MI HERMANASTRO DESPERTO EN MI EL DESEO
Me acaricio desde niño hasta que logró tenerme haciendome gozara mucho .
Soy un hombre de 58 años ya, casado, disfruto mucho el sexo con mujeres, pero también desarrolle el gusto de ser penetrado por hombres desde niño.
Tenía alrededor de 5 años cuando mi hermanastro de unos 18 años nos visitaba pues ya no vivía con nosotros, él era cariñoso, me compraba regalos y jugaba conmigo, me sacaba a pasear y yo disfrutaba mucho de su compañía.
Cuando atardecía jugábamos en la cama, el hacía que yo me sentara sobre su barriga y simula ser un caballo, yo saltaba sobre y lo disfrutaba, de tanto saltar, terminaba habitualmente sentado sobre su pene, el cual se sentía duro y causaba cierto gustito en mi ano que hacía que yo me sentara sobre habitualmente, él se daba cuenta de eso y supongo lo disfrutaba, nunca me dijo nada al respecto.
Pasaron los años nos visitaba cada dos o tres años, ya teniendo yo unos 12 años y considerando que habían pocas camas en casa, nos hacían dormir juntos, al acostarme observaba su pene evitando que él me viera, al acostarnos intentaba sentirlo, mi recuerdo de niño era placentero y quería volver a sentir eso, me acomode de tal manera que mi trasero quedó pegado a su pene, comencé a sentir su erección, sentía nervios y deseo también, me hice el dormido, él pensando efectivamente eso, acarició mis nalgas, corrió mi calzón y puso su pene entre mis nalgas, se movía suavemente como no queriendo despertarme, al sentir estas sensaciones de placer fui yo quien tomo la iniciativa, le tome su pene, se quedó quieto, lo comencé a acariciar, me preguntó si me gustaba y asentí, continuó él, me sacó el calzón, acomodó mi trasero para su disposición, intentó penetrarme pero el dolor era mucho para mí, no lo logró, acabo masturbándose con mis nalgas, fue excitante y nuestro gran secreto.
Después de un par de años fui yo quien lo visitó a él, ya estaba casado, yo ya tenía 16 años, mi cuñada una mujer de un cuerpo exquisito, los sentía hacer el amor y me producía un deseo enorme de tener a esa mujer como de sentir el pene de mi hermanastro, un buen día para mí, tuve la sorpresa de que llegara a mi cama, me asusté, me comenzó a acariciar, sentí rápidamente su erección, me pregunte en voz baja que pasaba con su esposa, que se iba a enterar, me dijo que no me preocupara, que ella le había dado permiso, que no había problema, fue así que comenzó a rozar su pene con mis nalgas, mi excitación estaba al límite, sólo quería sentir ese gustito en mi ano que desde pequeño me hacía sentir, de a poco fue lubricando mi ano con saliva, me introdujo un de dedo, acariciaba mi pene, yo el de él, de a poco comencé a sentir la penetración, me dolía, pero aguanté, no iba arruinar el momento, de pronto el dolor se fue, comencé a sentir placer, fue exquisito, estaba disfrutando mucho, sentía sus testículos en mis nalgas, lo hacía suave al principio, después mas fuerte, lo sentía gozar, eso me hacía sentir mas placer aún, de pronto, sus movimientos fueron mas acelerados, yo me retorcía de placer, apretaba mi ano para sentir mas su pene, levantaba mis caderas para sentirlo mas adentro, fue un momento de mucha excitación cuando explotó su pene en mi ano, sentir la agitación de su respiración, me sentí gozado, disfrutado, sentí que lo había hecho gozar y yo lo quería mucho y quería eso para él, fue un momento maravilloso para mi.
Al día siguiente, no lo sentí cuando se fue a su trabajo, sólo me desperté y me levanté, mi cuñada cuando me preparó desayuno me miró con una sonrisa bastante complice diciéndome, eres un putito, sentí vergüenza, pero resignación de que no renunciaría a ese placer, tuve sexo con mi hermanastro muchas veces mas, siempre con mucho placer, me tomaba cada vez que podía, y yo lo visitaba cada vez que podía para disfrutarlo, él falleció hace un par de años y hasta que pudimos tuvimos sexo y lo disfrutamos.
Que mal amigo y lo bueno de esto que lo disfrutastes y mucho lo pastes muy feliz y buen relato amigo y saludos… 🙂 😉 🙂 😉