Mi familia: Mi esposa, mi hijo y mi deliciosa suegra
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Debo decir que escribo este relato con el permiso de mi suegra Cony.
Mi relación con mi suegra no siempre fue asi. Cuando me casé con su hija aún vivía mi suegro, con quien ella hacia una bonita pareja, pues casados desde hace 23 años, aún había mucho fuego entre los dos. Cuando conocí a mi suegra me pareció una mujer muy atractiva, ella y mi suegro vivían una vida muy saludable, comían poca carne y más vegetales, iban al gym juntos tres veces a la semana, no fumaban.
Cony, mi suegra, mide 1.73 mt, alta para ser mujer latina, tiene dos bellos senos, que no son de aquellas tetas exageradas, pero son grandes y aún conservan su lozanía, luego cintura unos 66 cms, o sea no es delgada sino llenita, pero tiene unas barbaras caderas y un tremendo trasero adornado con dos nalgas redonditas, a sus 44 años se encontraba aún muy bella y deseable. Siendo novio de Amanda (mi esposa), me gustó mi suegra Cony, no perdía la ocasión de verle sus piernas y su bien formado trasero. Tuve más de un sueño húmedo soñando con mi suegra y teniendo sexo duro con ella.
Luego me casé con Amanda, y quiso la suerte que viviéramos unos meses con mis suegros, mientras terminaban de construir nuestra casa. Alli me fui enamorando de mi suegra, y la verdad es que nos llevabamos muy bien, ella tiene una lindo caracter y cocina como una chef, muy sabroso. Pero no podía dejar de ver a mi suegra como mujer más que como la madre de mi esposa. A mi finado suegro le gustaba que Cony se vistiera de corto, pues lucía a su esposa en la casa, en la calle y en cualquier lugar. No pude evitar tomar una de su prendas íntimas en el cuarto de lavado y ver los bikinis e hilos dentales que mi suegra a su edad todavía usaba. Asi también no pude evitar espiarla cuando se bañaba, o cuando hacía el amor con mi suegro, a pesar que ellos nunca lo hicieron con la puerta abierta, me gustaba oirla gemir y gritar cuando llegaba al orgasmo.
Y sucedió lo peor. Mi suegro tuvo un lamentable accidente de auto, y falleció en ese accidente. Vi la tristeza de mi suegra en sus ojos y en su alma. Pero si algo es seguro es que la vida continúa. Ella se quedó sola, pues mi esposa es su única hija. Entonces solíamos llegar los fines de semana a quedarnos, llegabamos viernes en la noche y nos ibamos domingo en la noche, esta rutina la hicimos por un año. Y es que me dediqué a mi suegra, la sacábamos a pasear, a comer e inclusive a una que otra fiesta, pues como dije la vida continúa y mi esposa me apoyaba en eso. También empezó a nacer una relación con mi suegra de mucha confianza, poco a poco la fui convenciendo que dejara el luto y se vistiera como antes, pues ella aún podía rehacer su vida, -que vá, como se van a fijar en una vieja- me repetía Cony, pero yo le decía que si no estuviera casado con su hija, la hubiera enamorado sin perder el tiempo. Ella se reía.
Una noche en que mi esposa se fue con unas sus amigas, no había regresado aún, eran como las 9 de la noche, mi suegra y yo estabamos en la sala charlando, cuando se va la luz eléctrica, nos quedamos a oscuras y nadie de los dos buscó una lampara o una candela, nos quedamos asi sin vernos. No se como salió de nuevo el tema de la soledad de Cony, yo la consolé y le volví a decir que si se lo proponía podía tener un novio rápidamente. Ella me abrazó, pero no como antes, entonces ella acercó sus labios a mi oido y me dijo -como puedo hacer para encontrar a alguien como tu-, yo en la oscuridad giré mi rostro y mis labios se pegaron a los suyos, y nos dimos el beso más apasionado que he dado y que han dado en mi vida, nuestras lenguas se encontraron en mi boca y luego en la de ella, tuve una erección inmediata, mis brazos la abrazaron y mis manos tocaron sus llenitas piernas y creo que el deseo de ambos se desbordó, yo si sabía mi obsesión por Cony la cual se había detenido por su luto, pero no sabía que yo le atraía también, lo cual me confesó en esos días. Yo bajé los tirantes de sus blusa y luego descubrí sus tremendas tetas, las mamé en la oscuridad, ella las detenía con ambas manos y dejaba que yo las tomara con mis labios y le pasara la lengua en sus pezones. En eso estabamos, cuando se escuchó el ruido de un auto y las luces, era mi esposa Amanda. Rápidamente Cony se compuso la ropa y me dijo que eso había sido una locura. No se dijo más esa noche, ni los siguientes dos días, pues mi suegra casi huía de mi.
Y llegó un noche, me levanté poco más alla de la media noche, Amanda estaba totalmente dormida, yo salí de la habitación y me dirigí a la cocina, un vaso de leche me caería bien para dormir, parte de mi insomnio era mi suegra. Al pasar por su habitación oí unos gemidos, que fueron haciéndose más audibles a manera que yo me acercaba a la puerta de la habitación de mi suegra. Pensé al inicio que ella estaba llorando, pues se oía como chillidos, se notaba que la luz estaba encendida en la habitación, entreabrí la puerta y me encontré a mi suegra con las piernas totalmente abiertas, metiendo un juguete sexual que ella me confesaría utilizaba con mi suegro en sus fantasías sexuales, este juguete era un pene grande que ella estaba metiendo en su abierta vagina, obviamente al verme ella lo tiró al suelo y cerró sus piernas, yo que también estaba nervioso por haberla sorprendido en ese acto, di unos pasos, me acerqué a ella que decía varias incoherencias, recogí el dildo, estaba empapado con los jugos vaginales de mi suegrita, ella se tapó con las sabanas y me dijo que con que derecho había entrado sin avisar, me senté en la cama, le dije que se callara por favor, la abracé y le dije que su sexo era lo más bello que había visto, ella inmediatamente me abrazó y comenzamos a besarnos como la otra noche, metí una mano debajo de las sabanas y llegué hasta su vagina, sus labios vaginales estaban mojados y mis dedos jugaron con ellos y se los acariciaba de arriba a abajo, los besos cada vez eran más calientes y yo me fui subiendo poco a poco sobre saqué mi verga de mi pijama, ella me fue recibiendo con las piernas abiertas y poniéndosela en la entrada de su vagina que estaba muy mojada, la penetré.
Muchos años de deseo por mi suegra se desvanecieron en un segundo, sentí lo humedo y caliente de su vagina, apenas entro mi verga en su interior, ella se abrazó a mi con brazos y piernas, quedando lo más compacto posible, entonces entramos en un vaiven casi salvaje, yo pistoneaba mi verga y ella gemía y sus manos me tomaban por la espalda pidiendo más intensidad. Mi verga entraba y salia de su raja a la vez que mis labios tomaban sus pezones y los apretaban, los quejidos de los dos llenaban el silencio de la noche, era tan intenso que en pocos minutos yo ya estaba listo para eyacular y ella estaba al borde del orgasmo, entonces aceleré, ella subió sus piernas y los dos explotamos al unisono, a pocas mujeres he sentido eyacular en mi vida y mi suegra era una de ellas, asi también yo le llené su vagina de una buena cantidad de semen caliente. Gemimos juntos y nuestra respiración alcanzó su máxima elevación y luego todo comenzó a normalizarse.
-Perdone Cony pero yo siempre desde que la conocí quise cogerla-, le dije casi como confesándome. Ella me respondío -No pierdas cuidado Noe, yo siempre quise saber como sería coger contigo-, ante esas confesiones, aún estuve unos cinco minutos con ella en la cama y nos despedimos con un delicioso beso.
Al dia siguiente, era domingo, para el desayuno mi suegra bajó tarde, pero tenía un rostro de felicidad, le dijo a mi su hija, mi esposa, que había dormido muy bien, como nunca. En el mismo desayuno, mi esposa me dijo que quería ir a la iglesia, ella asistía a un iglesia casi al otro lado de la ciudad, yo le dije que me quedaría en casa a ver los partidos de futbol en la televisión, entonces le pidió a m suegra que la acompañara, pero mi suegra tan bien se disculpó y le dijo que se quedaría en casa a descansar. Asi que mi esposa se marchó sola con mi hijo.
Me senté en la sala a ver tv, en eso mi suegra bajó envuelta en una toalla, se paro frente a mi y me dijo que se daría una ducha, luego antes de irse de dijo, -te espero para que nos duchemos juntos-, y luego dejó caer la toalla y pude ver su dos buenas nalgas que aún se miraban muy deseables. Esperé cinco minutos, luego subí, entre a su habitación, oi la ducha, me quité la ropa y entre con ella, nos abrazamos y nos besamos con mucha lujuria, yo le mamé sus tetas de nuevo y ella se puso de rodillas tomó mi verga y me dio una exquisita muestra de su basta experiencia, me mamo la verga como una maestra en ese arte. Luego salimos y nos fuimos directamente a la cama. Primero me meti entre sus dos gruesos muslos, y comencé a devorar su raja, mi suegra Cony es una mujer que moja mucho su raja cuando esta excitada y a mi me vuelve loco lamer los jugos de una hembra, mi verga estaba como piedra y no pude evitar subirme de nuevo y clavarla sin piedad, la pistonie duro por un rato, luego cambiamos y me puse abajo y ella se montó sobre mi, tomó mi verga y se la clavó en su vagina, luego me cabalgó como nunca, sus movimientos experimentados me llevaron al cielo, ella tuvo su primer orgasmo sobre mi. Yo la voltee y abriendole las piernas me bebí parte de su eyaculación, luego la puse en cuatro al estilo perruno y la volví a penetrar, le di duro por un buen rato y logre llevarla a otra corrida, pero no pude evitar llegar al mio, pues comenzó a mover su tremendo culo y me hizo eyacular de nuevo adentro de ella.
Casi no descansamos, pues seguimos besando el uno al otro, ella tomó mi verga y la limpió de mi venida y de la suya propia. Luego me puse de lado atras de ella y levantándole la pierna la cogi de ladito. Yo le besaba el cuello y la espalda mientras no dejaba de cogerla. Ahora el ritmo fue más lento pero igual de rico, el trasero de mi suegra es durito todavía y lo mueve como una diosa.
-Te tengo un regalito, solo para ti- me dijo Cony. De un cajón sacó un tubo de crema, era un crema para relaciones anales, con lo que mi sueño quedó totalmente cumplido, luego de chuparle las nalgas y lamerle el culo a mi suegra por un buen rato, le unté de esa crema, ella me dijo que solo su finado marido había probado su culito, entonces yo me puse atras de ella y la fui clavando por su bello orto, mi verga fue abriendo su recto y se instaló bien profundo, luego comencé a entrar y salir lentamente de ese conducto que me apretaba la verga de manera deliciosa, yo estaba gozandola mucho y se miraba que mi suegra también lo hacía. Poco a poco fui aumentando el ritmo la cogia con más velocidad y más fuerza, con mis dedos le fui estimulando su clitoris, quería llevarla a su tercer orgasmo, lo fui logrando y de pronto ella estalló -Noé, Noé, Noéeeee!!!, qué rico!! qué ricoo!!-, ya ya no pude aguantar más y aumentado mis pistonazos me corrí dentro del culo de mi querida suegra, gemí y grité, no había nadie en casa y creo que los dos aprovechamos eso. Nos derrumbamos en la cama y nos quedamos agotados de tanto coger, había pasado casi una hora desde que salimos de la ducha.
Asi empezó mi romance con mi suegra. Al poco tiempo, no pasaba una semana sin que estuvieramos en la cama una o dos veces, ahora se porque mi finado suegro estaba loco por Cony, ella es muy sensual en la cama, se entrega toda y todo lo hace bien. Mi esposa me dijo un día, -creo que mama tiene novio-, por qué dices le pregunté, estuve en su habitación limpiando y vi que en una gabeta de su mesita tiene pastillas anticonceptivas… O sea que mi suegrita todavía menstrúa, y puede quedar preñada. Es una locura pensar que pasaría si yo preñara a Cony..
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