Mi hermana y mi primo IV (El parque acuático)
El final de las vacaciones, no perdieron la oportunidad de una ultima vez con Noemi.
Mi hermana y mi primo IV (El parque acuático)
Había pasado el día para todos, Noemi ya se encontraba mejor, al menos de salud, pero no de humor, su ánimo ya no era el mismo que cuando llegó y por su puesto fue más incómodo para ella cuando mi tío llegó.
La cena transcurrió normal, mi mama y mi tío tenían cara para hacer como si nada hubiera pasado, mi tía Maria no sabía ni lo que pasaba y por otro lado note más serio a mi primo, suponía que porque mi hermana le había negado hacerlo ese día. Yo por mi parte, ignoraba los hechos nocturnos que ocurrían.
Esa misma noche, mi hermana fue sacada de cama de nuevo para repetir lo de la noche anterior pero ahora cambiaron un par de cosas, primero, mi madre había empacado la ropa de escuela de mi hermana e hizo que la usara, después, nuevamente se fue con mi tío a la sala donde nuevamente la hizo suya, pero fue más sutil, menos rendimiento o al menos, como ella dice, no fue tan fuerte la sensación como anteriormente. Le atribuimos eso a que seguro él estaba cansado, aun así, consiguió una erección para penetrar nuevamente a mi hermana y depositar su semen en ella. Si bien no le agrado, pudo tolerarlo un poco más y despertar con menos consecuencias físicas, pero con un humor pésimo.
Finalmente era sábado, mi tío descanso y había una cosa por hacer, el motivo para viajar era ir al parque acuático del pueblo, lugar conocido por ser rústico, pero tener actividades recreativas y juegos para todas las edades. Estaba emocionado.
Para ese día nos levantamos temprano, almorzamos y salimos para allá. No quedaba lejos, podíamos llegar a pie, pero llevamos varias cosas que mejor mi tío prefirió manejar hasta allá.
Llegando allí, nos instalamos bajo un árbol junto a otros vacacionistas, instalamos las cosas, básicamente un par de hieleras, una casa de campaña pequeña y cada quien llevaba una mochila con el traje de baño de cada quien. Nos fuimos turnando para cambiarnos y pues los primeros en cambiarnos fuimos nosotros. Primero yo, que me puse un short azul marino y una playera de nadar especial que mi tío me había comprado además de un par de googlees y flotadores. Después paso Noemi quien también estrenó un traje de baño pero este no era lo que pensaba, estaba acostumbrado a verla con short y playera tambien pero ahora salió en un bikini verde fluorescente de dos piezas, un tanto llamativo ya que del pecho cubría solo una pequeña fracción con dos triangulitos que se aferraban gracias a los tirantes, y de la parte de abajo, era igual muy diminuto, un triángulo que apenas cubría su zona v (si ella hubiera estado un par de años más grande se le hubiera notado el vello púbico y algún labio se hubiera asomado) y con tirantes finos también, en su trasero, dejaba descubierto medio glúteo. Era un atuendo muy sexy para una niña, no dejaba nada a la imaginación con su piel erizada y su cuerpo delgado, incluso ella se cubría con algo de pena.
El atuendo era tan atrevido que mi tía no se guardó sus comentarios:
- Oye Fernando, no creo que la niña deba usar eso
- ¿Por qué no?
- Es demasiado, parece de esas mujeres promiscuas
- Claro que no, no exageres, ya las niñas de ahora los usan, además era lo que había en la tienda de ropa
Esto era mentira, años después se supo que lo mandó a hacer él.
Mi mamá intervino:
- No pasa nada cuñis, está bien lindo, además se le ve bien
- Si manita, se ve bien para cualquier enfermo que ande por ahí
- Tranquila, de todos modos, por eso los vamos a vigilar, y pues ya sabes como son los tiempos, como se vestían los abuelos ¿Te acuerdas?
- Pues sí, pero no creo que…
- Los tiempos cambian, capaz que mañana andan con cosas más pequeñas y pues mejor que se acostumbren, además, no tiene nada que mostrar, esta pequeña aun
- Ay, Dios, no creo que este bien
Mi tía tomo una toalla y la cubrió:
- Mi niña, mejor tapate, ya cuando te metas al agua dejas la toalla
- Si, tía
Ante tal gesto nadie dijo nada, incluso mi mamá lo aprobó.
Luego siguió mi primo y pues igual que yo, lo mismo que mi tío, solo que el sin playera, mientras mi tía fue un traje más reservado usando un conjunto de una pieza, pero con un short puesto. La verdad mi tía no era fea ni tenía mal cuerpo, si es cierto que tenía su pancita, pero nada que ver con la mayoría de las señoras de su edad y su trasero estaba bien paradito, al igual que sus tetas que era un poco más grandes del promedio.
A diferencia de mi tía, mi mama también uso un conjunto de dos piezas, solo que azul marino. Lucia era muy sexi y si mi tía era linda mi mama estaba mejor, tenía el cuerpo de Noemi, pero ella era más alta, con un culito paradito y con unas tetitas más pequeñas que las de mi tía, pero adecuadas a su atlético cuerpo. No tardó en robar miradas y pues también incomodó a mi tía, pero ya ella se había resignado.
Nos pusimos bronceador y nos metimos al agua, paseamos por el parque y disfrutamos de las atracciones. Parecíamos una familia muy normal, Noemi y Ricardo se comportan como corresponde a su edad, incluso mi hermana podía permitirse sonreír y ser niña de nuevo, pero aun así, algo en su imagen no empata, era el hecho del atuendo que tenía, la tela era algo rara, se le pegaba demasiado a la piel de mi hermana con el agua, podía distinguirse claramente sus labios vaginales, transparentaba un poco y en cuanto a su busto, igual se notaban sus pequeños pechos que estaban erectos por el agua, era el mismo caso de mi madre que también le pasaba lo mismo y claro esto molesto a mi tía. Y el tema pudo ser ignorado pero el hecho de que el top del conjunto de mi hermana se movía de su lugar y destapaba sus pequeñas areolas. Esto hizo que mi tía reclamara a mi tío que decía sentir vergüenza por haber elegido mal.
Afortunadamente para él, o para todos, casi nadie notaba eso, más bien notaban el cuerpo de mi madre que parecía no vestir nada, solo la salvan los tonos, pero aun así más de un calenturiento la miraba.
Todo marchó bien a pesar de eso, nos divertimos mucho y entonces llegó la hora de la comida. Nos acomodamos en nuestro lugar y comimos nuestros refrigerios, los adultos llevaron unas bebidas con alcohol y con eso acompañaron sus alimentos.
Después, todos estábamos relajados, mi tía Maria comenzó a tener sueño y decidió recostarse, esto sirviendo a mi tío para que estuviera más empalagoso con Noemi, sin embargo, el momento no le duró ya que Ricardo le sugirió a mi hermana recorrer el lugar cosa que aun mi tía escuchó y aprobó. Mi mama no puso objeción, pero querían que me fuera con ellos también.
Nos fuimos a merodear los tres, Ricardo agarraba de la mano a Noemi mientras caminábamos, lo hacían a prisa, dejando atrás, tanto que llegó un punto donde los perdí de vista.
Terminé deambulando sin sentido con la esperanza de encontrarlos, pero no fue así. Pensé en regresar, pero quise hacer pipi, pasé al baño y dentro entraron unos jóvenes:
- ¿Viste a la mocosita de verde?
- Si, no mames, que diminuta su ropa, se le veía una puchita bien rica y marcada
- A huevo, ¿cómo cuántos años tendría?
- No sé, unos 9, 10 tal vez
- No wey, le veo unos 7
- ¿Crees?
- Si creo, está muy flaquita y chaparrita y ya viste que ni tetas tiene
- Tienes razón, pero se le marcaba chido la pepa
- Aja, yo creo que la morrita ya cuáles, se le ve
- ¿Cómo crees?
- Si, y seguro el mocoso con el que va se la coje
- No manches, pinche morro culero, entonces de seguro van para los ductos a culear
- Lo más probable, pinches morros, cada día son más calientes
No me costó trabajo relacionar la charla, ahora solo era buscar esos ductos, pero no fue difícil, había una zona donde el parque se volvía bosque y por donde el agua cruzaba, con muchas señales de “no acercarse” y de “advertencia” pude saber que a donde iba tenía que estar oculto.
A veces me sorprendo de mi suerte o instinto, ya que bajé por un empedrado y con algo de miedo al explorar, por fin encontré a mi hermana y a mi primo, no se adentraron tanto, supongo que esto por miedo tambien, solo entraron a un tubo que había por ahi, de esos que usan en grandes construcciones que son de concreto, había varios por ahí.
Y pues no era de sorprender lo que vi, ambos fundidos en un beso, mientras ella abrazaba su cuello, él sujetaba sus pequeñas nalguitas. Parecía que se la quería comer, como si quisiera meterla toda en su boca como si fuera un bocado.
Los besos continuaron, pero fueron en otras partes del cuerpo, primero el cuello, luego los hombros, luego el pecho, chupando y lamiendo sus pezones sin tanto trabajo, prácticamente su top no le cubría. Finalmente se arrodilló e hizo a un lado la tela que cubría la vagina de ella y comenzó a lamerla. Ella soltó unos gemidos, mismos que no había soltado desde que mi tío la visitó por primera vez.
Mientras Ricardo hurgaba con su boca y con una mano, usaba la otra para liberar las pobres ataduras del traje de baño, esto inquietó un poco a Noemi:
- Oye, no, ¿qué tal si nos ven?
- No nos ven mi amor, tu tranquila
- ¿Y si vienen?
- No vienen y si vienen, de todos modos, eres mía, que lo sepan todos
Y con ese discurso, ella quedó totalmente desnuda, dejando ver una piel toda erizada por lo fresco del lugar y por la preocupación de ser vista.
Mi primo no quedó atrás, apenas dejó su lengua jugar con los labios vaginales de ella, se despojó de su ropa dejando desnudo su cuerpo, y con el pene muy erecto, más de lo que recordaba de la primera vez.
Noemi se puso de rodillas, poniendo el short de mi primo como base para no rasparse y se metió el miembro en la boca, al menos lo que podía. Ella chupaba como podía, no tenía la experiencia aun, pero de todos modos provocaba placer a Ricardo ya que este alzaba la cabeza e instintivamente movía la cadera. Repentinamente, el sujeto tocó la cabeza de mi hermana y comenzó a dirigir el movimiento de nuca, como tratando de forzar la entrada de su miembro, algo que no logró tanto por las capacidades de ella y porque también puso resistencia.
Ella no se veía contenta pero no puso reclamo después de que su boca fue liberada, dejando caer mucha saliva producto de la atragantada que se dio.
Ahora mi primo fue quien se acostó en su propia ropa y le pidió a ella que lo montara, ella obedecía y conociendo lo que tenía que hacer, se puso a la altura de la cintura de Ricardo, separando sus piernas y haciendo una sentadilla midiendo el descenso para que la entrada a su vagina coincidiera con el pene erecto. Lentamente fue bajando e introduciendo el pedazo de carne que había bajo ella, hasta que logró posar totalmente sus glúteos y hacer desaparecer el miembro de Ricardo.
Dio comienzo la cabalgata, él se movía como podía de arriba a abajo mientras ella se frotaba contra él. Sus nalgas temblaban con las arremetidas que le daban, iban a una velocidad calmada, no era tan intenso, como lo que vi antes pero suficiente para que ella comenzara a soltar chillidos de placer mientras recargaba sus manos en el dorso. Ricardo ponía empeño y determinación manteniéndose en ritmo, no quería acabar aun, quería disfrutar.
Después de un rato, le pidió que se levantara, ambos lo hicieron, él le dio la vuelta y ella recargó sus manos contra la pared, él comenzó a acomodarse y volvió a penetrar:
- Ay que rico mami, como me gusta metérselo por atrás, está bien suave tu colita y que rico se ve tu culito
La pelvis se movía como podía, la posición era incomoda por las diferencias de altura, Noemi se paraba de puntitas y el doblaba las rodillas, el sexo era pleno entre los dos jóvenes que aún no desarrollaban del todo.
Poco pasó para que después cambiaran la posición, aunque sea un poco, Ricardo, con apoyo de su ropa y una piedra que había, hizo que Noemi se pusiera de perrito, después en esa posición, el separo las nalgas de ella y miraba fijamente sus rincones más íntimos, introdujo un par de dedos en la vagina y después frotaba entre los glúteos:
- Se ve que aprieta rico
- ¿Qué dices?
Y sin más aviso, comenzó a penetrar su ano, sin gentileza, sin consideración, hundió con fuerza su miembro ante las protestas:
- No, primo, no, para, para
- Uff chiquita, que rico aprietas ahí
- No, au, auu, me duele, no espera
- Que rico, si, si
- Ay, ay, no, me duele
Mi primo no hacía caso, salvajemente follaba el ano de Noemi y se veía que le dolía a ella, pero él seguía, con fuerza a pesar de que ella lloraba del dolor, estaba aún resentida por lo que le hizo el tío y más aún que ni siquiera esperaba eso, comenzó a llorar en lugar de gozar, pero no podía pararlo, el miembro de Ricardo era más chico que el su papa y ella, ya estaba abierta y algo lubricada, no costó trabajo para el pene del ingresar por su culo:
- Si, que rico, eres una zorrita caliente, este culito me aprieta y eso me gusta
- Ay, Ricardo, ya para, me duele
- Se te va a pasar, aguántate como la putita que eres
- ¿Por qué me dices eso? No me digas asi
Pero él estaba determinado a seguir y aceleró más su cadera, aumentando sus gemidos y disminuyendo los de ella, parecía que se acostumbraba, pero no disfrutaba, no como al principio, esto a ella no le gustaba.
Finalmente, después de muchas embestidas vino el gemido final de Ricardo quedando tieso de pie al momento de venirse, ella no sintió nada, solo salieron un par de lágrimas, pero no de dolor, sino tristeza, se sintió decepcionada pero no dijo nada, solo espero a que mi primo se saliera y se alejó tres pasos para ponerse en cuclillas. Permaneció así y comenzó a liberar de su ano el semen de Ricardo y después algo de material fecal. Ricardo se dio cuenta y miro su miembro, tomó algo de agua que pasaba bajo sus pies y se enjuago el pene:
- Que rico estuvo eso, me encanto y hasta cagando te ver hermosa
- Cállate y no me veas
- Está bien, no te enojes
Noemi desecho el semen y solo un poco de heces, hizo esfuerzo como si tuviera más por sacar, pero no salió más, uso de la misma agua para limpiarse y después se vistió como pudo, salió de ahí sin mirar a Ricardo y él la siguió, me tuve que esconder entre las plantas que había y con ayuda de la tensión puede pasar desapercibido.
Me fui de vuelta a la casa de campaña y no había nadie, solo mi tía que estaba dormida en la casa de campaña. No pasó mucho cuando llegó mi mamá y mi tío, ambos riendo, muy contentos. No pude evitar ver a mi mama y su ropa estaba al revés, al menos la parte baja donde se le marcaba su vagina:
- Hijo, ¿Porque tan solo? tu hermana y tu primo
- Pues por ahí andaban, pero los perdi y decidí regresar mejor
- Ay, no puede ser, que irresponsable es tu hermana y tu primo
- No te preocupes mami, estoy bien… oye, tienes al revés tu calzón
- Ay, si cierto, me lo voy a cambiar
Mamá ya estaba algo ebria también y no quiso ir a los vestidores, entonces mi tío con una toalla le hizo casita, entonces así se acomodó su ropa, pero pude notar, como de su entrepierna escurría un poco de líquido blanco, igual que el que mi primo deja dentro de Noemi. No le di importancia y solo supuse que seguro juegan a lo mismo ella y mi tío.
Pasamos un ratito más y vimos llegar a Noemi y a mi primo, con un poco de mal humor, se nos unieron en el pasto y ya no hicimos más que esperar a que mi tía despertara para irnos a casa. Ella tardó un poco así que nos vestimos primero, o al menos nos pusimos playeras de calle y en el caso de mi mama y Noemi, un short encima de la ropa interior.
Cuando mi tía despertó y nos vio, solo menciono lo bueno que era ver más decentes a mi mama y Noemi.
La tarde – noche nos fuimos a cenar, llegamos algo noche a casa y nos dimos todos un baño para dormir.
Fue la última noche que pasamos en casa de mis tíos, y antes de irnos, mi tío tuvo una sorpresa más para mi hermana a quien sacó del cuarto en la madrugada. Tenía otro conjunto similar al traje de baño que le había comprado para nadar, hizo que ella se lo cambiara y lo usara esa noche, le tomo unas fotos y finalmente termino cogiendo con ella analmente con más intensidad que las otras noches, creemos que tomo algo para rendir y pues aprovecho para posar a mi hermana en más de una posición.
Al día siguiente partimos, mi hermana iba con dolor que manifestó en el camino a casa por la intensa sesión que tuvo y al llegar, simplemente se metió a su cuarto.
Pasaron los días y volvimos a la rutina de siempre, bueno, solo había un detalle, que mi hermana se mantuvo distante de mamá o al menos ya no hablaban igual. Ella y yo siempre nos llevamos bien y se mantuvo así hasta hoy. Para el regreso a la escuela parecía la de antes y con el tiempo hasta novio tuvo, pero pasaron cosas que al final cambiaron nuestra vida y que provocaron que mi hermana me revelara cosas de ese fin de semana.
Continuará…
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