Mi hermanita me cogía la mano – I
-Sara, ¡coge a tu hermana de la mano y no la sueltes, no vaya a tener un accidente o un problema inesperado!.
Desde que tengo uso de razón, siempre recuerdo esa orden de mi madre a mi hermana Sara, cuando nos íbamos al colegio. Y la verdad es que desde que empecé a ir al colegio con ella, yo con casi tres años y ella con siete, apenas mi hermana abría la puerta del piso para salir, yo le daba la mamo y ella me la cogía. Nuestra madre nos acompañaba hasta que yo empecé primero de Primaria tres años después, y con mi hermana con diez años, ya nos íbamos solas al cole.
Hola amig@s, me llamo Paula y por una parte soy enfermera de quirófano, y por la otra soy puta viciosa, muy viciosa, y hago pelis porno. Aberraciones, zoofilia y gang-bangs, son mi especialidad y un verdadero deleite para mis placeres y para mi entrenado y voluptuoso cuerpo de gimnasio.
Cuando yo tenía casi 7 años, empezó a venir con frecuencia a nuestra casa, un primo de mi padre, Pascual, mayor que él, de 57 años, que era abogado y con varios negocios. Mis padres querían separarse y algunas inversiones y herencias hacían dificultosa la negociación del reparto de los capitales para cada parte. Y casi desde el primer día, él y mi hermana de recién cumplidos 11 años, hicieron piña. Abrazos, besos, y más tarde, jugaban en el sofá y en la cama para acostarla… mi madre trabajaba hasta tarde en la tienda-almacén y mi «tío» empezó a cuidar un poco de nosotras. Hasta que pocos meses más tarde, convenció a mi madre que estando sola, con los horarios de la tienda y la distribución del almacén, lo mejor era que del cole nos fuésemos a su casa con él, y ella nos recogería allí al terminar su trabajo.
Yo ya tenía 7 largos años y mi hermana casi 12. Y las dos seguíamos yendo al colegio cogidas de la mano. Pero la confianza y los juegos de mi hermana y el tío Pascual, iban creciendo. Nuestro tío ponía pelis porno de niñas en la TV de su salón y nos dijo que si no decíamos nada en casa ni en el cole, nos enseñaría muchas cosas. A mi hermanita y a mí, esas escenas nos llenaban de sorpresas, pero mi hermanita empezó a masturbarse (yo no sabía lo que hacía) y se levantaba toda la falda, un día la vio mi tío y le dijo que si quería aprender todo eso del porno, pero de verdad, él le enseñaría. Mi hermanita le dijo que siiiiiiiiiii… y la cogió de la mano y se fueron a su dormitorio. Mi hermanita salió mucho rato después muy contenta, mi tío empezó a enseñarle a fumar, mi hermanita empezó a ver las pelis porno toda desnuda y masturbándose sin parar y mi tío se la llevaba luego al dormitorio cada vez más tiempo.
Y un día salió del dormitorio desnuda, casi llorando, tenía un poco de sangre seca en la entrepierna por donde meamos las mujeres y andaba con problemas por el dolor. Pero siguió yéndose al dormitorio con el tío casi todos los días al terminar los deberes. Y otro día, salió igual de llorosa y andando mal, y con problemas de sentarse porque le dolía mucho el culo. Pero siguió yendo a la habitación con el tío Pascual, cada vez más contenta y feliz. Yo intentaba saber cosas y ella solo me decía:
– Dentro de poco lo sabrás todo. Ahora el tío me ha hecho mujer del todo y muy pronto lo hará contigo, y ya verás que bien lo pasamos las dos con él y sus amigos.
Pero yo empecé a odiar a mi hermana. Ella fumaba, iba desnuda por la casa, y el tío le acariciaba y besaba delante de mí, incluso se sacaba la polla del pantalón y ella la chupaba y metía en su boca, le sacaba un enorme chorro de una pasta blanca que salía de la punta de la polla y se lo comía y chupaba todo, incluso empezó a tomarse chupitos de licor de mora y de manzana verde con alcohol, y a mí me los daban sin alcohol, y eso que yo también empecé a desnudarme para gustarle. Hasta pensé en chivarme a mi madre. Y empecé a vigilarles, casi nunca cerraban la puerta y así yo podía ver como el tío le metía toda la polla dentro del agujero por donde meamos y también por el del culo y luego, cuando sacaba la polla, chorreaba de donde la había metido, esa pasta blanca que mi hermana se tragaba.
Tanto mi tío como mi hermana gritaban los dos y no era de dolor, sino de placer. Yo, viendo a mi hermanita cómo lo hacía aprendí a masturbarme, y me di cuenta que si yo sola era capaz de sacarme tanto placer ¿qué placer maravilloso podría alcanzar, si mi tío hacía lo mismo conmigo que con mi hermanita?
Y un día, Pascual me preguntó si la semana siguiente cumplía yo los 8 años, y al decirle que sí, que los cumplía el jueves pero que mi mamá no hacia la fiesta con mis amigas hasta el domingo, me abrazó, me besó en la boca, metió su lengua dentro, como con mi hermana, y mientras su mano me masturbaba por primera vez, me dijo:
– Pues el jueves serás tú quien entre en mi habitación. Nos has estado mirando a tu hermana y a mi mientras follábamos ¿quieres que te enseñe a follar a ti? Porque tu hermana ya tiene los 12 años, está muy bien entrenada y desde ahora ella va a tener que satisfacer a varios hombres todos los días y tú serás mi alumna. Y también te enseñaré a fumar y te daré chupitos de alcohol, pero ya sabes que de todo esto tu madre no tiene que saber nada o nos quedaremos sin fiesta ¿tú quieres que nos quedemos sin follar?
¡Claro que no, con lo bien que se lo pasaba mi hermana y lo feliz que era! Aparte del placer que me estaba dando el tío al masturbarme, solo pensar que por fin su polla iba a entrar en mis agujeros, como en las pelis porno de niñas que nos ponía en la TV, me excitó de manera brutal y se me ocurrió decirle:
– Vale, pero con una condición. Mi hermanita me dice que la has hecho mujer y ella hace cosas que yo no hago, así que quiero hacer lo mismo: quiero fumar, tomarme chupitos con alcohol y si ella se acuesta con otros hombres, yo también. Y quiero hacer películas porno como las niñas esas de la TV.
Mi tío se rió con fuertes carcajadas y me dijo que haría yo todo eso y mucho más, pero que poco a poco y que como yo era más alta y guapa que mi hermana, seguro que follaría con más hombres que ella porque les gustaría más. Eso me puso muy contenta y como al mismo tiempo me corrí muy fuerte de la masturbación que me estaba haciendo, consideré haber llegado a los placeres del Olympo sexual, Pero no, aún me quedaba tiempo para aprender, aunque no demasiado.
Mi tío era un verdadero depravador. Realmente era abogado y muy bueno, pero ese trabajo era la tapadera de un puticlub muy conocido de jovencitas y niñas y de otros negocios sexuales diversos, pero solo de niñas y adolescentes. Parte de los primeros amigos a quienes invitó a usar mi cuerpo a su voluntad, eran inversores suyos y eran tan depravados como él o peores, y encima, se encontraron con una cría que no decía que NO a nada, sino que siempre deseaba más, y más, y más. Y el resto de los otros «amigos», eran clientes míos, porque a mí, como a mi hermana y tantas más, nos prostituyó. Nunca he sabido como pude nacer tan viciosa y puta, pero nunca me obligó, nunca he tenido bastante sexo… ni lo tengo ahora.
Se me hicieron muy lentos esos días que faltaban pero por fin llegó el jueves tarde. Cuando llegamos, nuestro tío y una señora mayor nos estaban esperando a las dos. La señora quiso llevarse a mi hermana para dejarme a solas con él, pero yo les dije a los dos que no follaría si mi hermanita no estaba conmigo y me cogía de la mano cuando el tío Pascual metiese su polla dentro de mi virginal coñito. Fuimos todos al dormitorio y mi tío empezó a abrazarme, besarme y acariciarme y al mismo tiempo, me iba desnudando. Sus manos se frotaban con mi coñito para masturbarlo y cuando ya estaba totalmente desnuda y él también, me corrí como si me hubiesen conectado a una central eléctrica ¡toda yo me puse a temblar! Incluso me mareé un poco. La señora puso dos almohadones debajo de mi parte superior del cuerpo para que en esa posición, yo viese detenidamente como entraba dentro de mi esa enorme polla, y la señora le dijo a mi hermanita:
– Sara, sube a la cama, coge la mano de tu hermanita y Pascual aprovechará que se ha corrido para facilitar su penetración que haremos sin lubrificante.
Y eso hizo mi hermanita, sonreírme, subir a la cama a mi lado, coger mi mano y decirme con voz baja:
– Y ahora peque, Pascual te va a follar, se va a correr dentro de ti, te va a doler muchísimo, las primeras veces duele mucho, pero hoy saldrás de esta casa hecha una mujer y yo, tu hermanita mayor, saldré hoy puta porque arriba me está esperando un hombre, y dentro de pocos meses, las dos seremos putas.
– Si -le contesté yo- pero yo seré artista porno más joven que tú.
Pascual, que a pesar de lo dicho se había puesto una generosa cantidad de lubrificante en su polla, mirándome a los ojos me dijo:
– Paula voy a hacerte daño, espero seas una mujer y no grites, puedes llorar lo que quieras, pero no grites y ten por seguro, que hasta que no me corra dentro de ti, no voy a parar de follarte.
Sí, me iba a hacer una mujer de 8 años. Le miré a los ojos y noté como su polla se apoyaba en la entrada de mi cuevita. Me agarró con sus manos de mis caderas y empezó a meterla. ¡Dios, qué dolor! Me agarré con la mano libre la sábana con toda mi fuerza y apreté con la otra que cogía a mi hermanita. Ella vio mi rostro, se agachó un poco y me besó en los labios mientras su lengua jugaba con mi boca, pero la señora la apartó de mi y levantó mi cabeza para que yo siguiese viendo la penetración.
Poco a poco vi como esa polla de 19 cm iba enterrándose en mi coñito y el dolor era insufrible. Yo me movía sin parar y desde luego, mis lágrimas inundaban mis ojos… pero nunca grité. Abrí las piernas lo máximo posible para dejar entrar a ese monstruo, pero esa polla que me estaba invadiendo, me producía una dilatación muscular tan enorme que yo era incapaz de soportarlo ¡ni siquiera un dedo me habían metido nunca en mi coñito! Aunque debo reconocer que Pascual me trató con mucho cariño y mucha paciencia.
De vez en cuando, Pascual sacaba casi toda su polla y en dos ocasiones lo hizo totalmente y la volvía a meter con un golpe seco. Y noté un fuerte golpe debajo del estómago, y luego otro y cuando dije que algo me golpeaba en la parte baja del estómago, se rieron. Era la polla de Pascual que había llegado a lo más profundo de mi pequeña cueva… tan limitada su profundidad por mis recién cumplidos 8 años. Mi cuerpo subía y bajaba, se deslizaba por las sábanas por los embates de Pascual a pesar de tenerme cogida por las caderas. Durante un momento, Pascual descansó y yo también. Había pasado más de media hora desde que empezó a follarme. Y todavía hoy le agradezco su paciencia con todo mi afecto.
De nuevo empezó a penetrarme otra vez y me volví a correr. Y eso le sirvió ahora para acelerar la penetración. Mis músculos vaginales se estaban dilatando más de lo esperado adaptándose a su polla, mis corridas le proporcionaban mejor deslizamiento a su penetración y yo había encontrado ¡por fin!, una posición más cómoda y menos dolorosa. Al darse cuenta de todo esto, ordenó a las mujeres que se marchasen, a la señora Paca, que era la encargada del prostíbulo de niñas de Pascual, y a mi hermana, que tenía ya, no uno, sino dos clientes esperándola para esa tarde de estreno de su vida de puta.
Nos quedamos solos y aunque parezca increíble, la mano que durante todo ese rato me había unido a mi hermana, la levanté para acariciar el rostro de Pascual ¡la sustituí! Él me miró profundamente, no he sabido nunca si tuvo algún sentimiento dentro suyo, pero empezó a follarme de verdad, lento, pero ahora ya sin descanso alguno. Yo veía su polla meterse dentro de mí más de la mitad, y verla aparecer de nuevo para volver a entrar, una y otra vez frotando y calentando mis paredes vaginales. Mis músculos se apretaban a su polla y me daban no solo un gran dolor, sino también placer. A veces, mis labios vaginales los veía como si al meter su polla, también ellos desapareciesen doblados dentro de mi coñito, como abrazándola y deseándola sentir su tamaño y su placer para no abandonarla.
Mi cuerpo, ligeramente mareado, sentía toda clase de sensaciones y la mayoría desagradables, pero gracias a tío Pascual, yo ya no era virgen y eso es lo que deseaba con todas mis fuerzas. Noté un fuerte estremecimiento y me volví a correr. Empecé a sentirme cansada y bastante mareada. La mano que agarraba la sábana, al igual que la mano que acariciaba la mejilla de mi macho, dejaron de ser parte de mi cuerpo, perdieron todas sus fuerzas y cayeron pesadas sobre la cama. Noté cómo Pascual aceleraba su respiración y su penetración mientras mi cuerpo se agitaba sin parar, y de repente, oí una voz espacial:
– Ahora Paula si estás ya follada de verdad. ¡Ojalá te quedaras preñada hoy!
Y noté como un disparo de pistola de agua en el fondo de mi coñito. Un disparo, o dos, fuerte, espeso, cálido y abundante, muy abundante. Y me desmayé.
Me desperté poco después. Tenía una pequeña toalla húmeda y fría en la frente, Pascual me estaba lavando la entrepierna con agua tibia y una esponja, y al ver que me despertaba, me dijo sonriente:
– ¿Quieres un chupito de licor bien fresquito? Y de licor de verdad. Ya eres mujer.
Le pedí un chupito de moras y un cigarrillo. Yo ya le había quitado algunos cigarrillos a mi hermanita y ya fumaba a escondidas. Me dio las dos cosas y enseñándome la jofaina y la suciedad de la sábana de la cama, me dijo:
– Mira cariño, casi no has sangrado, pero has sangrado lo suficiente para que estés orgullosa de haber roto tu himen. Ya no eres virgen y a su debido tiempo, follarás con todos los hombres que quieras y Paca te enseñará a follar con mujeres. Y como tu hermanita ya sabe hacerlo, podéis en casa follaros las dos todos los días.
– Yo lo que quiero es follar con hombres y que me lo enseñen todo. Y también quiero tener un perro como las niñas de la TV y follar con él. Pero sobre todo, quiero hacer películas de esas. Quiero ser artista porno y que me follen esas pollas tan grandes y gruesas.
– La verdad es que siempre he admirado tu carácter fuerte y tu firmeza. No sé si realmente sabes lo que quieres, pero al menos, si sabes que harás todo lo posible para que se haga lo que tú quieres. Pues bien Paula, mañana no te follaré por el coño porque lo tendrás mal, pero mañana, te duela lo que te duela, te abriré el culo y así, cada día te follaré por un agujero para poderlos dilatar. Luego, dentro de pocas semanas, te iré trayendo unos amigos que no solo te follarán, sino que te irán enseñando cosas.
** Y cuando vengan las vacaciones de verano y ya no tengas cole, traeré un amigo para que te haga unas pruebas como niña-porno y si cree que sabes hacerlo, harás todas esas películas. Pero ya que quieres todo eso, también empezarás pronto a follar con hombres y mujeres por dinero. Este año, tú serás el monstruo de Halloween, ¡la devoradora de hombres! ¡Y con solo 8 años!
Y mientras hablaba, me untaba por dentro y por fuera del coño una crema muy suave que me daba un poco de frío. Y esa crema también me despejó. Me dejó en la cama un buen rato y luego entró mi hermanita contenta pero con una carita de dolor. Me dijo que la habían follado dos hombres y que tenía el coño escocido. Pero que estaba muy contenta porque los dos habían quedado muy contentos por lo buena puta que era mi hermanita follando, y que los dos volverían a follar con ella y la recomendarían a sus amigos. Me enseñó las 4000 pesetas que había ganado con los dos y me dijo que el tío Pascual le abriría una cartilla para ir guardando el dinero que ganase. Y que a mí, me haría lo mismo. Todo lo que yo ganase vendiendo mi cuerpo, me lo guardaría el tío (1).
Nos vestimos, y un rato después nos recogió nuestra madre sin saber que su hija de 8 años ya no era virgen y su hija de 12 ya era puta. ¿Y nuestro padre? Meses atrás pidió a su empresa multinacional el traslado más lejano posible de su ex-mujer y se fue, muy bien pagado, a Singapur.
Pasé una mala noche. Me dolía el coño, sentía dentro de él como me siguiesen estirando los músculos casi como si aún la tuviese dentro, y tenía la sensación de que las caderas querían separarse en dos partes. Pero era feliz, por fin ya estaba casi igualada a mi hermanita mayor: Ya no era virgen – ya podía fumar en la casa del tío Pascual – ya podía tomar chupitos con alcohol – ya podía masturbarme libremente – ya podía ir desnuda por la casa – mi tío me había prometido que haría pelis porno – y también me había prometido hacerme puta muy pronto y comprarme zapatos de taconazos. Ahora, con todo esto, solo quedaba una cosa para hacerme mujer de verdad ¡quedarme preñada! Y no dejaría de follar hasta conseguirlo.
Me levanté cansada, con sueño y un sabor de boca horrible. Pero al igual que mi hermanita, las dos nos levantamos contentas y satisfechas. Yo ya no era virgen y mi hermanita ya era puta. Y nos fuimos al cole muy felices y cogidas de la mano. En el cole no tenía demasiadas ganas de jugar, me dolían las piernas y sobre todo, la entrepierna y el bajo vientre. Pero llegó la tarde y cogidas de la mano nos fuimos a la casa del tío: Apenas llegué me abalancé encima de él y le cubrí a besos y le recordé que mi culo era virgen todavía. La señora Paca dijo a mi hermana que un nuevo cliente la estaba esperando y la muy puta, sonriéndome y cerrándome un ojo, me dijo:
– Eso son 2000 pesetas más para mí.
Pascual me cogió en brazos y mientras me llevaba a su habitación me llenaba de besos y al llegar a la altura de la cama, me dejó sobre ella y me preguntó:
– ¿Has pensado mucho en mí? Sé que te he hecho daño, pero era necesario. Y ahora te voy a hacer más daño. No te la meteré toda, eso lo haré en tres o cuatro días para que puedas dilatar bien sin romperte ningún músculo, porque aunque físicamente seas tan grande como tu hermana, solo tienes 8 años y todos tus músculos están todavía agarrotados, así que tranquila, estás en buenas manos. Ya verás cómo hacemos una buena puta de ti.
Yo le rogué que me la metiese toda y él se rió. Nos desnudamos los dos y me miró cómo estaba mi coñito y me puso un poco de crema que me daba frío (por la menta). Luego me untó bien el ano por fuera y por dentro. Me introdujo uno de sus dedos y la verdad es que me dolió bastante, pero me callé. Movía el dedo adentro y afuera y daba vueltas alrededor de mi anillo anal estirándolo. Luego me metió otro dedo y solo grité un poco. Él notó mi dolor y me dijo:
– Eres muy estrecha Paula, maravillosamente estrecha, te desearán mucho los hombres. Nunca me había follado a una chiquilla de menos de 10 años y no debo romper tu culo aún. Podemos jugar varios días con mis dedos para ir acostumbrando a tus músculos a estirarse, y cuando lo vea más ancho te la meto.
Yo me cabreé y le organicé un follón. Todavía hoy no sé porque tenía yo tanta urgencia de ser desvirgada en todos mis agujeros, pero aunque no sé cómo, le convencí y nos preparamos para usar el único agujero de mi infantil cuerpo no usado aún. Pascual siguió con los dos dedos y de repente me metió un tercer dedo, y ahí sí grite más, pero mientras gritaba, sacó sus dedos, apoyó su glande en la entrada de mi ano, y agarrándome de las caderas empujó como un salvaje mi cuerpo contra él, y de un solo golpe, todo su glande penetró dentro de mí.
No sé como lo hizo, pero al mismo tiempo, su mano izquierda tapó mi boca con fuerza ya que el berrido que iba a soltar era de dimensiones infinitas. Lloré como lo que era, una niña, y moqueé como nunca. Pascual dejó de penetrar más y se quedó quieto mientras me acariciaba.
Cuando me relajé, soltó mi boca, volvió a cogerme de las caderas y empujó nuevamente mi cuerpo hacia él. Era curiosa su técnica. No me metía su polla porque esta y su cuerpo estaban quietos, sino que manejaba mi cuerpo para que fuese él quien se tragase mi culo. Así estuvimos un buen rato, un largo y doloroso rato. Cuando comprendió que yo me estaba mareando y mi cuerpo perdía todas sus fuerzas haciéndose pesado, sacó casi totalmente su polla de mi culo, se masturbó durante unos minutos y cuando ya iba a correrse, me la metió de nuevo profundamente, soltando dentro de mi culo unas descargas de leche espesa. Yo no sentía ya nada, solo dolor. Cuando me vio más relajada, sacó su polla y me dejó un rato en la cama tapándome con una sábana limpia.
Cuando empecé a despejarme un tiempo después, puse mi mano sobre mi coño y lo noté completamente mojado ¡pese al dolor, me había corrido más de una vez! Me sentía rara, mezcla de dolor, placer y sorpresa, pero en el fondo y por encima del enorme dolor, con la gran alegría de, por fin, ser ya una niña usada y dispuesta a disfrutar de las aventuras sexuales que veía en las películas que nos ponía en la TV y de las que mi mente se inventase.
Como si me hubiese visto o lo hubiese calculado, entró la señora Paca al dormitorio, se desnudó y se acostó a mi lado. Me acariciaba todo el cuerpo, jugaba con mis pezones, me masturbaba ligeramente y me metía algún dedo en mi coñito, me besaba en la boca, me metía su lengua para jugar con la mía… y cogió mi mano para que también yo jugase con su coño que, pese la mujer tener tantos años, no tenía pelos y mi hermana sí ¿qué le habría pasado a la señora Paca para no tener pelos en el coño?
Poco a poco empecé a abrazarla y empecé también a encontrarme muy a gusto con ella, y no sé por qué, quise chupar sus pezones como si me diesen leche y me dejó chuparlos, y no se por qué, me corrí sola, y desde entonces siempre me gusta chupar y morder pezones y que me lo hagan a mí. Estuvimos juntas casi una hora y entonces comprendí lo que me decían del sexo entre mujeres que veía en las pelis porno, y que yo no entendía por qué se divertían si no tenían pollas. Desde entonces aprendí que las mujeres somos especiales en el sexo total.
Me dio un cigarrillo, ella empezó a fumarse otro y le pregunté por mi hermanita, y me dijo que estaba muy ocupada. Que los viernes, sábados y domingos por la tarde, venían muchos hombres, sobre todo viejos, al puticlub para follar con las niñas, sobre todo las que estaban entre los 10 y 14 años y que yo iba a ser la única por debajo de los 10 años, y que tendría una larga lista de clientes que me follarían mucho y ganaría mucho dinero, y todo eso me gustó. Y me gustó ver su cuerpo tatuado.
Y terminando mi segundo cigarrillo, entró mi hermanita andando como si le hubiese explotado un cohete en el culo. Andaba con sus taconazos de 5 cm muy espatarrada y con cara de dolor, y como yo me reí de ella, me dijo:
– Pero puedes creerte Paula que estoy enfadada. A Loren (de 12 años pero ya más de uno de puta) la han dejado follar con 6 hombres y a mí solo con 4, y yo quería más. No me importa el dolor, sino follar, follar y más follar y así me haré más dura. He mamado todas las pollas, y me la han metido 3 veces en el coño y una en el culo y siempre se han corrido dentro y mira ¡he ganado 8000 pesetas! y me han dicho que ahora cuando vengan los Euros, serán unos 50€. Son muy pocos euros por las pesetas ¿no?
Tal y como mi hermanita me decía todo eso, me puse otra vez de los nervios ¿y cuándo podría yo follar como puta? Yo quería hacer porno, ser puta, quedarme preñada, abortar mil veces… y siempre me salían con mis malditos 8 años ¿es que los años no pasan para las niñas? ¿Y a mí que me importaban los Euros si no sabía bien lo que eran las Pesetas de siempre?
Y mientras hablábamos de todo esto, Paca me estuvo limpiando y curando sobre todo del culo. Y también lavó muy bien a mi hermanita, y le puso un poco de crema al mismo tiempo que la hacía cambiarse para ponerse las deportivas de siempre y andar un poco por allí, para que andase mejor al marcharnos, o nuestra madre sabría que se la habían follado como locos. Y también averiguaría lo mío.
Oímos voces y vimos entrar a Pascual acompañado de un hombre gordo y muy viejo. Y Pascual me dijo:
– Paula ven aquí, que este señor desea conocerte y follarte la semana que viene por todos tus agujeros y te pagará muy bien.
Tal y como estaba desnuda, me acerqué a él mientras Paca y mi hermanita nos miraban. El viejo me tocó por todas partes, me miró los agujeros del culo y del coño y mirando a Pascual, le dijo:
– De acuerdo. Pagaré 12000 pesetas por una hora con ella, pero se la meteré y me correré en todos sus agujeros, y si no se porta correctamente, no pagaré ¿me garantizas que será una buena puta y satisfará mis caprichos?
– Puede estar seguro Don Manuel, que la niña cumplirá todos sus deseos. Es eso precisamente lo que más le gusta a ella, satisfacer a sus clientes y para eso la estamos entrenado, para clientes especiales como Vd.
– Pues no se hable más, hasta el sábado. Y no se le olvide que si yo quedo contento, traeré muchos amigos y algunas amigas para hacer pequeñas fiestas. Ya nos conoce.
Y mientras veía como se alejaban los dos, sonreí. Iba a ser puta en una semana y además, iba a ganar más dinero con un cliente de lo que nunca había ganado mi hermanita. Y me sentí contenta, muy contenta de ser puta a los 8 años.
Y al marcharnos a casa, fui yo quien cogió la mano de mi hermanita ¡la pobre estaba tan agotada y andaba tan mal!
=======
Amig@s, cuando yo hablo de una mujer mayor y de un hombre mayor, lo hago desde la óptica de una niña de 8 años. Paca tenía 38 años y don Manuel 56 años ¿son muy mayores o viejos…?
(1) Y os aseguro que nunca nos ha robado nada. Es extraño, pero cierto.
guao que relato me encanto leerlo desde principio a fin y me dejo con unas ganas enormes me gustaria sdaber mas de todo eso y poder platicar como les va ahora
Me encantó el relato, espero con ansias la continuación.
Que buen relato me.encantaria tener hijas así.