MI FANTASÍA VER COGER A MI MUJER CON SU CUÑADO
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Anonimo.
A veces esos deseos ocultos se hacen realidad después que pasa mucho tiempo de cuando se imaginaron.
Quiero compartirles lo que me sucedió recientemente.
Yo estoy casado desde hace más de 20 años, nos casamos muy jóvenes por lo cual aun nos conservamos muy bien.
Tenemos una vida cómoda y saludable lo cual ayuda mucho, pero hay algo que con el tiempo se va apagando en la intimidad de la pareja y afloran deseos que solo guardamos para nosotros, pero pasa el tiempo y nada sucede.
Después de tantos años de casado los temas de celos y que nadie mire tu pareja dejan de ser importantes, eso sucede en los primeros años cuando estábamos jóvenes, pero en la madurez esas cosas pasan a segundo plano y buscando tener hechos que generen excitación, un día se me vino a la cabeza como sería ver a mi esposa con otro y la idea se fue gestando y yo comencé a imaginar situaciones y al final note que estos pensamientos me produjeron incluso erecciones mayúsculas.
Como hacerlo, no tenía ni remota claridad cómo podía hacerse, pensé en el esposo de mi cuñada, que se llama Luis Fernando, a quien sorprendí muchas veces observando a mi esposa con evidentes deseos de cogerla, además cada vez que podía la abrazaba y rozaba su cuerpo contra ella haciéndolo parecer muy natural, pero yo ya tenía claro cuáles eran sus intenciones.
Creí en esa opción pero nada sucedió, sin embargo hace un par de años ellos se fueron a vivir a otra ciudad, lo cual esfumo mi idea.
Recientemente, un mes largo, por su trabajo Luis Fernando tuvo que regresar a esta ciudad donde nosotros vivimos nosotros y se quedo en un hotel, pero cuando yo me entere aproveche la oportunidad para decirle que nuestra casa estaba a la orden y él desde luego acepto.
La siguiente vez que vino se quedo con nosotros, pude percibir que sus deseos hacia mi esposa, ahora se habían elevado a la máxima potencia respecto a aquello que vi años atrás, ahora estaban desbordados sus deseos, los abrazos, las caricias y como la observaba con ojos de lujuria me hicieron creer que esta sería la oportunidad de realizar mi fantasía, pero no sabía si mi esposa colaboraría, aunque entre ellos siempre existió mucha empatía.
Organice todo para que el viernes antes que el regresara a casa compartiéramos unos tragos, junto con mi esposa Beatriz.
Todo lo calcule de tal manera para que el licor alcanzara lo suficiente para emborracharlos a ellos y cuando estuvieran en su punto tener que salir a buscar más licor y dejarlos solos.
Yo tenía otras botellas de licor escondidas que me servirían para no tener que salir de casa y quedarme observando si algo sucedía entre ellos.
Simule salir y me ubique donde tuviera una buena vista.
De antemano también había bajado la intensidad de las luces para hacer del lugar algo más romántico.
Y efectivamente cuando salí, el cuñado de mi esposa, comenzó a desplegar todas sus capacidades de seducción para lograr alcanzar los favores de ella.
Los veía reír y él le paso el brazo por los hombros a Betty atrayéndola hacia su cara le daba besos en la mejilla y ella no se oponía, pero luego su otra mano intensifico el abrazo y finalmente el roce de sus senos fue inevitable.
En la botella antes de salir les había dejado una última copa y el la sirvió y brindando con ella la invito a que lo bebieran de un solo sorbo.
Efectivamente mi esposa estaba bastante alicorada y recordé que el licor a ella siempre la ha excitado, los mejores momentos de nuestra intimidad fueron bajo la influencia del licor.
Cuando se volvieron a sentar, Luis Fernando, a quien ella le dice Luisfer, comenzó a acariciarle las piernas aprovechando que tenía la falda algo recogida.
Y entre risas y roces, él le dio el primer beso en la boca y mi esposa en vez de oponerse empezó a reír.
Él le repitió la dosis, pero esta vez el beso fue más intenso que inicial y la mano libre de Luisfer comenzó a moverse entre los senos y las piernas de mi esposa y eso por supuesto la tuvo que excitar bastante.
Me pareció que ella quería parar a Luisfer, entonces le envié un mensaje a su celular diciendo que tenía que ir a otro lugar porque no conseguía el mismo licor, que le avisaba para que no se preocupara, porque a lo menos me demoraría unos treinta minutos.
A la distancia vi que ella leyó el mensaje y cuando Luisfer volvió a la carga ella ya no lo detuvo, todo lo contario hasta empezó a colaborar.
El logro sacarle del brasier los senos para acariciarlos y chuparlos hasta la saciedad, entretanto su mano por debajo de la falda hacia maravillas en la concha de mi esposa.
Cuando logro excitarla lo suficiente le quito el panty, quedando a la vista su concha depilada y tras acariciarla lo necesario se arrodillo frente a ella se acomodo en medio de sus piernas y mientras le besaba los senos se bajo el pantalón y su polla salto como un resorte, se acerco y antes que ella lo supiera aprovechando la enorme lubricación de ella, le dejo al menos tres cuartas partes de su miembro dentro.
Se quedaron mirando y como yo me había acercado más a donde ellos estaban escuche los gemidos de mi esposa y las palabras de Luisfer cuando le dijo… tuvieron que pasar muchos años para que mi polla volviera a estar dentro de ti.
Y ella le respondió… si fue una locura que nos pudo haber costado nuestros matrimonios y afortunadamente no me embarazaste, para esa época de vacaciones yo no había vuelto a tomar anticonceptivos.
Si fue una locura, pero ahora quiero repetirla cada vez que venga a esta ciudad y gracias a la invitación permanente que me ha hecho tu esposo.
Y sin mediar mas palabras Luisfer comenzó un mete y saca fenomenal que elevaron los gemidos de Betty y ella hasta balbuceando palabras en medio de su excitación decía… Luisfer que rico, la estoy sintiendo toda hasta el fondo de mi concha, hace un tiempo recordaba lo fenomenal que es tu polla, me enloquece y me imagino que a mi hermana también, o tal vez ella ya se acostumbro.
Luisfer no decía nada solo actuaba metía una y otra vez su polla y al final lo hacía con mucha fuerza tratando de sacarle un orgasmo a mi esposa, quien no paro de gemir hasta que lo alcanzo.
Mi polla estaba tremendamente erecta viendo estas escenas, pero lo que me sorprendió fue la revelación de lo sucedido en el pasado cuando ellos habían estado cogiendo.
Inmediatamente recordé que fueron unas vacaciones en las que fuimos las dos familias a la playa y en algunas oportunidades Betty y Luisfer se quedaron solos en la cabaña mientras la esposa de él y yo acompañábamos a nuestros hijos pequeños.
Esa noche después de acontecidos los hechos que les acabo de contar regrese con el licor y todo parecía muy normal, pero yo quería algo mas, así que la siguiente vez que Luisfer vino a nuestra casa lo invite a tomar unas copas en un bar y a media noche cuando ya estábamos bastante alegres se la solté… Oye Luisfer yo se que a ti te gusta mucho coger con Betty, el se sorprendió y pareció que se le había pasado el alicoramiento.
Y yo continúe, si yo sé que esto no es algo nuevo, antes en algún paseo los dos estuvieron cogiendo y yo me entere y ahora recientemente volvió a suceder.
Pero no te preocupes a nuestra edad los celos y esas cosas ya no existen.
El recupero un poco el aliento y me dijo… Me quieres decir que no te importa que Betty y yo cojamos? No, no me importa, todo lo contrario verla a ella gemir y gozar teniendo sexo contigo me excita.
De verdad? Me pregunto.
Si eso es así, yo tuve en el pasado la fantasía de verla coger con otro pero debía ser algo muy discreto.
Y luego le dije… y tu como vas en tu relación con Liliana? El me dijo… esto es confidencial, nosotros tenemos un matrimonio abierto, pero todo lo manejamos con mucha discreción para evitar confrontación con las familias y los amigos que no comparten esta filosofía.
Entonces fui directo… de manera que si Liliana lo aceptara, tú no te opondrías a que yo cogiera con ella.
No, si ella lo desea, lo pueden hacer.
Todo quedo en punta y seguimos con otros temas hasta que a la madrugada regresamos a casa.
Yo me fui a mi habitación, Betty ya estaba dormida, me acosté en silencio entretanto Luisfer siguió a la habitación de huéspedes.
Al día siguiente él se fue a su trabajo, yo al mio y no se hablo mas del tema hasta cuando él me llamo por teléfono días después de haber regresado a su casa.
Me dijo que había estado pensando en lo que habíamos hablado sobre nuestras esposas y que como el tenia una relación muy abierta con Liliana para hablar de lo que fuera, le había preguntado directamente si a ella le gustaría coger conmigo y ella dijo… si, el es un hombre atractivo, pero como él es el esposo de mi hermana no quiero tener problemas con ella.
Entonces para eso le comente lo que había sucedido con Betty en la noche de copas donde estuvimos los tres, aclarando que yo le había dicho que yo no tenía ningún problema que ella cogiera con otro.
Por mi parte me encargue de hacer claridad con Betty sobre sus encuentros con Luisfer, manifestándole que no había ningún problema de mi parte y que si lo querían hacer yo no me oponía a que sucediera cuando el venia a nuestra casa, lo único era tener mucha discreción para no afectar las familias.
Y ella enseguida me dijo… pero si Liliana se entera se va a formar un problema, entonces le conté que ellos tenían un matrimonio abierto que manejaban desde hacía algún tiempo y todo marchaba bien.
Existiendo claridad entre los cuatro sobre el manejo de nuestra intimidad, le propuse a Luisfer que para la siguiente vez viniera con Liliana, nos íbamos de fiesta y luego ya veríamos que pasaba al regresar a casa.
El acepto y organizo su trabajo para que coincidiera con un fin de semana.
El viajo antes y Liliana llego el viernes y en la noche salimos a comer y luego fuimos de fiesta hasta la madrugada y cuando regresamos a casa bastante alegres, después de divertirnos en la discoteca, donde prácticamente todo el tiempo estuvimos con parejas cambiadas, al llegar a casa nada fue distinto, tomamos unas copas más y cuando fue la hora de irnos a dormir Luisfer tomo de la mano a mi esposa y se la llevo al cuarto de huéspedes, quedando Liliana y yo mirándonos, entonces hice lo mismo la tome de la mano y nos fuimos a nuestra habitación principal.
Al pasar por la habitación de huéspedes escuchamos las risas de Luisfer y de mi esposa, pero seguimos adelante y esa noche disfrute como nunca excitado por saber que Luisfer estaba cogiéndose a mi esposa, en algunos momentos la escuchaba gemir y eso me motivaba mas para cogerme a Liliana con todas mis fuerzas.
Esa noche cogimos de todas las formas posibles hasta la madrugada cuando antes de quedarme dormido por el cansancio escuche los últimos gemidos de Betty.
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