Mi familia y yo.

Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
Me llamo Javier tengo 22 años, soy blanco, mido 1,80 cm, delgado pero atlético porque practico natación, soy algo tímido aunque despierto en mis relaciones sexuales, heterosexual, soltero, he tenido tres novias, con dos de ellas he tenido sexo sin consecuencias y satisfactorias.
Vivo con mi familia, están papá y mama, Francisco y Libia, de 43 y 40 años, una hermana menor que yo, Fanny de 20 años y mi abuela paterna Rosa de 60 años.

Ya a los 12 años había tenido de manera frecuente experiencias sexuales con mi abuela y mi hermana, tantas que podría decirse que vivíamos follando, durante el día cada vez que teníamos oportunidad y por las noches nos reuníamos en el último cuarto de la casa y allí nos saciábamos.

El día que cumplí 13 años me hicieron una pequeña recepción familiar, comenzamos temprano en la tarde y así a eso de las 9pm, me retiré a mi cuarto, a descansar y tratar de dormir.
A eso de las 10.
00 mi madre entró a mi cuarto a desearme las buenas noches y a preguntarme como la había pasado en mi cumpleaños y si me habían agradado los regalos.
Mamá tenía puesta una dormilona sin nada debajo y eso era evidente pues se notaban sus pezones y los bellos de su pubis, la miraba de reojo y me hice el tonto.
Ella se sentó a la orilla de la cama y me preguntó si me sentía bien y le dije que si, mordiéndome los labios para que no se notara mi erección.
¿Y desde cuando no lo haces con mamá? Me preguntó, al ver mi cara de sorpresa, me dijo vamos Javier lo sé desde siempre solo que no había tenido oportunidad de hablarlo contigo, y colocó su mano sobre mi paquete.

Yo lo se todo hijo, me dijo mientras amasaba mi tronco y besaba mis labios.
Lo hace bien la abuela verdad?, bueno mami respondí, a veces me la chupa.
Y te gusta verdad? porque ella sabe lo que es mamar bien.
Si le respondí.
Mi bebé me decía y me acariciaba.

Puso sus manos en mi pecho y bajaba hasta la cintura con toques en las tetillas por lo que mi erección ya era notoria.
Ella bajo sus manos por mis caderas hasta los pies y subió rozando mi pene.
Le dije perdón mamá, me da pena contigo, ella al verme como estaba, puso su mano sobre mi pieza de unos 17 cm y algo gruesa, lo agarró y lo sobó un poco, se sonrió y me dijo, vaya ya se por que tu abuela está de lo mas entusiasmada, lo que tienes es como para enloquecer a las chicas, me bajó el short y lo tomo en sus manos dándome suavemente de arriba hacia abajo lo que hizo que mi verga se pusiera como un tronco de lo tiesa.

Le dije mama que haces y ella en tono como de regaño me dijo cállate hijo esto es entre los dos y se llevo mi tranca a la boca.
Me sentía como en un sueño pero ella mi madre estaba allí mamándome la verga, la llevaba integra dentro de su boca sin arcadas y de manera natural sobando mis testículos y chupando como una puta experta.
Después de desearla tanto tenerla allí, tocando sus tetas medianas pero firmes y con sus pezones erectos, sus amplias caderas y sus respingadas nalgas, redondas, grandes y firmes.
De pronto le dije mama voy a acabar y ella dijo hazlo quiero probar tu leche y después de unas cinco nuevas penetraciones en su boca solté varios chorros de semen que ella aceptó y trago gustosa, exprimiéndolo luego si dejar restos.

Me dijo espera corazón, salió y al rato regresó solo con una bata de casa la que al quitársela quedó completamente desnuda, mis ojos no daban crédito a lo que veía, mi madre allí desnuda, provocativa al máximo con sus tetas paradas y pezones erectos, su pubis rasurado, esas caderas hermosas y pronunciadas y esas ricas nalgas blancas y carnosas, toda preparada para mi, de ese modo siguió acostándose a mi lado estando yo desnudo.

Me acarició de manera sapiente y pronto me excité de nuevo por lo que se monto a horcajadas sobre mi y colocó mi pija en la puerta de su vagina y se la introdujo suavemente hasta el fondo, comenzando con movimientos lentos al principio y luego acelerados, yo agarraba sus tetas y sus nalgas me sentía extraordinariamente bien y ya desinhibido comprendí que tenia que cogerla como es y dejarla satisfecha, allí no era mi madre era mi perra mi amante, la sentí vibrar y tener dos orgasmos, sudaba y gemía y me pedía mas y mas.

Se zafo y se colocó en 4 y me dijo dame por el culo abriéndose las nalgas, al ver ese culo frente a mi de manera instintiva le pase la lengua y comencé a chuparlo y mamarlo metiendo mi lengua mientras ella gemía y se meneaba, ella agarro su bata y sacó un tubo de lubricante y me dijo toma ponme en el culo y tu en tu verga ya mételo, acto seguido le puse lubricante en el culo y en la cabeza de mi lanza, le metí un dedo y ella gimió y me dijo nuevamente métemelo todo, a lo que me acerqué a ella arrodillado en la cama y le introduje mi aparato lentamente en su culo hasta que mis testículos chocaron con sus nalgas.

Así comencé a darle y ella a gemir y a decirme que la cogiera bien que ese culo era mío, no se como pero le dije muévete perra se mi puta ahora, menea ese culo y me afincaba mientras ella abría sus nalgas, mételo todo amor, a fondo hijo dale rico me muero cógeme divino uffff coño que divina verga te gastas, le comenzaron a dar espasmos y golpeando la cama con los puños y con la cara pegada al colchón balbuceaba, asiiiiiiiiiiii coñoooooo eso quería guevooooo, eso me excitó al máximo y después de varios embates deposité en su culo una buena cantidad de leche.

Ella agarró mi verga y comenzó a exprimirla y a degustar las gotas que quedaban, lamiendo mi verga desde la cabeza al final y pasando su lengua por mi perineo lo que me hizo arquearme levemente a lo que aprovechó para meter su lengua en mi culo por lo que dejé salir un largo suspiro.
Ningún hombre aguanta eso sin gemir me dijo.

Tendremos buenas faenas en lo sucesivo, solo se discreto y disfrutaremos al máximo nuestra vida sexual, sigue cogiendo a tu abuela y ten cuidado con tu hermana puede salir preñada y es tan ardiente y puta como yo, ten presente que solo tu y yo sabemos que nos coges a todas, después te hablaré de mis secretos, descansa amor y se retiró.

He seguido cogiéndola con la misma fuerza y gusto que al principio, es que valga decirlo mi madre es buena en todo cuanto hace y yo deseo complacerla siempre.