Mi hermana y mi primo II (El dia de la verdad)
Ricardo llevo al siguiente nivel el juego para lograr su anelo ante su prima que era muy ingenua.
Mi hermana y mi primo II (El día de la verdad)
Los días en apariencia eran normales en esa casa, actuando todos como familia normal, mi tío se iba temprano a trabajar, mi madre y tía se dedicaban a comprar y hacer la comida mientras Ricardo ayudaba con mandados y quehaceres. Noemi y yo teníamos el papel de invitados, no teníamos responsabilidades y jugábamos cuando no teníamos que ir a comprar los alimentos. Ya en la noche llegaba mi tío, cenaba, vivíamos un poco como familia y dormíamos.
Tras bambalinas, otra cosa pasaba y eso era referente al sexo en el que mi hermana tenia la hegemonía con sus nueve, aun inexperta, ingenua pero muy obediente. Ricardo era quien sacaba provecho y lo hacía en ocasiones.
Primero fue el martes en la mañana, en la que mi mama y tia salieron como siempre por la mañana y ahora fui yo quien las acompañó. No era difícil imaginar que se repetiría la misma situación.
Cuando llegamos, mi primo y mi hermana actuaban como si nada pero notaba un poco el nerviosismo en ella y felicidad en Ricardo, más tarde confirme que el juego en esa mañana fue el mismo sin haber llegado a cruzar esa línea “especial”, supongo que por falta de tiempo y por las tareas que se le encomendaron a ambos.
Esa tarde pensé que vería más acción pero no fue así, llegaron más visitas, eran primas y primos de Ricardo que fueron a jugar con nosotros provocando que fuera difícil tener privacidad. El resto del día pasó de nuevo como si nada, solo en la noche fue raro que mi mama no llegara a dormir con nosotros hasta muy tarde.
El miércoles cantaba el mismo gallo que el lunes, mi madre y mi tía salieron y se llevaron a Noemi mientras me quedaba de nuevo con mi primo haciendo los deberes de ordenar los cuartos. La charla fue de chicos, juegos, escuela, gustos era lo que mencionamos y ahora yo fui quien le pregunto a mi primo sobre chicas:
- ¿Tienes novia o primo?
- Emm, no, no la verdad
Parecía desprevenido con la pregunta:
- Yo escucho mucho de eso, pero no se realmente que es eso
- Es que estas joven aun, eso ya será cuando llegues a secundaria
- Si, eso me dice mi mama, es que tengo una amiga en la escuela con la que me llevo bien y dice que soy como su novio
- Órale, que aventada
- Jeje, si, mi mama dice que no es normal, dice que debemos esperar
- Pues todo a su tiempo primo
- Oye, ¿Y porque no tienes novio? ya estas grande, ya saliste de la secundaria
- Bueno, es que verás, no he conocido a alguien que me guste
- ¿A mi hermana mayor le gusta?
- coff coff
De nuevo lo sorprendí, reflexiono un poco:
- Somos primos, eso no está bien
- ¿Por qué no?
- jeje, porque somos familia y eso esta mal, se llama incesto y es pecado
- ¿Qué es pecado?
- Tienes siete ¿No?
- Si, apenas los cumplí
- Mira, eso es algo que se enseña en la escuela como en la iglesia, se trata de algo malo. La verdad no se si lo terminas entendiendo
Se notaba incomodo pero yo seguía inspirado en preguntar gracias a la curiosidad infantil que tenia y mas por lo que había pasado:
- De acuerdo, pero entonces, ¿No está mal que tu y mi hermana jueguen a la mama y al papa así?
- ah que preguntón saliste hoy
- …
- Te diré un secreto ¿Prometes guardarlo?
- Si
- ¿Pero de veras?
- Si, de veras
- Bueno, la verdad es que Noemi es una niña muy especial, no hay nadie asi como ella por aquí, es bonita y tiene bonito cuerpo. Y pues aunque somos primos, la quiero mucho. Me gusta jugar con ella y pues ya esta grande para que le cuente cosas que a ti no porque eres chiquito pero no te preocupes, no hare nada malo
- Bueno, esta bien primo, si la cuidas no tiene nada de malo que jueguen
Ya no sabía si preguntar mas, queria saber que hicieron antes y si seguirán con su juego, pero decidí no preguntar, me daba miedo de que mi primo perdiera la paciencia:
- Muy bien, gracias por entender primo, recuerda que es un secreto, en cambio tu puedes jugar todos los juegos que quieras y con todas mis cosas, mas cuando juego con Noemi
- Jeje, gracias, me gustan tus juegos
Con la conversación a mi entender comprendí que su juego solo consiste en jugar el y ella a los besos y a tocarse en todos lados, seguía sin entender qué placer había en ello y más aún, si existía algo más de esto y con eso me quede. Solo si, en un par de ocasiones tocaba mi pequeño amiguito que no reaccionaba ni sentía nada.
Por la tarde, alrededor de la 1 pm mi madre y mi tía nos dijeron que saldrían, quedaron con los mismos parientes en ir a recoger unas cosas que le darían a mi mama para mi hermana y para mi que ya no usaban (ropa) y como es habitual en los grandes, platicar. El plan nos incluía a Noemi y a mi junto con Ricardo pero él decidió que no iría, que era muy aburrido ir para allá y que prefería quedarse en casa, pero no solo él, Noemi lo segundo y yo por no quedarme atrás también les dije lo mismo. Esto no pareció gustar a mi primo pero sabía que si se quedaban solos seguirán su juego y tenía esa curiosidad de verlos.
Mi mamá tampoco estaba conforme con la idea y mi tía pues no opino, aun así terminaron dejándonos en casa porque no quería pelear con nosotros y solo mi tía dijo que estaba bien, que mi primo era responsable y que podría dejarnos.
Finalmente se fueron mi mama y tia por al menos unas tres o cuatro horas, Ricardo ya tenía bien medida la logística y su movimiento ya estaba planeado, incluso previno a Noemi de que dijera que no fuera pero no contaban conmigo, claro, para mi primo no supuso un obstáculo, sabía que anzuelo darme.
Manos a la obra, lo primero que hizo mi primo fue ponerme su consola y juegos, me puso uno con muchos juegos y me enseño como salir de uno y entrar a otro con un volumen alto en la pantalla y me cerró la puerta. Yo me pegue a la misma para oír mejor:
- Bueno mi amor, tenemos un buen ratito para jugar ese juego especial
- Si
- Hoy si vamos a hacer lo que los grandes hacen
- Pero Angelito esta en la casa
- Si ya se, no era parte del plan pero el estará jugando no te preocupes
- Bueno, entonces me quito mi ropita como ayer
- Ya sabes
- …
Pasaron unos segundos:
- De verdad como me exita tu cuerpo mi amor, eres tan hermosa, me hace feliz que viviremos este momento
- Pero tengo miedo, ¿No me imagino que tu cosa entre en mi rayita?
- Veras que si, solo recuerda lo que practicamos
- Esta bien
- Vamos al cuarto de mis papas
- Si… aaaaay, no se te olvide mi ropa
- No nena
- ¿Peso?
- Nada corazon
Quedó en silencio todo y me anime a salir del cuarto, fui al final del pasillo que estaba cerrado y no escuche nada salvo agua cayendo, al parecer se metieron a bañar. Con miedo abrí la puerta y note que no había nadie inmediato, confirme que estaban en el baño porque los oída reírse. Despacio cerré de nuevo y busqué donde esconderme. En un rincón había ropa colgada en un tubo y cajas. Entonces ahí me metí a esconder.
Estaba realmente nervioso, no sabía lo que hacía, era una oscura fuerza la que me movía para saciar mi curiosidad, cosa que nunca había hecho ni siquiera cuando a mamá la visitaba papa o algún amigo, pero esto me daba algunas respuestas sobre esos juegos, queria saber el “qué” y el “porque”, mi hermana y mi primo me darían la respuesta.
Ya no escuchaba el agua, solo risitas y un “saquémonos bien”, después ambos comenzaron a desfilar afuera del baño. Primero iba mi hermana, a quien por primera vez veía totalmente desnuda, nunca había pasado. Era hermosa de verdad, aunque sin ningún atributo, sin ningún vello, sin bultos en su pecho, tenía un físico muy hermoso, era algo divino. Al día de hoy recuerdo esa imagen y puedo entender bien el porqué Ricardo quería comerse a Noemi. Ella estaba con la toalla en la cabeza secando su pelo con total naturalidad y detrás, Ricardo salía tambien desnudo, mas fornido, mas alto, mas oscura su piel y con bello en su miembro que colgaba sosteniéndose un poco. La diferencia de cuerpos era notable, él un adolescente en edad reproductiva, ella una niña cuyo cuerpo no había experimentado un hombre. Seguía sin sentir algo en ese momento, pero estaba inspirado y pensé “al volver le diré a mi hermana que juguemos igual” pero yo solo tenía la introducción, lo que siguió fue algo más allá.
Mi primo y ella comenzaron con los besos apasionados, ella apenas ponía sus manos en el pecho de él mientras que Ricardo recorría su espalda y trasero suave y lento. Tenía que inclinar su cabeza hacia abajo para besarla. Después de eso él comentó:
- Bueno, ahora ya sabes que hacer
- Ay, ¿otra vez?
- Si, pero no será como ayer, además, esta recién lavado y huele a jabón
- Eso sí
- Ándale
Ella se sentó en la cama y él le aproximo su miembro al rostro, entonces ella comenzó a chupar:
- Uy si, que rico se siente tu boquita
- Mmmm, mmm
- Sigue mami
Quedé sorprendido, pensé que era asqueroso que mi hermana chupara el pene de él, incluso sentí nauseas pero me controle, no fue tan grave y también ayudó que interrumpen un poco la labor:
- Ándale, súbete a la cama, como gatita
- Si
- Ya ves que no sabe a nada
- Huele rico de hecho
Y eso se hizo, mi hermana se colocó sugestivamente y continuó con la felación que realmente era torpe pero incitadora, era natural por el inexpertis de ambos, aun así, eso calentó a mi primo porque su miembro cobró fuerza:
- Ay que rico, ándale si, sigue, ya me la paraste bien rico
- gump, si, se te puso dura primo
- Sigue, ándale, lámeme un poquito los huevos
- Si jijiji
- Ah, si, que rica lengüita tienes corazón
- Se sienten chistosos tus pelitos
- Uff, ¿Te gustan mis pelotas?
- No sabe a nada tampoco
- Jeje, pero me provocas mucho placer mi amor
- No me vas a echar lechita en la cara como ayer ¿Verdad?
- No mami, lo estoy guardando para ponerlo en tu florecita
Mi primo se acomodo en la cama boca arriba y acomodo a Noemi de modo que ella siguiera teniendo su rostro a la par del pene de él mientras él tenía la vista de su entrepierna:
- Me encanta esta vista, ver tu rosadita colita, tu culito y tu pepita, estas divina
Estaban en un sesenta y nueve, donde el lengüeteaba a ella y ella chupaba lento y torpe el miembro de él, gimiendo un poco ambos y provocando un movimiento de pelvis sutil para meter un poco más su viril miembro dentro de la boca de ella que era demasiado grande para su tamaño, ella parecía que comía un baguette completo.
El placer seguía para ambos por lo que vi y ella no tardó en expresar:
- Ay, primo, siento que me hago pipi
- Yumm, yumm, bueno entonces ya es hora
Se levantaron ambos y él la recostó boca arriba acomodando en medio de sus piernas pero notándose algo incomodo, tomo una almohada y la colocó bajo la cadera de ella:
- Bien, asi esta mejor
- Ay primo, no me va a doler ¿Verdad?
- Solo un poquito, al principio, pero cuando tu puchita se acostumbre a mi, se te ira pasando
- Tengo miedo primo, mejor no
- Me lo prometiste, no lo olvides, además, como te dije ayer: Tu cosita se adaptara a mi, para eso es y de todos modos, aunque estes grande te va a doler la primera vez, mejor conmigo que con alguien que te lastime
- No se primo, es que siento raro ¿Por qué los papás juegan así?
- Porque sienten rico y porque asi se demuestran que se aman
- Ay, estoy nerviosa
Mi primo se inclinó y le dio un beso:
- Es normal, pero poco a poco te quitare ese miedo y se volverá felicidad, te dije que te amo, ¿Tu no?
- Si
- Entonces demuéstralo y hagamos el amor
- ay, pero…
- Ya estamos aquí amor, ya solo es el paso final
- Bueno, pero si me duele, ¿me prometes que paramos?
- Si
Entonces mi primo con su pene comenzó a frotar y jugar con los labios vaginales de Noemi, si había una diferencia llamativa a pesar de que mi primo no tenía un miembro muy grande, yo me preguntaba si eso era el juego porque por mas no veía un orificio donde mi primo se metiera más que el año pero resultó que él comenzó a hundir la cabeza de su miembro dentro de sus labios y poco a poco hacía desaparecer su punta.
Pasaron momentos en los que veía forcejear a Ricardo y a Noemi la veía mirando a cualquier lado soltando leves quejidos de dolor. No estaba tan avanzado en anatomía (y hoy solo lo estoy un poco) y no comprendía que pasaba, simplemente la entrada a su órgano reproductor estaba poniendo resistencia pero no desistió Ricardo, forzaba de a poco con su cadera y ocasionalmente salivaba su miembro logrando pobres avances. Esto lo impacientó y comenzó a forzar con mayor empeño y claro esto hacía que mi hermana gritara un poco:
- No primo, no se puede, mejor paremos
- Tranquila nena, ya casi, ya voy como la mitad
- Ya salte mejor, me duele, si quiere mejor te sigo chupando
- No seas impaciente, ya estoy casi adentro
- Déjame primo, me duele
- Bueno, esta bien
Mi primo parecía haber entrado en razón, se inclino de nuevo y beso a Noemi, sujeto su mentón y le decía:
- Eres hermosa, tu tesorito es lo mejor que me ha pasado en la vida
Le tapo la boca e inadvertidamente comenzó forzó su cuerpo hacia adelante mientras ella trataba de gritar:
- Quiero tu virginidad mi amor, así que no me rendiré
Comenzó a gruñir mientras ella gritaba con la boca tapada y se retorcía, sus pies saltaban al aire y pataleaba ante tal muestra de brutalidad:
- Ya ahí va, ahí va
- Mmmmmm, mmmm
- Un poco mas, ya esta, ya casi, aaaaaaa
- Mmmmmmmmmmmm
Y repentinamente ambos quedaron en silencio, sudorosos y quietos, Noemi soltó una lagrima y el sonreía:
- Por fin entro mi amor, ya eres mía, ya somos uno
- Mmmm
Estaba impresionado, me siento hasta mareado, no sabía qué hacer, estaba congelado pero dudaba porque una parte de mi quería salir a ayudar a mi hermana pero por otro lado, mis piernas no responden.
El silencio gobernó el cuarto por un momento, después él le soltó la boca a ella que sollozaba:
- Eres un monstruo, me duele mucho, sácala ya, le voy a decir a mi mama lo que me hiciste, me duele mucho buaa, ¿Qué hiciste? me rompiste
- Perdona nena, solo asi podíamos hacerlo, y te dije, duele la primera vez
- No me importa, sácalo
- No puedo
- ¿Por qué no?
- Porque te va a doler aun mas
- No puede ser, ¿ya me quede pegada a ti?
- Jeje si, por ahora
- No te rías baboso, vas a ver cuando llegue mi mama, le voy a gritar a mi hermanito
- Tranquila corazon, ya te lo voy a sacar, pero debe ser despacio
- Si, sácalo
Ricardo comenzó a moverse muy lenta y sutilmente, primero jalaba y luego empujaba, poco a poco, tan lento como caracol dejando pasar el tiempo, mismo en el que mi hermana ya no gruñía tanto, al punto que mi primo seguía sin salir pero ella ya no insistió:
- Ya no te duele ¿Verdad?
- Un poco nadamas
- Te dije que se irá acostumbrando, ya casi lo saco
Y el juego continuó, pero subía un poco más las revoluciones, y de ella comenzaron a emanar unos sutiles gemidos:
- Ya sientes rico
- Si
- Te lo dije, ahora disfrutemos de hacer el amor
- Primo
- Ándale, te prometo que sentirás mas rico cuando te llene de mi lechita
Continuó el juego, él empujando y jalando y ella solo cerrando los ojos mientras agarraba las cobijas con fuerza. El ritmo crecía y crecía hasta que solo eran gemidos y gruñidos de ambos:
- Si, que rico aprietas, si
- ay, ay, mmm, mmm
- Disfruta de mi verga mi amor en tu conejito
- Si, amm
- Que vista tan rica tengo, mi pito se hunde en tu conchita, me encantas mi amor, toma
Siguieron así poco tiempo antes de acelerar y soltar al unísono un gemido descarriado de placer donde ambos se retorcieron:
- Ay, me hice pipi de nuevo primo
- y yo ya me vine bebe
- Siento algo calientito dentro de mi
- Es mi lechita mi amor
- Esta calientita
- Ufff, si, que rico
Con gran esfuerzo mi primo sacó la almohada debajo de ella y se dejó vencer con su cuerpo. El comenzó a besarla y decirle que la amaba y entonces quedaron así un momento.
Yo estaba anonadado ante tal escena que jamás imaginé en mi joven vida, pero dio sentido a los gritos que solía oír de mi mama.
Continuará…
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