Mi esposa y nuestra hija.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Ricardoxxx10.
En el umbral de la obscuridad mi esposa y yo dábamos fin a una deliciosa sesión de lujuria y placer.
Tenia el estomago húmedo por el sudor del sexo y el calor que hacia, así que le dije a Perla:
-Me voy a bañar para regresar y culiarte de nuevo porque estas bien sabrosa, vienes para que lo hagamos juntos?
-Te acompaño, porque me llenaste de leche, estoy toda pegajosa y tengo la concha llena de ti.
Me levanté con la verga aun parada y mi esposa me siguió, cuando nos disponíamos a entrar al baño, apareció de improviso nuestra hija en el cuarto de baño encontrándonos desnudos en pelotas y a mí con la verga aun parada.
-Están despiertos aun? Voy al baño, me estoy orinando. Y por qué están desnudos? Pregunto,
Perla se apresuró a aclarar nerviosamente tratando de ser convincente,
-Nena mi amor, estamos desnudos ya que nos íbamos a duchar porque el calor está insoportable, tu papi y yo nos moríamos de calor.
-A bueno entonces me puedo bañar con Uds. porque estoy acaloradísima.
Comenzó a quitarse su bata de dormir de Barbie quedando desnudita como nosotros. Era la primera vez que veía a mi hija a esa edad desnuda y comparé visualmente su cuerpo con el de su madre, dos generaciones pero ambas hermosas. Mi esposa tiene 30 años, pelo medio largo y color negro, un cuerpo de diosa, ya que va al gimnasio, unas tetas preciosas con unos pezones rosados, una vulva completamente peloncita y rosita, con unos labios finos y delgados, un trasero firme y duro, uno de sus más grandes atractivos. Mi hija a pesar de sus 11 años ya cuenta con bonito cuerpo para su edad, ella a heredado la belleza de su madre.
Mi hija entró al baño y se sentó en el sanitario con las piernas abiertas mostrando su inocente vulva con varios y dorados vellos cubriéndola. Y nos dijo;
-Vayan bañándose, que yo termino y entro enseguida. Mamá entra tu primero mira que de tu colita está saliendo un sudor espeso.
Efectivamente, mi semen comenzaba a salirse de la vagina de mi esposa y corría por su muslo.
Perla un poco cortada me dijo al oído;
-Disimula un poco y trata que se te baje la verga, la niña te la mira mucho.
Mi verga parada era el punto que miraba mi hijita, que sin ningún disimulo ni recato la contemplaba.
Perla entró a la ducha tratando de darle a la situación un entorno de inocencia y naturalidad por no tener como explicarle a nuestra inocente niña lo que ahí ocurría.
Abrió la ducha y cuando el agua caía sobre su cara me dispuse a entrar a la ducha, y al pasar junto a mi hija sentada en el sanitario, dijo;
-Papi el calor te levanta tu pipi?
Siguiendo la corriente contesté;
-Seguro nena es por el calor, se me pone muy caliente.
-Te la puedo tocar para ver cuan caliente está?
Yo miré a mi esposa que seguía la conversación y asintió con la cabeza para seguir con la apariencia de naturalidad y normalidad.
-Claro nena agárrala con confianza, es el pipi de tu papi.
Tomó mi verga viéndola de cerca por primera vez y la palpó comprobando su dureza, peló la cabeza del todo y sobándolo de arriba abajo, mirando a su madre le dijo;
-Pobrecito, mi papi tiene fiebre en su pipi, las venas las tiene hinchadas y está muy duro, mamá tócasela para que veas.
Le tocó a mi esposa agarrar mi verga para comprobar lo evidente, que por lo morboso del momento estaba que se derramaba. Perla lo tomó y comenzó también a sobar.
-Cierto está muy caliente, entra a la ducha para ver si se te enfría.
Me coloqué debajo de la regadera y Perla en su afán de seguir aparentando la naturalidad del momento, comenzó a enjabonarme la espalda y luego las nalgas.
Mi hija se levantó y se agregó al grupo, mientras yo tomé el jabón y comencé a tallar a su mamá, lavé sus tetas, tenía los pezones duros o sea que a pesar de toda la situación y el morbo estaba excitada, me agache y pasé la mano por sus muslos, mi hija solo observaba, cuando lavé la vulva de su madre, la voltee y enjaboné sus nalgas, dentro de la raja y un poco su culito, mi esposa no sabia si pedir que parara o siguiera, cuando mi hija dice;
-Papi ahora enjabóname a mí, por favor.
Volví a mirar a Perla, a quien también le tocó aprobar la petición.
Comencé por su cuello y bajé a sus tetas, grandes para su edad, sus pezones se endurecieron, levanté sus brazos, pase a su estomago y sin pensarlo seguí a su coñito, metí la mano agarrando sus pequeños y carnosos labios, con el jabón froté su vulva, estaba mojada por el agua, pasé el dedo dentro de sus labios y se sentía el liquido viscoso de su colita excitada.
-Mami me gusta que me bañe mi papi, me enjabona muy rico, sobretodo mi colita, quieres probar?
Perla para no despertar sospechas aceptó, y yo comencé a sobar su vulva, Perla estaba excitada, lo veía en sus ojos y lo sentía en su clítoris, lo sentía duro, alcanzó a gemir cuando metí dos dedos, los metía y lo sacaba.
-Papi estás lavando a mamá por dentro? Si quieres mientras tanto yo te jabono a ti?
Para evitar venirse delante de su hija, Perla me dijo;
-Fernando creo que ya estoy limpia por dentro.
Mi hija tomó el jabón y comenzó a lavarme la espalda y luego las nalgas, metió sus manos entre mis nalgas y desde atrás agarró y lavó mis huevos, ya estaba demasiado caliente, me voltee y sin ningún recato y crudamente le dije a mi hija;
-Hija lávame la verga y frótala a lo largo. Perla se sorprendió de lo crudo de mi expresión, pero adivino mi calentura, pero no dijo nada, mi hija se arrodilló y comenzó a frotármela, miré su cara de niña inocente, pero sus ojos decían otra cosa, quería metérsela en la boca pero me contuve. La pequeña mano seguía frotando en forma de una clásica puñeta. La leche empezó a subir desde mis huevos y Perla entendió que mi eyaculación era un hecho, solo alcanzó a decir;
-Sobre la nena no por favor!!!!!!!
Demasiado tarde, mi líquido blanco dio en la cara de mi hija. Con la mano bajé el cañón de carne, los otros disparos dieron en sus pequeñas tetas. Desde la nariz bajaba el semen a sus labios chorreando, sacó la lengua y lo probo.
Mi esposa quedó impávida, todo había pasado tan rápido que no había tenido forma de organizar sus pensamientos. Mi hija no soltaba mi verga que daba muestras de relajación al cumplir su descarga.
-Qué pasó papi, que me orinaste pero con crema? Se bajó la leche de los labios con el dedo y chupó el semen espeso.
Perla dijo;
-Vamos a terminar de bañarnos porque la nena necesita que le expliquemos ciertas cosas, ven mi vida que tu papi te limpie de la crema que te aplicó. Con el chorro de agua quité el semen de su cara y tetas.
Tomamos toallas y salimos de la ducha, mi esposa y mi hija desnudas eran realmente hermosas, y la sensación al verles sus cositas era indescriptible.
Había llegado al punto en que mi verga mantenía la erección media, pero se sostenía de buen tamaño, desnudo me acosté boca arriba.
Perla trató de explicarle a nuestra hija.
-Mira el pene de papi se agranda por varias razones sobre todo si tiene mujeres desnudas como nosotras delante de él, solo frotándole se le baja pero primero bota el semen o leche, como la crema que él que te echó en el pecho.
-Y en la boca, por cierto me tomé un poquito de tu leche papi, estaba rica, oye mamá y es que solo así frotándosela es que le podemos quitar la fiebre del pene de papi.
-Bueno también ejemmm….., Si él mete su pene en nuestra boca o en la colita también funciona.
Mirando mí palo que seguía caliente y parado, dice mi niña;
-Mami mi papi sigue con fiebre que hacemos para ayudarlo? Ya se me lo voy a meter a la boca haber si así se le quita. Se agachó la tomó con una mano y comenzó a lamerla y a chupar la punta, sin que su madre lo impidiera que me miraba resignada a que a su corta edad, ya tuviera una verga en la boca, yo le dije;
-Déjala para que aprenda, pero indícale como se hace, así que nena, deja a tu madre que te ayude un momento.
A Perla no le quedó de otra que agacharse y delante de su pequeña hija me tomó la verga y le dijo;
– Lame la cabeza y luego te la metes suavemente en la boca y le pasas la lengua así.
Me la chupó y lamió un momento y luego le cedió el lugar a mi hija quien procedió a copiar el método pero que luego pasó a mis huevos lamiéndolos, regresó al tronco y se lo tragó con mucha propiedad sacándola y metiéndola de su boca por medio minuto, acompañando la chupada con masaje a las bolas, mi verga no había sentido tal placer.
En un arranque de ingenio mi hija le dice a su madre;
-Ahora enséñame como se mete en la colita.
Ante eso Perla dudó un momento, pero llevada por las circunstancias le dijo;
-Bueno, te voy a enseñar junto con tu papi, pero no debes comentar con nadie lo que estas aprendiendo mi amor, lo prometes? Si mami.
Bueno, se hace así, te montas en tu papi y pones la cabecita de su pene en la entrada de tu colita, así.
Mi esposa decía y hacia, se paró poniendo sus piernas al lado de mis caderas para dejarse caer sobre mi verga parada, ya que yo seguía acostado boca arriba, se fue sentando hasta que se la clavó toda, y comenzó a subir y a bajar sobre el garrote.
Mi hija dijo;
-Mamá se te comió toda.
Con la cogida que daba a mi esposa delante de nuestra hija yo estaba excitadísimo y le digo;
-Nena tu mami tiene una colita tan deliciosa que me tiene súper caliente, amor muéveme esa cola que la tienes sabrosa y jugosa, sientes mi verga en el fondo?
-Claro si me la tienes bien metida, la siento que me toca la matriz, pero no digas groserías delante de la niña.
-Mamá por mi no te preocupes que yo conozco algunas y más fuertes, ahora yo quiero probar, dame chance.
-Bueno pero metete solo la cabecita, se sacó la verga de la vagina y salió brillante de los jugos de mi esposa.
Mi hija tomó el lugar de su madre y tomando la verga se la colocó entre sus carnosos labios y con cuidado se comió la cabeza entera, era la primera vez que hacia algo como esto, ya que nunca me había imaginado algo así con mi hija. Quería metérsela toda pero no sabía hasta que punto podría llegar sin lastimarla y peor aun, quitarle su virginidad. Ella siguió metiéndose y sacándose nada más que el glande ante la mirada vigilante de mi esposa, que cuidaba la virginidad de nuestra hija, la cual de lo caliente estaba tan mojada que sentía escurrir sus gotas de jugo vaginal por mi verga.
-Ciento muy rico mami!! Oye mami, no hay otra forma de disfrutar a mi papi sin que me dañe o lastime?
-Bueno daño no, pero te puede doler, tu solo tienes once años, yo que soy mayor lo he intentado con tu papi varias veces y me dolió un poco, y eso que lo tengo más grande que tu. Quieres probar?
Yo le dije;
-Vamos mi amor no te preocupes por tus once años, que si te la quieres comer por tu chiquito lo harás, siéntate con confianza sobre la verga de tu papi que te la voy a meter lento.
-Le dije a mi esposa; Pásame la vaselina para no lastimar a la nena. La vaselina no fue tan necesaria ya que al sacarle la verga de su colita salió bastante mojada. Ubicó mi polla en la entrada de su pequeño y rosado culito, el único punto de contacto con mi hija era el glande contra su esfínter, con lo mojado de mi verga y un poco de vaselina el orificio cedió suavemente y sorprendentemente, mi palo fue desapareciendo en su interior, entraba lento pero sin pausa, hizo un pequeño reposo cuando tenia media verga adentro y luego siguió hasta que sus nalgas se pegaron a mis muslos al llegar a la base de la polla, se había comido toda la tranca sin arrugar la cara y le cabía más!!!! Su madre no lo creía, nuestra nenita tragaba verga por el culo como cualquier veterana, subía y bajaba sin dificultad. Que disfrute tan delicioso de esas redonditas y suaves nalgas, la tomé por las caderas con ambas mano sodomizándola con todo el gusto, sentía el choque de sus glúteos contra mis muslos. Abrí sus piernas para ver mi verga ya que se desaparecía al entrar completamente en su hoyo trasero.
Mi esposa sorprendida dijo;
-Nena que hoyo tan grande tienes, con razón cuando vas al baño lo que he visto que dejas en el sanitario es tan grueso como lo que te estás metiendo, lo mismo que te sale te entra, bueno si tu puedes yo me animo a probar también, déjame y me meto la verga de tu papi.
Mi nena se la sacó y le dije a mi esposa;
-Perla ponte a gatas para clavarte, mejor.
Lo hizo parando su rabo y exponiendo su culo, me agaché e inerte en la excitación, abrí las nalgas y chupe nuevamente su ano, metiendo la lengua en el rosado ojal, lamiendo su raja y clavando la lengua en el hoyo mientras gemía pausada pero descaradamente, volteó a mirar a nuestra hija y le dijo;
-Disculpa que me veas así nena, pero ya entenderás lo que es estar tan caliente como yo lo estoy, nunca había estado tan cachonda como en este momento.
-Te entiendo mamá yo también siento algo muy rico en este momento, tengo mi colita muy caliente y que me pica y el agua se me sale, pero métete la verga por tu culito para que pruebes lo rica que está.
Separé las nalgas de mi esposa y puse la cabeza en la entrada de su culito, presioné y a diferencia de nuestra hija, resistió con dolor, entonces metí un dedo en su vagina y luego en su ano y comencé a frotarlo, otro dedo entró y después un tercer dedo amplió el hoyo, clavé mi trozo en su vulva para lubricarme la polla y coloque un poco de vaselina en su culito.
-Métemela por el culo ahora, si nuestra hija que es una niña pudo, no me voy a quedar atrás.
Saque los tres dedos, y sin dejar que se cerrara la dilatación enseguida metí la cabeza y lo demás solo fue empujar, mi trozó mojado inició el viaje al intestino de mi esposa, la metí toda, cuando mis bolas tocaron sus nalgas, le dije;
-Ya puedes decir que no eres menos que nuestra hija, te la comiste toda, tienes el culo tan abierto como ella.
Comencé a sacarla y a meterla, sintiendo como chocaba sus nalgas, pasé una mano hasta tocar su clítoris y comencé a frotárselo, lo tenía abultado y empapado, fue lo que necesitaba, su cachondez se desbordó y gritó sin recato ante nuestra hija por el orgasmo que le llegó.
-Dame más por el culo… lo siento lleno, como nunca me habían dado así… que rico… más….. maaas!!!… Casi me rompes el culo… Ohhhh!!!
Se la dejé adentro, mientras mi esposa se derrumbaba sobre la almohada, pero dejando la cola parada. Mi hija se acercó, la besé en la boca sentí su lengua entrar hasta el fondo, que bien besa la condenada niña, pensé. Agarré sus pequeñas tetas, baje una mano a su panochita mojada y acaricié sus carnosos labios son apenas unos dorados vellos, en un momento se agachó colocándose al lado de su mamá también en pompa, ofreciéndome sus redondas nalguitas.
-Papi, que verga tan sabrosa tienes, pero ya mi mami la disfrutó, me toca a mí, métemela igual que a ella. Las dos quedaron en cuatro patas una al lado de la otra con sus húmedas rajitas completamente. Que deliciosos culos me estaba ofreciendo!!!.
Tenía mi verga erecta y así se la saqué a mi esposa me agaché y chupé ahora el culo de mi hija, introduciendo la punta de la lengua en su hoyo, luego clavé la lengua en la raja que olía fuertemente a sexo, luego la deslicé hasta el clítoris que se sentía hinchado, estaba sorbiendo sus fluidos viscosos, el sabor era parecido al de su madre pero mas ácido, solo sentía sus gemidos y así pase a su culito, coloqué la polla en dirección al ano que se la tragó sin dificultad, el anillo elástico era complaciente pero tenia esa presión juvenil, empiezo a cogérmela rítmicamente y su culo comenzó a comer, me tenia al borde de la leche, el cilindro de carne brillante por sus jugos aparecía y desaparecía, se volteó hacia su madre y le dijo;
-Mami, te parece que lo hago bien? Papi, métemela por mi colita ahora.
Al prepararme para metérsela a mi hija en su colita, mi esposa se dio la vuelta y quedo boca arriba con las piernas abiertas. Grande fue mi sorpresa cuando mi hija le dijo a su mami que si podía chuparle su colita como yo lo había hecho. Mi esposa inerte en el éxtasis del momento permito que mi hija le lamiera su colita. Mi hija comenzó con pequeñas lamidas inexpertas, mi esposa parecía que perdía la visión, temblaba de placer, tal vez no por lo bien de las lamidas de nuestra hija, si no mas bien por eso, porque su hija le estuviera lamiendo la cola. Mi hija solo se detenía para decir;
-Mami que rica sabe tu colita, la tienes bien caliente y mojadita!!
Yo estaba hirviendo, y mientras mi hija lamia la colita de su madre me dispuse a penetrar a mi nena en su coñito, así que saque mi polla de su hoyo que quedó dilatado y separé los labios vaginales, mi glande entró con problemas, su virginidad bloqueaba el acceso, seguí empujando y la verga entró todita, al mismo instante ella pego un grito de dolor y placer, mientras de su colita brotaba unas pequeñas gotas de sangre que anunciaba que había desvirgando a mi hija, pero que deliciosa sensación, había clavado completamente a mi hija. Al ver la verga entrando en el infantil orificio Perla se alarmó.
-Que hiciste desvirgaste a mi nena. Pensé que solo le meterías la cabeza!!
Pero nuestra hija replicó;
-Deja que mi papi me la meta bien, mi colita esta que arde al igual que mi culito, porque crees que me la metió tan fácil.
Ante las palabras de nuestra hija mi esposa se tranquilizo y siguió disfrutando la comida de coño que le estaba dando nuestra hija, se dejo llevar por la calentura y la cachondez del momento.
-Papi sigue clavándomela, pero quiero que sea como te cogiste a mami.
-Nena eres una niña terrible, pero debes estar de acuerdo que tu papi tiene una verga sabrosa o no?
Nuestra hija se volteó y se puso boca arriba, esa nena deliciosa con su carita infantil, de pequeñas tetas y hermoso coño, abrió las piernas y me dijo;
-Ahora que mami se calmo y lo acepto, dame gusto papi en mi colita que esta que arde.
Me coloqué encima y la penetré hasta el fondo, la empecé a bombear ya la nena estaba a punto del clímax, me abrazo con sus piernas infantiles gritando y dijo;
-Papi clávame hasta el fondo… Destrózame la colita… Tienes la verga bien rica… Ohhh!! Siento algo bien raro!! Que rico!! Haaaaaaaaaa!!!!!!!!!!!!!
Una electrizante sensación me recorrió por la médula hasta las pelotas y un chorro de leche explotó, fue una convulsión tras otra, pero seguí bombeando contra su pelvis.
Mi hija quedó exhausta, cuando me salí de su coño, la leche empezó a derramarse entre los mojados y brillantes labios, goteando hacia el muslo.
Nuestra nena dijo;
-Bueno, ahora que probé lo delicioso que es esto, tienen que seguir haciéndolo conmigo. No pienso renunciar a esta sensación, así que prepárense para coger los tres juntos.
Definitivamente nunca esperé que mi hija fuera tan caliente y golosa, pero la reacción que más me sorprendió fue la de mi esposa, que en lugar de detener la situación, a mí o a nuestra hija, se dejo llevar por el morbo, la calentura y su cachondez.
Ahora los tres disfrutamos de grandes y placenteras cesiones de sexo, pasión y amor.
AMO A MI FAMILIA!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
Delicioso relato! Cuánta gente quisiéramos cogernos un caramelito así, una nena bien pícara, apretada y jugosa que te pida verga y le encante, que la goce siempre. Lo mismo conseguir una mujer así para hacer familia.