano mano tocara mi pene lentamente.
Mi hijo siguió lo que yo hice, se bajó el pantalón y comenzó a masajear su pene.
El vecino no se quedo atrás, metió su mano dentro de su bóxer y se masturbó al ritmo que la película marcaba.
Luego mi mujer levantó su vestido y bajó su calzón. Comenzó a tocarse ya sin vergüenza alguna.
Mi habitación se había convertido en un masturbatorio en donde una familia compartía uno de los momentos más excitantes de sus vidas.
El silencio lo rompió mi hijo que que entre jadeos me dijo: papá, vecino, hagan el amor a mi mamá…
Como si de una ordenanza se tratase, nos levantamos y tomamos a mi mujer como nuestra.
Nos pusimos frente a ella arrodillados en la cama. Ella sin dudar comenzó a chupar nuestros penes.
Mi hijo se veía feliz y excitado viendo. Y yo me sentí orgulloso de él, recordando aquellos días en el campo en dónde yo hacía lo mismo.
Muy bien hijito, sigue así. -le dije yo.
Gracias pa… Mmm…-apenas y logró decir.- ahora que mi papá vaya al trasero de mamá y el vecino a la conchita…
Todos obedecimos lo que decía, el morbo se apoderó de nosotros.
Me sitúe en el culo de mi esposa y la comencé a penetrar
Asu vez el vecino lo hacía por la vagina.
-Hijo…-dijo mi mujer.
-Que mamá…-contestó mi niño
-Te gusta ver como mami es una puta…?
-Si, mucho mami… Puta… Mmm.
Mi esposa tuvo su primer orgasmo tras escuchar a su hijo llamarla de esa forma.
Mi hijo no pudo más y eyaculó. Salpicó un montón. Realmente estaba convertido en un hombre.
La mayor parte del semen cayó en mi esposa, pero también nos llegó a mi y al vecino.
-Perdón papá…-me dijo intentando limpiar un poco el semen de mi barriga.
-no te preocupes hijo, el semen es así hasta a los hombres nos puede caer. Sacaste un montón. Ya eres un hombre de verdad…-le dije entre jadeos y risa.
-gracias hijo, me encanta tener tu semen encima mi niño hermoso, te amo. -Dijo mi esposa.
-muy bien hecho… Hijo… No te preocupes por el semen encima mío, es parte del sexo jaja.-dijo el vecino.
Mi hijo muy contento después de nuestras palabras se fue de la habitación.
-bueno, ya acabó la clase. Ahora es momento de los adultos…-dijo el vecino con total seriedad.
De un momento a otro comenzó a penetrar más rápido a mi mujer.
Le agarró una teta mientras le chupaba otra.
Yo en vez de seguir su ritmo, bajé la velocidad de mi penetración.
Quería que mi mujer se concentra en el pene de su amante.
La fuí acariciando tiernamente por la espalda mientras el vecino la usaba como una puta barata.
Al fin y al cabo, yo soy el esposo, su protector y amador.
Pero el vecino es el amante y tenía todo mi permiso para tratarla como lo que había demostrado ser: una puta.
Tuvimos sexo toda la noche, nos corrimos, esperamos un rato y volvimos a empezar.
La cama, esa sagrada cama de matrimonio, estaba llena de los squirt de mi mujer y semen de sus dos hombres.
Y así lo fue y lo ha seguido siendo.
Actualmente ya vivimos los 3 juntos.
Mi hijo se masturba viéndonos a sus padres tener sexo. Aveces sin el vecino, aveces sin mi.
Nuestro hijo más pequeño ya ha crecido un poco y está comenzando a tener acercamientos al sexo.
Pero parece que él está totalmente enamorado de mi y el vecino. Cosa que tomamos bien.
Finalmente hace unos meses y con el permiso de mi esposa logré tener un trío. Yo, mi madre y mi padre. Cumpliendo una de mis mayores fantasías de la vida.
La vida es hermosa mientras más sexo haya.
No se limiten si están casados.
Pidan permiso y metan su pene en donde sea.
Mientras más hoyos eyacules, mejor.
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