Mi hermana y mi primo I (Primer acercamiento)
Mi hermana y mi primo juegan en vacaciones.
Mi hermana y mi primo I (Primer acercamiento)
Esta historia sucedió en una semana de abril en la que suele haber un par de semanas de vacaciones.
Vivía con mi mamá (Leticia) y mi hermana (Noemi) que era mayor que yo por dos años, me llamo Angel y en esos días tenía 7 años. Vivíamos solos porque mi papá estaba en el extranjero trabajando y mandando dinero, él solo venía cada año por unos días.
Esas vacaciones fueron especiales ya que mi tío Fernando, hermano de mi mamá nos invitó a pasar una semana en su casa. Mi mamá aceptó feliz ya que casi no nos veíamos con ellos, yo solo tenía vagos recuerdos de Maria, la esposa de mi tío y mi primo Ricardo que en esos tiempos tenía unos 16 años.
Donde mi tío vivía era un lugar que recibía turistas en esos días pues era zona donde había parques acuáticos ya que era muy caluroso en esos rumbos. De hecho mi tío nos prometió llevarnos durante nuestra visita
Al llegar donde mis tíos, todo fue apapachos, desprendían una alegría enorme por el gusto de vernos y mi madre igual estaba que no podía contener su alegría, yo en cambio me sentía un poco inquieto ya que no acostumbraba a estar fuera de mi hábitat, por otro lado mi hermana se deshacía en felicidad al igual que mi primo que en un inicio parecía no tener mucho gusto en recibirnos pero de la nada su actitud fue más hospitalaria.
Pasó el primer día sin novedades, comimos, cenamos, platicamos un poco y finalmente nos acomodamos para dormir. Para quedarnos, mis tíos tenían un cuarto enorme donde cabíamos bien mi mama, hermana y yo.
Al día siguiente, en la mañana solo estábamos Ricardo y yo, pues mi tío fue a trabajar y mi mamá junto a mi tia y Noemi se fueron a comprar para almorzar y comer, entonces mi primo y yo nos quedamos con el deber de componer las camas y ordenar la casa.
En ese tiempo platicamos mi primo y yo, me pregunto cosas sobre lo que me gustaba y como me iba a la escuela, yo igual platicaba, agarrando más confianza y sentí que todo iba bien, a tal grado que no note nada raro en las preguntas que me hizo sobre mi hermana:
- ¿Qué le gusta?
- Pues las cosas de niña, jugar a la casita, a la cocina, a las muñecas, es aburrida
- si, asi son las niñas, oye ¿Tiene novio?
- No creo, mama dice que estamos chiquitos para hablar de esas cosas
- Mmm, yo creo que no, ¿Como es ella?”
- ¿De qué hablas?
- A que si es enojona, divertida, callada
- Ah, pues creo que normal, se ríe con la tele y los chistes, brinca la cuerda, casi no se enoja y pues si es platicadora
Yo respondí de manera natural como si habláramos de cualquier cosa. Lo último que me dijo es que creía que mi hermana era muy linda, cosa que me pareció ya extraño pero de igual modo no lo consideré pues después me empezó a enseñar algunos de sus juguetes y mejor aún, sus videojuegos.
Regresando a lo del aspecto de mi hermana, de hecho si era muy linda, era una niña alegre, con bonita sonrisa, pelo lacio castaño que le llegaba a los hombros, no solía tenerlo largo, su piel era rosada, algo raro en la familia porque nadie tenía el tono asi, mi mama decia que venia del abuelo. En cuanto a su rostro, ojos grandes color café, nariz pequeña y labios pequeños, tenía mejillas redondas y al sonreír se le formaba un hoyuelo, era totalmente limpia de la cara, sin pecas o lunares. En cuanto a su físico, era flaquita y bajita, debía pesar unos 20 kilos y no medía más de 1.30, y pues para sus 9, tenía el cuerpo de su edad, busto plano, trasero pequeño pero redondo y piernas flaquitas.
Estaban de vuelta las mujeres de la casa y mi madre se metió todo el día en la cocina con mi tia mientras los tres primos estábamos jugando en el jardín que era grande, primero a las escondidas y luego con la pelota. Después mi primo improviso una cuerda para saltar y se la dio a Noemi, ella feliz salto con ella mientras él contaba cuántos saltos pero mirándola con mucha atención, pues mi hermana iba vestida con un vestido y una blusa de tirantes, ella seguía en su juego y no le importaba que cada salto dejaba ver sus calzones.
Nos cansamos y nos acaloramos por el clima tan soleado que había y nos metimos, mi tía nos dio unas sodas y nos fuimos al cuarto de Ricardo donde nos enseñó su videojuego, nos pusimos a jugar los tres pero naturalmente mi hermana se aburrió y se apartó dejándonos solos a mi primo ya mi. No pasó mucho cuando él me mostró un juego que era muy entretenido y me dejó jugando, yo estaba embobado por lo que no le di importancia, aunque sí estaba atento a mi alrededor.
Note que se fue a la cama con mi hermana y comenzaron a platicar:
- Oye, ¿Quieres que juguemos a otra cosa?
- Si
- ¿Te gusta jugar a la mama y al papa?
- jeje si
- Bien
Y comenzaron a hablar cosas del juego, simulando que él era el papá y ella la mamá, no tenían muñecos así que usaron una almohada cubierta en una cobija, yo solo dije en mi “bah, que flojera” y seguí en lo mio. Pero la cosa se puso interesante cuando mi primo comenzó a hablar de otro modo:
- Oye mi amor
- Dime mi amor
- Dame un besito
- Muak
- Pero no en el cachete, como los grandes
- ¿Como?
- ¿No has visto a tus papis?
- Si, se besan en la boca
- Andale, asi mero
- Iug es asqueroso, ¿Porque se besan?
- Porque sienten diferente, ¿Te enseño?
- Amm, bueno
Y deje de escucharlos, solo voltee la cabeza rápidamente y mi primo tenía a mi hermana de frente besándola en la boca, con una mano en la barbilla y otra en su cintura. Fue una vista rapida y voltee de nuevo al juego pero no me concentraba igual. Luego siguieron:
- ¿Qué sentiste?
- Ay, no se, como raro
- ¿Te gustó?
- Un poquito, si
- Jeje, los grandes hacen cosas divertidas que no nos dejan hacer por envidiosos
- ¿Como que?
- Pues, cosas que hacen al entrar a su cuarto ¿Tus papás no duermen juntos?
- Si, pero solo cuando viene mi papá cada año
- Jeje, y seguro cierran su puerta y se abrazan todo el dia
- Si
- ¿No te da curiosidad lo que hacen?
- Un poquito
- Yo sé un poco de lo que hacen, ¿Te platico?
- Si
Entonces Ricardo se le acercó a la oreja y le susurro cosas que no oí, mi hermana solo hacía caras de sorprendida y sus ojos se abrían más, luego se despegaron:
- Orale, eso es raro
- Si, yo creo que por eso cierran la puerta
- Pero eso solo lo hacen los papás ¿No?
- Mmm, no siempre, lo hacen los novios, los amigos, las familias
- Si cierto, cuando mi tío Edgar va a la casa a visitarnos luego se mete al cuarto de mi mama y se encierran
- jeje, ¿En serio?
- Si, luego oigo que ríen y a veces que gritan un poco, como si jugaran luchitas, le pregunté a mi mama pero no me quiso decir y me regaño, también me dijo que no le dijera a nadie
- Ay con mi tia, se pasa de lanza, pero bueno, entonces, ¿qué piensas?
(Contexto rapido: Mi tío Edgar era un primo de mi papa y resultaba que ella y mi mama se divertían cuando papá no estaba. Fue cuando cumpli 9 que comprendi el impacto de esto)
- ¿De que?
- Del verdadero juego de mama y papa
- Ay, es raro, no me imagino como es eso
- Pues un beso se siente rico, yo creo que lo demás debe ser así, tampoco he jugado a eso. ¿Te gustaría practicar conmigo un poco?
- No
- Andale, será divertido
- Es que no se
- Mira, te voy diciendo poco a poco y donde no te guste paramos va
- Bueno
- Pero bueno, vamos a otro lado para que juegue tu hermano
- Si
Y salieron de nuevo al jardín. Yo quería seguir jugando pero no pude evitar sentir curiosidad, dejé el juego y me fui tras ellos.
Mi tia y mi mama estaban bien entretenidas en el chisme, como grandes amigas y pues creo que desde jóvenes se conocían y pues estaban disfrutando del tiempo, entonces no nos notaron salir.
Al salir, supe exactamente a donde ir, era una pequeña casa de madera donde mi tío tenía herramientas, una podadora y unas bicicletas. Era un espacio rústico hecho de lamina e imperfecto, se podía mirar bien de una esquina hacia adentro, no me costó encontrar el orificio y sabía que estarían ahí, era el único espacio donde podrían esconderse.
Me coloque en mi punto de vista y podía observar que estaban sentados en el suelo, en una cobija que tendieron, estaban abrazados dándose un beso, mi primo estaba tomando un hombro de Noemi y el otro le acariciaba una rodilla, se parecían a los de las novelas. Fue un rato que estuvieron asi y Ricardo con sus mano derecha que pasaba por detrás de la cabeza de mi hermana acariciaba su cuello, su mentón, su brazo y su espalda mientras que la izquierda iba por la rodilla y parte del muslo, también sobaba la panza y el ombligo. Mi hermana tenía sus manos quietas y él las acomodo a modo de que le tocara su pierna también y su barriga.
Pararon un momento:
- ¿Cómo te sientes?
- Bien primo
- Recuerda que seguimos jugando a mamá y papá, puedes decirme mi amor
- Jiji si
- Bueno, ¿te gustan los besos?
- Si, y como me sobas mi cuerpo
- Tienes un cuerpo muy suave y lindo, me encanta
- Jiji
- Bueno, ¿Quieres probar un poco más de lo que te conté?
- Ay, es que…
- Tranquila, no vamos a hacer eso ahorita, solo quisiera tocarte un poco más, si no te sientes rico, paramos ¿Vale?
- Bueno, si, pero me da pena
- No pasa nada, de hecho, tu tambien puedes tocarme
Tomó la mano de mi hermana y la colocó sobre su bulto:
- Orale, ¿Ese es tu pipi?
- Si, ¿Que te parece si lo conoces?
- Vale
Entonces mi primo se puso de pie y sin más se bajó un poco el pantalón, liberando su pene que estaba erecto:
- Orale, esta raro, ¿no te duele?
- No, de hecho esta, como decirlo, feliz
Se volvió a sentar a un lado y de nuevo comenzo a besar a Noemi pero ahora la envolvió más cerca de él y acarició un poco más, por encima acariciaba su pecho y la otra mano se bajaba un poco más del ombligo, poco a poco llegando a su parte intima. Separó las piernas delgadas que estaban como piel de gallina y frotaba suavemente en la entrepierna.
Ni ella ni yo éramos conscientes de que eso ya no era normal, nuestros papás jamás nos contaron sobre que no debemos dejar que nos toquen en nuestras partes privadas y por eso creo que mi hermana no oponía resistencia, igual lo creo gracias a la confianza que tenían y pues que mi primo tenía cierto atractivo. Fue una emoción diferente para ella y pensó que era algo bueno a tal grado que mi primo avanzó más y metía su dedo por debajo del calzón y de la blusa. Mi hermana seguía besando y acariciaba el miembro de Ricardo retorciéndose por el jugueteo de mi primo. Mi primo se despegó un poco de su boca y le comento un poco agitado y con tono suave:
- ¿Te gusta?
- Si, siento raro pero rico, mi pancita siente como mariposas
- Si, yo también
Siguieron besándose y él le comenzó a levantar la blusa para dejar descubierto su dorso hasta el pecho dejando descubierto unos puntitos rosas de mi hermana. Nunca la había visto así, siempre nos bañamos y cambiamos separados y ahora sabía cómo era su dorso, fino, blanco, con un ombligo pequeñísimo y un abdomen plano, se le marcaban las costillas y tenía un pequeño lunar en uno de sus costados. Con eso ya tenia mas libertad de acariciar el cuerpo femenino que mi primo tenia, pellizcaba los pezones y frota todo su pecho. No se conformó con eso, también bajó un poco el calzón para sentirse mejor, pero fue difícil de ver el detalle por el ángulo que tenía.
De nuevo pauso Ricardo el beso y comenzo a besar el cuello de Noemi, luego el hombro y brazo, como un amante experto a pesar de su edad, el siguio bajando y llego a los pezones:
- Son hermosos tus pequeños pechos
- Jiji, primo, siento cosquillitas
- ¿Te gustan?
- Si
- Entonces te gustara mas eso
Con su boca atacó las areolas, con besos y chupetones ligeros y delicados como si tomara un café caliente, no era agresivo y esto parecía voltear los ojos de mi hermana mayor que disfrutaba del momento. Luego, continuó bajando hasta el ombligo y brinco de ahí a las piernas luego trató de separarlas pero no parecía estar cómodo, entonces le pidió que se levantara y ella obedeció, entonces le saco el calzon y ahora sí veía la pequeña rayita de mi hermana entre las piernas, ese distintivo que la señala como niña, con unos labios pequeños pero hinchados. En ese momento sentí un morbo muy fuerte y quedé estupefacto y Ricardo se inco con mucha admiración:
- Wow, que bonito es tu conejito mi amor
- G g gracias
Con sus manos separó un poco los labios mientras mi hermana lo miraba pero alzaba la cabeza. No paraba mi primo de decir lo hermoso que era su cosita, toda rosadita, sin pelitos y apretadita, decía que era afortunado de tener enfrente tan bello tesoro.
Después de los halagos comenzó de nuevo a besar y lamer con un apetito que parecía que se acabaría todo. Yo no sabia que pensar y Noemi solo se retorcia de placer. El momento fue algo indescriptible, y mi hermana gemía un poco y comenzó a decir que sentía ganas de orinar, entonces el paro un momento:
- Tranquila, si te dan ganas de hacer pipi es normal, asi se siente el amor
- Bueno
- Ahora date la vuelta, me gustaria ver tu colita
Y eso hizo mientras con sus manos sujetaba su falda:
- Que colita mas bonita y suave, de verdad que eres hermosa por todos lados
Separo un poco sus glúteos:
- Uff, que culito mas rico y apretado tienes mi amor, es un manjar
- Pero primo, ahí es por donde hago popo
- Si, lo se nena, pero también es un bello tesorito tuyo, tu potito y tu culito son lo mas bello que he visto
- ¿En serio?
- Si, lo digo en serio, de verdad ya me enamore de ti Noemi
- Ay, que cosas dices
- En serio, de verdad quiero hacerte el amor como si fuéramos papa y mama
- Pero primo…
- No te preocupes, ahorita no va, si quieres en la noche, te sales de tu cuarto y te vas al mi y ahí jugamos
- Es que no se
- Te doy lo que quieras
- Amm, no lo sé, es que me gusta como se siente pero si estamos haciendo algo malo
- No hacemos nada malo. Y mira, si quieres, mañana te llevo a comprar helado
- Bueno primo
- Super, entonces sigamos jugando
Y parecía que ya tenía a mi hermana en sus manos, pero me preguntaba qué era lo que harían pero no hablaron más, mi primo hundió su cara entre los glúteos suaves y rosados de quien tenía enfrente y movía su cara con vigor.
Por último mi primo sentó a mi hermana en su regazo dejándola sentarse de frente a él con su entrepierna a la altura de su miembro. Comenzaron a besarse pero ahora mi primo tenía sujeta por el trasero a Noemi y la comenzó a guiar de adelante hacia atrás, provocando fricción entre su pene y la vagina sin llegar a la penetración. Respiraban agitados:
- Primo, siento que me hago pipi
- Hazlo
- Ay, ay ahhh
- uff
Y si, mi hermana habia hecho pipi, se sintió incómoda pero relajada mientras mi primo se agitó también:
- Primo, ¿Que es ese blanco que salió de tu pipi?
- Eso, es un liquido de amor, es la semilla que papá pone en mamá para hacer bebes cuando ya son grandes, se llama semen pero le dicen “lechita”
- ¿Y por qué te salió?
- Porque me hiciste feliz jeje
- ¿Entonces mi pipi fue porque me puse feliz?
- Si, ambos nos sentimos bien
- Entonces ¿Ya hicimos el amor?
- No aun no, pero es parecido
- Ah
- Bueno nena, vamos a meternos ya si no vamos a tener problemas
Se acomodaron la ropa y me fui corriendo al cuarto de mi primo para seguir jugando, luego ellos llegaron un poco agitados pero sonrientes, se sentaron en la cama y se tomaron de la mano:
- Primo, ¿Cómo vas?
- Más o menos, ya me costó trabajo pasar esta parte
- No te preocupes, te lo presto todos los días si quieres para que aprendes
- Si, gracias primo
Nustras madres nos llamaron y fuimos a comer como si nada, pero seguia intrigado por lo que venia despues…
Buen relato, espero hagas su continuación.
Se ve prometedor como el primo se aprovecha de la nena, y como su hermano presencia todo.