Mi hermana me pidió que me hiciera una paja.
Relato publicado originalmente en SexoSinTabues.com por Sebas..
Este relata está relacionado con el de Paja en la piscina.
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Como todos mis relatos, nada es verdad, nada es mentira, todo depende con el cristal con que se mira, pero este relato si podría decir que es un noventa y cinco por ciento reales.
Primero les describo a mi familia, estaba compuesta por mi papa, mama, mis hermanas Camila dos años mayor y Lorena dos años menor, era una familia típica, mi papa trabajaba, mi mama se hacía cargo de la casa y nuestro cuidado, desde bebes nos acostumbraron a saludarnos de beso de piquito en la boca, a mi papa así lo saludaba también, vivíamos en una ciudad costera por lo que todo el año hacía calor, por lo cual estábamos acostumbrados a vernos en ropa interior porque así dormíamos.
No sé si sea verdad lo que se dice que los de la costa somos más calientes, pero tengo algunos recuerdo, hasta los cinco o seis años mis hermanas y yo a veces andábamos desnudos por la casa, desde esa edad tengo algunos recuero de sentir unas cosquillas correr en la espalda y estomago cuando me miraban desnudo haciendo que el pene se me parara, al ir a la playa me metía desnudo para sentir esas cosas , hasta que tuve siete años y mis padres ya no me dejo andar desnudo en la casa y menos en la playa, pero como me gustaba seguí dejando que me vieran el pene en casa cuando se daba la oportunidad, al ir por la calle me paraba a orinar aunque no tenía ganas y en los baños de la escuela entraba solo para que alguien me viera y verles los penes a los amigos para sentir esas cosquillas corre por mi cuerpo.
Desde los cinco años cuando el pene se me ponía duro me lo tocaba para sentir las cosas ricas, al no saber de sexo lo hacía aunque me vieran mi papa, mama o hermanas, nunca me decían que no lo hiciera, inclusive mi mama varias veces me llego a tocar el pene duro al estar desnudo o con ropa y me decía que fuera a orinar, mis hermanas también llegaron a tocarme, así que continúe con mis toqueteos, un poco antes de cumplir los ocho años al estarme bañando y enjabonando las nalgas, al pasar la mano por el ano sentí rico, por lo que también empecé a tocarme por ahí.
Desde niño mi papa y mama por mi forma de ser sabían que iba a ser gay, pero en casa nuca me decían nada de eso, solo mi papa a veces me regañaba diciendo que me portara como niño, pero en el colegio a los ocho años los compañeros me empezaron a molestar por ser así.
Mi primer recuerdo relacionado al sexo, fue cuando tenía cinco o seis años, fue uno de los días que me bañaba con mi papa, al mirar el tamaño de su pene y testículos, así como los pelos que tenía ahí, al mirarlo mi pene se me ponía duro y me la tocaba, el al verme a veces se le paraba y el tamaño me daba mucha curiosidad, recuerdo bien que a los seis años un día que se le paro y se lo agarre
——-tu pene es muy grande papa—–
Me quito la mano de ahí sin regañarme, solo me dijo
—- cuando crezcas tu pene va a ser mas grande, pero recuerda que no se debe de tocar los penes de otros, solo puedes tocar el tuyo—
A los ocho años aunque ya me habían dicho que no me dejara ver desnudo, en casa esperaba la oportunidad dejarme ver por mi mama o hermanas para sentir las cosas ricas en la espalda y abdomen.
Con mis hermanas me llevaba muy bien, cuando estábamos los tres muy chicos, mi hermana Camila a veces me ponían ropa de ellas diciendo que era su hermana, mi mama se daba cuenta y solo les decía a Camila que cuando estuviera mi papa no me vistieran así, al tener ocho años ya no me vestían de nena, pero seguí poniéndome pantis de ellas porque me gustaban y eran más cómodas que las trusas, a veces yo las agarraba pero otras veces se las pedía prestadas, mi mama sabia que me las ponía, no me regaño pero me dijo que cuando me pusiera panty cuidara que mi papa no se diera cuenta para que no me regañara.
Camila al tener ya diez años fue aprendiendo cosas de sexo y queriendo probar algunas cosas, así que al tener yo ocho tuve mi primer juego sexual con ella, enseñadme a masturbar
Fue un día que no teníamos colegio, me había bañado y salí desnudo con el pene parado pues me lo había estado tocando, no sé si fue por casualidad o ella lo planeo, al salir del baño ella estaba parada en el pasillo solo con panty, al veme sonrió tocando con una mano sus pechos que ya le estaban creciendo
—– mira hermanito, ya me están creciendo las chichis—
(En México a los pechos se les dice chichis)
No me llamo mucho la atención por ser todavía muy chico y que no me gustaban las nenas, me agarro el pene acariciándolo
——tu cosita está muy dura, te voy a enseñar a jugar con ella—
Me agarro de la mano y me metió a su cuarto recostadme en la cama, me dio un beso en la boca de piquito mientras me jalaba el pene sintiendo más rico que cuando me tocaba yo, mientras me masturban me dio otros besos de piquito preguntándome si me gustaba lo que sentía, yo solo reía dejando que jugara con el pene, con su otra mano a veces se soba la vulva y se fue quitado la panty, ya desnuda se recostó sobre de mi poniendo su vulva sobre el pene duro moviéndose, no sé cuánto tiempo paso antes de que se parara diciendo que otro día jugaríamos igual, saco de su cajo una panty amarilla con estampados de las princesitas, mientras me la ponía
—– mariposita te voy a poner esta panty que te gusta, pero no le digas a papi y mami a lo que jugamos—
Mariposita es una forma de decirle a uno que es gay en algunos lugares de México, por la metamorfosis que tienen las mariposas.
Me dio un beso de piquito, se puso su ropa y me acompaño a mi cuarto a que me pusiera la mía.
Desde ese día Camila empezó a masturbarme otras veces, yo me dejaba porque sentía mas rico que ella me masturbara a que yo lo hiciera, al tener esos juegos Lorena nos miraba por lo que también entraba al juego para masturbarme.
Camila al ser la mayor y estar ya en su desarrollo, entre los diez y doce años fue la maestra de sexo de Lorena y de mí.
Camila fue la que me enseño a andar en casa solo con playera larga, debajo solo me ponía trusa, panty o sin nada para que cuando ella quería me tocaba el pene y testículos, mi mama no se daba cuenta que andaba sin nada debajo, por lo que de caliente empecé a salir a la calle así para dejarme ver el pene y nalgas, pero eso en otro relato se los escribo.
Cuando Camila tenía unos once años, descubrí otro de sus juegos, una tarde veía televisión con Lorena, no me gustaba la caricatura que veía mi hermana por lo que decidí subir a mi cuarto a leer, al llegar a la parte de arriba de las escalares escuche que Camila se quejaba, camine despacio parándome en la puerta de su cuarto, estaba acostada en la cama desnuda con las piernas abiertas, con una mano se tocaba la vulva y la otra los pechos, cuando se dio cuenta que la miraba sonrió abriendo mas las piernas y vi como se metía un dedo a la vagina, camine parándome a lado de la cama para ver mejor y me dijo
—– no solo los nenes juegan con su sexo, a las nenas también nos gusta tocarnos—
Ella a veces movía su cuerpo y se quejaba
—–mariposita, bésame en la boca—
Me senté a su lado y la bese, me agarro una mano poniéndola en uno de sus pechos que ya le habían crecido un poco más, por curioso le toque los pezones al sentirlos duros, no fue mucho ella estremeció el cuerpo gimiendo más fuerte, quedándose quieta con los ojos cerrando, cuando los abrió sonrió
—-que rico orgasmo me dio—-
Se sentó a mi lado metiendo la mano debajo del short y trusa agarrándome el pene parado y riendo dijo
—-mariposita, mariposita pero se te puso muy dura tu cosita por tocarme las chichis—
Se puso de pie y se empezó a vestir así que me fui a mi cuarto, me recosté metiendo la mano bajo la ropa para jalarme el pene.
Camila era muy caliente, seguimos haciendo algunas otras cosas pero solo con el pene fuera de ella nunca hizo el intento de que la penetrara, no sé si porque éramos hermanos o porque sabía que yo era homosexual.
Varias veces vi a mis hermanas besándose y tocándose, también masturbándose solas o ayudándose entre ellas.
En otro relato les escribo otras cosas que hacía con mis hermanas.
Como dije al principio les escribo la continuación del otro relato, esto pasó unos dos o tres meses antes de que me masturbara en la piscina, yo tenía ya doce años cuando uno ya se masturba del diario y a veces hasta dos o tres al día, mi hermana Lorena tenía diez años por lo que le daba mucha curiosidad verme el pene parado tocármelo o masturbarme, a Camila que ya tenía catorce ya no le llamaba mucho la atención aunque todavía a veces hacíamos cosas ricas los dos.
Una tarde estábamos en la mesa solo ella y yo haciendo tarea, como siempre yo tenía el pene muy parada por lo que a veces me bajaba el short y trusa para darme unas jaladas, ella al estar sentada a mi lado me miraba y sonreía, cuando terminamos me toco el pene sobre el short
—–me dejas ver como se te sale el semen—
Eso era lo que me gustaba que me vieran desnudo y jalándome el pene, así que le dije que si, subimos a nuestros cuartos, Lorena estaba con mi mama mirando su telenovela, así que fui al cuarto de ellas, apenas entre me baje el short y trusa hasta los tobillos agarre el pene y empecé a jalarlo, al verme Lorena sonrió y se sentó en la cama a mirar cómo me masturbaba, ella traía el uniforme del colegio así que como otras veces abrió las piernas y subió la falda para que le viera la panty que recuero era blanca con puntitos de colores, al hacer eso no hablábamos solo ella me miraba y yo gozaba las cosas ricas que sentía, me la jalaba despacio con dos dedos o con toda la mano muy rápido, a veces me ponía de lado, cuando sentía que llegaba el orgasmo solté el pene que punzando echo fuera el semen cayendo al piso, normalmente al terminar me subía la ropa y me iba dejando el semen en el piso, pero esa vez al terminar se paro frente a mi antes de que me subiera la ropa, me agarro el pene
—-hermanito, te dejarías ver jugando con tu cosita frente a mí y una de mis amigas—
Le sonreí pues era lo que me gustaba que me miraran
—–si ella quiere si, a mi no me importa que me mire—
Ese día creo ella andaba caliente porque empezó a jalarme el pene o tocarme las bolas, en otras ocasiones mis hermanas me tocaban la pija cuando la traía parada y me dejaba que masturbaban, así que me deje y le metí la mano bajo la falda para manosearle las nalgas sobre la panty como me enseño Camila, solo fue un poco pues escuchamos ruidos en las escaleras, nos separamos y me subí rápido la ropa mientras ella piso el semen para que no se notara, no fue nadie pero nos bajamos a ver la televisión.
No pasaron muchos días en que Lorena invito a comer a una de sus amigas, en cuando pudo me dijo
—- ya invite a mi amiga, si vas a dejar que te vea tu cosita y como te la jalas—
Miera a su amiga y después a ella
—–si ella quiere si—-
Lorena fue con su amiga diciéndole algo en el oído, la nena me miro sonriendo, la conocía porque íbamos en el mismo colegio, después de comer nos apuramos a hacer la tarea para que la revisara mi mama.
Al terminar se subió a su cuarto con su amiga, mi mama se puso a ver su telenovela con Camila, así que subí y fui a su cuarto, Lorena se paro en la puerta
—–mientras te dejas ver y te jalas tu cosita, yo cuido que nadie suba—-
Ya tenía el pene muy parada de solo pensar que me la iba a ver la amiga de mi hermana, me pare un metro frente a ella, me quite la playera, desabroche el pantalón y lo deje caer, en la trusa bikini amarilla se levantaba por el pene parado, le sonreí y me baje la trusa saltando el pene apuntada al ombligo y las bolas colgando, deje que me la viera un poco antes de agarrarlo con dos dedos para jalarla despacio haciendo que el prepucio tapara y destapara la punta, cuando me miraban masturbándome me excitaba mucho mas sintiendo más cosas rica, disfrute jalándola despacio y rápido y la niña no dejaba de mirarme, mi hermana le dijo
—abre las piernas y súbete la falda para que te vea la panty—
La amiga no dejaba de mirar, pero no se dejo ver por lo que Lorena se lo dijo unas veces más hasta que se subió la falda y abrió las piernas dejando ver la panty rosa con un estampado al frente de Barbie, continúe y al sentir el orgasmo solté el pene que punzando echo fuera el semen cayendo al piso, al terminar le sonreí, cuando me iba a subir la ropa mi hermana se puso a mi lado agarradme el pene
—— no quieres tocárselo para que sientas lo duro que se les pone—
La amiga miro a mi hermana y a mí quedándose sentada
—ándale tócaselo no se enoja—
La amiga se paro así que mi hermana soltó el pene que apunto al ombligo, con un poco de nervios y vergüenza me lo agarro, sentí rico como cuando me lo tocaban mis hermanas, no fue mucho lo soltó y Lorena me lo agarro otra vez jalándomelo despacio
—–a veces yo le jalo su cosita a mi hermano para sacarle el semen—
La amiga se quedo parada a nuestro lado mirando como me masturba mi hermana, como me había enseñado Camila metí la mano bajo la falda de mi hermana para tocarle la vulva y nalgas, mientras me masturbaba ella metió la otra mano bajo la falda de su amiga
—-estas muy mojada, te pusiste caliente, no quieres jalarle un poco la cosita a mi hermano para que el te toque—-
Me soltó el pene, la amiga miro a mi hermana y a mí a intervalos, se veía nerviosa y apenada sin atreverse a masturbarme, mi hermana le agarro una mano poniéndola en mi pene
—–ándale, juega con la cosita de mi hermano ahora que puedes—
Si me la agarro jalándola haciendo que sintiera rico, metí la mano bajo de su falda tocando la vulva y entre pierna sintiendo húmeda la panty, entre risas las dos me estuvieron tocando y jalado el pene hasta que me llego el orgasmo saliéndome otra vez el semen, al verlo soltaron el pene riéndose y la amiga dijo
—–ya le sacamos el semen a tu hermano—
Al terminar me subí la trusa y pantalón, me puse la playera y salí, ellas se quedaron hablado seguro de lo que me hicieron.
En otras ocasiones mi hermana trajo a otras amigas para que me vieran mastúrbame.
Sebas.
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