Mi hermana Diana
Mi debut sexual .
Mi hermana Diana
Soy Hugo, el menor de una familia constituida por mis padres ambos abogados a cargo de un importante estudio en la Capital, Diana, mi hermana mayor de veintidós años y yo que creo fui fruto de un polvo impensado, y yo que tengo 14 estoy en lo se llamaría plena adolescencia.
Esta diferencia manifiesta con Diana me trajo todos los problemas imaginables, pues siempre me sentí controlado y a medida que fui creciendo solo conseguía con mi rebeldía, disputas que llevaban a nuevas peleas que a la larga me traían mas problemas.
Nuestra situación económica era acomodada, lo cual debido a los compromisos de mis padres, siempre la responsabilidad de llevar adelante la casa quedaba en manos de Diana, la que por supuesto se tomaba muy serio su función y estaba encima fastidiándome en lo que podía.
Nuestras habitaciones estaban contiguas en la parte alta de la casa, con un baño compartido a su izquierda y sobre el final de un largo pasillo la de mis progenitores que era en suite.
Que lata, pensaba, tener que soportarla, y sentir a cada rato.
- Nene, no hagas esto o aquello, fíjate como te vistes, hiciste tus tareas?
Y así en todo, y por supuesto siempre al intentar salirme de esta disciplina, para mi rigurosa, escuchar la misma cantinela:
- Si no lo haces se lo diré a papá.
Esto traía nuevos altercados en las que muchas veces debían mediar nuestros padres y casi siempre terminaban en reprimendas hacia mi comportamiento.
Mi hermana seguía la carrera de abogacía, y por supuesto al recibirse integraría el estudio familiar, además tenía un novio desde su adolescencia, por lo que seguramente estaba bien servida. Yo por mi parte jamás había estado con ninguna mujer y solo me calmaba delante de la compu, entrando a todas aquellas páginas donde hubiera fotos o videos que eran fuente de inspiración para mis pajas que eran bastante frecuentes y aunque en mi curso había algunas compañeras, mi timidez me jugaba malas pasadas, cuando intentaba acercarme a ellas y que solo hacían que mis amigos me jugasen bromas bastante pesadas al respecto.
Todo esto hacia que mi vida fuese un calvario, ya estaba en edad donde muchos habían debutado sexualmente, ya sea con putas o con alguna chica de nuestra edad y yo solo las veía de lejos. Me daba vuelta en mi cerebro como poder tener a alguien con quien estar, pero no sabia como salir de este tormento.
En mis estudios las cosas iban bien, era bastante aplicado y debo reconocer que Diana me ayudaba cuando se lo pedía, supongo que más por la obligación que le imponían, que por su deseo de hacerlo, pero gracias a ello no me reprendían y tenia una cierta libertad de manejarme. Mis salidas se limitaban a los fines de semana, yendo al cine o a tomar algo con amigos y fantasear con mujeres, ya que todos contaban historias incomprobables, además de tener que soportar bromas pesadas respecto a mi hermana sobre lo buena que estaba.
Todo esto hacia que me encontrara en un círculo del cual no sabía como salir, estudios, controles, reprimendas y para mi desgracia nada de mujeres.
Un día regresando de la escuela, con el apuro de orinar, entre al baño y ante mi sorpresa, estaba Diana dándose una ducha, con la cortina a medio cerrar dándome la espalda, lo que llegue a ver fue un culo redondo y esplendido mojado por el agua. Cuando me vio, se dio vuelta, sin darse cuenta que el espectáculo que me brindaba eran sus dos hermosas tetas y una raja totalmente depilada, mi visión duro apenas unos segundos hasta que de un golpe cerro la cortina y comenzó a gritar:
- Pero enano de mierda, que haces no sabes golpear, eres un degenerado esto no va a quedar así, le contaré todo a papa y atente a las consecuencias!!.
Me quede petrificado, no sabia que hacer, lo que me menos me imagine encontrarla desnuda, solo atine a decirle:
- Perdón Diana, no sabia que estabas, no lo hice a propósito.
Al tiempo que mis lagrimas comenzaban a brotarme, y temblando me retire casi corriendo, me tire en mi cama no pudiendo dejar de llorar, estaba realmente asustado, si esto llegaba a oídos de mis padres seria una catástrofe, me quitarían me asignación, me prohibirían salir, además pensaba mil consecuencias y todo por una imprudencia no buscada. Escuche que salía del baño y entraba a su habitación, mi desesperación era tal que no sabia que hacer, cuando siento que mi hermana golpea y entra, parecía mas tranquila:
- Hugo, escúchame.
Me di vuelta, sequé mi llanto y me senté al borde de mi cama.
Se había puesto un pijama y su voz sonaba mas calmada.
- Estuve reflexionado sobre lo ocurrido y llegue a la conclusión que no fue tu culpa, yo deje sin cerrojo la puerta y no pudiste imaginar que estaba en la ducha, así que creo que no tuviste ninguna intención de fisgonear y por supuesto no le diré nada a nuestros padres.
Apenas pude balbucear
- Gracias,
- Además el espectáculo que te brinde no te lo podrás olvidar nunca, ven bajemos a preparar la cena,
Se rio a carcajadas y salió.
Bueno, pensé, dentro de todo no había resultado tan mal, además de mi enorme susto y el miedo por lo sucedido, por primera vez en mi vida, había visto personalmente una mujer desnuda, y vaya que pedazo de hembra y si bien había sigo muy fugaz, no podía olvidar ese tremendo trasero, redondo y pleno, esas tetas firmes y en especial su vagina rasurada, que a partir de ese momento iban a ser el motivo de mis tremendas pajas y una manera diferente de observar a mi hermana.
Las cosas no se modificaron demasiado, todo seguía naturalmente, solo que se había suavizado nuestra relación, ya no discutíamos tanto y comenzamos a dialogar con ella de temas cotidianos, cosa que antes jamás había ocurrido, además por un comentario que deslizo mi madre me entere que había roto con su novio.
Una noche, durante la cena, mi padre en nuestras habituales charlas de sobremesa, dijo:
- Me alegro mucho que ahora vuestra relación haya mejorado, veo por suerte que no se producen quejas ni reproches de ninguno, además por lo que me comenta Diana, Hugo anda muy buen en los estudios, así que es positivo el cambio.
Continúo con otros temas y le expresó a mi hermana:
- Veo también que has podido superar la ruptura con Armando y si bien me agradaba el muchacho, ahora podrás dedicar tus esfuerzos a terminar los estudios y después retomar tu vida sentimental.
Yo me masturbaba con la imagen de mi hermana, pero necesitaba algo mas para fantasear y ella también, suponía, notaba la falta de sexo pues la escuchaba jadear de noche y gemir antes sus indudables acabadas solitarias, probé hacerlo después de que ella terminara y en forma gutural grite ante mi polvo, allí ante mi sorpresa volvió a emitir otro sonido señal inequívoca de su goce. Esto fue haciéndose casi cotidiano ante una paja mía seguía otra de Diana y así sucesivamente, hasta que coordinamos nuestros momentos para terminar al unísono.
Cuando compartíamos nuestras actividades nunca menciono este nuevo elemento de placer, pero yo la notaba mucho mas afectuosa conmigo, haciéndome bromas y acariciándome el cabello y hasta preguntándome mi relación con las chicas.
Me abriría esto un camino para acercarme e intentar algo? mi realidad me decía que era la única mujer que tenia a mano para debutar sexualmente, pero no tenia idea como hacerlo y menos ante el riesgo de una reacción de su parte, con la consecuente llegada a mis padres, lo cierto era que para mi, estos juegos masturbatorios ya eran insuficientes.
De pronto se me ocurrió una idea,
Normalmente cuando le pedía ayuda por algún tema, lo veíamos en la compu y allí me corregía textos o me daba sugerencias, así que cree una casilla de correo ficticia con el nombre de una compañera, a la cual conocía y me envié un mail diciendo;
“Eres un estúpido Hugo, no sabes como tratar a una chica, ni como se da un beso, Osvaldo es mucho mejor que tu, ni se te ocurra hablarme” Romi.
Lo deje abierto, y llame a Diana para que viera un trabajo, baje adrede para dejarla sola, apostaba a su curiosidad para que lo leyera y se diera cuenta de mi ignorancia con las mujeres, si funcionaba podría darme un elemento para poder indagar sobre temas mas íntimos.
Regrese y por supuesto sin ningún comentario al respecto, terminamos con mi tarea, la sucesión de pajas conjuntas seguía entre dos y tres veces por semana, se ve que ella estaba muy necesitada de una buena pija, pues no me cabía duda que ya lo había hecho y a pesar de sus salidas con amigas, ahora al estar sin novio notaba su falta.
Un día, nuestros padres nos convocaron y nos plantearon lo siguiente:
- Como saben, dentro de poco cumpliremos veinticinco años de casados y queremos celebrarlo con un viaje al exterior, hemos comprobado que ahora vuestra relación ha mejorado y los estudios de ambos marchan bien, por lo que creo que pueden quedarse solos un par de meses. Diana tu quedaras con la responsabilidad de manejar la casa y tu Hugo de colaborar con ella en todo lo que sea necesario, creen que lo podrán hacer ?
Asentimos, papá comenzó a organizar el tema económico, dejándonos dinero en una cuenta y la ayuda de una señora para que nos preparase la comida en el caso que fuera necesario. Una vez que todo estuviera en orden partirían por un tiempo aproximado de dos meses.
No tenia duda, que si quería avanzar sobre mi hermana, era el momento adecuado, no tenia ni la menor idea de cómo actuar, pero Diana, mientras estábamos viendo un tema juntos me pregunto:
- Que paso con esta chica Romina, que hace mucho no viene a estudiar contigo?
Touche, pensé, leíste el mail !!!!
Conteste con evasivas, diciéndole que creía que estaba de novia con Osvaldo y que estudiaban juntos,
Mis padres partieron, con mil recomendaciones sobre esto o aquello, así que nos quedamos solos, Diana estaba abocada a terminar su carrera y casi no salía, yo seguía con mi rutina, y nuestras habituales pajas, era la hora de dar un paso mas.
- Diana, quiero hacerte una pregunta, como sienten placer las chicas?
Lo dije en le tono mas inocente que pude. Me miro entre asombro y sorpresa.
- Nunca estuviste con una mujer, Huguito ?
No esperaba esa respuesta, me pude colorado y negué con mi cabeza.
- Buenos siéntate que tratare de explicarlo.
Me dio una charla teórica que yo conocía pues muchas veces lo había leído en la web, pero hacia ademanes que indicaban parte de su cuerpo, que hicieron que mi pene se hinchase, lo que me pareció que fue notado por ella. Me hablo del clítoris, de los pezones y todos aquellos puntos en donde las mujeres tenían sus centros de placer. Al finalizar, la que estaba sonrojada era Diana, y me dijo:
- Uff, me has hecho hablar demasiado, entendiste ?
Aposte algo más y le plantee:
- Si, muy clarito pero nunca lo vi.
Abrió sus ojos:
- Ah bueno, pero eso lo deberás averiguar por tu cuenta.
- Si pero tu te das placer, pues te escucho y siempre terminamos juntos.
- A ver niño, si lo ponemos en claro, lo que haga es cosa mía, y si lo hacemos al mismo tiempo, será porque también a ti te gusta, no te olvides que somos hermanos y hay cosas que no podemos hacer.
Mis argumentos se acababan, si esto quedaba ahí, no tendría otra oportunidad.
- Pero, Diana, no tengo novia, soy muy pequeño para ir de putas, si no hubiese sido por tu descuido, jamás vi una mujer desnuda, soy un fracaso total, jamás podre animarme a besar a una mujer, sollocé.
No dijo nada, terminamos nuestra comida y seguimos con nuestra rutina diaria. Un par de días después ella saco el tema:
- Estuve pensando, es cierto que pared por medio compartimos nuestras pajas, tu sabes que la sociedad condena cualquier tipo de relación entre hermanos, considerándolo incesto, pero para ello debe haber contacto sexual, pero si no nos tocamos no cometemos ningún pecado, luego de terminar de lavar, te espero en mi cuarto.
Diana necesitaba mas desahogo, así que me preparaba para una función de lujo, el primer paso había sido dado.
Me puse un pequeño short y una remera y golpee, al entrar estaba sentada en su cama, con un camisón y una bombacha, y me dijo:
- Esto que vas a ver, no puede salir de esta habitación, si se filtra o llega a oídos extraños será nuestra perdición, así que me jurarás que no lo hablaras con nadie, entendido?
Por supuesto que asentí.
- Además solo podrás mirar, nada de tocarme, si lo haces terminamos de inmediato, ve y siéntate en la silla.
Obedecí, aprestándome a no perder ningún detalle, Diana se acostó de espaldas en su cama, se quito su ropa quedando desnuda, yo podía observar sus esplendidas tetas y su pelvis, comenzó a acariciarse muy lentamente sus pezones que estaban parados, con su otra mano busco su ombligo bajo hasta su vagina, al unísono ambas hacían que sintiera placer, poco a poco empezó a jadear con mayor intensidad, sus ojos estaban cerrados y su lengua mojaba sus labios. Yo no pude mas, baje ni short y empecé a acariciar mi pene frenéticamente, giro su cabeza y me miro, no dijo nada y siguió con su faena, sus dedos parecían entrar y salir de su concha, levanto sus piernas y arqueo su cuerpo y emitiendo un sonido gutural, se desplomo nuevamente sobre el lecho, yo también largue mi semen de a chorros sobre mi mano y el piso.
Quedamos unos momentos en silencio, hasta normalizar nuestra respiración, allí expresó:
- Guau que polvo, hacia mucho que no sentía tanto, y por lo que veo también has acabado.
Se levanto, dándome otra vez el espectáculo de su cuerpo en plenitud, que hermosa que era, su cintura fina y sus caderas perfectas. Como me hubiera gustado acariciarla y besarla !!.
Se puso su pijama, limpiamos todo y nos acostamos, me quede pensando en lo acaecido, no había pasado mucho del incidente del baño y ya había podido verla pajearse, no aguante y lo hice nuevamente, gritando para que me escuchase.
Al otro día era fin de semana, así que limpiamos la casa, Diana ya no guardaba las formas con su vestimenta, así que estaba con un camisolín casi transparente que hacia que sus tetas se moviesen libremente y un pequeño short ajustado que dejaba su cola remarcada, vaya espectáculo! , se la veía contenta.
- Chico, que potencia, después de todo lo que largaste lo hiciste otra vez, veo que tienes mucha leche acumulada, y se rio, demás esta decirte que me agrado también verte a ti, como te has comportado bien seguiremos adelante, siempre que no te moleste y volvió a reírse.
Yo todavía no salía de mi sorpresa por el cambio de Diana, pero que era evidente que había exacerbado su morbo, la falta de un novio, también ayudaba y que decir para mi todo lo que había avanzado en poco tiempo me hacia muy feliz. Ese día llamaron nuestros padres y les dijo, que todo estaba en orden que yo me portaba bien y cumplía con todo lo que me pedía, al decir eso me guiño un ojo.
Mis padres le comentaron que aun no habían fijado su fecha de regreso, cosa que me agrado, pues eso nos daba mayor libertad, además note que no salía tanto como antes y yo mismo prefería quedarme, y aprovechaba para preguntarle cosas que antes estaban vedadas para mi
- Contame como empezaste a tener relaciones?
- Como toda chica normal supongo, empecé a salir con compañeros de colegio, con los cuales no tenía demasiado compromiso y aprendí las cosas comunes en bailes de juventud. Mi primer novio, fue alguien mayor que yo, el tenia diecinueve y yo quince y con el aprendí a sentir un placer distinto, ya no eran solo besar con los labios, sino que ya eran mas profundos de lengua y mis calores me indicaban que había algo mas, una noche que me llevo a su casa, me desvirgo y te puedo decir que no fue demasiado agradable, el dolor hizo que no sintiera mucho y a pesar que ya sabia coger, no supo como hacerme acabar. No duramos mucho, luego conocí a Armando y con el aprendí otras cosas, me tocaba y me hacia calentar, comenzamos a intimar y me hizo llegar a mi primer orgasmo, fue bueno al principio, pero a pesar que salimos casi dos años, las cosas se volvieron rutinarias y si bien no fue causal de nuestra ruptura, ayudo a que tomase la decisión de terminar. Pero……..mira lo que te estoy contando……….
- No me parece mal, en definitiva somos hermanos.
- Y tu niño? que pasa con tus amiguitas ?
- No me llames así, ya viste que no lo soy, argumente con enojo.
- Bueno, bueno no lo tomes a mal .
- Me es difícil entablar una relación, además son todas estiradas y no nos dan mucha bolilla.
- No te preocupes ya las cosas se irán acomodando, es solo cuestión de tiempo, ven vayamos a comer.
Todo se había acomodado, Diana estaba contenta, lo que estábamos haciendo le gustaba y tenerme de alguna manera controlado le daba la libertad de moverse a voluntad, eso para mi era descubrir un mundo nuevo, lleno de placeres que solo estaban en mi imaginación.
Ya eran habituales nuestras pajas compartidas, en una de ellas cuando Diana estaba por llegar a su orgasmo, me quite toda mi ropa y con mi pene a reventar, me acerque a la cama, y eyacule sobre su cuerpo, abrió desmesuradamente sus ojos, emitió un grito gutural desconocido para mi y con espasmos de su cuerpo se dejo caer, bañada con mi leche. Me quedé parado, esperando su reacción.
Ya calmada me miro.
- Ay dios, que polvo, sentir tu semen, fue como electricidad que potenció mi placer, genial me gusto mucho, y tu Hugo, que cantidad que largas eres increíble.
Me acosté a su lado y pude contemplarla a voluntad, era realmente hermosa, que tetas! , las líneas de su cuerpo casi perfectas, su monte de venus liso, y lo que mas me atraía era su vagina depilada que era una imán todavía inalcanzable para mi. No podía tocarla y tampoco quería forzar las cosas ante cualquier posible enojo, debía avanzar con cuidado y esperar que ella misma quisiera seguir adelante.
Nuestra rutina era el estudio, yo regresaba casi siempre antes, y solía almorzar solo, con las cosas que dejaba nuestra empleada, la que limpiaba y se retiraba a las cinco de la tarde, cuando normalmente regresaba Diana, quien preparaba sus clases, y me ayudaba con las mías, con lo cual a la hora de la cena, que compartíamos, habíamos terminado con lo planeado. Nuestros padres acostumbraban llamar a esa hora, hablando con Diana o conmigo y viendo que todo seguía normal, decidieron alargar su viaje un mes más.
Ya liberada un poco mas las cosas, nuestros encuentros se producían también por las noches los días de semana, le encantaba sentir mis jugos sobre su cuerpo, lo que la hacia explotar en orgasmos espectaculares, yo me ponía sobre ella y lo largaba sobre su cara o sobre su pubis y su vagina, mientras ella se tocaba frenéticamente.
Cuando estamos solos lo fines de semana, no se preocupaba de que anduviéramos desnudos, haciéndome bromas cuando no aguantaba mas de verla con se culo redondo o ver sus senos oscilar continuamente y no podía evitar hacerme una paja que casi siempre la salpicaban.
- Ja ja… increíble, siempre queda algo en tu tanque, eres una fuente inagotable de leche.
- Que quieres verte en pelotas me vuelve loco, es imposible aguantar.
- Veo que te gusta tu hermana, y volvió a reírse con ganas.
Diana dejo de salir, su placer era el nuestro, veíamos películas y había decidido no iniciar otra relación hasta que terminasen sus estudios, yo pensaba que el regreso de nuestros padres limitarían estos encuentros, pero no sabia como dar otro paso para poder conseguirla definitivamente.
Esa noche, como era habitual, me puse sobre ella que estaba acostada a punto de llegar a su clímax, yo tenia mi pene duro a punto de acabar, cuando exclamó .
- Al diablo con el incesto, no aguanto mas!!
Se elevo, agarro mi pija y la metió en su boca, sentir ese calor inesperado en mi instrumento, y su lengua en movimiento, hizo que no pudiera aguantar demasiado, largue una carga descomunal, sentía que mi pene estaba por explotar, hizo lo imposible por tragar todo pero era demasiado, así que dejo escapar una cantidad por la comisura de sus labios, se volvió a acostar y allí acabo entre sollozos, lagrimas y con el resto de mi leche brotando de su interior, me deje caer a su lado y la observe, su cara era una mascara desencajada, no dejaba de jadear y retorcerse, nunca la había visto de ese modo. Aguarde que se calmara un poco y al fin me dijo:
- Impresionante, no pude tragar la cantidad de leche que largaste, me atraganté, pero me encantó, nunca acabe de este modo, lo que sentí es indescriptible, aun me tiembla el cuerpo, que aparato que tienes ahí.
Acercó su cara, lo tomo entre sus manos y comenzó a acariciarlo, era la primera vez que lo hacia y por supuesto al instante se me puso duro, me miro, no dijo nada y siguió su faena, me recosté y la deje que siguiera, volvió aponerlo dentro de su boca, lo que era para mi un shock inmediato, era imposible aguantar tanto placer, y volví a largar lo que tenia dentro, ante mi sorpresa no se despego, y nuevamente lo trago, esta vez sin desperdiciar nada. Experimenté otro polvo increíble, y esta vez grite sin pudor:
- Dianaaaaaaaaaaa, ahhhhh….
Se limpio como pudo y me susurro:
- Ven vamos a ducharnos.
Esta vez fue compartido, pude acariciarla, besarla y tocar todo lo que quisiera, la suavidad de su piel mientras caía el agua, me fascino, por supuesto que mi pija se elevo otra vez, ella me miraba sin poder creerlo, pero se calmo, nos secamos y nos fuimos a acostar.
La mañana siguiente, era fin de semana, por lo que estaríamos solos, desayunamos, y me dijo:
- No pude resistir, ya habíamos superado etapas y no me importa que gocemos juntos, mientras todo quede entre nosotros y estoy segura que así será, te enseñare todo lo que pueda, ese aparato que tienes entre las piernas, va a hacer feliz a más de una y volvió a reír con ganas.
Me imaginaba que de ahí en más no habría mas limites, pero todavía estaba a la defensiva y estaba seguro que Diana llevaría la iniciativa en todo.
Teníamos mas de un mes hasta el retorno de nuestros padres, por lo que habría que aprovecharlos al máximo.
- Hugo, tengo que decirte que encontré en ti la persona ideal, para darme todo lo que necesito, a cambio aprenderás como complacer a todas las que se crucen.
Adelantamos todo lo teníamos pendiente, bromeábamos y lo pasábamos genial, disfrutábamos juntos, para mi era el paraíso y se notaba que para ella también.
A la noche vimos una película porno, estábamos desnudos y le dije.
- Fíjate como la chupa, se parece a ti.
Agarró mi mano y subimos a su cuarto.
- Ahora te daré una nueva lección.
Me tiro sobre la cama, tomo mi miembro que ya estaba parado y comenzó a lamerlo con desesperación, la sensación era indescriptible, su lengua lo recorría y se lo engullía casi hasta la garganta, allí lo soltó y se subió encima mío y se lo metió en su vagina , comenzando a cabalgar frenéticamente, era la primera vez que estaba dentro de una mujer, la humedad de su concha, sus movimientos me producían una sensación increíble, comenzó a jadear , no pude aguantar y largue todo lo que tenia, al sentir mi semen literalmente exploto, se arqueo hacia atrás desencajada y emitió un grito gutural, se quedo temblando y cambio mi pija ya estaba flácida se lo quito y se puso a mi lado. Acaricio mi rostro y me dijo:
- Jamás sentí algo parecido, me haces llegar de una forma increíble, y con ninguno de mis novios alcance este clímax.
Beso mis labios y me pregunto:
- Te gustó ?
Que podía responderle, era mi primera vez, soñada mil veces y la que se había encargado era mi propia hermana, que había roto todas las barreras y me había dado la sesión de sexo mas increíble.
Solo atiné:
- Si Diana, ha sido genial.
- Bueno, hasta que regresen nuestros padres te seguiré adiestrando y dándonos placer.
Nos quedaba casi mes aun, yo ya había tomado confianza, y cuando no estábamos en la cama, la tomaba por detrás y la besaba, le tocaba su trasero, o acariciaba sus tetas o su raja depilada, ella miraba mi miembro, siempre dispuesto y se reía. Nuestras sesiones de sexo ocurrían los fines de semana, luego de limpiar y hacer las tareas para nuestros estudios.
Mi padre solía llamar dos veces por semana, para saber como andaba todo e Diana se encargaba de darle las novedades para tranquilizarlos.
Yo pensaba si supieran lo que estaba ocurriendo seguramente nos echarían de casa, pero mi hermana tenia todo bajo control y nada iba a perturbar esta situación. Me sentía mucho mas seguro en mi relación con las compañeras de colegio y mis amigo me decían que ya no parecía el inmaduro de hacia tiempo atrás. No cabía duda que todo se lo debía a Diana y al sexo desenfrenado que practicábamos.
La llegada del sábado era el comienzo de un sexo desenfrenado, la Diana discreta y recatada daba paso a una mujer sedienta de sexo, que por suerte compartía conmigo, aprendí como debía satisfacerla, con mi lengua por su vagina y luego de tenerla a punto le insertaba mi pija hasta que llegase a gozar varios orgasmos, yo largaba mi leche y cuando lo hacia emitía gritos estentóreos, le acariciaba y besaba sus senos y sabia perfectamente sus puntos de placer, mientras que ella cuando se metía mi miembro en su boca y me hacia acabar no perdía una sola gota.
Como le gustaba tragarse todo ¡
Me enseño a besar su boca y juntar nuestras lenguas y todo lo debía hacer para que llegase a su clímax y siempre me aconsejo como debía manejarme con mis futuras conquistas, esos meses fueron los que marcaron toda mi vida sexual. Nunca me entrego su culo , podía besar su orificio posterior, juguetear con el, pero jamás introducirle nada, decía que tenia miedo y no quería sufrir, pero lo demás estaba todo permitido.
Todo siguió igual hasta el regreso de nuestros padres, a partir de allí se fueron dilatando nuestros encuentros, buscando la oportunidad cuando estábamos solo, Diana nunca puso objeciones, dado que siempre era la que manejaba la situación, cosa que yo aceptaba pues el placer que sentíamos era indescriptible y por suerte nunca despertar sospechas sobre lo que estaba ocurriendo.
El tiempo transcurrió, mi hermana completó sus estudios y comenzó a trabajar con mi padre en el estudio familiar, yo termine mi secundario y elegí una carrera de Marketing, a fin de independizarme. Diana se puso de novia y se caso, yo viendo oportunidades laborales interesantes me radique en el exterior, no teniendo una relación estable, pero si con una vida sexual muy intensa.


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